jueves, 6 de octubre de 2011
A REYNOLDS
¿DÓNDE hallar al poeta? Nueve Musas,
mostrádmelo, que Pueda conocerlo.
Es aquel hombre que ante cualquier hombre
como un igual se siente, aunque fuere el monarca
o el más pobre de toda la tropa de mendigos;
o es tal vez una cosa de maravilla: un hombre
entre el simio y Platón;
es quien, a una con el pájaro,
reyezuelo o bien águila, el camino descubre
que a todos sus instintos conduce; el que ha escuchado
el rugir del león, y nos diría
lo que expresa aquella áspera garganta;
y el bramido del tigre
le llega articulado y se le adentra,
como lengua materna, en el oído.
Versión de Màrie Montand
miércoles, 5 de octubre de 2011
PEGASO
Cuando iba yo a montar ese caballo rudo
y tembloroso, dije: «La vida es pura y bella.»
Entre sus cejas vivas vi brillar una estrella.
El cielo estaba azul, y yo estaba desnudo.
Sobre mi frente Apolo hizo brillar su escudo
y de Belerofonte logré seguir la huella.
Toda cima es ilustre si Pegas o la sella,
y yo, fuerte, he subido donde Pegaso pudo.
Yo soy el caballero de la humana energía,
yo soy el que presenta su cabeza triunfante
coronada con el laurel del Rey del día;
domador del corcel de cascos de diamante,
voy en un gran volar, con la aurora por guía,
adelante en el vasto azur, ¡siempre adelante!
martes, 4 de octubre de 2011
Milonga de Manuel Flores

Manuel Flores va a morir.
Eso es moneda corriente;
morir es una costumbre
que sabe tener la gente.
Y sin embrago me duele
decirle adiós a la vida,
esa cosa tan de siempre,
tan dulce y tan conocida.
Miro en el alba mis manos,
miro en las manos las venas;
con extrañeza las miro
como si fueran ajenas.
Vendrán los cuatro balazos
y con los cuatro el olvido;
lo dijo el sabio Merlín:
morir es haber nacido.
¡Cuánta cosa en su camino
estos ojos habrán visto!
Quién sabe lo que verán
después que me juzgue cristo.
Manuel Flores va a morir.
Eso es moneda corriente;
morir es una costumbre
que sabe tener la gente.
lunes, 3 de octubre de 2011
La espera inútil
Yo me olvidé que se hizo
ceniza tu pie ligero,
y, como en los buenos tiempos,
salí a encontrarte al sendero.
Pasé valle, llano y río
y el cantar se me hizo triste.
La tarde volcó su vaso
de luz ¡y tú no viniste!
El sol fue desmenuzando
su ardida y muerta amapola;
flecos de niebla temblaron
sobre el campo. ¡Estaba sola!
Al viento otoñal, de un árbol
crujió el blanqueado brazo.
Tuve miedo y te llamé:
¡Amado, apresura el paso!
Tengo miedo y tengo amor,
¡amado, el paso apresura!
Iba espesando la noche
y creciendo mi locura.
Me olvidé de que te hicieron
sordo para mi clamor;
me olvidé de tu silencio
y de tu cárdeno albor;
de tu inerte mano torpe
ya para buscar mi mano;
¡de tus ojos dilatados
del inquirir soberano!
La noche ensanchó su charco
de betún; el agorero
búho con la horrible seda
de su ala rasgó el sendero.
No te volveré a llamar,
que ya no haces tu jornada;
mi desnuda planta sigue,
la tuya está sosegada.
Vano es que acuda a la cita
por los caminos desiertos.
¡No ha de cuajar tu fantasma
entre mis brazos abiertos!
ceniza tu pie ligero,
y, como en los buenos tiempos,
salí a encontrarte al sendero.
Pasé valle, llano y río
y el cantar se me hizo triste.
La tarde volcó su vaso
de luz ¡y tú no viniste!
El sol fue desmenuzando
su ardida y muerta amapola;
flecos de niebla temblaron
sobre el campo. ¡Estaba sola!
Al viento otoñal, de un árbol
crujió el blanqueado brazo.
Tuve miedo y te llamé:
¡Amado, apresura el paso!
Tengo miedo y tengo amor,
¡amado, el paso apresura!
Iba espesando la noche
y creciendo mi locura.
Me olvidé de que te hicieron
sordo para mi clamor;
me olvidé de tu silencio
y de tu cárdeno albor;
de tu inerte mano torpe
ya para buscar mi mano;
¡de tus ojos dilatados
del inquirir soberano!
La noche ensanchó su charco
de betún; el agorero
búho con la horrible seda
de su ala rasgó el sendero.
No te volveré a llamar,
que ya no haces tu jornada;
mi desnuda planta sigue,
la tuya está sosegada.
Vano es que acuda a la cita
por los caminos desiertos.
¡No ha de cuajar tu fantasma
entre mis brazos abiertos!
domingo, 2 de octubre de 2011
EL PRISIONERO
Carcelera, toma la llave
que salga el preso a la calle.
Que vean sus ojos los campos
y tras los campos, los mares,
el sol, la luna y el aire.
Que vean a su dulce amiga,
delgada y descolorida
sin voz, de tanto llamarle.
Que salga el preso a la calle.
De «El alba del alhelí»
sábado, 1 de octubre de 2011
El títere
A un compadrito le canto
que era el patrón y el ornato
de las casas menos santas
del barrio de Triunvirato.
Atildado en el vestir,
medio mandón en el trato;
negro el chambergo y la ropa,
negro el charol del zapato.
Como luz para el manejo
le firmaba un garabato
en la cara al más garifo,
de un solo brinco, a lo gato.
Bailarín y jugador,
no sé si chino o mulato,
lo mimaba el conventillo,
que hoy se llama inquilinato.
A las pardas zaguaneras
no les resultaba ingrato
el amor de ese valiente,
que les dio tan buenos ratos.
El hombre según se sabe,
tiene firmado un contrato
con la muerte. En cada esquina
lo anda acechando el mal rato.
Un balazo lo paró
en Thames y Triunvirato;
se mudó a un barrio vecino
el de la quinta del ñato.
viernes, 30 de septiembre de 2011
Oda a Walt Whitman
Por el East River y el Bronx
los muchachos cantaban enseñando sus cinturas,
con la rueda, el aceite, el cuero y el martillo.
Noventa mil mineros sacaban la plata de las rocas
y los niños dibujaban escaleras y perspectivas.
Pero ninguno se dormía,
ninguno quería ser el río,
ninguno amaba las hojas grandes,
ninguno la lengua azul de la playa.
Por el East River y el Queensborough
los muchachos luchaban con la industria,
y los judíos vendían al fauno del río
la rosa de la circuncisión
y el cielo desembocaba por los puentes y los tejados
manadas de bisontes empujadas por el viento.
Pero ninguno se detenía,
ninguno quería ser nube,
ninguno buscaba los helechos
ni la rueda amarilla del tamboril.
Cuando la luna salga
las poleas rodarán para tumbar el cielo;
un límite de agujas cercará la memoria
y los ataúdes se llevarán a los que no trabajan.
Nueva York de cieno,
Nueva York de alambres y de muerte.
¿Qué ángel llevas oculto en la mejilla?
¿Qué voz perfecta dirá las verdades del trigo?
¿Quién el sueño terrible de sus anémonas manchadas?
Ni un solo momento, viejo hermoso Walt Whitman,
he dejado de ver tu barba llena de mariposas,
ni tus hombros de pana gastados por la luna,
ni tus muslos de Apolo virginal,
ni tu voz como una columna de ceniza;
anciano hermoso como la niebla
que gemías igual que un pájaro
con el sexo atravesado por una aguja,
enemigo del sátiro,
enemigo de la vid
y amante de los cuerpos bajo la burda tela.
Ni un solo momento, hermosura viril
que en montes de carbón, anuncios y ferrocarriles,
soñabas ser un río y dormir como un río
con aquel camarada que pondría en tu pecho
un pequeño dolor de ignorante leopardo.
Ni un sólo momento, Adán de sangre, macho,
hombre solo en el mar, viejo hermoso Walt Whitman,
porque por las azoteas,
agrupados en los bares,
saliendo en racimos de las alcantarillas,
temblando entre las piernas de los chauffeurs
o girando en las plataformas del ajenjo,
los maricas, Walt Whitman, te soñaban.
¡También ese! ¡También! Y se despeñan
sobre tu barba luminosa y casta,
rubios del norte, negros de la arena,
muchedumbres de gritos y ademanes,
como gatos y como las serpientes,
los maricas, Walt Whitman, los maricas
turbios de lágrimas, carne para fusta,
bota o mordisco de los domadores.
¡También ése! ¡También! Dedos teñidos
apuntan a la orilla de tu sueño
cuando el amigo come tu manzana
con un leve sabor de gasolina
y el sol canta por los ombligos
de los muchachos que juegan bajo los puentes.
Pero tú no buscabas los ojos arañados,
ni el pantano oscurísimo donde sumergen a los niños,
ni la saliva helada,
ni las curvas heridas como panza de sapo
que llevan los maricas en coches y terrazas
mientras la luna los azota por las esquinas del terror.
Tú buscabas un desnudo que fuera como un río,
toro y sueño que junte la rueda con el alga,
padre de tu agonía, camelia de tu muerte,
y gimiera en las llamas de tu ecuador oculto.
Porque es justo que el hombre no busque su deleite
en la selva de sangre de la mañana próxima.
El cielo tiene playas donde evitar la vida
y hay cuerpos que no deben repetirse en la aurora.
Agonía, agonía, sueño, fermento y sueño.
Éste es el mundo, amigo, agonía, agonía.
Los muertos se descomponen bajo el reloj de las ciudades,
la guerra pasa llorando con un millón de ratas grises,
los ricos dan a sus queridas
pequeños moribundos iluminados,
y la vida no es noble, ni buena, ni sagrada.
Puede el hombre, si quiere, conducir su deseo
por vena de coral o celeste desnudo.
Mañana los amores serán rocas y el Tiempo
una brisa que viene dormida por las ramas.
Por eso no levanto mi voz, viejo Walt Whítman,
contra el niño que escribe
nombre de niña en su almohada,
ni contra el muchacho que se viste de novia
en la oscuridad del ropero,
ni contra los solitarios de los casinos
que beben con asco el agua de la prostitución,
ni contra los hombres de mirada verde
que aman al hombre y queman sus labios en silencio.
Pero sí contra vosotros, maricas de las ciudades,
de carne tumefacta y pensamiento inmundo,
madres de lodo, arpías, enemigos sin sueño
del Amor que reparte coronas de alegría.
Contra vosotros siempre, que dais a los muchachos
gotas de sucia muerte con amargo veneno.
Contra vosotros siempre,
Faeries de Norteamérica,
Pájaros de la Habana,
Jotos de Méjico,
Sarasas de Cádiz,
Apios de Sevilla,
Cancos de Madrid,
Floras de Alicante,
Adelaidas de Portugal.
¡Maricas de todo el mundo, asesinos de palomas!
Esclavos de la mujer, perras de sus tocadores,
abiertos en las plazas con fiebre de abanico
o emboscadas en yertos paisajes de cicuta.
¡No haya cuartel! La muerte
mana de vuestros ojos
y agrupa flores grises en la orilla del cieno.
¡No haya cuartel! ¡Alerta!
Que los confundidos, los puros,
los clásicos, los señalados, los suplicantes
os cierren las puertas de la bacanal.
Y tú, bello Walt Whitman, duerme a orillas del Hudson
con la barba hacia el polo y las manos abiertas.
Arcilla blanda o nieve, tu lengua está llamando
camaradas que velen tu gacela sin cuerpo.
Duerme, no queda nada.
Una danza de muros agita las praderas
y América se anega de máquinas y llanto.
Quiero que el aire fuerte de la noche más honda
quite flores y letras del arco donde duermes
y un niño negro anuncie a los blancos del oro
la llegada del reino de la espiga.
jueves, 29 de septiembre de 2011
No corras, ve despacio
que adonde tienes que ir es a ti solo!
¡Ve despacio, no corras,
que el niño de tu yo, recién nacido
eterno,
no te puede seguir!
Juan Ramón Jiménez (Eternidades, 1918)
miércoles, 28 de septiembre de 2011
ARTE POÉTICA
Poesía
Perdóname por haberte ayudado a comprender
que no estás hecha sólo de palabras.
Perdóname por haberte ayudado a comprender
que no estás hecha sólo de palabras.
Poemas clandestinos, 1981.
martes, 27 de septiembre de 2011
POEMA DEL OTOÑO
DEDICATORIA A Mariano Miguel de Val Tú, que estás la barba en la mano meditabundo, ¿has dejado pasar, hermano, la flor del mundo? Te lamentas de los ayeres con quejas vanas: ¡aún hay promesas de placeres en los mañanas! Aún puedes casar la olorosa rosa y el lis, y hay mirtos para tu orgullosa cabeza gris. El alma ahíta cruel inmola lo que la alegra, como Zingua, reina de Angola, lúbrica negra. Tú has gozado de la hora amable, y oyes después la imprecación del formidable Eclesiastés. El domingo de amor te hechiza; mas mira cómo llega el miércoles de ceniza; Memento, homo... Por eso hacia el florido monte las almas van, y se explican Anacreonte y Omar Kayam. Huyendo del mal, de improviso se entra en el mal, por la puerta del paraíso artificial. Y no obstante la vida es bella, por poseer la perla, la rosa, la estrella y la mujer. Lucifer brilla. Canta el ronco mar. Y se pierde Silvano, oculto tras el tronco del haya verde. Y sentimos la vida pura, clara, real, cuando la envuelve la dulzura primaveral. ¿Para qué las envidias viles y las injurias, cuando retuercen sus reptiles pálidas furias? ¿Para qué los odios funestos de los ingratos? ¿Para qué los lívidos gestos de los Pilatos? ¡Si lo terreno acaba, en suma, cielo e infierno, y nuestras vidas son la espuma de un mar eterno! Lavemos bien de nuestra veste la amarga prosa; soñemos en una celeste mística rosa. Cojamos la flor del instante; ¡la melodía de la mágica alondra cante la miel del día! Amor a su fiesta convida y nos corona. Todos tenemos en la vida nuestra Verona. Aun en la hora crepuscular canta una voz: «Ruth, risueña, viene a espigar para Booz!» Mas coged la flor del instante, cuando en Oriente nace el alba para el fragante adolescente. ¡Oh! Niño que con Eros juegas, niños lozanos, danzad como las ninfas griegas y los silvanos. El viejo tiempo todo roe y va de prisa; sabed vencerle, Cintia, Cloe y Cidalisa. Trocad por rosas azahares, que suena el son de aquel Cantar de los Cantares de Salomón. Príapo vela en los jardines que Cipris huella; Hécate hace aullar a los mastines; mas Diana es bella; y apenas envuelta en los velos de la ilusión, baja a los bosques de los cielos por Endimión. ¡Adolescencia! Amor te dora con su virtud; goza del beso de la aurora, ¡oh juventud! ¡Desventurado el que ha cogido tarde la flor! Y ¡ay de aquel que nunca ha sabido lo que es amor! Yo he visto en tierra tropical la sangre arder, como en un cáliz de cristal, en la mujer Y en todas partes la que ama y se consume como una flor hecha de llama y de perfume. Abrasaos en esa llama y respirad ese perfume que embalsama la Humanidad. Gozad de la carne, ese bien que hoy nos hechiza, y después se tornará en polvo y ceniza. Gozad del sol, de la pagana luz de sus fuegos; gozad del sol, porque mañana estaréis ciegos. Gozad de la dulce armonía que a Apolo invoca; gozad del canto, porque un día no tendréis boca. Gozad de la tierra que un bien cierto encierra; gozad, porque no estáis aún bajo la tierra. Apartad el temor que os hiela y que os restringe; la paloma de Venus vuela sobre la Esfinge. Aún vencen muerte, tiempo y hado las amorosas; en las tumbas se han encontrado mirtos y rosas. Aún Anadiódema en sus lidias nos da su ayuda; aún resurge en la obra de Fidias Friné desnuda. Vive el bíblico Adán robusto, de sangre humana, y aún siente nuestra lengua el gusto de la manzana. Y hace de este globo viviente fuerza y acción la universal y omnipotente fecundación. El corazón del cielo late por la victoria de este vivir, que es un combate y es una gloria. Pues aunque hay pena y nos agravia el sino adverso, en nosotros corre la savia del universo. Nuestro cráneo guarda el vibrar de tierra y sol, como el ruido de la mar el caracol. La sal del mar en nuestras venas va a borbotones; tenemos sangre de sirenas y de tritones. A nosotros encinas, lauros, frondas espesas; tenemos carne de centauros y satiresas. En nosotros la vida vierte fuerza y calor. ¡Vamos al reino de la Muerte por el camino del Amor! |
lunes, 26 de septiembre de 2011
Otoño
En llamas, en otoños incendiados,
arde a veces mi corazón,
puro y solo. El viento lo despierta,
toca su centro y lo suspende
en luz que sonríe para nadie:
¡cuánta belleza suelta!
Busco unas manos,
una presencia, un cuerpo,
lo que rompe los muros
y hace nacer las formas embriagadas,
un roce, un son, un giro, un ala apenas;
busco dentro mí,
huesos, violines intocados,
vértebras delicadas y sombrías,
labios que sueñan labios,
manos que sueñan pájaros...
Y algo que no se sabe y dice «nunca»
cae del cielo,
de ti, mi Dios y mi adversario.
domingo, 25 de septiembre de 2011
EL NIÑO YUNTERO
CARNE DE YUGO, ha nacido
más humillado que bello,
con el cuello perseguido
por el yugo para el cuello.
Nace, como la herramienta,
a los golpes destinado,
de una tierra descontenta
y un insatisfecho arado.
Entre estiércol puro y vivo
de vacas, trae a la vida
un alma color de olivo
vieja ya y encallecida.
Empieza a vivir, y empieza
a morir de punta a punta
levantando la corteza
de su madre con la yunta.
Empieza a sentir, y siente
la vida como una guerra
y a dar fatigosamente
en los huesos de la tierra.
Contar sus años no sabe,
y ya sabe que el sudor
es una corona grave
de sal para el labrador.
Trabaja, y mientras trabaja
masculinamente serio,
se unge de lluvia y se alhaja
de carne de cementerio.
A fuerza de golpes, fuerte,
y a fuerza de sol, bruñido,
con una ambición de muerte
despedaza un pan reñido.
Cada nuevo día es
más raíz, menos criatura,
que escucha bajo sus pies
la voz de la sepultura.
Y como raíz se hunde
en la tierra lentamente
para que la tierra inunde
de paz y panes su frente.
Me duele este niño hambriento
como una grandiosa espina,
y su vivir ceniciento
resuelve mi alma de encina.
Lo veo arar los rastrojos,
y devorar un mendrugo,
y declarar con los ojos
que por qué es carne de yugo.
Me da su arado en el pecho,
y su vida en la garganta,
y sufro viendo el barbecho
tan grande bajo su planta.
¿Quién salvará a este chiquillo
menor que un grano de avena?
¿De dónde saldrá el martillo
verdugo de esta cadena?
Que salga del corazón
de los hombres jornaleros,
que antes de ser hombres son
y han sido niños yunteros.
sábado, 24 de septiembre de 2011
LA CANCIÓN DEL PRESENTE
No sé odiar, ni amar tampoco.
Y en mi vida inconsecuente,
amo, a veces, como un loco
u odio de un modo insolente.
Pero siempre dura poco
Lo que quiero y lo que no…
¡Qué sé yo!
Ni me importa…
Alegre es la vida y corta,
Pasajera.
Y es absurdo,
y es antipático y zurdo
complicarla
con un ansia de verdad
duradera
y expectante.
¿Luego?... ¡Ya!
La verdad será cualquiera.
Lo precioso es el instante
que se va.
Manuel Machado
viernes, 23 de septiembre de 2011
Si todos los políticos
"Si todos los políticos
se hicieran pacifistas
vendría la paz."
"Que no vuelva a haber otra guerra,
pero si la hubiera
¡Que todos los soldados
se declaren en huelga".
"La libertad no es tener un buen amo,
sino no tener ninguno."
"Mi partido esla Paz.
Y o soy su líder.
No pido votos,
pìdo botas para los descalzos
-que todavía hay muchos-"
GLORIA FUERTES
se hicieran pacifistas
vendría la paz."
"Que no vuelva a haber otra guerra,
pero si la hubiera
¡Que todos los soldados
se declaren en huelga".
"La libertad no es tener un buen amo,
sino no tener ninguno."
"Mi partido es
Y
No pido votos,
pìdo botas para los descalzos
-que todavía hay muchos-"
GLORIA FUERTES
jueves, 22 de septiembre de 2011
Coplas de Manrique (inglés)
Our lives are rivers, gliding free
To that unfathomed, boundless sea,
The silent grave!
Thither all earthly pomp and boast
Roll, to be swallowed up and lost
In one dark wave
Jorge Manrique (Longfellow trad.)
miércoles, 21 de septiembre de 2011
Del Rey Lear
Ten siempre más de lo que aparentes.
Habla menos de lo que sabes.
Presta menos de lo que posees.
Ve mejor a caballo que a pie.
Aprende más de lo que crees.
Apuesta menos de lo que juegues.
Deja tu bebida y tu puta.
Y estate dentro de la casa.
Y tendrás seguramente
más de dos docenas sobre veinte.
El bufón....
martes, 20 de septiembre de 2011
Los años
A Vicente Aleixandre
Hermoso es morir joven
y dejar el recuerdo de la piel no tocada
por agravios del tiempo:
pero lo es más haber vivido mucho
y haber hecho que el cuerpo se fatigue
de amor y de labor. Es muy hermoso
incorporarse al coro con voz nueva,
destemplar el unísono con un grito de júbilo
para sellar los labios
después: pero es más bello
que los años trabajen la palabra y el canto
fundidos, de manera que una nueva armonía
se logre en el conjunto, desconocida antes.
Feliz aquél que puede las causas de las cosas
adivinar temprano,mas el que se retarda
adrede, no queriendo que nada se le esconda,
llega más lejos: día
tras día desenvuelve
un camino que otros ya encontrarán pisado
y transitable.
Hermoso
es aprender, rozar lo no sabido,
descerrajar las puertas, rasgar túnicas, velos,
impedir que se queden los damascos
colgados de doradas galerías
llenas de polvo, pero el mayor premio
para el hombre que vive y dice y ama
es lograr el lenguaje
con el que los balcones, definitivamente
abiertos, comunican
su saber soleado a las estancias;
sacar del negro engaño a la tiniebla,
y a la misma penumbra de sus grises cenizas;
en la piel de las cosas
acomodar la luz, como quien créese
divino y con la fuerza
de la garganta hace que se levante un mundo
resistente a los años.
(Alfonso Canales. El puerto.Granada, Colección Rusadir, 1979)
Hermoso es morir joven
y dejar el recuerdo de la piel no tocada
por agravios del tiempo:
pero lo es más haber vivido mucho
y haber hecho que el cuerpo se fatigue
de amor y de labor. Es muy hermoso
incorporarse al coro con voz nueva,
destemplar el unísono con un grito de júbilo
para sellar los labios
después: pero es más bello
que los años trabajen la palabra y el canto
fundidos, de manera que una nueva armonía
se logre en el conjunto, desconocida antes.
Feliz aquél que puede las causas de las cosas
adivinar temprano,mas el que se retarda
adrede, no queriendo que nada se le esconda,
llega más lejos: día
tras día desenvuelve
un camino que otros ya encontrarán pisado
y transitable.
Hermoso
es aprender, rozar lo no sabido,
descerrajar las puertas, rasgar túnicas, velos,
impedir que se queden los damascos
colgados de doradas galerías
llenas de polvo, pero el mayor premio
para el hombre que vive y dice y ama
es lograr el lenguaje
con el que los balcones, definitivamente
abiertos, comunican
su saber soleado a las estancias;
sacar del negro engaño a la tiniebla,
y a la misma penumbra de sus grises cenizas;
en la piel de las cosas
acomodar la luz, como quien créese
divino y con la fuerza
de la garganta hace que se levante un mundo
resistente a los años.
(Alfonso Canales. El puerto.Granada, Colección Rusadir, 1979)
lunes, 19 de septiembre de 2011
Certificado de existencia
Ah ¿quién me salvara de existir?
Fernando Pessoa
Dijo el fulano presuntuoso /
hoy en el consulado
obtuve el habitual
certificado de existencia
consta aquí que estoy vivo
de manera que basta de calumnias
este papel soberbio / irrefutable
atestigua que existo
si me enfrento al espejo
y mi rostro no está
aguantaré sereno
despejado
¿no llevo acaso en la cartera
mi recién adquirido
mi flamante
certificado de existencia?
vivir / después de todo
no es tan fundamental
lo importante es que alguien
debidamente autorizado
certifique que uno
probadamente existe
cuando abro el diario y leo
mi propia necrológica
me apena que no sepan
qu estoy en condiciones
de mostrar dondequiera
y a quien sea
un vigente prolijo y minucioso
certificado de existencia
existo
luego pienso
¿cuántos zutanos andan por la calle
creyendo que están vivos
cuando en rigor carecen del genuino
irremplazable
soberano
certificado de existencia?
Suscribirse a:
Entradas (Atom)