domingo, 21 de octubre de 2012

Aria de antaño

Lucen vagamente las teclas del piano a la luz del suave crepúsculo rosa, y bajo los finos dedos de su mano un aire de antaño canta y se querella en la diminuta cámara suntuosa en donde palpitan los perfumes de Ella. Un plácido ensueño mi espíritu mece mientras que el teclado sus notas desgrana; ¿por qué me acaricia, por qué me enternece esa canción dulce, llorosa e incierta que apaciblemente muere en la ventana a las tibias auras del jardín abierta...?

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