Vengo a verte pasar todos los días,
Vaporcito encantado siempre lejos…
Tus ojos son dos rubios capitanes;
Tu labio es un brevísimo pañuelo
Rojo que ondea en un adiós de sangre!
Vengo a verte pasar; hasta que un día,
Embriagada de tiempo y crueldad,
Vaporcito encantado siempre lejos,
La estrella de la tarde partirá!
Las jarcias; vientos que traicionan;
Vientos de mujer que pasó!
Tus fríos capitanes darán orden; y quien habrá
Partido seré yo…!
César Vallejo (peruano?), 1918
Ayer me llamó un amigo portuense y me contó lo del vaporcito. Es cierto que se hundió uno de los símbolos poéticos de Andalucía. Otros son la brisa marismeña y la alcaldesa de Fuengirola. Cada una a su estilo, claro está...
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