De la isla de Heracles
me han rescatado.
me han rescatado.
Sabios y ancianos de la polis,
científicos ignotos,
cartógrafos, viajeros
llegados de infinitos
confines
examinan
con cuidada gravedad
el pecio de mi alma.
científicos ignotos,
cartógrafos, viajeros
llegados de infinitos
confines
examinan
con cuidada gravedad
el pecio de mi alma.
Descubren en mi contorno
-cántaro quemante-
dulce el aroma
de los vinos de Campania.
Rotundo el cosquilleo
de salazones fenicios.
Intacta la gota de oro
que bebí
de corintios olivares.
-cántaro quemante-
dulce el aroma
de los vinos de Campania.
Rotundo el cosquilleo
de salazones fenicios.
Intacta la gota de oro
que bebí
de corintios olivares.
Se asoman, inquietos, a mi abismo
de lucernas.
Acarician absortos
mis blancos bucles de acanto.
Besan, osados,
la alcancía de especias
con que enamoré al desierto.
Atónitos contemplan
mi mosaico de soles
teñidos de intemperie -aleteo
de las telas-
a la orilla del tiempo.
de lucernas.
Acarician absortos
mis blancos bucles de acanto.
Besan, osados,
la alcancía de especias
con que enamoré al desierto.
Atónitos contemplan
mi mosaico de soles
teñidos de intemperie -aleteo
de las telas-
a la orilla del tiempo.
Todas las glorias, todas
las tentaciones de luz
les derramo en el pecho.
Horadé tierra a tierra
cada legua
hasta llegar aquí: al corazón
de este Mare Nostrum
que he elegido
y me ha elegido
-vértigo al encallar,
embriaguez por fin al fin
del viaje-
para quedarme
o habitarme.
las tentaciones de luz
les derramo en el pecho.
Horadé tierra a tierra
cada legua
hasta llegar aquí: al corazón
de este Mare Nostrum
que he elegido
y me ha elegido
-vértigo al encallar,
embriaguez por fin al fin
del viaje-
para quedarme
o habitarme.
O quizás,
quizás
para amarme.
quizás
para amarme.
Natalia Carbajosa Palmero
Del Libro: «Pronóstico». (2005)
Ed. Torremozas. Madrid.
Del Libro: «Pronóstico». (2005)
Ed. Torremozas. Madrid.
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