jueves, 25 de julio de 2013

El duende y Sevilla: Curro Romero



El duende y Sevilla: Curro Romero

Quiso un duende ser torero
de estas toreras besanas,
donde lloran las campanas
cuando Curro es campanero.
Se sintió pronto camero
para beber en la fuente
que rebosa sobre el puente;
y en ese pueblo alardea,
de ser la mejor marea
de su taurina corriente.

Y el duende torero un día
quiso conocer Sevilla,
para ser siembra y semilla
de la tierra de María.
Al saberlo Andalucía
le dijo: Busca primero
el aroma del romero
que despiden sus macetas,
después todos los poetas
te enseñarán el sendero.

Te enseñarán el sendero
que termina en la Maestranza,
donde Curro es la balanza
y cante caracolero.
El duende cascabelero
cogió muleta y estoque,
esquivó toro y derrote,
y pronto llevó hasta Camas,
esa queja tan gitana
que florece en su capote.



                                                 

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