domingo, 3 de marzo de 2013

A MIS CRÍTICOS




Ardiendo, Zoilo, en cólera inclemente,
contra mis versos, dicen que te irritas,
y que siempre frenético vomitas
de injuriosos dicterios un torrente:


Serena, Zoilo, la arrugada frente,
que se aumente tu mal cuanto más gritas;
y ese excesivo ardor con que te agitas
es de tu frenesí prueba evidente.


No en criticar consiste la cultura,
que para esto es idóneo cualquier labio
del necio que halla en maldecir dulzura;


da otro ejemplo mejor como hace el sabio,
que si escribir no puedes con cordura,
desprecio y risa premiarán tu agravio.

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