miércoles, 21 de diciembre de 2011
Se pide silencio al mar
Esto son mis memorias, mis afanes,
mis confesiones hasta donde puedo,
lances de mucho amor y de algún miedo,
esfuerzos de pigmeo entre titanes.
Me dieron unos peces y unos panes:
unas palabras. Y alguien con el dedo
pronto me amenazó. Estaba en el ruedo
mi carne entre los dientes de los canes.
¿Son otros o los mismos todavía...?
Siguen ladrando... Y él no les hacía
nada... Con palos y con cuerdas pegan.
Enséñame a callar como tu callas,
oh mar, en el silencio de tus playas.
¿Son galgos o podencos los que llegan?
De: Mar viviente
José García Nieto
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