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miércoles, 13 de enero de 2016
II DEDICATORIAS
DI, oh poeta, ¿cual es tu quehacer?
-Yo celebro.
Mas lo mortífero y lo monstruoso,
¿cómo lo arrastras, como lo soportas?
- Yo celebro.
Mas lo que no tiene nombre, lo anónimo,
¿cómo lo llamas no obstante, oh poeta?
- Yo celebro.
¿De donde tu derecho a la verdad
bajo aquella máscara o este disfraz?
- Yo celebro.
¿Y por qué la quietud y el arrebato
como estrella y tempestad te conocen?
: - Porque celebro.
viernes, 1 de enero de 2016
EL LIBRO DE LAS HORAS
II EL LIBRO DE LA PEREGRINACIÓN
APAGA mis ojos, y podré verte,
cierra mis oídos y podré oírte.
y sin pies podré llegar hasta ti,
y aún sin boca podré conjurarte.
Córtame los brazos, te adoraré
con el corazón como con la mano;
para el corazón latirá el cerebro,
aún te llevaría sobre mi sangre.
TU eres el heredero.
Los hijos son los que heredan,
pues los padres se mueren.
Nacen hijos y florecen.
Tú eres el heredero.
Y TU heredarás el verde
de huertos mustios y el azul sereno
de decaídos cielos.
Rocío de mil días,
muchos estíos que los soles dicen,
y primaveras con galas y quejas
como las cartas de una mujer joven.
Heredas los otoños que en fastuosos trajes
guardan los poetas en el recuerdo;
y los inviernos todos, como tierras huérfanas,
parecen estrecharte suavemente.
...
sábado, 19 de diciembre de 2015
Para Wolf, Conde de Kalckreuth
Y sólo vemos los poemas que todavía
sobre la inclinación de tu sentir soportan
las palabras que tú elegiste. No,
no todas las elegiste tú; a veces, había un comienzo
que se te imponía como un todo, y lo repetías
como si fuera un mensaje. Y te pareció triste.
Ay, si nunca lo hubieses oído por ti mismo.
lunes, 14 de diciembre de 2015
CANCIÓN
TÚ, a la que no declaro
las noches que paso en vela,
cuya esencia me fatiga
como el mecer de una cuna.
TÚ, que tampoco me dices,
si por mí son tus desvelos.
Mira ¿y si sobrellevásemos
esta sed que es nuestro ornato
sin procurar apagarla?
Pues repara en los amantes,
aun no bien la confesión
inician, que pronto mienten.
Tú llenas mi soledad.
Te imagino siempre nueva:
a ratos eres tú sola,
y a veces ese murmullo
o ese etéreo perfume.
A todas, ay, he perdido
entre mis brazos. Más tú,
tú naces siempre de nuevo.
Porque nunca te retuve,
firmemente te conservo.
jueves, 29 de octubre de 2015
LLEGADA
EN una rosa está tu lecho, amada. A ti misma
(yo, ay, nadador contra la corriente de aroma)
te he perdido. Así como ante el umbral de la vida
son tres por tres (de fuera no contables) los meses,
así hacia dentro vertido seré. De pronto,
dos mil años antes de la criatura aquella
que saboreamos cuando el contacto se inicia,
súbitamente, frente a ti, naceré a tus ojos.
viernes, 12 de septiembre de 2014
CANCION
TÚ, a la que no declaro
las noches que paso en vela.
cuya esencia me fatiga
como el mecer de una cuna.
Tú, que tampoco me dices
si por mi son tus desvelos.
Mira, ¿y si sobrellevásemos
esta sed que es nuestro ornato
sin procurar apagarla?
Pues repara en los amantes,
aun no bien la confesión
inician que pronto mienten.
Tú llenas mi soledad.
Te imagino siempre nueva:
a rato eres tú sola,
y a veces ese murmullo
o ese etéreo perfume.
A todas, ay, he perdido
entre mis brazos, Mas tú,
tu naces siempre de nuevo.
Porque nunca te retuve,
firmemente te conservo.
lunes, 13 de junio de 2011
Biografía imaginaria
Primero una infancia sin lindes y sin
renuncia ni meta. Oh delicia inconsciente.
De pronto miedo, barreras, escuela, vasallaje
y caída en la tentación y la pérdida.
Terquedad. El doblegado se torna doblegador
y venga en otros su propia derrota.
Amado, temido, salvador, batallador, vencedor
y dominador, sin pausa ni descanso.
Y luego a solas en lo lejano, liviano, frío.
Pero en el fondo de la figura erguida
tomar aliento en busca del Primero, Antiguo...
Y en eso saltó Dios de su escondite.
miércoles, 2 de septiembre de 2009
Día de otoño

Señor: es hora. Largo fue el verano.
Pon tu sombra en los relojes solares,
y suelta los vientos por las llanuras.
Haz que sazonen los últimos frutos;
concédeles dos días más del sur,
úrgeles a su madurez y mete
en el vino espeso el postrer dulzor.
No hará casa el que ahora no la tiene,
el que ahora está solo lo estará siempre,
velará, leerá, escribirá largas cartas,
y deambulará por las avenidas,
inquieto como el rodar de las hojas.
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