sábado, 28 de febrero de 2015

CONTIGO





CONTIGO


¿Mi tierra? 
Mi tierra eres tú. 


¿Mi gente? 
Mi gente eres tú. 


El destierro y la muerte 
para mi están adonde 
no estés tú. 


¿Y mi vida? 
Dime, mi vida, 
¿qué es, si no eres tú?

viernes, 27 de febrero de 2015

TUS PALABRAS





TUS PALABRAS

Apoyada en mi hombro 
eres mi ala derecha. 
Como si desplegaras 
tus suaves plumas negras, 
tus palabras a un cielo 
blanquísimo me elevan. 
Exaltación. Silencio. 
Sentado estoy a mi mesa, 
sangrándome la espalda, 
doliéndome tu ausencia.

jueves, 26 de febrero de 2015

CANCIÓN ÚLTIMA








CANCIÓN ÚLTIMA

Pintada, no vacía:
pintada está mi casa
del color de las grandes
pasiones y desgracias.


Regresará del llanto
adonde fue llevada
con su desierta mesa,
con un ruinosa cama.


Florecerán los besos
sobre las almohadas.
Y en torno de los cuerpos
elevará la sábana
su intensa enredadera
nocturna, perfumada.


El odio se amortigua
detrás de la ventana.


Será la garra suave.


Dejadme la esperanza.

miércoles, 25 de febrero de 2015

EN CASTELLANO






EN CASTELLANO


Aquí tenéis mi voz 
alzada contra el cielo de los dioses absurdos, 
mi voz apedreando las puertas de la muerte 
con cantos que son duras verdades como puños. 

Él ha muerto hace tiempo, antes de ayer. Ya hiede. 
Aquí tenéis mi voz zarpando hacia el futuro. 
Adelantando el paso a través de las ruinas, 
hermosa como un viaje alrededor del mundo. 

Mucho he sufrido: en este tiempo, todos 
hemos sufrido mucho. 
Yo levanto una copa de alegría en las manos, 
en pie contra el crepúsculo. 

Borradlo. Labraremos la paz, la paz, la paz, 
a fuerza de caricias, a puñetazos puros. 
Aquí os dejo mi voz escrita en castellano. 
España, no te olvides que hemos sufrido juntos.

martes, 24 de febrero de 2015

Di que querías ser caballo esbelto, nombre






Di que querías ser caballo esbelto, nombre
de algún caballo mítico,
o acaso nombre de 
Tristán, y oscuro.
Dilo, caballo griego, que querías ser estatua desde hace diez mil años,
di sur, y di paloma adelfa blanca,
que habrías querido ser en tales cosas,
morirte en su substancia, ser columna.

Di que demasiadas veces
astrolabios, estrellas, el nervio de los ángeles,
vinieron a hacer música para Rilke el poeta,
no para tus rodillas o tu alma de muro.

Mientras la marihuana destila mares verdes,
habla en las recepciones con sus lágrimas verdes,
o le roba a la luz su luz más verde,
te desconoces, te desconoces.

lunes, 23 de febrero de 2015

A RAIMON




Larga es la noche, nos canta 
desgarrándose Raimon. 
Larga es la noche, muy larga, 
pero es terco el corazón. 
Viviremos en los otros 
y moriremos en paz. 
Cuando nadie nos recuerde, 
lo que fuimos, durará. 
Las palabras que olvidamos en el viento, 
hacia la mar. moverán mil corazones, 
serán sin yo, inmensidad. 
Aquí en la tierra, en la dulce
tierra de nunca acabar, 
un latido innominado 
seguirá y nos salvará. 
Pero hay que seguir, seguir
y hay que luchar y luchar, 
y cantar como tú cantas 
buscando la libertad.

domingo, 22 de febrero de 2015

EN SON DE DESPEDIDA







EN SON DE DESPEDIDA

No vine sólo por decirte
(aunque también) que no volveré nunca,
y que nunca podré olvidarte.
Emprendo la tarea
(imposible, si es que algo hay imposible)
de racionalizar, interpretar, reconstruir y desandar
aquellas fábulas y hechizos
que gracias a ti fueron realidad.
Recupero los pasos iniciados a la orilla del río
y que desembocaban en “Kiss Bar” (aunque no estoy
seguro
dónde estaba el principio y dónde el fin).
Estoy cansado, muy cansado.
Don Antonio Machado dijo hace más de sesenta años
“Soy viejo porque tengo más de setenta años,
que es mucha edad para un español”.
(Sin comentarios).
He vivido días radiantes
gracias a ti. Entre mis dedos se escurrían
cristalinas las horas, agua pura. Benditas sean.
Fue un tercer grado carcelario:
regresas a la cárcel por la noche,
por el día ―espejismo― te sientes libre, libre, libre.
Nadie pudo, ni puede, ni podrá por los siglos de los siglos
arrebatarme tanta felicidad.
Yo no he venido ―te lo dije―
para decirte adiós. Sé que no me echarás de menos,
y eso que yo soñaba ser todo para ti
como tú lo eres todo para mí.
¡Ay vanidad de vanidades y todo vanidad!
No te importuno más (ni siquiera sé si me escuchas).
Bebo el último whisky en el “Kiss Bar”,
la última margarita en “Santa Fe”,
rodeo luego la ciudad y su muralla de agua
en la que ya no queda nada que fue mío.
Desisto de adentrarme en su recinto,
no tengo fuerzas para celebrar
la melancólica liturgia de la separación
Sólo deseo ya dormir, dormir,
tal vez soñar...

(De Cuaderno de Nueva York, 1998)

sábado, 21 de febrero de 2015

Poema







La poesía dice el enigma de las palabras.
El silencio, la pura esencia del decir.

En una palabra caben todas las palabras.

(¿El silencio necesitaba, justamente,
este poema, para ser dicho?)

viernes, 20 de febrero de 2015

EL MAR EN PERSONA





EL MAR EN PERSONA


He aquí el mar alzado en un abrir y cerrar de ojos de pastor
He aquí el mar sin sueño como un gran miedo de tréboles en flor
y en postura de tierra sumisa al parecer
Ya se van con sus lanas de evidencia su nube y su labor
A la sombra de un olmo nunca hay tiempo que perder

Crédula exquisita la oscuridad sale a mi encuentro
Mi frente abriga la corteza del pan que llevo adentro
cortado a pico sobre un pájaro inseguro

Y así me alejo bajo la acción del piano
que me cose a las plantas precursoras del mar
Un ciervo de otoño baja a lamer la luna de tu mano
Y ahora a mi orilla el mundo se empieza a desnudar
para morirse de árboles al fondo de mis ojos.

Mis cabellos se llenan de peces de penumbra
y de esqueletos de navíos forzosos

Sin ir más lejos
tú eres fría como el hacha que derriba el silencio
en la lucha entre el paisaje y su golpe de vista

Mas cuando el cielo exporta sus célebres pianistas
y la lluvia el olor de mi persona
cómo tu hermoso corazón se traiciona

jueves, 19 de febrero de 2015

SÉ TÚ MI LÍMITE





SÉ TÚ MI LÍMITE

Tu cuerpo puede
llenar mi vida,
como puede tu risa
volar el muro opaco de la tristeza.

Una sola palabra tuya quiebra
la ciega soledad en mil pedazos.

Si tu acercas tu boca inagotable
hasta la mía, bebo
sin cesar la raíz de mi propia existencia.

Pero tú ignoras cuánto
la cercanía de tu cuerpo
me hace vivir o cuánto
su distancia me aleja de mí mismo
me reduce a la sombra.

Tú estás, ligera y encendida,
como una antorcha ardiente
en la mitad del mundo.

No te alejes jamás:
Los hondos movimientos
de tu naturaleza son
mi sola ley.
Retenme.
Sé tú mi límite.
Y yo la imagen
de mí feliz, que tú me has dado.

miércoles, 18 de febrero de 2015

VOLVER







VOLVER

Mi recuerdo eran imágenes,
en el instante, de ti:
esa expresión y un matiz
de los ojos, algo suave
en la inflexión de la voz,
y tus bostezos furtivos
de lebrel que ha maldormido
la noche en mi habitación.
Volver, pasados los años,
hacia la felicidad
-para verse y recordar
que yo también he cambiado.

martes, 17 de febrero de 2015

Invierno





INVIERNO


Precisa cual la escarcha, noche estricta,
Árboles: alegorías del camino.
La luz, cuajada, este silencio dicta.
Mi ser todo renuncia a su destino.

lunes, 16 de febrero de 2015

Biografia





BIOGRAFÍA


Mi ayer son algas de pasión,
luces de espuma.
Y una arena insaciable que devora
los cuerpos submarinos.
Un cielo blando donde beben
las palomas sin rumbo del estío.

domingo, 15 de febrero de 2015

Y tu arropada tetera...







Y tu arropada tetera
y tus dos grandes tazas rosa
el tiempo alrededor se posa
en un cuarto que anquilosa
la palidez finveraniega
Nada nunca existió tal vez
sino para este instante inmóvil
de tan frágil placidez
yo que soy tu metamorfosis
y tú mi Charlotte Brontë
         One for you         one for me
and one for the tea-pot
Es la hora del té


(Del libro Londoniennes)

Versión original:


Et ta théière emmaillotée...

Et ta théière emmaillotée
et tes deux grandes tasses roses
le temps autour de nous se pose
dans une chambre qu'ankylose
la pâleur d'une fin d'été
Rien peut-être n'a existé
que pour cette minute close
de fragile sérénité
moi qui suis ta métamorphose
et toi ma Charlotte Brontë
         One for you
         one for me
and one for the tea-pot
C'est l'heure du thé

sábado, 14 de febrero de 2015

Conversaciones







CONVERSACIONES


Como el primer cigarro,
los primeros abrazos. Tú tenías
una pequeña estrella de papel
brillando sobre el pómulo
y ocupabas la escena marginal
donde las fiestas juntan la soledad, la música
o el deseo apacible de un regreso en común,
casi siempre más tarde.

Y no la oscuridad, sino esas horas
que convierten las calles en decorados públicos
para el privado amor,
atravesaron juntas
nuestras posibles sombras fugitivas
con los cuellos alzados y fumando.
Siluetas con voz,
sombras en las que fue tomando cuerpo
esa historia que hoy somos de verdad,
una vez apostada la paz del corazón.

Aunque también los muebles
se hicieron a nosotros.
Frente a aquella ventana -que no cerraba bien-,
en una habitación parecida a l a nuestra,
con libros y con cuerpos parecidas,
estuvimos amándonos
en el primer bostezo de la ciudad, su aviso,
su arrogante protesta. Yo tenía
una pequeña estrella de papel
brillando sobre el labio.

viernes, 13 de febrero de 2015

O MAR PROFUNDO







O MAR PROFUNDO



Vi un sembrado celeste
hecho de cristal vivo
parecía una pradera de zafiros
de tréboles azules y violetas .
Debajo de su tierra transparente
latía un resplandor
de prodigiosos peces
de delfines
que ríen
sobre el vano de la ola
un silencio de flores
que en lo secreto bailan.

jueves, 12 de febrero de 2015

L'adieu traducido







El adiós
Hemos vuelto a nuestro origen.

Fue el lugar de la evidencia, aunque desgarrada.
Las ventanas mezclaban demasiadas luces,
Las escaleras trepaban demasiadas estrellas
Que son arcos que se hunden, escombros,
El fuego parecía arder en otro mundo.

Y ahora hay pájaros que vuelan de una habitación a la otra,

Los postigos se cayeron, la cama está cubierta de piedras,
La chimenea llena de restos del cielo que van a apagarse.
Allí, por las tardes, hablábamos casi en voz baja
Debido a los rumores de las bóvedas, allí, sin embargo,
Formábamos nuestros proyectos: pero una barca,
Cargada con piedras rojas, se alejaba
Irresistiblemente de una orilla, y el olvido
Depositaba ya su ceniza en los sueños
Que sin fin recomenzábamos, poblando con imágenes
El fuego que ardió hasta el último día.

¿Es cierto, amiga mía,

Que no hay más que una palabra para nombrar
En la lengua que llamamos poesía
El sol de la mañana y el de la tarde,
Una para el grito de alegría y el de angustia,
Una para el desierto río arriba y los golpes de hacha,
Una para la cama deshecha y el cielo tormentoso,
Una para el niño que nace y el dios muerto?

Sí, lo creo, quiero creerlo, pero ¿qué sombras

Son ésas que se llevan el espejo?
Y, mira, la zarza crece entre las piedras
En el camino de hierba aún apenas abierto
Por el que nuestros pasos iban hacia los jóvenes árboles.
Hoy me parece, aquí, que la palabra
Es el pesebre medio roto del que se escapa
En cada amanecer de lluvia el agua inútil.

La hierba y en la hierba el agua que brilla, como un río.

Todo está siempre a la espera de que una vez más se lo ate al mundo.
Sé que el paraíso está diseminado,
Es tarea terrestre el reconocer 
Sus flores dispersas en la hierba pobre,
Pero el ángel ha desaparecido, una luz
Que no fue, de golpe, sino un sol poniente.

Y como Adán y Eva caminaremos

Por última vez en el jardín.
Como Adán el primer pesar, como Eva la primera
Osadía, querremos y no querremos
Pasar por la puerta baja que se entreabre
Allá a lo lejos, en la otra punta del ronzal, coloreada
Como auguralmente por un último rayo.
¿Se toma el porvenir en el origen
Como cabe el cielo en un cóncavo espejo?
¿Podremos recoger, de esa luz
Que fue de aquí el milagro,
En nuestras sombrías manos la simiente, para otros charcos
En el secreto de otros campos "cercados de piedras"?

Por cierto, está aquí el lugar para vencer, para vencernos,

El lugar de donde salimos esta tarde. Aquí sin fin
Como esa agua que se escapa del pesebre.





VERSION ORIGINAL
Nous sommes revenus à notre origine.

Ce fut le lieu de l'évidence, mais déchirée.
Les fenêtres mêlaient trop de lumières,
Les escaliers gravissaient trop d'étoiles
Qui sont des arches qui s'effondrent, des gravats,
Le feu semblait brûler dans un autre monde.

Et maintenant des oiseaux volent de chambre en chambre,

Les volets sont tombés, le lit est couvert de pierres,
L'âtre plein de débris du ciel qui vont s'éteindre.
Là nous parlions, le soir, presque à voix basse
A cause des rumeurs des voûtes, là pourtant
Nous formions nos projets : mais une barque,
Chargée de pierres rouges, s'éloignait
Irrésistiblement d'une rive, et l'oubli
Posait déjà sa cendre sur les rêves
Que nous recommencions sans fin, peuplant d'images
Le feu qui a brûlé jusqu'au dernier jour.

Est-il vrai, mon amie,

Qu'il n'y a qu'un seul mot pour désigner
Dans la langue qu'on nomme la poésie
Le soleil du matin et celui du soir,
Un seul le cri de joie et le cri d'angoisse,
Un seul l'amont désert et les coups de haches,
Un seul le lit défait et le ciel d'orage,
Un seul l'enfant qui naît et le dieu mort ?

Oui, je le crois, je veux le croire, mais quelles sont

Ces ombres qui emportent le miroir ?
Et vois, la ronce prend parmi les pierres
Sur la voie d'herbe encore mal frayée
Où se portaient nos pas vers les jeunes arbres.
Il me semble aujourd'hui, ici, que la parole
Est cette auge à demi brisée, dont se répand
A chaque aube de pluie l'eau inutile.

L'herbe et dans l'herbe l'eau qui brille, comme un fleuve.

Tout est toujours à remailler du monde.
Le paradis est épars, je le sais, 
C'est la tâche terrestre d'en reconnaître
Les fleurs disséminées dans l'herbe pauvre,
Mais l'ange a disparu, une lumière
Qui ne fut plus soudain que soleil couchant.

Et comme Adam et Ève nous marcherons

Une dernière fois dans le jardin.
Comme Adam le premier regret, comme Ève le premier
Courage nous voudrons et ne voudrons pas
Franchir la porte basse qui s'entrouvre
Là-bas, à l'autre bout des longes, colorée
Comme auguralement d'un dernier rayon.
L'avenir se prend-il dans l'origine
Comme le ciel consent à un miroir courbe,
Pourrons-nous recueillir de cette lumière
Qui a été le miracle d'ici
La semence dans nos mains sombres, pour d'autres flaques
Au secret d'autres champs « barrées de pierres » ?

Certes, le lieu pour vaincre, pour nous vaincre, c'est ici

Dont nous partons, ce soir. Ici sans fin
Comme cette eau qui s'échappe de l'auge.


(Ce qui fut sans lumière - Mercure de France, 1987)