miércoles, 10 de octubre de 2012

La miel salvaje

     



      Míralas bien las cosas : reverberan
      tocadas por el polen de la aurora :
      la filigrana lenta de la savia,
      el trémulo rocío, cada gota
      en que se copia entera la mañana,
      la lumbre cristalina del racimo,
      el zarcillo y su rúbrica menuda,
      no menos soberana que el oleaje
      del encinar; el iris de los ojos,
      del mismo fino estambre de esa nube
      que se desteje en hebras melodiosas;
      el viento de oro en la vibrante rama,
      la luz de la resina, el claro anillo
      de esta mañana del milagro :
      la noche cabe en una rosa blanca 


    

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