En Patria y Fe ayer sólo se inspiraba:
al oro llamó vil, y odió su brillo;
y si no tenía capa el pobrecillo,
con la lira en invierno se embozaba.
al oro llamó vil, y odió su brillo;
y si no tenía capa el pobrecillo,
con la lira en invierno se embozaba.
Fuerza o candor su canto respiraba,
al son de épica trompa o caramillo.
Y alguno tan romántico o sencillo
era que, ardiendo en celos, se mataba.
al son de épica trompa o caramillo.
Y alguno tan romántico o sencillo
era que, ardiendo en celos, se mataba.
Hoy es el vil metal su único anhelo;
canta a la duda y nunca mira al cielo,
ni sufre por amor letal desmayo:
canta a la duda y nunca mira al cielo,
ni sufre por amor letal desmayo:
a un buen destino, en su ambición, aspira:
si lo consigue al fin, cuelga la lira
de un alto cedro, y… ¡que la parta un rayo!
si lo consigue al fin, cuelga la lira
de un alto cedro, y… ¡que la parta un rayo!
En el fondo de mi cartera, 1898.
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