viernes, 27 de noviembre de 2009

Adios

Ultimamente me estaba costando mucho estar al día con los poemas diarios. Además he de reconocer que los preparaba por las noches sin ton ni son y los leía muy por encima e intentaba encontrar con rapidez un cuadro que significara algo, pero sin haberlo meditado. A la ligera, cosa que es completamente contradictoria con la poesía.


"Despacito y buena letra que el hacer las cosas bien importa más que el hacerlas".

Antonio Machado.

Ahora, tengo que dedicar todas mis energías a mi profesión, quiero pasar de ser un artesano a una empresa, por lo que voy a dejar este blog, al que vendré con frecuencia a releer poemas y ver cuadros que iba bajando de Internet.

No dejaré de leer poesía cuando pueda y seguro que todos los que habeis pasado por aquí no sólo no seguireis leyendo sino que la creais. Os doy mil gracias por vuestra compañía y comentarios. Y no olvideis que es en los libros donde está todo. A veces nos conformamos con un copia y pega y ya no somos capaces de investigar y descubrir. Nos quedamos sólo con los poemas conocidos pero hay tanto escrito y tan bueno.

De momento seguiré escribiendo en mi otro blog y algún día también copiaré este formato.

http://jlmartinezhens.blogspot.com/

Me cuesta mucho dejarlo puesto que estoy muy apegado al mismo. Lo siento.

jueves, 26 de noviembre de 2009

Imbecil



























Talvez no nos llevemos bien
Y te de un vistazo cuando finjo ignorarte;
Talvez no te conozca entre cien
Y sin embargo me sigue gustando velarte.

Quizás deje de cantar
Cuando la música muera y el diablo se ría;
Quizás el piano pare de sonar
Cuando las teclas se rompan y no exista mas la alegría.

De repente dormimos
Mientras soñamos despertar;
De repente somos los personajes leídos
Mientras que el libro de la vida ay que narrar.

Cuidado que Dios no existe
Y todo es un gran engaño;
Cuidado que Dios es una mujer que viste
y la buscas rezando, cuando es en vano.

Pensé haberte visto tratar
Y que seguirías aquí antes de irte;
Pensé escucharte llorar
Y envés buscabas excusas para de mí reírte.

Me decían que me querían,
Cuando en realidad todos tenían corazón echo de esmeril;
Me decían que conmigo se reían,
Cuando en realidad se reían por ser yo un gran.... imbecil.

miércoles, 25 de noviembre de 2009

En los limbos


























Oh!!!, no eres una erudita
y por ello te felicito poderosamente,
y te honro y te alabo,
y quien me censure razón no tiene,

porque tu finura al desnudo
sin vanas palabras y sin falsos gestos,
porque tu argucia mejor que ingenua,
porque tu marrullerría en nuevos designios,

porque hasta tu "maldad",
como dicen esos buenos infelices,
nos protegen de su estupidez...
¿Tu maldad? Tu bondad!!!

Porque esas virtudes de entre las tuyas,
me sientan mejor, te sientan mejor también,
aunque no entonemos la cantinela,
de otros que exhalan olor a moho.

Dicen también, las gentes,
que no eres inteligente:
ellos, tan inteligentes que son,
sencillamente nos enternecen.

Parece ser que no comprenden
los versos que te susurro.
Bien! Y esta vez me rindo!
Los inspiras, es mucho peor.

martes, 24 de noviembre de 2009

Recorro ávidamente con la lengua

























Recorro ávidamente con la lengua
El contorno de todas tus palabras
Y capto su textura y su relieve
Y el mordiente que mis dientes aviva.

Tu espíritu, después que mis palabras
Han mordido, se me abre como un fruto
Y su pulpa se funde con mi carne.

lunes, 23 de noviembre de 2009

Anegarme negarme en ti desposeerme


























Anegarme negarme en ti desposeerme
De que aquella rigidez que me moldea
Y me da cuerpo flujo sin contornos
Surcar el tacto abierto de las cosas
Empapar las paredes el eje que nos fija
Filtrarme deslizarme por las grietas
Del tiempo derrumbarme sin parar
Resbalar por tu cuerpo como bola
De nieve que se agranda y que se incendia
Candente alud en tu nieve fundida
Fluir fluir sin límite anegarme
En ti anegarte: y afirmar la huella
Imperceptible, viva, del amor sobre el agua.

domingo, 22 de noviembre de 2009

Esperanza




























Embustero,
hasta que la perdí, no supe de la felicidad.
Copiaré del infierno en la puerta del cielo:
dejad toda esperanza los que entráis.

sábado, 21 de noviembre de 2009

Conozco bien los caminos




Conozco bien los caminos,
conozco los caminantes
del mar, del fuego, del sueño,
de la tierra, de los aires.
Y te conozco a tí,
que estás dentro de mi sangre.

viernes, 20 de noviembre de 2009

Aquí está mi corazón...










Aquí está mi corazón,
si lo quieres matar bien puedes,
pero como estás tu dentro,
si lo matas, mueres.

jueves, 19 de noviembre de 2009

Payaso

























Anda, pasa.
Pasa, anda,
no tengo más remedio que admitirte.

Tú eres el que viene cuando todos se van,
el que se queda cuando todos se marchan,
el que cuando todo se apaga se enciende.
El que nunca falta.
Mírame aquí,
sentada en una silla dibujando...

Todos se van, apenas se entretienen.
Haz que me acostumbre a las cosas de abajo.
Dame la salvadera indiferencia,
haz un milagro más,
dame la risa,
Hazme payaso, Dios, hazme payaso!

miércoles, 18 de noviembre de 2009

CONVENTO EN RUINAS


























El viejo monasterio abandonado
se pudre de vejez en la colina,
muda la torre, el coro derrumbado,
y todo el claustro amenazando ruina.

Seca la fuente, el huerto se ha secado;
en sus silencios ni un jilguero trina...
Tan sólo por las piedras del cercado
rastrera hiedra en verdecer se obstina.

Susurra el viento fúnebres querellas
por los patios ruinosos y desiertos...
Y, ajena a mundanales intereses,

parece que a la luz de las estrellas
está rezando, por los monjes muertos,
la gris Comunidad de los Cipreses

martes, 17 de noviembre de 2009

Poema Catorce Versos En El Cumpleaños De Una Mujer



(Poemilla ínfimo y azorado, tenue, orgulloso y levemente soberbio, que
debe leerse en cueros y con mucha parsimonia)


Cuando mi corazón empezó a nadar en el caudaloso río de la alegría de las más
limpias herraduras de agua
Y descubrí que en el alma de la mujer subyacen cinco estaciones de grácil
silueta
Oí silbar al ruiseñor del camposanto de la aldea y ahuyenté de mi piel los malos
pensamientos
Aparté de mí los torvos presagios de la debilidad la enfermedad el hambre la
guerra la miseria y los vacíos de la conciencia.
Empecé a oler tímidamente el gimnástico aire de la belleza que duerme contigo
Y volé tan alto que perdí de vista el aire de los invernaderos el agua quieta de las
acequias y el fuego purificador también la arcillosa y pedregosa tierra que
piso y en la que seré olvidado por tu mano
Te amo lleno de esperanza
Tu vida es aún muy breve para acariciar la esperanza
Y hoy cumples años quizá excesivos
Hoy cumples mil años
Quisiera bailar en un local cerrado con la muerte coronada de esmeraldas y
rubíes yo coronado de musgo y alfileres
Para proclamar en el reino de las más solitarias ballenas
Mi dulce sueño con estas sobrecogidas palabras
Pregono en voz alta el espanto que me produce la felicidad.

lunes, 16 de noviembre de 2009

LUNA MALIGNA






















Con pérfido aparato
De amorosa fatiga,
Luce su oro en la intriga
Y en el ojo del gato.

Poetas, su recato
No pasa de su liga;
Evitad que os consiga
Su fácil celibato.

Su dulce Shakespeare canta
Su distinción de infanta de naranja;
Mas, cuando su alma aduna

Con Julieta infelice,
Swear not by the moon, dice:
"No juréis por la luna" .....

domingo, 15 de noviembre de 2009

EL CABALLERO DE LA MANO EN EL PECHO ( EL GRECO)




























Este desconocido es un cristiano
de serio porte y negra vestidura,
donde brilla no más la empuñadura,
de su admirable estoque toledano.

Severa faz de palidez de lirio
surge de la golilla escarolada,
por la luz interior, iluminada,
de un macilento y religioso cirio.

Aunque sólo de Dios temores sabe,
porque el vitando hervor no le apasione
del mundano placer perecedero,

en un gesto piadoso, y noble, y grave,
la mano abierta sobre el pecho pone,
como una disciplina, el caballero.

sábado, 14 de noviembre de 2009

Los tres encuentros: el tercero



















Tercer encuentro

Cae la tarde; el sol anega
en pardas nubes su luz;
envuelta en negro capuz
medrosa la noche llega.

Dos sombras van a la fuente,
las dos beben a porfía,
y aún no sacia el agua fría
sed atrasada y ardiente.

Se miran y no se ven;
pero pronto por fortuna
subirá al cielo la luna
y podrán mirarse bien.

Al fin su luz transparente
el espacio iluminó,
y en espejo convirtió
los cristales de la fuente.

Y eran las dos sombras ideales,
bajo el agua sumergidas,
de tal modo parecidas,
que al partir las sombras reales
de sus destinos en pos,
o por darse mala maña,
o por confusión extraña,
cada sombra de las dos
tomó en el líquido espejo
lo primero que encontróse,
y, sin notarlo, llevóse
de la otra sombra el reflejo.

viernes, 13 de noviembre de 2009

Los tres encuentros: el segundo

Segundo encuentro

Pasó el tiempo, y cierto día,
ya el sol en toda su altura,
en la misma fuente pura
bebieron en compañía,
por su bien o por su daño
la Muerte y un hombre fuerte;
la de siempre era la muerte;
el hombre el niño de antaño.

Como vióse de los dos
la imagen en el cristal
con la luz matutinal
que manda a los mundos Dios,
la del hombre, áspera tez,
y la imagen hosca y fiera
de su helada compañera,
se pintaron esta vez.

Bajo el agua limpia y fría
sus reflejos observaron:
como entonces se miraron
se miraron todavía.
Ella dijo no sé qué
señalando hacia el espejo.
Él murmuró: "¡Pobre viejo!",
bebió despacio y se fue.

jueves, 12 de noviembre de 2009

Los tres encuentros: el primero

Primer encuentro

Un niño de tersa frente
y la muerte carcomida,
en la senda de la vida
y en el borde de una fuente,
por su bien o por su mal
una mañana se hallaron
y sedientos se inclinaron
sobre el líquido cristal.

Se inclinaron, y en la esfera
cristalina vióse al punto
de un niño el rostro muy junto
a una seca calavera.
La Muerte dijo: "¡Qué hermoso!"
-"¡Que horrible!"-el niño pensó;
bebió aprisa y se escapó
por el bosque presuroso.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

























“Esperanza” es algo con plumas -
que se posa en el alma -
y canta una melodía sin palabras -
y nunca se detiene -totalmente-

más dulce -en el vendaval- se oye-
y herida tiene que estar la tormenta
que pudo abatir al pajarito
que reservó tanto calor -

la oí en la tierra más helada -
y en el más extraño mar -
y nunca, ni en casos extremos,
me pidió una migaja -a mí.

martes, 10 de noviembre de 2009

Nada tienes que ver con la poesía...

Nada tienes que ver con la poesía.
Una cosa es poesía y otra rosa,
aunque al nombrar los pétalos, las gentes
piensen que los poetas no andan lejos.
Mas no es verdad y sí que tras los pétalos
andan los muladares, los canteros,
los hortelanos, las fecundaciones,
tus manos indudablemente bellas,
que los recogen un momento, dudan,
y los entregan a las aguas mansas.

lunes, 9 de noviembre de 2009

Niña






















Nombras el árbol, niña.
Y el árbol crece, lento y pleno,
anegando los aires,
verde deslumbramiento,
hasta volvernos verde la mirada.

Nombras el cielo, niña.
Y el cielo azul, la nube blanca,
la luz de la mañana,
se meten en el pecho
hasta volverlo cielo y transparencia.

Nombras el agua, niña.
Y el agua brota, no sé dónde,
baña la tierra negra,
reverdece la flor, brilla en las hojas
y en húmedos vapores nos convierte.

No dices nada, niña.
Y nace del silencio
la vida en una ola
de música amarilla;
su dorada marea
nos alza a plenitudes,
nos vuelve a ser nosotros, extraviados.

¡Niña que me levanta y resucita!
¡Ola sin fin, sin límites, eterna!

domingo, 8 de noviembre de 2009

Morir -lleva sólo un corto tiempo-


























Morir -lleva sólo un corto tiempo-
dicen que no duele
es solo un desmayo -por etapas-
y luego -queda fuera de la vista-

una cinta más oscura -por un día-
un crespón en el sombrero -
luego un lindo sol llega -
y nos ayuda a olvidar -

la ausente -criatura - mística -
que sólo por amor a nosotros
se fue a dormir -esa profunda vez-
sin la fatiga-

sábado, 7 de noviembre de 2009

EL ABECÉ DEL AMOR

























EL ABECÉ DEL AMOR

CASILDA
¿Qué ha de tener para buena
una mujer?
PERIBÁÑEZ
Oye.
CASILDA
Di.
PERIBÁÑEZ
Amar y honrar su marido
es letra de este abecé,
siendo buena por la B,
que es todo el bien que te pido.
Haráte cuerda la C,
la D dulce, y entendida
la E, y la F en la vida
firme, fuerte y de gran fe.
La G grave, y para honrada
la H, que con la I
te hará ilustre, si de ti
queda mi casa ilustrada.
Limpia serás por la L,
y por la M maestra
de tus hijos, cual lo muestra
quien de sus vicios se duele.
La N te enseña un no
a solicitudes locas,
que éste no, que aprenden pocas,
está en la N y la O.
La P te hará pensativa,
la Q bien quista, la R
con tal razón que destierre
toda locura excesiva.
Solicita te ha de hacer
de mi regalo la S,
la T tal que no pudiese
hallarse mejor mujer.
La V te hará verdadera,
la X buena cristiana,
letra que en la vida humana
has de aprender la primera.
Por la Z has de guardarte
de ser zelosa, que es cosa
que nuestra paz amorosa
puede, Casilda, quitarte.
Aprende este canto llano,
que con aquesta cartilla,
tú serás flor de la villa,
y yo el mas noble villano.
CASILDA
Estudiaré, por servirte,
las letras de ese abecé;
pero dime si podré
otro, mi Pedro, decirte,
si no es acaso licencia.
PERIBÁÑEZ
Antes yo me huelgo. Di,
que quiero aprender de ti.
CASILDA
Pues escucha, y ten paciencia.
La primera letra es A,
que altanero no has de ser;
por la B no me has de hacer
burla para siempre ya.
La C te hará compañero
en mis trabajos; la D
dadivoso, por la fe
con que regalarte espero.
La F de fácil trato,
la G galán para mi,
la H honesto, y la I
sin pensamiento de ingrato.
Por la L liberal,
y por la M el mejor
marido que tuvo amor,
porque es el mayor caudal.
Por la N no serás
necio, que es fuerte castigo;
por la O sólo conmigo
todas las horas tendrás.
Por la P me has de hacer obras
de padre; porque quererme
por la Q, será ponerme
en la obligación que cobras.
Por la R regalarme,
y por la S servirme,
por la T tenerte firme,
por la V verdad tratarme,
por la X con abiertos
brazos imitarla ansí,

[Abrázale]

y como estamos aquí
estemos después de muertos.
PERIBÁÑEZ
Yo me ofrezco, prenda mía,
a saber este abecé.
¿Quieres más?
CASILDA
Mi bien no sé
si me atreva el primer día
a pedirte un gran favor.
PERIBÁÑEZ
Mi amor se agravia de ti.
CASILDA
¿Cierto?
PERIBÁÑEZ
Sí.
CASILDA
Pues oye .
PERIBÁÑEZ
Di
cuánto se obliga mi amor.
CASILDA
El día de la Asunción
se acerca; tengo deseo
de ir a Toledo, y creo
que no es gusto, es devoción
de ver la imagen también
del Sagrario, que aquel día
sale en procesión.
PERIBÁÑEZ
La mía
es tu voluntad, mi bien.
Tratemos de la partida.
CASILDA
Ya por la G me pareces
galán; tus manos mil veces
beso.

LOPE DE VEGA: Peribáñez y el comendador de Ocaña.

viernes, 6 de noviembre de 2009

84


















Su pecho es propicio para perlas,
pero yo no soy buceador -
su frente es propicia para tronos
pero no tengo penacho.
Su corazón es propicio para un hogar -
yo -un gorrión- edifico ahí
dulces entrelazadas ramas
mi perenne nido.

jueves, 5 de noviembre de 2009


























¿Por qué?
Aquella flor anónima
de pétalos iguales
que sola está en el páramo
de grises pizarrales,
¿por qué ha nacido allí?
Y aquella moza rústica
que a ser esclava aspira
de aquel pastor selvático
que huraño y torvo mira,
¿por qué lo adora así?
¿Por qué mete el cernícalo
su nido en la hendidura
y el colorín minúsculo
lo guarda en la espesura
del viejo carrascal?
¿Por qué las oropéndolas
lo cuelgan del encino
y aquellos otros pájaros
sotiérranlo en el fino
tapiz del arenal?
¿Por qué a la loba escuálida
creó Naturaleza
vecina de la tórtola
que arrulla en la maleza
la calma del cubil?
¿Por qué son hermosísimos
los blancos recentales?
¿Por qué tan torvos y hórridos,
por qué tan desleales
la hiena y el reptil?
¿Por qué vivirá errático,
sin nido, el necio cuco?
¿Por qué será el polícromo
vistoso abejaruco
tan áspero cantor?
¿Por qué de dulce música
tesoro tal Dios guarda
para el pardillo mísero,
para la alondra parda
y el pardo ruiseñor?
¿Por qué destila bálsamos
el mísero cantueso
que vive en las estériles
calvicies de aquel teso
paupérrimo vivir?
¿Por qué las pomposísimas
peonías fastuosas
producen esas fétidas
grasientas grandes rosas
de enfático vestir?
¿Por qué vierten las víboras
ponzoñas dañadoras?
¿Por qué las beneméritas
abejas labradoras
producen rica miel?
¿Por qué si bajan límpidas
a un labio que sonría
las gratas puras lágrimas
que arrancan la alegría
también saben a hiel?
¿Por qué?… Curioso espíritu,
no quieras indagarlo,
ni en tristes secas fórmulas
pretendas encerrarlo
si no quieres llorar.
Misterios que sois únicos
divinos bebederos
de encantos sabrosísimos:
¡tocaros es perderos!
¡viviros es gozar!

José María Gabriel y Galán.

miércoles, 4 de noviembre de 2009

LA MARCA DE FUEGO



























No conoce el amor la compasión.

Comparados con él,
el mar enloquecido que destroza los buques
con un látigo blanco,

el viento que desgarra las arenas

o el granizo que quiebra los trigales

son benévolos.

No conoce
el amor la compasión.

Y a fuego marca el tiempo que se apropia.

Felipe Benítez Reyes. Escaparate de venenos.

martes, 3 de noviembre de 2009

Tengo un pájaro en primavera


























Tengo un pájaro en primavera
para mí sola canta -
la primavera seduce,
Y cuando el verano se acerca -
y cuando la rosa aparece,
el pájaro se va.


Y asimismo no me quejo
sabiendo que ese pájaro mío
a pesar de haberse ido -
estudia más allá del mar
melodías nuevas para mí
y volverá.

Raudas en mano más segura
contenidas en tierras más naturales
son mías -
y aunque ahora partan,
digo a mi desconfiado corazón
son tuyas.

En un sereno brillo,
en una más dorada luz
veo
cada ínfima duda y temor,
cada pequeña discordia acá
terminada.

Entonces no me lamentaré,
sabiendo que este pájaro mío
aunque haya volado
en un distante árbol
deslumbrante melodía para mí
volverá.

“Poemas”
Emily Dickinson

lunes, 2 de noviembre de 2009

Campanas


















Yo las amo, yo las oigo,
cual oigo el rumor del viento,
el murmurar de la fuente
o el balido de cordero.
Como los pájaros, ellas,
tan pronto asoma en los cielos
el primer rayo del alba,
le saludan con sus ecos.
Y en sus notas, que van prolongándose
por los llanos y los cerros,
hay algo de candoroso,
de apacible y de halagüeño.
Si por siempre enmudecieran,
¡qué tristeza en el aire y el cielo!
¡Qué silencio en la iglesia!
¡Qué extrañeza entre los muertos!

domingo, 1 de noviembre de 2009

De mí, una guitarra































Cuando yo me haya ido
-qué triste que me vaya-
de esta madera mía
que me hagan una guitarra.

Cuando termine la muerte,
si dicen: "¡A levantarse!",
a mí que no me despierten.

Que por mucho que lo piense,
yo no sé lo que me espera
cuando termine la muerte.

Que yo me conformo siempre,
y una vez acostumbrado
a mí que no me despierten.

Para encontrarme conmigo
vuelvo a salir a la calle,
calle del tiempo perdido.

Para encontrarme contigo
estoy buscando en el suelo
las huellas de su sonido.

Para encontrarme con nadie
me pongo a mirar arriba,
¡Auxilio, que Dios me ampare!

Mis cuentas no están cabales:
me falta una golondrina
y me sobran tres cristales.

Mira qué cosa tan rara:
pasé la noche contigo
estando solo en mi cama.

En este día cualquiera
párate a ver cómo canta,
antes que me vaya fuera,

mi corazón en tu mano
y tu boca en mi garganta
por la mañana temprano.

Ponte a vivir como loco:
ama, ríe, bebe, olvida.
Puesto a vivir todo es poco
por más que dure la vida.

El mar no puede morir,
se quedará navegando
aunque no haya nadie aquí.

Si otros no buscan a Dios
yo no tengo más remedio:
me debe una explicación.

No digo que sí o que no.
Digo que si Dios existe
no tiene perdón de Dios.

No digo que no o que sí.
Digo que me gustaría
que Él también creyera en mí.

Yo no le guardo rencor.
Si le encuentro alguna vez
nos perdonamos los dos.

Mi pobre tierra no puede
darme lo que estoy buscando.
Nadie da lo que no tiene.

Yo no culpo a Andalucía,
sé muy bien que a su esperanza
le pasó lo que a la mía.

Averigua quién te dio
esas ganas de morirte.
Ha tenido que ser Dios.

Ha tenido que ser Dios
un día que estaba triste.
No tiene otra explicación.

sábado, 31 de octubre de 2009

Al cumplir mis 36 años

























¡Calma, corazón, ten calma!
¿A qué lates, si no abates
ya ni alegras a otra alma?
¿A qué lates?

Mi vida, verde parral,
dio ya su fruto y su flor,
amarillea, otoñal,
sin amor.

Más no pongamos mal ceño!
¡No pensemos, no pensemos!
Démonos al alto empeño
que tenemos.

Mira: Armas, banderas, campo
de batalla, y la victoria,
y Grecia. ¿No vale un lampo
de esta gloria?

¡Despierta! A Hélade no toques,
Ya Hélade despierta está.
Invócate a ti. No invoques
más allá

Viejo volcán enfriado
es mi llama; al firmamento
alza su ardor apagado.
¡Ah momento!

Temor y esperanza mueren.
Dolor y placer huyeron.
Ni me curan ni me hieren.
No son. Fueron.

¿A qué vivir, correr suerte,
si la juventud tu sien
ya no adorna? He aquí tu
muerte.

Y está bien.
Tras tanta palabra dicha,
el silencio. Es lo mejor.
En el silencio ¿no hay dicha?
y hay valor.

Lo que tantos han hallado
buscar ahora para ti:
una tumba de soldado.
Y hela aquí.

Todo cansa todo pasa.
Una mirada hacia atrás,
y marchémonos a casa.
Allí hay paz.

viernes, 30 de octubre de 2009

Hombre pequeñito, hombre pequeñito,


Hombre pequeñito, hombre pequeñito,
suelta a tu canario, que quiere volar...
Yo soy el canario, hombre pequeñito,
déjame saltar.

Estuve en tu jaula, hombre pequeñito,
hombre pequeñito que jaula me das.
Digo pequeñito porque no me entiendes,
ni me entenderás.

Tampoco te entiendo, pero mientras tanto
ábreme la jaula que quiero escapar;
hombre pequeñito, te amé un cuarto de ala;
no me pidas más.

jueves, 29 de octubre de 2009

LO QUE DEJÉ POR TI

























Dejé por ti mis bosques, mi perdida
arboleda, mis perros desvelados,
mis capitales años desterrados
hasta casi el invierno de la vida.

Dejé un temblor, dejé una sacudida,
un resplandor de fuegos no apagados,
dejé mi sombra en los desesperados
ojos sangrantes de la despedida.

Dejé palomas tristes junto a un río,
caballos sobre el sol de las arenas,
dejé de oler la mar, dejé de verte.

Dejé por ti todo lo que era mío.
Dame tú, Roma, a cambio de mis penas,
tanto como dejé para tenerte.

miércoles, 28 de octubre de 2009

Era invierno; llegaste y fue verano


Era invierno; llegaste y fue verano.
Cuando llegue el verano verdadero,
¿qué será de nosotros?
¿Quién calentará el aire
más que agosto y que julio?
Tengo miedo
de este error de los meses que has traído.
¿Quién es nuestro aliado: tú o yo?
Cuando llegue el verano
quizá el aire esté frío...
Era invierno y llegaste.

martes, 27 de octubre de 2009

Cultivo una rosa blanca




















Cultivo una rosa blanca
en junio como enero
para el amigo sincero
que me da su mano franca.
Y para el cruel que me arranca
el corazón con que vivo,
cardo ni ortiga cultivo;
cultivo la rosa blanca.

lunes, 26 de octubre de 2009

Caracol


















En la playa he encontrado un caracol de oro
macizo y recamado de las perlas más finas;
Europa le ha tocado con sus manos divinas
cuando cruzó las ondas sobre el celeste toro.

He llevado a mis labios el caracol sonoro
y he suscitado el eco de las dianas marinas,
le acerqué a mis oídos y las azules minas
me han contado en voz baja su secreto tesoro.

Así la sal me llega de los vientos amargos
que en sus hinchadas velas sintió la nave Argos
cuando amaron los astros el sueño de Jasón;

y oigo un rumor de olas y un incógnito acento
y un profundo oleaje y un misterioso viento...
(El caracol la forma tiene de un corazón.)

domingo, 25 de octubre de 2009

Y nos llegó la hora de bailar



















Y nos llegó la hora de bailar. La música caía como
lluvia agitada y un mar en nuestros muslos acentuaba
el vértigo. Llegó la savia nueva con un ritmo de trópicos
y germinó en la piel. Olvidamos la sarga y la estameña
y nos cubrimos ágiles con la encendida pulpa del
tamarindo.

sábado, 24 de octubre de 2009

Rosa, niña







Todo el otoño, rosa,
es esa sola hoja tuya
que cae.

Niña, todo el dolor
es esa sola gota tuya
de sangre.

viernes, 23 de octubre de 2009

Hora tras hora, día tras día,


















Hora tras hora, día tras día,
Entre el cielo y la tierra que quedan
Eternos vigías,
Como torrente que se despeña
Pasa la vida.

Devolvedle a la flor su perfume
Después de marchita;
De las ondas que besan la playa
Y que una tras otra besándola expiran
Recoged los rumores, las quejas,
Y en planchas de bronce grabad su armonía.

Tiempos que fueron, llantos y risas,
Negros tormentos, dulces mentiras,
¡Ay!, ¿en dónde su rastro dejaron,
En dónde, alma mía?

jueves, 22 de octubre de 2009

La poesía es un arma cargada de futuro



Cuando ya nada se espera personalmente exaltante,
mas se palpita y se sigue más acá de la conciencia,
fieramente existiendo, ciegamente afirmado,
como un pulso que golpea las tinieblas,

cuando se miran de frente
los vertiginosos ojos claros de la muerte,
se dicen las verdades:
las bárbaras, terribles, amorosas crueldades.

Se dicen los poemas
que ensanchan los pulmones de cuantos, asfixiados,
piden ser, piden ritmo,
piden ley para aquello que sienten excesivo.

Con la velocidad del instinto,
con el rayo del prodigio,
como mágica evidencia, lo real se nos convierte
en lo idéntico a sí mismo.

Poesía para el pobre, poesía necesaria
como el pan de cada día,
como el aire que exigimos trece veces por minuto,
para ser y en tanto somos dar un sí que glorifica.

Porque vivimos a golpes, porque apenas si nos dejan
decir que somos quien somos,
nuestros cantares no pueden ser sin pecado un adorno.
Estamos tocando el fondo.

Maldigo la poesía concebida como un lujo
cultural por los neutrales
que, lavándose las manos, se desentienden y evaden.
Maldigo la poesía de quien no toma partido hasta mancharse.

Hago mías las faltas. Siento en mí a cuantos sufren
y canto respirando.
Canto, y canto, y cantando más allá de mis penas
personales, me ensancho.

Quisiera daros vida, provocar nuevos actos,
y calculo por eso con técnica qué puedo.
Me siento un ingeniero del verso y un obrero
que trabaja con otros a España en sus aceros.

Tal es mi poesía: poesía-herramienta
a la vez que latido de lo unánime y ciego.
Tal es, arma cargada de futuro expansivo
con que te apunto al pecho.

No es una poesía gota a gota pensada.
No es un bello producto. No es un fruto perfecto.
Es algo como el aire que todos respiramos
y es el canto que espacia cuanto dentro llevamos.

Son palabras que todos repetimos sintiendo
como nuestras, y vuelan. Son más que lo mentado.
Son lo más necesario: lo que no tiene nombre.
Son gritos en el cielo, y en la tierra son actos.

miércoles, 21 de octubre de 2009

La noche oscura




















Canciones del alma que se goza de haber llegado al
alto estado de la perfección, que es la unión con Dios,
por el camino de la negación espiritual.





En una noche oscura,
con ansias en amores inflamada,
(¡oh dichosa ventura!)
salí sin ser notada,
estando ya mi casa sosegada.

A oscuras y segura,
por la secreta escala disfrazada,
(¡oh dichosa ventura!)
a oscuras y en celada,
estando ya mi casa sosegada.

En la noche dichosa,
en secreto, que nadie me veía,
ni yo miraba cosa,
sin otra luz ni guía
sino la que en el corazón ardía.

Aquésta me guïaba
más cierta que la luz del mediodía,
adonde me esperaba
quien yo bien me sabía,
en parte donde nadie parecía.

¡Oh noche que me guiaste!,
¡oh noche amable más que el alborada!,
¡oh noche que juntaste
amado con amada,
amada en el amado transformada!

En mi pecho florido,
que entero para él solo se guardaba,
allí quedó dormido,
y yo le regalaba,
y el ventalle de cedros aire daba.

El aire de la almena,
cuando yo sus cabellos esparcía,
con su mano serena
en mi cuello hería,
y todos mis sentidos suspendía.

Quedéme y olvidéme,
el rostro recliné sobre el amado,
cesó todo, y dejéme,
dejando mi cuidado
entre las azucenas olvidado.

martes, 20 de octubre de 2009

¿Y por qué no es tu guerra más pujante

























¿Y por qué no es tu guerra más pujante
contra el Tirano tiempo sanguinario;
y contra el decaer no te aseguras
mejores medios que mi rima estéril?

En el cenit estás de horas risueñas.
Los incultos jardines virginales
darían para ti vivientes flores,
a ti más semejantes que tu efigie.

Tendrías vida nueva en vivos trazos,
pues ni mi pluma inhábil ni el pincel
harán que tu nobleza y tu hermosura

ante los ojos de los hombres vivan.
Si a ti mismo te entregas, quedarás
por tu dulce destreza retratado.

lunes, 19 de octubre de 2009

Hija del viento

























Han venido.
Invaden la sangre.
Huelen a plumas,
a carencias,
a llanto.
Pero tú alimentas al miedo
y a la soledad
como a dos animales pequeños
perdidos en el desierto.

Han venido
a incendiar la edad del sueño.
Un adiós es tu vida.
Pero tú te abrazas
como la serpiente loca de movimiento
que sólo se halla a sí misma
porque no hay nadie.

Tú lloras debajo del llanto,
tú abres el cofre de tus deseos
y eres más rica que la noche.

Pero hace tanta soledad
que las palabras se suicidan.

domingo, 18 de octubre de 2009

La fuente


















Joven, te ofrezco el don de esta copa de plata
para que un día puedas calmar la sed ardiente,
la sed que con su fuego más que la muerte mata.
Mas debes abrevarte tan sólo en una fuente,

otra agua que la suya tendrá que serte ingrata,
busca su oculto origen en la gruta viviente
donde la interna música de su cristal desata,
junto al árbol que llora y la roca que siente.

Guíete el misterioso eco de su murmullo,
asciende por los riscos ásperos del orgullo,
baja por la constancia y desciende al abismo

cuya estrada sombría guardan siete panteras:
son los Siete Pecados las siete bestias fieras.
Llena la copa y bebe: la fuente está en ti mismo

sábado, 17 de octubre de 2009























Que uno sólo tiene que buscarlo y dárselo,
Que nadie establece normas salvo la vida,
Que la vida sin ciertas normas pierde forma,
Que la forma no se pierde con abrirnos,
Que abrirnos no es amar indiscriminadamente,
Que no está prohibido amar,
Que también se puede odiar,
Que el odio y el amor son afectos,
Que la agresión porque sí hiere mucho,
Que las heridas se cierran,
Que las puertas no deben cerrarse,
Que la mayor puerta es el afecto,
Que los afectos nos definen,
Que definirse no es remar contra la corriente,
Que no cuanto más fuerte se hace el trazo más se dibuja,
Que buscar un equilibrio no implica ser tibio,
Que negar palabras implica abrir distancias,
Que encontrarse es muy hermoso,
Que el sexo forma parte de lo hermoso de la vida,
Que la vida parte del sexo,
Que el “por qué” de los niños tiene un porque,
Que querer saber de alguien no es sólo curiosidad,
Que querer saber todo de todos es curiosidad malsana,
Que nunca está de más agradecer,
Que la autodeterminación no es hacer las cosas solo,
Que nadie quiere estar solo,
Que para no estar solo hay que dar,
Que para dar debimos recibir antes,
Que para que nos den hay que saber también cómo pedir,
Que saber pedir no es regalarse,
Que regalarse es, en definitiva, no quererse,
Que para que nos quieran debemos demostrar qué somos,
Que para que alguien “sea” hay que ayudarlo,
Que ayudar es poder alentar y apoyar,
Que adular no es ayudar,
Que adular es tan pernicioso como dar vuelta la cara,
Que las cosas cara a cara son honestas,
Que nadie es honesto porque no roba,
Que el que roba no es ladrón por placer,
Que cuando no hay placer en las cosas no se está viviendo,
Que para sentir la vida no hay que olvidarse que existe la muerte,
Que se puede estar muerto en vida,
Que se siente con el cuerpo y la mente,
Que con los oídos se escucha,
Que cuesta ser sensible y no herirse,
Que herirse no es desangrarse,
Que para no ser heridos levantamos muros,
Que quien siembra muros no recoge nada,
Que casi todos somos albañiles de muros,
Que sería mejor construir puentes,
Que sobre ellos se va a la otra orilla y también se vuelve,
Que volver no implica retroceder,
Que retroceder también puede ser avanzar,
Que no por mucho avanzar se amanece más cerca del sol,
¿Cómo hacerte saber que nadie establece normas salvo la vida?
¿Cómo hacerte saber que siempre hay tiempo?
Mario Benedetti.

viernes, 16 de octubre de 2009

¡Ve! si en oriente la graciosa luz

















¡Ve! si en oriente la graciosa luz
su cabeza flamígera levanta,
los ojos de los hombres, sus vasallos,
con miradas le rinden homenaje.

Y mientras sube al escarpado cielo,
como un joven robusto en su edad media,
lo siguen venerando las miradas
que su dorada procesión escoltan.

Pero cuando en su carro fatigado
deja la cumbre y abandona al día,
apártanse los ojos antes fieles,

del anciano y su marcha declinante.
Así tú, al declinar sin ser mirado,
si no tienes un hijo, morirás.

jueves, 15 de octubre de 2009

FLORES



























A Ramón del Valle Inclán

Antonio, en los acentos de Cleopatra encantado,
la copa de oro olvida que está de néctar llena.
Y, creyente en los sueños que evoca la sirena,
toda en los ojos tiene su alma de soldado.

La reina, hoja tras hoja, deshojando sus flores,
en la copa de Antonio las deja dulcemente...
Y prosigue su cuento de batallas y amores,
aprendido en las magas tradiciones de Oriente...

Detiénese... Y Antonio ve su copa olvidada...
Mas pone ella la mano sobre el borde de oro,
y, sonriendo, lenta hacia sí la retira...

Después, siempre a los ojos del guerrero asomada,
sella sus gruesos labios con un beso sonoro...
Y da la copa a un siervo, que la bebe y expira...

miércoles, 14 de octubre de 2009

DADME UNA CINTA PARA ATAR EL TIEMPO



















Con palabras se pide el pan , un beso,
y en silencio se besa y se recuerda
el primer beso que rozó aquel pétalo
en el jardín de nuestra adolescencia.

Las palabras son tristes.Tienen miedo
a quedarse en palabras o promesas
que lleva el aire como un beso muerto:
pobres palabras que el olvido entierra.

Dadme una cinta para atar el tiempo.
Una palabra que no se me pierda
entre un olvido y un recuerdo.

Quiero que el aire no se mueva y venga
un mal viento que arrastre por el suelo
años de luz, palabras bellas...

Blas de Otero. Pido la Paz y la palabra

martes, 13 de octubre de 2009

No comiste del loto del olvido...



















VI

No comiste del loto del olvido
-el homérico privilegio de los dioses-,
porque sabías ya que quien olvida se convierte en objeto
inanimado
-nada más que en resaca o en resto a la deriva-
al antojo del caprichoso mar de otras memorias.
Y así escarbaste un día en tu depósito de sombras
y volviste a anudar con tiernos ligamentos huesecitos dispersos,
tejidos enamorados del sabor de la lluvia,
vísceras dulces como colmenas sobrenaturales para la abeja reina,
dientes que fueron lobos en las estepas de la luna,
garras que fueron tigres en la profunda selva embalsamada.
Y lo envolviste todo en ese saco de carbón constelado
que arrojaste hacia aquí, como hacia un tren en marcha,
y que en algún lugar dejó un agujero por el que te aspiran
y al que debes volver.

De "Cantos a Berenice" 1920

lunes, 12 de octubre de 2009

«Serán ceniza...»


























Cruzo un desierto y su secreta
desolación sin nombre.
El corazón
tiene la sequedad de la piedra
y los estallidos nocturnos
de su materia o de su nada.

Hay una luz remota, sin embargo,
y sé que no estoy solo;
aunque después de tanto y tanto no haya
ni un solo pensamiento
capaz contra la muerte,
no estoy solo.

Toco esta mano al fin que comparte mi vida
y en ella me confirmo
y tiento cuanto amo,
lo levanto hacia el cielo
y aunque sea ceniza lo proclamo: ceniza.

Aunque sea ceniza cuanto tengo hasta ahora,
cuanto se me ha tendido a modo de esperanza.

domingo, 11 de octubre de 2009

Soliloquio del farero
























Cómo llenarte, soledad,
Sino contigo misma.
De niño, entre las pobres guaridas de la tierra,
Quieto en ángulo oscuro,
Buscaba en ti, encendida guirnalda,
Mis auroras futuras y furtivos nocturnos,
Y en ti los vislumbraba,
Naturales y exactos, también libres y fieles,
A semejanza mía,
A semejanza tuya, eterna soledad.
Fui luz serena y anhelo desbocado,
Y en la lluvia sombría o en el sol evidente
Quería una verdad que a ti te traicionase,
Olvidando en mi afán
Cómo las alas fugitivas su propia nube crean.
Y al velarse a mis ojos
Con nubes sobre nubes de otoño desbordado
La luz de aquellos días en ti misma entrevistos,
Te negué por bien poco;
Por menudos amores ni ciertos ni fingidos,
Por quietas amistades de sillón y de gesto,
Por un nombre de reducida cola en un mundo fantasma,
En bocas de mentira y palabras de hielo.
Por ti me encuentro ahora el eco de la antigua persona
Que yo fui,
Que yo mismo manché con aquellas juveniles traiciones;
Por ti me encuentro ahora, constelados hallazgos,
Limpios de otro deseo,
El sol, mi dios, la noche rumorosa,
La lluvia, intimidad de siempre,
El bosque y su alentar pagano,
El mar, el mar como su nombre hermoso;
Y sobre todos ellos,
Cuerpo oscuro y esbelto,
Te encuentro a ti, tú, soledad tan mía,
Y tú me das fuerza y debilidad
Como al ave cansada los brazos de la piedra.
Acodado al balcón miro insaciable el oleaje,
Oigo sus oscuras imprecaciones,
Contemplo sus blancas caricias;
Y erguido desde cuna vigilante
Soy en la noche un diamante que gira advirtiendo a los hombres,
Por quienes vivo, aun cuando no los vea;
Y así, lejos de ellos,
Ya olvidados sus nombres, los amo en muchedumbres,
Roncas y violentas como el mar, mi morada,
Puras ante la espera de una revolución ardiente
O rendidas y dóciles, como el mar sabe serlo
Cuando toca la llora de reposo que su fuerza conquista.
Tú, verdad solitaria,
Transparente pasión, mi soledad de siempre,
Eres inmenso abrazo;
El sol, el mar,
La oscuridad, la estepa,
El hombre y su deseo,
La airada muchedumbre,
¿Qué son sino tú misma?
Por ti, mi soledad, los busqué un día;
En ti, mi soledad, los amo ahora.

sábado, 10 de octubre de 2009

Oh, calles sevillanas...






















¡Oh, calles sevillanas
dormidas y desiertas,
para el amor preciosas
y en el misterio envueltas;
balcones encantados
en que las flores cuelgan
curiosas del palique
de las vecinas rejas;
tejados verdinegros;
floridas azoteas;
esbeltos miradores;
ingrávidas veletas;
retablos y hornacinas;
zaguanes y cancelas;
acogedores patios
de sombra dulce y fresca;
compases y jardines;
naranjos y palmeras;
templos, murallas, torres,
huertos, corrales, ventas;
cuanto en Sevilla ha sido,
cuanto en Sevilla queda
tenéis el alto orgullo
de que os miró el poeta!

viernes, 9 de octubre de 2009

Resignación

























¡Muy niño iba soñando en Ko-Hinnor,
Suntuosidad persa y papal,
Heliogábalo Y Sardanápalo!

¡Mi deseo creaba bajo los techos de oro,
entre los perfumes, al son de las músicas,
Uno harenes sin fin, paraísos físicos!

Hoy, más sosegado y no menos ardiente,
Pero conociendo la vida y la necesidad de doblegarse
He debido refrenar mi bella locura,
Sin resignarme demasiado, sin embargo,

¡Sea! lo grandioso escapa a mis dientes,
pero, ¡quita allá lo amable y quita las heces!
Siempre he odiado a la mujer bonita,
A la rima asonante y al amigo prudente.

jueves, 8 de octubre de 2009

Romance de Abenamar


























Abenámar, Abenámar,
moro de la morería,
el día que tú naciste
grandes señales había!

Estaba la mar en calma,
la luna estaba crecida:
Moro que en tal signo nace
no debe decir mentira."

Allí respondiera el moro,
bien oiréis lo que decía:
"Yo te lo diré, señor,
aunque me cueste la vida,
porque soy hijo de un moro
y una cristiana cautiva;
siendo yo niño y muchacho,
mi madre me lo decía:
que mentira no dijese,
que era grande villanía:
por tanto, pregunta, rey,
que la verdad te diría."

"Yo te agradezco, Abenámar
aquesa tu cortesía.
¿Qué castillos son aquéllos?
¡Altos son y relucían!

"El Alhambra era, señor,
y la otra la Mezquita;
los otros los Alixares,
labrados a maravilla.
El moro que los labraba
cien doblas cobraba al día,
y el día que no los labra,
otras tantas se perdía.

El otro es Generalife,
huerta que par no tenía;
el otro Torres Bermejas,
castillo de gran valía."

Allí habló el rey don Juan,
bien oiréis lo que decía:
"Si tú quisieses, Granada,
contigo me casaría;
daréte en arras y dote
a Córdoba y Sevilla."

"Casada soy, rey don Juan,
casada soy, que no viuda;
el moro que a mí me tiene
muy grande bien me quería."