sábado, 31 de octubre de 2009

Al cumplir mis 36 años

























¡Calma, corazón, ten calma!
¿A qué lates, si no abates
ya ni alegras a otra alma?
¿A qué lates?

Mi vida, verde parral,
dio ya su fruto y su flor,
amarillea, otoñal,
sin amor.

Más no pongamos mal ceño!
¡No pensemos, no pensemos!
Démonos al alto empeño
que tenemos.

Mira: Armas, banderas, campo
de batalla, y la victoria,
y Grecia. ¿No vale un lampo
de esta gloria?

¡Despierta! A Hélade no toques,
Ya Hélade despierta está.
Invócate a ti. No invoques
más allá

Viejo volcán enfriado
es mi llama; al firmamento
alza su ardor apagado.
¡Ah momento!

Temor y esperanza mueren.
Dolor y placer huyeron.
Ni me curan ni me hieren.
No son. Fueron.

¿A qué vivir, correr suerte,
si la juventud tu sien
ya no adorna? He aquí tu
muerte.

Y está bien.
Tras tanta palabra dicha,
el silencio. Es lo mejor.
En el silencio ¿no hay dicha?
y hay valor.

Lo que tantos han hallado
buscar ahora para ti:
una tumba de soldado.
Y hela aquí.

Todo cansa todo pasa.
Una mirada hacia atrás,
y marchémonos a casa.
Allí hay paz.

viernes, 30 de octubre de 2009

Hombre pequeñito, hombre pequeñito,


Hombre pequeñito, hombre pequeñito,
suelta a tu canario, que quiere volar...
Yo soy el canario, hombre pequeñito,
déjame saltar.

Estuve en tu jaula, hombre pequeñito,
hombre pequeñito que jaula me das.
Digo pequeñito porque no me entiendes,
ni me entenderás.

Tampoco te entiendo, pero mientras tanto
ábreme la jaula que quiero escapar;
hombre pequeñito, te amé un cuarto de ala;
no me pidas más.

jueves, 29 de octubre de 2009

LO QUE DEJÉ POR TI

























Dejé por ti mis bosques, mi perdida
arboleda, mis perros desvelados,
mis capitales años desterrados
hasta casi el invierno de la vida.

Dejé un temblor, dejé una sacudida,
un resplandor de fuegos no apagados,
dejé mi sombra en los desesperados
ojos sangrantes de la despedida.

Dejé palomas tristes junto a un río,
caballos sobre el sol de las arenas,
dejé de oler la mar, dejé de verte.

Dejé por ti todo lo que era mío.
Dame tú, Roma, a cambio de mis penas,
tanto como dejé para tenerte.

miércoles, 28 de octubre de 2009

Era invierno; llegaste y fue verano


Era invierno; llegaste y fue verano.
Cuando llegue el verano verdadero,
¿qué será de nosotros?
¿Quién calentará el aire
más que agosto y que julio?
Tengo miedo
de este error de los meses que has traído.
¿Quién es nuestro aliado: tú o yo?
Cuando llegue el verano
quizá el aire esté frío...
Era invierno y llegaste.

martes, 27 de octubre de 2009

Cultivo una rosa blanca




















Cultivo una rosa blanca
en junio como enero
para el amigo sincero
que me da su mano franca.
Y para el cruel que me arranca
el corazón con que vivo,
cardo ni ortiga cultivo;
cultivo la rosa blanca.

lunes, 26 de octubre de 2009

Caracol


















En la playa he encontrado un caracol de oro
macizo y recamado de las perlas más finas;
Europa le ha tocado con sus manos divinas
cuando cruzó las ondas sobre el celeste toro.

He llevado a mis labios el caracol sonoro
y he suscitado el eco de las dianas marinas,
le acerqué a mis oídos y las azules minas
me han contado en voz baja su secreto tesoro.

Así la sal me llega de los vientos amargos
que en sus hinchadas velas sintió la nave Argos
cuando amaron los astros el sueño de Jasón;

y oigo un rumor de olas y un incógnito acento
y un profundo oleaje y un misterioso viento...
(El caracol la forma tiene de un corazón.)

domingo, 25 de octubre de 2009

Y nos llegó la hora de bailar



















Y nos llegó la hora de bailar. La música caía como
lluvia agitada y un mar en nuestros muslos acentuaba
el vértigo. Llegó la savia nueva con un ritmo de trópicos
y germinó en la piel. Olvidamos la sarga y la estameña
y nos cubrimos ágiles con la encendida pulpa del
tamarindo.

sábado, 24 de octubre de 2009

Rosa, niña







Todo el otoño, rosa,
es esa sola hoja tuya
que cae.

Niña, todo el dolor
es esa sola gota tuya
de sangre.

viernes, 23 de octubre de 2009

Hora tras hora, día tras día,


















Hora tras hora, día tras día,
Entre el cielo y la tierra que quedan
Eternos vigías,
Como torrente que se despeña
Pasa la vida.

Devolvedle a la flor su perfume
Después de marchita;
De las ondas que besan la playa
Y que una tras otra besándola expiran
Recoged los rumores, las quejas,
Y en planchas de bronce grabad su armonía.

Tiempos que fueron, llantos y risas,
Negros tormentos, dulces mentiras,
¡Ay!, ¿en dónde su rastro dejaron,
En dónde, alma mía?

jueves, 22 de octubre de 2009

La poesía es un arma cargada de futuro



Cuando ya nada se espera personalmente exaltante,
mas se palpita y se sigue más acá de la conciencia,
fieramente existiendo, ciegamente afirmado,
como un pulso que golpea las tinieblas,

cuando se miran de frente
los vertiginosos ojos claros de la muerte,
se dicen las verdades:
las bárbaras, terribles, amorosas crueldades.

Se dicen los poemas
que ensanchan los pulmones de cuantos, asfixiados,
piden ser, piden ritmo,
piden ley para aquello que sienten excesivo.

Con la velocidad del instinto,
con el rayo del prodigio,
como mágica evidencia, lo real se nos convierte
en lo idéntico a sí mismo.

Poesía para el pobre, poesía necesaria
como el pan de cada día,
como el aire que exigimos trece veces por minuto,
para ser y en tanto somos dar un sí que glorifica.

Porque vivimos a golpes, porque apenas si nos dejan
decir que somos quien somos,
nuestros cantares no pueden ser sin pecado un adorno.
Estamos tocando el fondo.

Maldigo la poesía concebida como un lujo
cultural por los neutrales
que, lavándose las manos, se desentienden y evaden.
Maldigo la poesía de quien no toma partido hasta mancharse.

Hago mías las faltas. Siento en mí a cuantos sufren
y canto respirando.
Canto, y canto, y cantando más allá de mis penas
personales, me ensancho.

Quisiera daros vida, provocar nuevos actos,
y calculo por eso con técnica qué puedo.
Me siento un ingeniero del verso y un obrero
que trabaja con otros a España en sus aceros.

Tal es mi poesía: poesía-herramienta
a la vez que latido de lo unánime y ciego.
Tal es, arma cargada de futuro expansivo
con que te apunto al pecho.

No es una poesía gota a gota pensada.
No es un bello producto. No es un fruto perfecto.
Es algo como el aire que todos respiramos
y es el canto que espacia cuanto dentro llevamos.

Son palabras que todos repetimos sintiendo
como nuestras, y vuelan. Son más que lo mentado.
Son lo más necesario: lo que no tiene nombre.
Son gritos en el cielo, y en la tierra son actos.

miércoles, 21 de octubre de 2009

La noche oscura




















Canciones del alma que se goza de haber llegado al
alto estado de la perfección, que es la unión con Dios,
por el camino de la negación espiritual.





En una noche oscura,
con ansias en amores inflamada,
(¡oh dichosa ventura!)
salí sin ser notada,
estando ya mi casa sosegada.

A oscuras y segura,
por la secreta escala disfrazada,
(¡oh dichosa ventura!)
a oscuras y en celada,
estando ya mi casa sosegada.

En la noche dichosa,
en secreto, que nadie me veía,
ni yo miraba cosa,
sin otra luz ni guía
sino la que en el corazón ardía.

Aquésta me guïaba
más cierta que la luz del mediodía,
adonde me esperaba
quien yo bien me sabía,
en parte donde nadie parecía.

¡Oh noche que me guiaste!,
¡oh noche amable más que el alborada!,
¡oh noche que juntaste
amado con amada,
amada en el amado transformada!

En mi pecho florido,
que entero para él solo se guardaba,
allí quedó dormido,
y yo le regalaba,
y el ventalle de cedros aire daba.

El aire de la almena,
cuando yo sus cabellos esparcía,
con su mano serena
en mi cuello hería,
y todos mis sentidos suspendía.

Quedéme y olvidéme,
el rostro recliné sobre el amado,
cesó todo, y dejéme,
dejando mi cuidado
entre las azucenas olvidado.

martes, 20 de octubre de 2009

¿Y por qué no es tu guerra más pujante

























¿Y por qué no es tu guerra más pujante
contra el Tirano tiempo sanguinario;
y contra el decaer no te aseguras
mejores medios que mi rima estéril?

En el cenit estás de horas risueñas.
Los incultos jardines virginales
darían para ti vivientes flores,
a ti más semejantes que tu efigie.

Tendrías vida nueva en vivos trazos,
pues ni mi pluma inhábil ni el pincel
harán que tu nobleza y tu hermosura

ante los ojos de los hombres vivan.
Si a ti mismo te entregas, quedarás
por tu dulce destreza retratado.

lunes, 19 de octubre de 2009

Hija del viento

























Han venido.
Invaden la sangre.
Huelen a plumas,
a carencias,
a llanto.
Pero tú alimentas al miedo
y a la soledad
como a dos animales pequeños
perdidos en el desierto.

Han venido
a incendiar la edad del sueño.
Un adiós es tu vida.
Pero tú te abrazas
como la serpiente loca de movimiento
que sólo se halla a sí misma
porque no hay nadie.

Tú lloras debajo del llanto,
tú abres el cofre de tus deseos
y eres más rica que la noche.

Pero hace tanta soledad
que las palabras se suicidan.

domingo, 18 de octubre de 2009

La fuente


















Joven, te ofrezco el don de esta copa de plata
para que un día puedas calmar la sed ardiente,
la sed que con su fuego más que la muerte mata.
Mas debes abrevarte tan sólo en una fuente,

otra agua que la suya tendrá que serte ingrata,
busca su oculto origen en la gruta viviente
donde la interna música de su cristal desata,
junto al árbol que llora y la roca que siente.

Guíete el misterioso eco de su murmullo,
asciende por los riscos ásperos del orgullo,
baja por la constancia y desciende al abismo

cuya estrada sombría guardan siete panteras:
son los Siete Pecados las siete bestias fieras.
Llena la copa y bebe: la fuente está en ti mismo

sábado, 17 de octubre de 2009























Que uno sólo tiene que buscarlo y dárselo,
Que nadie establece normas salvo la vida,
Que la vida sin ciertas normas pierde forma,
Que la forma no se pierde con abrirnos,
Que abrirnos no es amar indiscriminadamente,
Que no está prohibido amar,
Que también se puede odiar,
Que el odio y el amor son afectos,
Que la agresión porque sí hiere mucho,
Que las heridas se cierran,
Que las puertas no deben cerrarse,
Que la mayor puerta es el afecto,
Que los afectos nos definen,
Que definirse no es remar contra la corriente,
Que no cuanto más fuerte se hace el trazo más se dibuja,
Que buscar un equilibrio no implica ser tibio,
Que negar palabras implica abrir distancias,
Que encontrarse es muy hermoso,
Que el sexo forma parte de lo hermoso de la vida,
Que la vida parte del sexo,
Que el “por qué” de los niños tiene un porque,
Que querer saber de alguien no es sólo curiosidad,
Que querer saber todo de todos es curiosidad malsana,
Que nunca está de más agradecer,
Que la autodeterminación no es hacer las cosas solo,
Que nadie quiere estar solo,
Que para no estar solo hay que dar,
Que para dar debimos recibir antes,
Que para que nos den hay que saber también cómo pedir,
Que saber pedir no es regalarse,
Que regalarse es, en definitiva, no quererse,
Que para que nos quieran debemos demostrar qué somos,
Que para que alguien “sea” hay que ayudarlo,
Que ayudar es poder alentar y apoyar,
Que adular no es ayudar,
Que adular es tan pernicioso como dar vuelta la cara,
Que las cosas cara a cara son honestas,
Que nadie es honesto porque no roba,
Que el que roba no es ladrón por placer,
Que cuando no hay placer en las cosas no se está viviendo,
Que para sentir la vida no hay que olvidarse que existe la muerte,
Que se puede estar muerto en vida,
Que se siente con el cuerpo y la mente,
Que con los oídos se escucha,
Que cuesta ser sensible y no herirse,
Que herirse no es desangrarse,
Que para no ser heridos levantamos muros,
Que quien siembra muros no recoge nada,
Que casi todos somos albañiles de muros,
Que sería mejor construir puentes,
Que sobre ellos se va a la otra orilla y también se vuelve,
Que volver no implica retroceder,
Que retroceder también puede ser avanzar,
Que no por mucho avanzar se amanece más cerca del sol,
¿Cómo hacerte saber que nadie establece normas salvo la vida?
¿Cómo hacerte saber que siempre hay tiempo?
Mario Benedetti.

viernes, 16 de octubre de 2009

¡Ve! si en oriente la graciosa luz

















¡Ve! si en oriente la graciosa luz
su cabeza flamígera levanta,
los ojos de los hombres, sus vasallos,
con miradas le rinden homenaje.

Y mientras sube al escarpado cielo,
como un joven robusto en su edad media,
lo siguen venerando las miradas
que su dorada procesión escoltan.

Pero cuando en su carro fatigado
deja la cumbre y abandona al día,
apártanse los ojos antes fieles,

del anciano y su marcha declinante.
Así tú, al declinar sin ser mirado,
si no tienes un hijo, morirás.

jueves, 15 de octubre de 2009

FLORES



























A Ramón del Valle Inclán

Antonio, en los acentos de Cleopatra encantado,
la copa de oro olvida que está de néctar llena.
Y, creyente en los sueños que evoca la sirena,
toda en los ojos tiene su alma de soldado.

La reina, hoja tras hoja, deshojando sus flores,
en la copa de Antonio las deja dulcemente...
Y prosigue su cuento de batallas y amores,
aprendido en las magas tradiciones de Oriente...

Detiénese... Y Antonio ve su copa olvidada...
Mas pone ella la mano sobre el borde de oro,
y, sonriendo, lenta hacia sí la retira...

Después, siempre a los ojos del guerrero asomada,
sella sus gruesos labios con un beso sonoro...
Y da la copa a un siervo, que la bebe y expira...

miércoles, 14 de octubre de 2009

DADME UNA CINTA PARA ATAR EL TIEMPO



















Con palabras se pide el pan , un beso,
y en silencio se besa y se recuerda
el primer beso que rozó aquel pétalo
en el jardín de nuestra adolescencia.

Las palabras son tristes.Tienen miedo
a quedarse en palabras o promesas
que lleva el aire como un beso muerto:
pobres palabras que el olvido entierra.

Dadme una cinta para atar el tiempo.
Una palabra que no se me pierda
entre un olvido y un recuerdo.

Quiero que el aire no se mueva y venga
un mal viento que arrastre por el suelo
años de luz, palabras bellas...

Blas de Otero. Pido la Paz y la palabra

martes, 13 de octubre de 2009

No comiste del loto del olvido...



















VI

No comiste del loto del olvido
-el homérico privilegio de los dioses-,
porque sabías ya que quien olvida se convierte en objeto
inanimado
-nada más que en resaca o en resto a la deriva-
al antojo del caprichoso mar de otras memorias.
Y así escarbaste un día en tu depósito de sombras
y volviste a anudar con tiernos ligamentos huesecitos dispersos,
tejidos enamorados del sabor de la lluvia,
vísceras dulces como colmenas sobrenaturales para la abeja reina,
dientes que fueron lobos en las estepas de la luna,
garras que fueron tigres en la profunda selva embalsamada.
Y lo envolviste todo en ese saco de carbón constelado
que arrojaste hacia aquí, como hacia un tren en marcha,
y que en algún lugar dejó un agujero por el que te aspiran
y al que debes volver.

De "Cantos a Berenice" 1920

lunes, 12 de octubre de 2009

«Serán ceniza...»


























Cruzo un desierto y su secreta
desolación sin nombre.
El corazón
tiene la sequedad de la piedra
y los estallidos nocturnos
de su materia o de su nada.

Hay una luz remota, sin embargo,
y sé que no estoy solo;
aunque después de tanto y tanto no haya
ni un solo pensamiento
capaz contra la muerte,
no estoy solo.

Toco esta mano al fin que comparte mi vida
y en ella me confirmo
y tiento cuanto amo,
lo levanto hacia el cielo
y aunque sea ceniza lo proclamo: ceniza.

Aunque sea ceniza cuanto tengo hasta ahora,
cuanto se me ha tendido a modo de esperanza.

domingo, 11 de octubre de 2009

Soliloquio del farero
























Cómo llenarte, soledad,
Sino contigo misma.
De niño, entre las pobres guaridas de la tierra,
Quieto en ángulo oscuro,
Buscaba en ti, encendida guirnalda,
Mis auroras futuras y furtivos nocturnos,
Y en ti los vislumbraba,
Naturales y exactos, también libres y fieles,
A semejanza mía,
A semejanza tuya, eterna soledad.
Fui luz serena y anhelo desbocado,
Y en la lluvia sombría o en el sol evidente
Quería una verdad que a ti te traicionase,
Olvidando en mi afán
Cómo las alas fugitivas su propia nube crean.
Y al velarse a mis ojos
Con nubes sobre nubes de otoño desbordado
La luz de aquellos días en ti misma entrevistos,
Te negué por bien poco;
Por menudos amores ni ciertos ni fingidos,
Por quietas amistades de sillón y de gesto,
Por un nombre de reducida cola en un mundo fantasma,
En bocas de mentira y palabras de hielo.
Por ti me encuentro ahora el eco de la antigua persona
Que yo fui,
Que yo mismo manché con aquellas juveniles traiciones;
Por ti me encuentro ahora, constelados hallazgos,
Limpios de otro deseo,
El sol, mi dios, la noche rumorosa,
La lluvia, intimidad de siempre,
El bosque y su alentar pagano,
El mar, el mar como su nombre hermoso;
Y sobre todos ellos,
Cuerpo oscuro y esbelto,
Te encuentro a ti, tú, soledad tan mía,
Y tú me das fuerza y debilidad
Como al ave cansada los brazos de la piedra.
Acodado al balcón miro insaciable el oleaje,
Oigo sus oscuras imprecaciones,
Contemplo sus blancas caricias;
Y erguido desde cuna vigilante
Soy en la noche un diamante que gira advirtiendo a los hombres,
Por quienes vivo, aun cuando no los vea;
Y así, lejos de ellos,
Ya olvidados sus nombres, los amo en muchedumbres,
Roncas y violentas como el mar, mi morada,
Puras ante la espera de una revolución ardiente
O rendidas y dóciles, como el mar sabe serlo
Cuando toca la llora de reposo que su fuerza conquista.
Tú, verdad solitaria,
Transparente pasión, mi soledad de siempre,
Eres inmenso abrazo;
El sol, el mar,
La oscuridad, la estepa,
El hombre y su deseo,
La airada muchedumbre,
¿Qué son sino tú misma?
Por ti, mi soledad, los busqué un día;
En ti, mi soledad, los amo ahora.

sábado, 10 de octubre de 2009

Oh, calles sevillanas...






















¡Oh, calles sevillanas
dormidas y desiertas,
para el amor preciosas
y en el misterio envueltas;
balcones encantados
en que las flores cuelgan
curiosas del palique
de las vecinas rejas;
tejados verdinegros;
floridas azoteas;
esbeltos miradores;
ingrávidas veletas;
retablos y hornacinas;
zaguanes y cancelas;
acogedores patios
de sombra dulce y fresca;
compases y jardines;
naranjos y palmeras;
templos, murallas, torres,
huertos, corrales, ventas;
cuanto en Sevilla ha sido,
cuanto en Sevilla queda
tenéis el alto orgullo
de que os miró el poeta!

viernes, 9 de octubre de 2009

Resignación

























¡Muy niño iba soñando en Ko-Hinnor,
Suntuosidad persa y papal,
Heliogábalo Y Sardanápalo!

¡Mi deseo creaba bajo los techos de oro,
entre los perfumes, al son de las músicas,
Uno harenes sin fin, paraísos físicos!

Hoy, más sosegado y no menos ardiente,
Pero conociendo la vida y la necesidad de doblegarse
He debido refrenar mi bella locura,
Sin resignarme demasiado, sin embargo,

¡Sea! lo grandioso escapa a mis dientes,
pero, ¡quita allá lo amable y quita las heces!
Siempre he odiado a la mujer bonita,
A la rima asonante y al amigo prudente.

jueves, 8 de octubre de 2009

Romance de Abenamar


























Abenámar, Abenámar,
moro de la morería,
el día que tú naciste
grandes señales había!

Estaba la mar en calma,
la luna estaba crecida:
Moro que en tal signo nace
no debe decir mentira."

Allí respondiera el moro,
bien oiréis lo que decía:
"Yo te lo diré, señor,
aunque me cueste la vida,
porque soy hijo de un moro
y una cristiana cautiva;
siendo yo niño y muchacho,
mi madre me lo decía:
que mentira no dijese,
que era grande villanía:
por tanto, pregunta, rey,
que la verdad te diría."

"Yo te agradezco, Abenámar
aquesa tu cortesía.
¿Qué castillos son aquéllos?
¡Altos son y relucían!

"El Alhambra era, señor,
y la otra la Mezquita;
los otros los Alixares,
labrados a maravilla.
El moro que los labraba
cien doblas cobraba al día,
y el día que no los labra,
otras tantas se perdía.

El otro es Generalife,
huerta que par no tenía;
el otro Torres Bermejas,
castillo de gran valía."

Allí habló el rey don Juan,
bien oiréis lo que decía:
"Si tú quisieses, Granada,
contigo me casaría;
daréte en arras y dote
a Córdoba y Sevilla."

"Casada soy, rey don Juan,
casada soy, que no viuda;
el moro que a mí me tiene
muy grande bien me quería."

miércoles, 7 de octubre de 2009

El remordimiento
























He cometido el peor de los pecados
que un hombre puede cometer. No he sido
feliz. Que los glaciares del olvido
me arrastren y me pierdan, despiadados.

Mis padres me engendraron para el juego
arriesgado y hermoso de la vida,
para la tierra, el agua, el aire, el fuego.
Los defraudé. No fui feliz. Cumplida

no fue su joven voluntad. Mi mente
se aplicó a las simétricas porfías
del arte, que entreteje naderías.

Me legaron valor. No fui valiente.
No me abandona. Siempre está a mi lado
La sombra de haber sido un desdichado

martes, 6 de octubre de 2009

Nocturno


Una noche,
Una noche toda llena de perfumes, de murmullos y de músicas de alas,
Una noche,
En que ardían en la sombra nupcial y húmeda las luciérnagas fantásticas,
A mi lado, lentamente, contra mí ceñida toda,
Muda y pálida
Como si un presentimiento de amarguras infinitas,
Hasta el más secreto fondo de tus fibras te agitara,
Por la senda florecida que atraviesa la llanura
Caminabas,
Y la luna llena
Por los cielos azulosos, infinitos y profundos esparcía su luz blanca,
Y tu sombra
Fina y lánguida,
Y mi sombra
Por los rayos de la luna proyectada
Sobre las arenas tristes
De la senda se juntaban
Y eran una
Y eran una
¡Y eran una sola sombra larga!
¡Y eran una sola sombra larga!
¡Y eran una sola sombra larga...!


Esta noche
Solo; el alma
Llena de infinitas amarguras y agonías de tu muerte,
Separado de ti misma, por la sombra, por el tiempo y la distancia,
Por el infinito negro,
Donde nuestra voz no alcanza,
Solo y mudo
Por la senda caminaba...
Y se oían los ladridos de los perros a la luna,
A la luna pálida
Y el chirrido de las ranas...


Sentí frío. Era el frío que tenían en la alcoba
Tus mejillas y tus sienes y tus manos adoradas,
Entre las blancuras níveas
De las mortuorias sábanas!
Era el frío del sepulcro, era el frío de la muerte,
Era el frío de la nada...
Y mi sombra
Por los rayos de la luna proyectada,
Iba sola,
Iba sola,
¡Iba sola por la estepa solitaria!
Y tu sombra, esbelta y ágil
Fina y lánguida,
Como en esa noche tibia de la muerta primavera,
Como en esa noche llena de perfumes, de murmullos y de músicas de alas,
Se acercó y marchó con ella,
Se acercó y marchó con ella,
Se acercó y marchó con ella...
¡Oh las sombras enlazadas!
¡Oh las sombras de los cuerpos que se juntan con las sombras de las almas!
¡Oh las sombras que se buscan y se juntan en las noches de negruras y de lágrimas...!

lunes, 5 de octubre de 2009

Octubre

Estaba echado yo en la tierra, enfrente
el infinito campo de Castilla,
que el otoño envolvía en la amarilla
dulzura de su claro sol poniente.

Lento, el arado, paralelamente
abría el haza oscura, y la sencilla
mano abierta dejaba la semilla
en su entraña partida honradamente

Pensé en arrancarme el corazón y echarlo,
pleno de su sentir alto y profundo,
el ancho surco del terruño tierno,
a ver si con partirlo y con sembrarlo,

la primavera le mostraba al mundo
el árbol puro del amor eterno.

domingo, 4 de octubre de 2009

El cuerpo en el Alba

Ahora sí que ya os miro
cielo, tierra, sol, piedra,
como si viera mi propia carne.

Ya sólo me faltábais en ella
para verme completo,
hombre entero en el mundo
y padre sin semilla
de la presencia hermosa del futuro.

Antes, el alma vi nacer
y acudí a salvarla,
fiel tutor perseguido y doloroso,
pero siempre seguro
de mi mano y su aviso.

Ayudé a la hermosura
y a su felicidad,
aunque nunca dudé que traicionaba
al maestro, al discípulo,
más, si aquel daba forma
en su libertad
al pensamiento de lo bello.

Y así vistió su ropa
mi hueso madurado,
tan lleno de dolor y de negrura
como noche nublada
sin perfume de flor,
sin lluvia y sin silencio...

Solo el cumplir mi paso,
aunque por suelo tan arisco,
me daba luz y fuerza en el vivir.

Mas hoy me abrís los brazos,
cielo, tierra, sol, piedra,
igual que presentí de niño
que iba a ser la verdad bajo lo eterno.

Hoy siento que mi lengua
confunde su saliva
con la gota más tierna del rocío
y prolonga sus tactos
fuera de mí, en la yerba
o en la obscura raíz secreta y húmeda.

Miro mi pensamiento
llegarme lento como un agua,
no sé desde qué lluvia o lago
o profundas arenas
de fuentes que palpitan
bajo mi corazón ya sostenido por la roca del monte.

Hoy sí, mi piel existe,
mas no ya como límite
que antes me perseguía,
sino también como vosotros mismos,
cielo hermoso y azul,
tierra tendida...

Ya soy Todo: Unidad
de un cuerpo verdadero.
De ese cuerpo que Dios llamo su cuerpo
y hoy empieza a asentirse
a, sin muerte ni vida, como rosa en presencia constante
De su verbo acabado y en olvido
De lo que antes pensó aun sin llamarlo
Y temió ser: Demonio de la Nada.

sábado, 3 de octubre de 2009

PALABRAS PARA JULIA























Tú no puedes volver atrás
porque la vida ya te empuja
como un aullido interminable.

Hija mía es mejor vivir
con la alegría de los hombres
que llorar ante el muro ciego.

Te sentirás acorralada
te sentirás perdida o sola
tal vez querrás no haber nacido.

Yo sé muy bien que te dirán
que la vida no tiene objeto
que es un asunto desgraciado.

Entonces siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso.

La vida es bella, ya verás
como a pesar de los pesares
tendrás amigos, tendrás amor.

Un hombre solo, una mujer
así tomados, de uno en uno
son como polvo, no son nada.

Pero yo cuando te hablo a ti
cuando te escribo estas palabras
pienso también en otra gente.

Tu destino está en los demás
tu futuro es tu propia vida
tu dignidad es la de todos.

Otros esperan que resistas
que les ayude tu alegría
tu canción entre sus canciones.

Entonces siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti
como ahora pienso.

Nunca te entregues ni te apartes
junto al camino, nunca digas
no puedo más y aquí me quedo.

La vida es bella, tú verás
como a pesar de los pesares
tendrás amor, tendrás amigos.

Por lo demás no hay elección
y este mundo tal como es
será todo tu patrimonio.

Perdóname no sé decirte
nada más pero tú comprende
que yo aún estoy en el camino.

Y siempre siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso.

viernes, 2 de octubre de 2009

Tabaquería

























.......
Hoy estoy perplejo, como quien pensó y encontró y olvidó,
Hoy estoy dividido entre la lealtad que debo
A la Tabaquería del otro lado de la calle, como cosa real por fuera
Y a la sensación de que todo es sueño, como cosa real por dentro.

Fallé en todo.
Como no tuve propósito alguno tal vez todo no fue nada
Lo que me enseñaron
Lo eché por la ventana del traspatio.
Ayer fui al campo con grandes propósitos.
Encontré sólo hierbas y árboles
Y la gente que había era igual a la otra
Dejo la ventana y me siento en una silla. ¿En qué he de pensar?


¿Qué puedo saber de lo que seré, yo que no sé lo que soy?
¿ser lo que pienso? ¡Pienso ser tantas cosas!
¡Y hay tantos que piensan esas mismas cosas que no podemos ser tantos¡
.......
(Come chocolates, muchacha,
¡Come chocolates!
Mira que no hay metafísica en el mundo como los chocolates
Mira que todas las religiones enseñan menos que la confitería
¡Si yo pudiese comer chocolates con la misma verdad con que tú los comes
Pero yo pienso y al arrancar el papel de plata, que es de estaño
Echo por tierra todo, mi vida misma.)

jueves, 1 de octubre de 2009

Yo no sé desear más que la vida...


Yo no sé desear más que la vida,
porque entre las victorias de la muerte
nunca tendrás la grande de tenerte
como una de las suyas merecida

y porque más que a venda y más que a herida
está mi carne viva con quererte,
e igual mi corazón que un peso inerte,
halla su gravedad en tu medida.

¡Qué temblor no tenerlo en ningún lado,
ni en el pecho, la vena o la palabra,
y a lo mejor en valle, fuente o roca!

¡Corazón prisionero y emigrado,
que con cada latido el hierro labra,
y que convierte en sueño cuanto toca!