miércoles, 31 de octubre de 2012

Nada



Después de todo, todo ha sido nada,
a pesar de que un día lo fue todo.
Después de nada, o después de todo
supe que todo no era más que nada.

Grito "¡Todo!" y el eco dice "¡Nada!"
Grito "¡Nada"! y el eco dice "¡Todo!"
Ahora sé que la nada lo era todo,
y todo era ceniza de la nada.

No queda nada de lo que no fue nada.
(Era ilusión lo que creía todo
y que, en definitiva, era la nada.)

Qué más da que la nada fuera nada
si más nada será, después de todo,
después de tanto todo para nada. 

martes, 30 de octubre de 2012

Coplas





Encinas de alma mía,
que me arrancaban el alma
al arrancaros sentía.

lunes, 29 de octubre de 2012

Venecia




Dejaré los encantos memorables.
No quiero detenerme en los palacios
ni en el canal abierto a la laguna.
Quiero dejar la casa de los dogos,
la plaza de San Marcos, los Suspiros.
Me adentraré por puentes ignorados,
por antorcha la sombra de la tarde,
para oír el silencio de Venecia
brotar de las ventanas interiores
como un grito de muerte en las fachadas 



Francisco Ruiz Noguera.

domingo, 28 de octubre de 2012

Al recibir mi retrato




Al verte, ¡oh grave pintura!
entrar en mis lares hoy
con mi edad y mi finura,
no sé que vaga tristura
siento al decir:- "Así soy".

Tal vez pienso que mañana,
cuando de mi edad lozana
rastros queden solo en ti,
dirá mi vejez ufana
a mis hijos:- "así fui".

Tal vez pienso que algún día
(cuando Dios llamarme quiera)
buscará tu compañía
esta dulce esposa mía,
para decir:- "¡Así era!".

Tal vez pienso que quizá,
al cabo de muchos años,
nadie te conocerá,
y un extraño a otros extraños
dirá al verte:- "¿Quien será?".

Y que al comprarte, atraído
por lo antiguo de tu traje
o por tu buen colorido,
les dirá:- "Este personaje
no debe haber existido".

sábado, 27 de octubre de 2012

La torre vigía





" Algún tiempo aún discutieron mi madre y las mujeres sobre si debieron obligar a la anciana a presenciar el suplicio de la hija, antes de sufrir el propio, o a la inversa. Las solteras inclinábanse a lo último, y las casadas con hijos, a lo primero. Pues, según aseveraciones exhaladas por entre los fruncidos labios maternos, ninguna otra cosa en el mundo, por mala que sea, puede compararse al tormento de una madre que ve morir, o padecer, al fruto de sus entrañas. Oyéndola hablar así, mientras cardaba lana, hilaba o desgranaba legumbres, sentía mucha extrañeza de ser un fruto suyo. Y me imaginaba a mí mismo como uno de aquellos higos secos y arrugados que conservaba en melaza, con destino a endulzarnos las frías noches de invierno... "

Ana María Matute.

viernes, 26 de octubre de 2012

La letra menuda

           




         Por más que el tiempo arrase palmo
         a palmo lo que atraparan los días
         de la infancia y sepa que ha de quitarme
         todo, sin prisa o a traición, espero,
         hasta que el cuerpo aguante, que nunca
         me someta. Y aun entonces, si fuese factible,
         abandonarme, no reconocerme en nada
         de lo que me pertenezca, Ser por siempre,
         al olor de la mies mojada, canto de alondra
         en rastrojera, dejándose llevar 

                  

jueves, 25 de octubre de 2012

Aforismo





              "  Lo frívolo es la suficiencia de la inmediatez "

miércoles, 24 de octubre de 2012

Al otro lado

              



        Te digo que esta vez lo digo en serio.
        No consigo dormir, me asusta el tiempo
        que tengo que pasar sin ver tu risa
        liviana apoderada de la casa.
        Noche tras noche vienes y me dejas
        más sólo que la luna. Ese recuerdo
        me basta para hacer un melodrama
        del día que me espera, sin un beso
        que llevarme a la boca. Mi mujer
        no sospecha de ti; sólo pregunta
        de dónde ese aire huérfano, esa leve
        sonrisa que me vuelve transparente
        me llegan
                       y hacia dónde me conducen.
        Yo no voy a fingir. Hoy es el día.
         Esta noche nos vemos para siempre.
         Cruzaré en un descuido la pantalla.
         Me quedaré contigo al otro lado 

martes, 23 de octubre de 2012

Rima X



X
Los invisibles átomos del aire
en derredor palpitan y se inflaman,
el cielo se deshace en rayos de oro,
la tierra se estremece alborozada,
oigo flotando en olas de armonías
rumor de besos y batir de alas,
mis párpados se cierran... ¿Qué sucede?
—¡Es el amor que pasa!

lunes, 22 de octubre de 2012

Adelfos




A Miguel de Unamuno


Yo soy como las gentes que a mi tierra vinieron
—soy de la raza mora, vieja amiga del Sol—,
que todo lo ganaron y todo lo perdieron.
Tengo el alma de nardo del árabe español.

Mi voluntad se ha muerto una noche de luna
en que era muy hermoso no pensar ni querer...
Mi ideal es tenderme, sin ilusión ninguna...
De cuando en cuando, un beso y un nombre de mujer.

En mi alma, hermana de la tarde, no hay contornos...;
y la rosa simbólica de mi única pasión
es una flor que nace en tierras ignoradas
y que no tiene aroma, ni forma, ni color.

Besos ¡pero no darlos! Gloria.... ¡la que me deben!
¡Que todo como un aura se venga para mí!
¡Que las olas me traigan y las olas me lleven,
y que jamás me obliguen el camino a elegir!

¡Ambición! No la tengo. ¡Amor! No lo he sentido.
No ardí nunca en un fuego de fe ni gratitud.
Un vago afán de arte tuve... Ya lo he perdido.
Ni el vicio me seduce ni adoro la virtud.

De mi alta aristocracia dudar jamás se pudo.
No se ganan,se heredan,elegancia y blasón...
Pero el lema de casa, el mote del escudo,
es una nube vaga que eclipsa un vano sol.

Nada os pido. Ni os amo ni os odio. Con dejarme,
lo que hago por vosotros, hacer podéis por mí...
¡Que la vida se tome la pena de matarme,
ya que yo no me tomo la pena de vivir! ...

Mi voluntad se ha muerto una noche de luna
en que era muy hermoso no pensar ni querer...
De cuando en cuando un beso, sin ilusión ninguna.
¡El beso generoso que no he de devolver!

domingo, 21 de octubre de 2012

Aria de antaño

Lucen vagamente las teclas del piano a la luz del suave crepúsculo rosa, y bajo los finos dedos de su mano un aire de antaño canta y se querella en la diminuta cámara suntuosa en donde palpitan los perfumes de Ella. Un plácido ensueño mi espíritu mece mientras que el teclado sus notas desgrana; ¿por qué me acaricia, por qué me enternece esa canción dulce, llorosa e incierta que apaciblemente muere en la ventana a las tibias auras del jardín abierta...?

sábado, 20 de octubre de 2012

Hacia las cumbres iba...





Primer acorde. Alhambra

Hacia las cumbres iba,
hacia las verdes cumbres, su deseo.
Allí aprendió que la melancolía,
cuerpo lento del tiempo,
cuerpo del agua frágil detenida
en los vasos secretos,
a conformar empieza la memoria.

Lleno de suaves algas y de pétalos
sumergidos, de platas indecisas
y de leves luceros,
allí esperó que la frescura nítida
y los blandos oreos
condujesen su sed, su amor, su dicha
sin nombre hasta los cielos,
las visiones perfectas, la precisa
iniciación del vuelo
y supo allí que la belleza efímera
es de toda verdad fuente y espejo.

viernes, 19 de octubre de 2012

Humoradas



Busqué la ciencia, y me enseño el vacío.
Logré el amor, y conquisté el hastío.
¡Quién de su pecho desterrar pudiera,
la duda, nuestra eterna compañera!.
¿Qué es preciso tener en la existencia?
Fuerza en el alma y paz en la conciencia.
No tengáis duda alguna:
felicidad suprema no hay ninguna.
Aunque tú por modestia no lo creas,
las flores en tu sien parecen feas.
Te pintaré en un cantar
la rueda de la existencia:
Pecar, hacer penitencia
y, luego, vuelta a empezar.
En este mundo traidor,
nada es verdad, ni mentira,
Todo es según el color
del cristal con que se mira.

jueves, 18 de octubre de 2012

Si guardas en tu puesto




Si guardas en tu puesto, la cabeza tranquila,
cuando todo a tu lado es cabeza perdida.
Si tienes en ti mismo una fe que te niegan
y no desprecias nunca, las dudas que ellos tengan.
Si esperas en tu puesto, sin fatiga en la espera.
Si engañado, no engañas,
Si no buscas mas odio, que el odio que te tengan…
Si eres bueno y no finges ser mejor de lo que eres,
Si al hablar no exageras lo que sabes y quieres.
Si sueñas, y los sueños no te hacen su esclavo.
Si piensas y rechazas lo que piensas en vano.
Si tropiezas el triunfo, si llega tu derrota,
y a los dos impostores les tratas de igual forma.
Si logras que se sepa la verdad que has hablado,
a pesar del sofismo del orbe encanallado.
Si vuelves al comienzo de la obra perdida,
aunque esta obra sea la de toda tu vida.
Si arriesgas en un golpe y lleno de alegría,
tus ganancias de siempre, a la suerte de un día,
y pierdes, y te lanzas de nuevo a la pelea,
sin decir nada a nadie de lo que es y lo que era.
Si logras que tus nervios y el corazón te asistan,
aun después de su fuga, de tu cuerpo en fatiga,
y se agarren contigo cuando no quede nada,
porque tu lo deseas y lo quieres, y mandas.
Si hablas con el pueblo y guardas tu virtud.
Si marchas junto a reyes con tu paso y tu luz.
Si nadie que te hiera, llegue a hacerte la herida,
Si todos te reclaman y ninguno te precisa.
Si llenas un minuto envidiable y cierto,
de sesenta segundos que te lleven al cielo….
Todo lo de esta tierra, será de tu dominio,
y mucho mas aún,
serás hombre, hijo mío.

miércoles, 17 de octubre de 2012

CHAU NÚMERO TRES



Te dejo con tu vida
tu trabajo
tu gente
con tus puestas de sol
y tus amaneceres
sembrando tu confianza
te dejo junto al mundo derrotando imposibles
segura sin seguro
te dejo frente al mar descifrándote
sola sin mi pregunta
a ciegas sin mi respuesta rota
te dejo sin mis dudas pobres y malheridas
sin mis inmadureces
sin mi veteranía
pero tampoco creas a pie juntillas todo
no creas nunca creas este falso abandono
estaré donde menos lo esperes
por ejemplo en un árbol añoso
de oscuros cabeceos
estaré en un lejano horizonte
sin horas en la huella del tacto
en tu sombra y mi sombra
estaré repartido en cuatro o cinco pibes
de esos que vos mirás
y enseguida te siguen
y ojalá pueda estar de tu sueño
en la red esperando tus ojos
y mirándote.

martes, 16 de octubre de 2012

Cuando estuve en el mar...




Cuando estuve en el mar era marino 
este dolor sin prisas. 
Dame ahora tu boca: 
me la quiero comer con tu sonrisa. 

Cuando estuve en el cielo era celeste 
este dolor urgente. 
Dame ahora tu alma: 
quiero clavarle el diente. 

No me des nada, amor, no me des nada: 
yo te tomo en el viento, 
te tomo del arroyo de la sombra, 
del giro de la luz y del silencio, 

de la piel de las cosas 
y de la sangre con que subo al tiempo. 
Tú eres un surtidor aunque no quieras 
y yo soy el sediento. 

No me hables, si quieres, no me toques, 
no me conozcas más, yo ya no existo. 
Yo soy sólo la vida que te acosa 
y tú eres la muerte que resisto.

lunes, 15 de octubre de 2012

A un árbol




El día en que yo vi la luz primera,
plantó mi padre en su risueño huerto
ese árbol que admiráis en primavera,
de tiernas hojas y de flor cubierto.

Yo entré en la sociedad, donde hoy batallo,
con la esperanza audaz de los mancebos,
cuando él ennoblecía el fuerte tallo
cada nueva estación con ramos nuevos.

Yo abandoné, buscando horas felices,
mi pobre hogar por la mansión extraña,
y él, inmutable, ahondaba sus raíces
junto al arroyo que sus plantas baña.

Hoy, rugosa la frente y seca el alma,
cuando hasta el eco de mi voz me asombra,
vengo a encontrar la apetecida calma
del tronco amigo a la propicia sombra.

Y evoco las memorias indecisas
de la edad juvenil, sueños perdidos,
mientras juegan sus ramas con las brisas
y al alegre rumor cantan los nidos.

Mi vida agosta ese dolor interno
con que los ojos y la frente enluto:
él abre en mayo su capullo tierno
y da en octubre el aromado fruto.

domingo, 14 de octubre de 2012

A un rico



A UN RICO
(Soneto)

¿Quién te ha dado tu hacienda o tu dinero?
O son fruto del trabajo honrado,
o el haber que tu padre te ha legado,
o el botín de un ladrón o un usurero.

Si el dinero que das al pordiosero
te lo dio tu sudor, te has sublimado;
si es herencia, ¡cuán bien lo has empleado!;
si es un robo, ¿qué das, mal caballero?

Yo he visto a un lobo que, de carne ahíto,
dejó comer los restos de un cabrito
a un perro ruin que presenció su robo.

Deja, ¡oh rico!, comer lo que te sobre,
porque algo más que un perro será un pobre,
y tú no querrás ser menos que un lobo.

sábado, 13 de octubre de 2012

¿Qué putas puedo?





¿Qué putas puedo hacer con mi rodilla, 
con mi pierna tan larga y tan flaca, 
con mis brazos, con mi lengua, 
con mis flacos ojos? 
¿Qué puedo hacer en este remolino 
de imbéciles de buena voluntad? 
¿Qué puedo con inteligentes podridos 
y con dulces niñas que no quieren hombre sino poesía? 
¿Qué puedo entre los poetas uniformados 
por la academia o por el comunismo? 
¿Qué, entre vendedores o políticos 
o pastores de almas? 
¿Qué putas puedo hacer, Tarumba, 
si no soy santo, ni héroe, ni bandido, 
ni adorador del arte, 
ni boticario, 
ni rebelde? 
¿Qué puedo hacer si puedo hacerlo todo 
y no tengo ganas sino de mirar y mirar?

viernes, 12 de octubre de 2012

Los zapaticos de Rosa



Hay sol bueno y mar de espuma, 
Y arena fina, y Pilar 
Quiere salir a estrenar 
Su sombrerito de pluma. 

«¡Vaya la niña divina!» 
Dice el padre y le da un beso: 
«¡Vaya mi pájaro preso 
A buscarme arena fina!» 

«Yo voy con mi niña hermosa», 
Le dijo la madre buena: 
«¡No te manches en la arena 
Los zapaticos de rosa!» 

Fueron las dos al jardín 
Por la calle del laurel: 
La madre cogió un clavel 
Y Pilar cogió un jazmín. 

Ella va de todo juego, 
Con aro, y balde, y paleta: 
El balde es color violeta: 
El aro es color de fuego. 

Vienen a verlas pasar: 
Nadie quiere verlas ir: 
La madre se echa a reír, 
Y un viejo se echa a llorar. 

El aire fresco despeina 
A Pilar, que viene y va 
Muy oronda: «¡Di, mamá! 
¿Tú sabes qué cosa es reina?» 

Y por si vuelven de noche 
De la orilla de la mar, 
Para la madre y Pilar 
Manda luego el padre el coche. 

Está la playa muy linda: 
Todo el mundo está en la playa: 
Lleva espejuelos el aya 
De la francesa Florinda. 

Está Alberto, el militar 
Que salió en la procesión 
Con tricornio y con bastón, 
Echando un bote a la mar. 

¡Y qué mala, Magdalena 
Con tantas cintas y lazos, 
A la muñeca sin brazos 
Enterrándola en la arena! 

Conversan allá en las sillas, 
Sentadas con los señores, 
Las señoras, como flores, 
Debajo de las sombrillas. 

Pero está con estos modos 
Tan serios, muy triste el mar: 
¡Lo alegre es allá, al doblar, 
En la barranca de todos! 

Dicen que suenan las olas 
Mejor allá en la barranca, 
Y que la arena es muy blanca 
Donde están las niñas solas. 

Pilar corre a su mamá: 
«¡Mamá, yo voy a ser buena: 
Déjame ir sola a la arena: 
Allá, tú me ves, allá!» 

«¡Esta niña caprichosa! 
No hay tarde que no me enojes: 
Anda, pero no te mojes 
Los zapaticos de rosa.» 

Le llega a los pies la espuma: 
Gritan alegres las dos: 
Y se va,diciendo adiós, 
La del sombrero de pluma. 

¡Se va allá, dónde ¡muy lejos! 
Las aguas son más salobres, 
Donde se sientan los pobres, 
Donde se sientan los viejos! 

Se fue la niña a jugar, 
La espuma blanca bajó, 
Y pasó el tiempo, y pasó 
Un águila por el mar. 

Y cuando el sol se ponía 
Detrás de un monte dorado, 
Un sombrerito callado 
por las arenas venía. 

Trabaja mucho, trabaja 
Para andar: ¿qué es lo que tiene 
Pilar que anda así,que viene 
Con la cabecita baja? 

Bien sabe la madre hermosa 
Por qué le cuesta el andar: 
«¿Y los zapatos, Pilar, 
Los zapaticos de rosa?» 

«¡Ah, loca! ¿en dónde estarán? 
¡Di, dónde, Pilar!» ?«Señora», 
Dice una mujer que llora: 
«¡Están conmigo: aquí están!» 

«Yo tengo una niña enferma 
que llora en el cuarto oscuro. 
Y la traigo al aire puro 
A ver el sol, y a que duerma. 

»Anoche soñó, soñó 
con el cielo, y oyó un canto: 
Me dio miedo, me dio espanto, 
Y la traje, y se durmió. 

»Con sus dos brazos menudos 
Estaba como abrazando; 
Y yo mirando, mirando 
Sus piececitos desnudos. 

»Me llegó al cuerpo la espuma, 
Alcé los ojos, y vi 
Esta niña frente a mí 
Con su sombrero de pluma». 

«¡Se parece a los retratos 
Tu niña!» dijo: «¿Es de cera? 
¿Quiere jugar? ¡Si quisiera!... 
¿Y por qué está sin zapatos? 

»Mira: ¡la mano le abrasa, 
Y tiene los pies tan fríos! 
¡Oh, toma, toma los míos; 
Yo tengo más en mi casa!» 

«No sé bién, señora hermosa, 
Lo que sucedió después: 
¡Le vi a mi hijita en los pies 
Los zapaticos de rosa!» 

Se vio sacar los pañuelos 
A una rusa y a una inglesa; 
El aya de la francesa 
Se quitó los espejuelos. 

Abrió la madre los brazos: 
Se echó Pilar en su pecho, 
Y sacó el traje deshecho, 
Sin adornos y sin lazos. 

Todo lo quiere saber 
De la enferma la señora: 
¡No quiere saber que llora 
De pobreza una mujer! 

«¡Sí, Pilar, dáselo! ¡y eso 
También! ¡Tu manta! ¡Tu anillo!» 
Y ella le dio su bolsillo: 
Le dio el clavel, le dio un beso. 

Vuelven calladas de noche 
A su casa del jardín: 
Y Pilar va en el cojín 
De la derecha del coche. 

Y dice una mariposa 
Que vio desde su rosal 
Guardados en un cristal 
Los zapaticos de rosa.