jueves, 24 de julio de 2014

Al Céfiro

 

 

Oda sáfica

Dulce vecino de la verde selva,
Huésped eterno del abril florido,
Vital aliento de la madre Venus,
                Céfiro blando;

Si de mis ansias el amor supiste,
Tú, que las quejas de mi voz llevaste,
Oye, no temas, y a mi ninfa dile,
                Dile que muero.

Filis un tiempo mi dolor sabía;
Filis un tiempo mi dolor lloraba;
Quísome un tiempo, mas ahora temo,
                Temo sus iras.

Así los dioses con amor paterno,
Así los cielos con amor benigno,
Nieguen al tiempo que feliz volares
                Nieve a la tierra.

Jamás el peso de la nube parda
Cuando amanece en la elevada cumbre,
Toque tus hombros ni su mal granizo
                Hiera tus alas.

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