jueves, 29 de diciembre de 2011

Para alcanzar la luz





Dicen que soy un ángel 
y, peldaño a peldaño, 
para alcanzar la luz 
tengo que usar las piernas.

Cansado de subir, a veces ruedo 
(tal vez serán los pliegues de mi túnica), 
pero un ángel rodando no es un ángel 
si no tiene el honor de llegar al abismo.

Y lo que yo encontré en mi mayor caída 
era blando, brillante; 
recuerdo su perfume, 
su malsano deleite.

Desperté y ahora quiero 
encontrar la escalera, 
para subir sin alas 
poco a poco a mi muerte.

De: Nuevos poemas


Manuel Altolaguirre

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