
Recorro ávidamente con la lengua
El contorno de todas tus palabras
Y capto su textura y su relieve
Y el mordiente que mis dientes aviva.
Tu espíritu, después que mis palabras
Han mordido, se me abre como un fruto
Y su pulpa se funde con mi carne.
Desayuno con poesía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario