
Anda, pasa.
Pasa, anda,
no tengo más remedio que admitirte.
Tú eres el que viene cuando todos se van,
el que se queda cuando todos se marchan,
el que cuando todo se apaga se enciende.
El que nunca falta.
Mírame aquí,
sentada en una silla dibujando...
Todos se van, apenas se entretienen.
Haz que me acostumbre a las cosas de abajo.
Dame la salvadera indiferencia,
haz un milagro más,
dame la risa,
Hazme payaso, Dios, hazme payaso!
Unica Gloria Fuertes. No conocía este poema. Es precioso.
ResponderEliminarUn abrazo