lunes, 25 de junio de 2012

Joven para la muerte



Arrojado a tu luz madrugadora,
me muero niño y soy todo un deseo
de varón en continuo jubileo
hacia tu corazón de ruiseñora.
              
De trino escalador junto a la aurora
eres, y voy a ti, y hay un torneo
donde la algarabía del gorjeo
triunfa de mí y en mí se condecora.
              
Arrancados de un sueño o de una fuente,
por tu espada los límites del nardo
me mintieron temprana primavera.
              
Y estoy ahora por ti tempranamente,
como nadie, de amor herido, y tardo
en morirme de amor como cualquiera.

martes, 12 de junio de 2012

Soledad en el Alba



Agustín Ubeda


¡Ay!, rosa, calla, calla:
ocultémonos juntos
bajo los pies del agua.
¡Ay!, calla, calla, viento :
bajo los pies del monte
dejemos nuestros cuerpos.
-¿Qué ocurre?
-El sol naciente,
-joya de primavera-
luce sobre lo verde.
-¿Yel amor?…
-En olvido.
(Como un rumor de sueños
rueda el agua en el río.)

sábado, 9 de junio de 2012

Primavera



Primavera.

Tiernamente la joven mujer de cabello rojizo
Conmovida ante tanta inocencia
Le dijo a la rubia muchacha
Estas palabras en suave voz

"Savia que se eleva; flores que se abren
tu juventud es una glorieta
permite a mis dedos vagar por la hierba
donde se estremece el capullo de la rosa

Déjame por entre el herbaje puro
Beber las gotas del rocío
Que humedece a la tierna rosa,..

De modo que el placer, mi cariño
Avive tu rostro
Como el amanecer el azul del cielo

Su adorado cuerpo bello, armonioso
Perfumado, blanco como el blanco
Rosa, emblanquecido con pura leche, rosado
Como un lirio bajo un cielo púrpura

Bellos los muslos, enhiestos los pechos
Tu espalda, hombros, vientre, un banquete
Para los ojos y para las curiosas manos
Para los labios y todos los sentidos

"Pequeña niña, deja ver si tu lecho
tiene aún debajo de la roja cortina
la hermosa almohada que lleva
y las salvajes sábanas. Oh a tu lecho.




viernes, 8 de junio de 2012

Aburrimiento

Arte conceptual. 




A mi amiga del alma.
Aburrimiento


Odas arpías,
olas del mar.
Hola, muy buenas,
buenas, ¿que tal?.

jueves, 7 de junio de 2012

El verdor de la madrugada



Abraham Lacalle

Irredentos Chile entero lloraba los amarillos pastos que se iban perdiendo en plena noche sin luz con todas estas llanuras clamando los nuevos pastos de la madrugada
i. Y qué si redimidos nosotros fuésemos los pastos de la madrugada
ii. Y qué si nos viésemos a nosotros mismos amaneciendo sobre el valle
iii. Y qué si de luz. la madrugada reviviera los muertos valles de Chile
Porque alborados de luz podrían hacerse los pastos sobre Chile y los muertos amanecerían entonces riendo por estas llanuras de madrugada iluminados cantándose la renacida
iv. Todos podrán saber así porque ríe la madrugada
v. Y qué si Chile entero amaneciese resucitado con sus muertos
vi. Todos podrían saber entonces si amaneció el nuevo día sobre Chile
Porque amanecidos nosotros llegaríamos a ser el despertar que ríe sobre Chile y los pastos la resucitada final de estos muertos al alba relumbrosos de luz detrás de los Andes despuntando ellos como un verdor la madrugada.


miércoles, 6 de junio de 2012

CARTA ABIERTA A UN POETA


Hoy un amigo me ha regalado su último libro
y lo que dice el libro es que, en definitiva,
sólo querría volar alto en el cielo,
pero se ve reducido a arrastrarse por el fango
que es la vida cotidiana, la de todos los días,
y lo más terrible es que uno se acostumbra
y termina pensando que eso es lo bueno,
chapotear en el barro, y lo otro realmente
no deja de ser una bobada, fantasías infantiles.
Tiene razón mi amigo, hay algo llamado supervivencia
y en su nombre la especie sacrifica al individuo,
la estrella devora a la estrella y el universo se fagocita a sí mismo,
pero como ninguno de nosotros es el universo
nadie sabe de qué va todo eso y pasa de saberlo,
uno se conforma con hallar un hueco y allí,
sin sacar la cabeza del fondo, por si se la pisan,
aguantar mecha hasta la consumación de los siglos,
que es como algunos optimistas llaman
a los pocos momentos que nos quedan de vida.
Bien, tal vez esto sea así y hasta pueda considerarse
un resumen cabal del pensamiento humano,
al menos en cuanto a sus efectos en la mayoría de la gente,
pero debo señalar que un poeta, como mi amigo,
es un grano de arena en la máquina del mundo
y no se contenta con hacerla chirriar,
lo cual es bastante incluso para muchos sabios,
sino que necesita salir de su agujero
y cagarse en los engranajes de la máquina
y saber si, cuando muera, su cabeza reposará en otra cuna
o en la cesta del verdugo, segada por la guillotina de la nada.
Está claro que a los poetas,
aparte de deleitar a la concurrencia con armónicas estrofas,
lo que nos gusta es incordiar,
dar un toque desgarrado al sonido del arpa,
en una palabra: aguar la fiesta.
Es así y nadie tiene la culpa de ello.
Además, si fuera de otra forma,
es posible que incluso hubiera fiesta,
pero no invitados.

martes, 5 de junio de 2012

lunes, 4 de junio de 2012

MONSIEUR SALVAGO, POETA



Poeta, usted lo ha dicho, no doctor de la lengua
–aunque sea compatible– ni erudito ni oscuro
ratón de biblioteca.
Un hombre que ha vivido lo suyo, como todos,
y que lo ha ido contando para entenderse un poco.
No un poeta mayor, de la talla del Dante
–eso es mucho pedir en tiempos como éstos
de prisa y vanidades–.
Un poeta menor que, si no grande, al menos
peleó a su manera para intentar ser bueno.
Variaciones y reincidencias, 1985.


domingo, 3 de junio de 2012

Anciano en la playa





¿Dónde fue ese vigor tumultuoso?
¿Ese romper las olas con el pecho?
Y al mismo tiempo esa sutileza,
ese oler la hierba mojada
que tras de sí deja la tormenta,
antes incluso de que ésta llegue.
A ningún sitio, sino aquí,
a este cuerpo cuya respiración ansiosa
cada vez más se confunde con el viento.
Unos lo llaman Dios,
otros la muerte.

sábado, 2 de junio de 2012

Pon tu frente sobre mi frente




Pon tu frente sobre mi frente y tu mano
en mi mano. 
Y hazme los juramentos que romperás 
mañana. 
Y lloremos hasta que amanezca, 
mi pequeña fogosa. "

viernes, 1 de junio de 2012

Ars Moriendi




ARS MORIENDI
Escribo para llegar
serenamente al silencio,
que es el morir.
Para aprender a callar,
en paz conmigo, sin miedo,
libre, al fin.
Ulises, 1996.