miércoles, 25 de enero de 2012

Padre Homero

Alonso Santiago


No sabemos si era uno o muchos.
Ni siquiera sabemos si existió
o lo inventamos
para dar un dueño y una leyenda
a los poemas que fundaron
el mundo en que vivimos.

Las cuencas vacías de sus ojos
iluminan como dos soles
las aguas, las islas y las playas
del Mediterráneo.
Tampoco sabemos si las historias
que cantó tuvieron raíces
en la historia real
o fueron fantaseadas
por su imaginación incandescente.

Yo lo adivino como un
viejecito bondadoso
y excéntrico
divirtiendo a niños y ancianos
con fabulosas aventuras
de guerreros y monstruos
en una época inusitada
en que hombres y dioses
andaban entreverados
y las batallas se ganaban
con caballos de madera,
elíxires y magias.

Lo diviso entre sombras y
chisporroteo de fogatas, en
aldeas con olor
a vino y aceite,
pulsando su lira
acompañado por el murmullo del mar
y la resaca,
rodeado de caras expectantes.

Su fantasía y su verba
embellecían las anécdotas
que traían los marineros de sus viajes:
las canciones voluptuosas
de las sirenas,
los mordiscos de Escila
y los soplidos de Caribdis
que hundían a los veleros
y los náufragos que se tragaba
Polifemo.

En el corazón de sus mitos
palpitaban
las chismografías de los ancianos,
las endechas de las viudas y
las letanías de las madres
cuyos hijos raptaron
los piratas
para convertirlos en remeros.

Imagino su cabeza como
un volcán que crepita no lava
ni fuego
sino historias,
una sinfonía de heroísmos,
apariciones, pesadillas,
bravatas, amores, hechicerías
y fastuosas celebraciones
de dioses y diosas
con hombres y demonios.

Nadie sabía de dónde venía
ni adónde iba.
Sus barbas eran blancas y
sus ojos, antes de vaciarse,
habían sido azules.
Su túnica tenía mil
remiendos
y sus sandalias
tan gastadas
habían dado la vuelta al mundo
y al trasmundo.
El encanto de su voz
la suavidad de sus palabras
el color y la fosforescencia
con que narraba
daban a sus historias
la fuerza contagiosa
de la danza y la música,
esa estela que perseguía
a sus oyentes
en el sueño
y los incitaba a aprender sus versos
de memoria
a repetirlos
de padres a hijos
de pueblo en pueblo
y de siglo en siglo,
hasta nosotros.

Gracias, abuelo,
inventor del Occidente.
Qué pobre sería nuestra historia
sin tus historias,
qué mediocres
nuestros sueños
sin tus sueños. 

martes, 24 de enero de 2012

Noche del amor insomne

Caballero

Noche arriba los dos con luna llena,
yo me puse a llorar y tú reías.
Tu desdén era un dios, las quejas mías
momentos y palomas en cadena.

Noche abajo los dos. Cristal de pena,
llorabas tú por hondas lejanías.
Mi dolor era un grupo de agonías
sobre tu débil corazón de arena.

La aurora nos unió sobre la cama,
las bocas puestas sobre el chorro helado
de una sangre sin fin que se derrama.

Y el sol entró por el balcón cerrado
y el coral de la vida abrió su rama
sobre mi corazón amortajado.

lunes, 23 de enero de 2012

Metáfora

Araripe


Uma lata existe para conter algo
Mas quando o poeta diz: "Lata"
Pode estar querendo dizer o incontível


Uma meta existe para ser um alvo
Mas quando o poeta diz: "Meta"
Pode estar querendo dizer o inatingível

Por isso, não se meta a exigir do poeta
Que determine o conteúdo em sua lata
Na lata do poeta tudonada cabe
Pois ao poeta cabe fazer
Com que na lata venha caber
O incabível

Deixe a meta do poeta, não discuta
Deixe a sua meta fora da disputa
Meta dentro e fora, lata absoluta
Deixe-a simplesmente metáfora

domingo, 22 de enero de 2012

No rechaces los sueños por ser sueños.

Pérez Villalta
No rechaces los sueños por ser sueños.
Todos los sueños pueden
ser realidad, si el sueño no se acaba.
La realidad es un sueño. Si soñamos
que la piedra es la piedra, eso es la piedra.
Lo que corre en los ríos no es un agua,
es un soñar, el agua, cristalino.
La realidad disfraza
su propio sueño, y dice:
”Yo soy el sol, los cielos, el amor.”
Pero nunca se va, nunca se pasa,
si fingimos creer que es más que un sueño.
Y vivimos soñándola. Soñar
es el modo que el alma
tiene para que nunca se le escape
lo que se escaparía si dejamos
de soñar que es verdad lo que no existe.
Sólo muere
un amor que ha dejado de soñarse
hecho materia y que se busca en tierra.
Pedro salinas

sábado, 21 de enero de 2012

Memoria

Seguí


Si hubiera nacido espejo
haría el amor con la luz.
Con la humedad del dedo
me dibujaría una sonrisa.
Esperaría un aliento.

viernes, 20 de enero de 2012

Uno partido





Zanahorias heladas. Café frío.
La fracción llega al mínimo
y aún no es simple.

La piel es un fragmento del instante
el corazón recuerda que es un órgano
que se recicla azul.

Habla uno y alguien oye.
La paradoja de algo
sin otro.
Uno partido
por espejos que dudan de su imagen.

jueves, 19 de enero de 2012

Caprichosa


Todo empezó de niña.
La abuela te sacaba de la mano
por Gran Vía, con los leotardos nuevos,
inmune a todo frío. Casi todo.
Siempre te detenías frente al escaparate
de las muñecas caras, imposibles.
Y entonces, la punzada. Las ganas de gritar,
desgarrarles los trajes de princesa,
mía-o-de-nadie-se-mira-pero-no-se-toca.
Pegabas tus dos guantes al cristal, suplicabas,
rezabas, suplicabas.
Sólo una vez, Jesús,
sus bucles pelirrojos, una vez.
Pero jamás llorabas. Eso no.
Que los ojos prohibidos
nunca vean tu llanto, no sepan de tu fiebre.
Amar a quien no puedes conseguir.

Martha Asunción Alonso



miércoles, 18 de enero de 2012

Polvo enamorado

No le temo a la vida ni a la muerte
cuando siento en mi pecho palpitar tu corazón,
no hay poder en el mundo que consiga
doblegarme por la fuerza a su razón
cuando eres tierra,
cuando soy agua.
No hay misterio que oculte su secreto
cuando siento en tu cuerpo que el principio es el final,
que la vida es el sueño que me acuna
Por tu vientre más allá del bien y el mal
cuando eres tierra,
cuando soy agua.
Y si al fin no somos mas que polvo,
seamos polvo, seamos polvo nada más...
mas polvo enamorado.
No hay becerros de oro suficientes,
ni perfumes de incienso ni coronas de laurel
que consigan sembrarme ni la duda
de alejarme un sólo instante de tu piel
cuando eres tierra,
cuando soy agua.
No me importa instalarme en la locura,
ese infierno divino donde Dios y Lucifer
inventaron al ángel y al demonio
que conviven en tu cuerpo de mujer
cuando eres tierra,
cuando soy agua.
Aute

martes, 17 de enero de 2012

Para vivir no quiero...

Hdez Pijuan


Para vivir no quiero
islas, palacios, torres.
¡Qué alegría más alta:
vivir en los pronombres!
       
Quítate ya los trajes,
las señas, los retratos;
yo no te quiero así,
disfrazada de otra,
hija siempre de algo.
Te quiero pura, libre,
irreductible: tú.
Sé que cuando te llame
entre todas las gentes
del mundo,
sólo tú serás tú.
Y cuando me preguntes
quién es el que te llama,
el que te quiere suya,
enterraré los nombres,
los rótulos, la historia.
Iré rompiendo todo
lo que encima me echaron
desde antes de nacer.
Y vuelto ya al anónimo
eterno del desnudo,
de la piedra, del mundo,
te diré:
«Yo te quiero, soy yo».


La voz a ti debida, Pedro Salinas

lunes, 16 de enero de 2012

Velas

Peinado










Días por llegar están delante nuestro.
como una fila de velas encendidas...
doradas, cálidas y vívidas velas.

Días pasados caen detrás nuestro,
una lóbrega fila de velas consumidas;
todavía humean las más próximas,
frías, fundidas y torcidas.

No quiero mirarlas: sus formas me entristecen,
me entristece recordar su luz original.
miro adelante mis velas encendidas.

No quiero girarme, no quiero ver, aterrado,
con qué rapidez esa oscura fila se alarga,
con qué rapidez una nueva vela muerta sigue a otra.

sábado, 14 de enero de 2012

Elogio de la sombra

Clavé

La vejez (tal es el nombre que los otros le dan) 
puede ser el tiempo de nuestra dicha. 
El animal ha muerto o casi ha muerto. 
Quedan el hombre y su alma. 
Vivo entre formas luminosas y vagas 
que no son aún la tiniebla. 
Buenos Aires, 
que antes se desgarraba en arrabales 
hacia la llanura incesante, 
ha vuelto a ser la Recoleta, el Retiro, 
las borrosas calles del Once 
y las precarias casas viejas 
que aún llamamos el Sur. 
Siempre en mi vida fueron demasiadas las cosas; 
Demócrito de Abdera se arrancó los ojos para pensar; 
el tiempo ha sido mi Demócrito. 
Esta penumbra es lenta y no duele; 
fluye por un manso declive 
y se parece a la eternidad. 
Mis amigos no tienen cara, 
las mujeres son lo que fueron hace ya tantos años, 
las esquinas pueden ser otras, 
no hay letras en las páginas de los libros. 
Todo esto debería atemorizarme, 
pero es una dulzura, un regreso. 
De las generaciones de los textos que hay en la tierra 
sólo habré leído unos pocos, 
los que sigo leyendo en la memoria, 
leyendo y transformando. 
Del Sur, del Este, del Oeste, del Norte, 
convergen los caminos que me han traído 
a mi secreto centro. 
Esos caminos fueron ecos y pasos, 
mujeres, hombres, agonías, resurrecciones, 
días y noches, 
entresueños y sueños, 
cada ínfimo instante del ayer 
y de los ayeres del mundo, 
la firme espada del danés y la luna del persa, 
los actos de los muertos, 
el compartido amor, las palabras, 
Emerson y la nieve y tantas cosas. 
Ahora puedo olvidarlas. Llego a mi centro, 
a mi álgebra y mi clave, 
a mi espejo. 
Pronto sabré quién soy.

viernes, 13 de enero de 2012

Itaca (portugués)





Se partires um dia rumo à Ítaca 
Faz votos de que o caminho seja longo 
repleto de aventuras, repleto de saber. 
Nem lestrigões, nem ciclopes, 
nem o colérico Posidon te intimidem! 
Eles no teu caminho jamais encontrarás 
Se altivo for teu pensamento
Se sutil emoção o teu corpo e o teu espírito. tocar
Nem lestrigões, nem ciclopes 
Nem o bravio Posidon hás de ver
Se tu mesmo não os levares dentro da alma
Se tua alma não os puser dentro de ti. 
Faz votos de que o caminho seja longo. 
Numerosas serão as manhãs de verão 
Nas quais com que prazer, com que alegria 
Tu hás de entrar pela primeira vez um porto 
Para correr as lojas dos fenícios 
e belas mercancias adquirir. 
Madrepérolas, corais, âmbares, ébanos 
E perfumes sensuais de toda espécie 
Quanto houver de aromas deleitosos. 
A muitas cidades do Egito peregrinas 
Para aprender, para aprender dos doutos. 
Tem todo o tempo ítaca na mente. 
Estás predestinado a ali chegar. 
Mas, não apresses a viagem nunca. 
Melhor muitos anos levares de jornada 
E fundeares na ilha velho enfim. 
Rico de quanto ganhaste no caminho 
Sem esperar riquezas que Ítaca te desse. 
Uma bela viagem deu-te Ítaca. 
Sem ela não te ponhas a caminho. 
Mais do que isso não lhe cumpre dar-te. 
Ítaca não te iludiu 
Se a achas pobre. 
Tu te tornaste sábio, um homem de experiência. 
E, agora, sabes o que significam Ítacas. 



Constantino Kabvafis (1863-1933) 

jueves, 12 de enero de 2012

Las tardes de enero

Gez Solana
Va cayendo la noche: La bruma
ha bajado a los montes el cielo:
Una lluvia menuda y monótona
humedece los árboles secos.
El rumor de sus gotas penetra
hasta el fondo sagrado del pecho,
donde el alma, dulcísima, esconde
su perfume de amor y recuerdos.
¡Cómo cae la bruma en en alma!
¡Qué tristeza de vagos misterios
en sus nieblas heladas esconden
esas tardes sin sol ni luceros!
En las tardes de rosas y brisas
los dolores se olvidan, riendo,
y las penas glaciales se ocultan
tras los ojos radiantes de fuego.
Cuando el frío desciende a la tierra,
inundando las frentes de invierno,
se reflejan las almas marchitas
a través de los pálidos cuerpos.
Y hay un algo de pena insondable
en los ojos sin lumbre del cielo,
y las largas miradas se pierden
en la nada sin fe de los sueños.
La nostalgia, tristísima, arroja
en las almas su amargo silencio,
Y los niños se duermen soñando
con ladrones y lobos hambrientos.
Los jardines se mueren de frío;
en sus largos caminos desiertos
no hay rosales cubiertos de rosas,
no hay sonrisas, suspiros ni besos.
¡Como cae la bruma en el alma
perfumada de amor y recuerdos!
¡Cuantas almas se van de la vida
estas tardes sin sol ni luceros!

miércoles, 11 de enero de 2012