domingo, 8 de enero de 2012

LUCHA





Nunca te quejes de nadie, ni  de nada
porque fundamentalmente tú has hecho
lo que querías en la vida.

Acepta la dificultad de edificarte a ti
mismo y el valor de empezar corrigiéndote.
El triunfo del verdadero hombre surge de
las cenizas de su error.

Nunca te quejes de tu soledad o de tu
suerte, enfréntala con valor y acéptala.
De una manera u otra es el resultado de
tus actos y prueba que tu siempre
has de ganar.


No te amargues de tu propio fracaso ni
se lo cargues a otro, acéptate ahora o
seguirás justificándote como un niño.


Recuerda que cualquier momento es
bueno para comenzar y que ninguno

es tan terrible para claudicar

No olvides que la causa de tu presente

es tu pasado así como la causa de tu
futuro será tu presente.

Aprende de los audaces, de los fuertes,

de quien no aceptan situaciones, de quien
vivirá a pesar de todo, piensa menos en 
tus problemas y más en tu trabajo y tus

problemas sin eliminarlos morirán-


Aprende a nacer desde el dolor y a ser
más grande que el más grande de los

obstáculos, mírate en el espejo de ti mismo
y serás libre y fuerte y dejarás de ser un
títere de las circunstancias porque tu 
mismo eres tu destino.



Levántate y mira el sol por las mañanas
y respira la luz del amanecer.


Tú eres parte de la fuerza de tu vida.
ahora despiértate, lucha, camina, decídete
y triunfarás en la vida; nunca pienses en la suerte,
porque la suerte es: el pretexto de los fracasados.

Pablo Neruda.

sábado, 7 de enero de 2012

viernes, 6 de enero de 2012

LOS TRES REYES MAGOS


––Yo soy Gaspar. Aquí traigo el incienso.
Vengo a decir: La vida es pura y bella.
Existe Dios. El amor es inmenso.
¡Todo lo sé por la divina Estrella!

––Yo soy Melchor. Mi mirra aroma todo.
Existe Dios. El es la luz del día.
¡La blanca flor tiene sus pies en lodo
y en el placer hay la melancolía!

––Soy Baltasar. Traigo el oro. Aseguro
que existe Dios. El es el grande y fuerte.
Todo lo sé por el lucero puro
que brilla en la diadema de la Muerte.

––Gaspar, Melchor y Baltasar, callaos.
Triunfa el amor, ya su fiesta os convida.
¡Cristo resurge, hace la luz del caos
y tiene la corona de la Vida!

jueves, 5 de enero de 2012

Hechizo de presencia viva



Erguido entre la sombra de la noche, 
cultor de un rito antiguo, donde 
el sol y el amor se mezclan mutuamente.
Adorador de gemas, mirando arder 
la extraña combustión de un ritmo 
raro, envuelto en la belleza, a punto 
de entrar ya en el éxtasis mágico de 
bailarinas y derviches, sedosa 
la piel de bronce, negros los ojos, y 
negro cabello lentamente cayendo 
por la frente; Heliogabalo, emperador 
muchacho, levantado y altivo, ardoroso 
el cuerpo y la mirada, todo bronce 
y fulgor, perfecta estatua viva, o pasión 
envuelto en la belleza, desde esta 
noche que es hoy, ayer, presente antiguo…

***

La belleza juega, vivaz, con máscaras.
Se viste con disfraces. De ayer hace hoy, 
de ahora levanta, atrevida, pasados y mañanas. 
Nos confunde en su juego. Nos invade 
con brillos desconocidos. Nos enseña piedras 
nuevas. Deroga el tiempo.. Nos sume 
en su vórtice fatal, para golpearnos como 
el amor, nos hace sangrar, y habla, 
retórica, de carbunclos que queman y rubíes…
La belleza es la piedra que lanzó David 
con su honda, que todavía llega 
engañadora y feliz, como de oro 
desde allá, desde el remoto origen 
atravesando tiempo fugaz y tiempos sucesivos.

Luis Antonio de Villena

miércoles, 4 de enero de 2012

Mis prisiones



Sentirse solo en medio de la vida
casi es reinar, pero sentirse solo
en medio del olvido, en el oscuro
campo de un corazón, es estar preso,
sin que siquiera una avecilla trine
para darme noticias de la aurora.

Y el estar preso en varios corazones,
sin alcanzar conciencia de cuál sea
la verdadera cárcel de mi alma,
ser el centro de opuestas voluntades,
si no es morir, es envidiar la muerte.

Manuel Altolaguirre

martes, 3 de enero de 2012

El amor

´

Las palabras son barcos
y se pierden así, de boca en boca,
como de niebla en niebla.
Llevan su mercancía por las conversaciones
sin encontrar un puerto,
la noche que les pese igual que un ancla.

Deben acostumbrarse a envejecer
y vivir con paciencia de madera
usada por las olas,
irse descomponiendo, dañarse lentamente,
hasta que a la bodega rutinaria
llegue el mar y las hunda.

Porque la vida entra en las palabras
como el mar en un barco,
cubre de tiempo el nombre de las cosas
y lleva a la raíz de un adjetivo
el cielo de una fecha,
el balcón de una casa,
la luz de una ciudad reflejada en un río.

Por eso, niebla a niebla,
cuando el amor invade las palabras,
golpea sus paredes, marca en ellas
los signos de una historia personal
y deja en el pasado de los vocabularios
sensaciones de frío y de calor,
noches que son la noche,
mares que son el mar,
solitarios paseos con extensión de frase
y trenes detenidos y canciones.

Si el amor, como todo, es cuestión de palabras,
acercarme a tu cuerpo fue crear un idioma.

Luis García Montero

lunes, 2 de enero de 2012

Y escribir tu silencio sobre el agua



"Sólo florece el agua que está queda."
Unamuno

No sé si es sombra en el cristal, si es sólo
calor que empaña un brillo. Nadie sabe
si es de vuelo este pájaro o de llanto,
nadie le oprime con su mano, nunca
le he sentido latir, y está cayendo
como sombra de lluvia dentro y dulce
del bosque de la sangre, hasta dejarla
casi acuñada y vegetal, tranquila.
No sé. Siempre es así. Tu voz me llega
como el aire de marzo en un espejo,
como el paso que mueve una cortina
detrás de la mirada. Mira, vivo
oscuro y casi andado. No sé cómo
podré llegar, buscándote, hasta el centro
de nuestro corazón, y allí decirte,
madre, que yo he de hacer en tanto viva
que no te quedes huérfana de hijo,
que no te quedes sola, allá en tu cielo,
que no te falte yo como me faltas.

Luis Rosales

domingo, 1 de enero de 2012

Cantarcillo





Ruiseñor que volando vas,
cantando finezas, cantando favores,
¡oh, cuánta pena y envidia me das!
Pero no, que si hoy cantas amores,
tú tendrás celos y tú llorarás.

¡Qué alegre y desvanecido
cantas, dulce ruiseñor,
las venturas de tu amor
olvidado de tu olvido!

En ti, de ti entretenido
al ver cuán ufano estás,
¡oh, cuánta pena me das
publicando tus favores!

Pero no, que si hoy cantas amores,
tú tendrás celos y tú llorarás.


Calderón de la Barca

sábado, 31 de diciembre de 2011

Denso, denso.




Mira, amigo: cuando libres
al mundo tu pensamiento,
cuida que sea, ante todo,
denso, denso.

Y cuando sueltes la espita
que cierra tu sentimiento,
que en tus cantos éste mane
denso, denso.

Y el vaso en que vino escancies
de tu sentir los anhelos,
de tu pensar los cuidados,
denso, denso.

Mira que es largo el camino
y corto, muy corto, el tiempo:
parar en cada posada
no podemos.

Dinos en pocas palabras,
y sin dejar el sendero,
lo más que decir se pueda,
denso, denso.

Con hebra recia de ritmo,
hebrosos queden tus versos,
sin grasa, con carne prieta,
densos, densos.

Miguel de Unamuno

viernes, 30 de diciembre de 2011

LA PALOMA



Una paloma tuve muy dulce, pero un día
se murió. Y he pensado que murió de tristeza.
¡Oh! ¿Qué le apenaría? Sus pies ataba un hilo
de seda, y con mis dedos lo entrelacé yo mismo.
¿Por qué morías, tú, de pies lindos y rojos?
¿Por qué dejarme, pájaro tan dulce? ¿Por qué? Dime.
Muy solito vivías en el árbol del bosque:
¿Por qué, gracioso pájaro, no viviste conmigo?
Te besaba a menudo, te di guisantes dulces:
¿Por qué no vivirías como en el árbol verde?


John Keats
Versión de Màrie Montand

jueves, 29 de diciembre de 2011

Para alcanzar la luz





Dicen que soy un ángel 
y, peldaño a peldaño, 
para alcanzar la luz 
tengo que usar las piernas.

Cansado de subir, a veces ruedo 
(tal vez serán los pliegues de mi túnica), 
pero un ángel rodando no es un ángel 
si no tiene el honor de llegar al abismo.

Y lo que yo encontré en mi mayor caída 
era blando, brillante; 
recuerdo su perfume, 
su malsano deleite.

Desperté y ahora quiero 
encontrar la escalera, 
para subir sin alas 
poco a poco a mi muerte.

De: Nuevos poemas


Manuel Altolaguirre

miércoles, 28 de diciembre de 2011

Samba de Orly





Vai meu irmão
Pega esse avião
Você tem razão
De correr assim
Desse frio
Mas beija
O meu Rio de Janeiro
Antes que um aventureiro
Lance mão


Pede perdão
Pela duração Dessa temporada
Mas não diga nada
Que me viu chorando
E pros da pesada
Diz que eu vou levando
Vê com é que anda
Aquela vida à toa
E se puder me manda
Uma notícia boa

Toquinho

martes, 27 de diciembre de 2011

CANCIÓN DE LA MARGARITA



Con su gran ojo, el sol
no ve lo que yo veo.
La luna, toda plata, orgullosa, pudiera
ocultarse igualmente en una nube.

Y al llegar primavera -¡oh, primavera!-
es la de un rey mi vida.
Echada entre los brotes de la hierba,
acecho a las muchachas bonitas en su paso.

Miro por los lugares donde no osara nadie
y se fijan mis ojos donde nadie los fija,
y si la noche viene,
me cantan los corderos una canción de cuna.

John Keats
Versión de Màrie Mont

lunes, 26 de diciembre de 2011

Tengo una compañera



Tengo una compañera bondadosa,
dos hijos que me alegran la pobreza,
una camisa limpia, una cerveza,
y en la mesa, en un búcaro, una rosa.

Mi casa es pequeñita; en el corral,
bajo la parra, patos y gallinas,
y un nido de viajeras golondrinas
en la viga más recia del portal.

Ya no sangran mi pecho ni mi frente...
A mi lado Teresa humildemente
cose, y los niños juegan con el gato.

La pluma, en la espetera. Con la lanza
los libros al desván... Mi Sancho Panza
vive contento, de la cama al plato.

domingo, 25 de diciembre de 2011

Romance de Rosaflorida



En Castilla está un castillo,
que se llama Rocafrida; 
al castillo llaman Roca, 
y a la fonte llaman Frida. 
El pie tenía de oro 
y almenas de plata fina; 
entre almena y almena 
está una piedra zafira; 
tanto relumbra de noche 
como el sol a mediodía. 
Dentro estaba una doncella 
que llaman Rosaflorida; 
siete condes la demandan, 
tres duques de Lombardía; 
a todos les desdeñaba, 
tanta es su lozanía. 
Enamoróse de Montesinos 
de oídas, que no de vista. 
Una noche estando así, 
gritos da Rosaflorida; 
oyérala un camarero, 
que en su cámara dormía. 
-"¿Qu′es aquesto, mi señora? 
- ¿Qu′es esto, Rosaflorida? 
"O tenedes mal de amores, 
o estáis loca sandía." 
-"Ni yo tengo mal de amores, 
ni estoy loca sandía, 
"mas llevásesme estas cartas 
a Francia la bien guarnida; 
"diéseslas a Montesinos, 
la cosa que yo más quería; 
"dile que me venga a ver 
para la Pascua Florida; 
"darle he siete castillos 
los mejores que hay en Castilla; 
"y si de mí más quisiere 
yo mucho más le daría: 
"darle he yo este mi cuerpo, 
el más lindo que hay en Castilla, 
"si no es el de mi hermana, 
que de fuego sea ardida."

sábado, 24 de diciembre de 2011

El pastorcito























Un pastorcico solo está penando,
ajeno de placer y de contento,
y en su pastora puesto el pensamiento,
y el pecho del amor muy lastimado.

No llora por haberle amor llagado,
que no le pena verse así afligido,
aunque en el corazón está herido;
mas llora por pensar que está olvidado.

Que sólo de pensar que está olvidado
de su bella pastora, con gran pena
se deja maltratar en tierra ajena,
el pecho del amor muy lastimado.

Y dice el Pastorcico: ¡Ay, desdichado
de aquel que de mi amor ha hecho ausencia,
y no quiere gozar la mi presencia,
y el pecho por su amor muy lastimado!

Y al cabo de un gran rato se ha encumbrado
sobre un árbol do abrió sus brazos bellos,
y muerto se ha quedado asido dellos,
el pecho del amor muy lastimado.

viernes, 23 de diciembre de 2011

Soleá del amor desprendío



Soleá del amor desprendío


Mira si soy desprendío
que ayer, al pasar el puente,
tiré tu cariño al río.

Y tú bien sabes por qué
tiré tu cariño al río:
porque era hebilla de esparto
de un cinturón de cuchillos; 
porque era anillo de barro
mal tasao y mal vendío,

y porque era flor sin alma
de un abril en compromiso,
que puso, en zarzas y espinas,
un fingimiento de lirios. 

Tiré tu cariño al río,
porque era una planta amarga
dentro de mi huerto lírico.

Tiré tu cariño al agua,
porque era una mancha negra
sobre mi fachada blanca.

Tiré tu cariño al río
porque era mala cizaña
quitando savia a mi trigo;

y tiré todo tu amor,
porque era muerte en mi carne
y era agonía en mi voz.

Tú fuiste flor de verano,
sol de un beso, luz de un día;
yo te cuidaba en mi mano,
y en mi mano te acunaba,
y tu, por pagarme, herías
la mano que te cuidaba. 

Pero al hacerlo, olvidabas
(tal vez por ingenuidad),
que te di mis sentimientos
no por tus merecimientos
sino por mi voluntad.

Yo no puse en compraventa
mi corazón encendío;
y has de tener muy en cuenta

que mi cariño no fue
ni comprao ni vendío,
sino que lo regalé.

Porque yo soy desprendío;
por eso te dí mi rosa
sin habérmela pedío.

Porque yo soy desprendío
y doy las cosas sin ver
si se las han merecío.

Por eso te di mi vela,
te di el vino de mi jarro,
las llaves de mi cancela
y el látigo de mi carro.

Ya ves si soy desprendío
que ayer, al pasar el puente,
tiré tu cariño al río.

MANUEL BENITEZ CARRASCO