jueves, 18 de junio de 2009

NOCHE
























NOCHE

Clamo a tu vientre lívido de viento,
al corazón estrecho de tus gallos,
a sus látigos rojos, a los rayos
que acribillan tu hueco firmamento.

Busco la arista del desdoblamiento,
hurtarme fruto a mis normales tallos,
libertarme en tus ácidos caballos
y un ungir tus torres de mi advenimiento.

Si llegaras conmigo a la ondulada
alta loma del ser, donde se muta
la sangre viva en el símbolo de hielo...

Mas quién podrá parar la madrugada
alzando ya la concha de su ruta
sus rapaces de luz sobre tu vuelo.

(Laye, n° 14, junio-julio de 1951)

2 comentarios:

  1. Holaaa niño, que estos días cambie de horario, y apenas puedo darte los buenos días, así que cuando llego casi es de noche, fíjate como el título de este poema, que por cierto, tampoco conocia.

    Un besazo.

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  2. Pues buenas noches Ana y gracias por tu compañía nocturna.

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