martes, 20 de diciembre de 2011

El indiferente



Ahora seremos felices,
cuando nada hay que esperar.

Que caigan las hojas secas,
que nazcan las flores blancas,
¡qué más da!

Que brille el sol o que arpegie
la lluvia sobre el cristal,
que todo sea mentira
o sea todo verdad;

que reine sobre la tierra
la primavera inmortal
o que decline la vida,
¡qué más da!

Que haya músicas errantes,
¡qué más da!

Para qué queremos músicas
si no hay nada que cantar.

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