skip to main |
skip to sidebar
La mano del pintor
(…) ni sabia, ni brutal, ni pensativa,
ni artesana, ni loca, ni ambiciosa,
ni puede ser sutil ni artificiosa;
la mano del pintor -la decisiva-
ha de ser una mano que se abstiene
-no muda, ni neutral, ni acobardada-,
una mano, vacante, de testigo (…).
No hay comentarios:
Publicar un comentario