AL VOLVER |
Aquí nació mi vida a la esperanza
y aquí esperé también que moriría; ahora que vuelvo aquí, parecería que el tiempo me persigue y no me alcanza. Detiene otoño el paso a la mudanza que en la luz, en el aire se extasía; los árboles son llamas, su alegría enciende ya mi bienaventuranza. Todo pasó. Todo quedó lo mismo: como si en este otoño floreciera, ardiendo en el fulgor de su espejismo, última para mí, la primavera; abismo del no ser al ser abismo, la eternidad del tiempo prisionera. |
sábado, 26 de octubre de 2013
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