domingo, 25 de marzo de 2012

Agua

Verbis


AGUA sólo es el mar; agua es el río,      
Agua el torrente, y agua el arroyuelo.    
Pero la voz que en ellos habla y canta    
No es del agua, es del viento.            
Agua es la blanda nieve silenciosa        
Y el mundo bloque de cristal de hielo.    
Pero no es agua, es luz la voz que calla  
Maravillosamente en su silencio.          
Agua es la nube oscura y silenciosa,      
Errante prisionera de los cielos.          
Pero su sombra, andando por la tierra      
Y el mar; no es agua, es sueño.   

sábado, 24 de marzo de 2012

La palabra



Seas quien seas, pasa
y acomódate en mí.

Yo soy el poeta,
no un hacedor de versos,
sino torcedor de palabras.
Las creo y las destruyo.

Es la palabra, Dios.
La eternidad, su tiempo.
El cielo y el infierno una risa de su llanto.

La palabra es mi aliada.
No la pido, la exijo.
No la busco, me encuentra.
No la llamo, se adentra por mis huesos
a manera de tuétano
que salva o mortifica,
según le dé.

A Dios le dio el milagro del “hágase la luz”
La luz fue la palabra
-la palabra será siempre del poeta,
también la luz-
después llegaron los pronombres, los adjetivos,
el hombre, la mujer y la serpiente,
el deseo y la voz.

Has llegado en la noche
disfrazada de sol,
pero sé de tu sombra.

Eres hija del frío
y del mal y del bien.
No conoces pudor
y desatas tu lengua
cuando sabes que frágil
goza el hombre en tu coito.
Esclavo ya de ti, arrodilla su cuerpo
y exclama que eres carne de su carne.

¡Hágase en mí!, pronuncia el siervo,
y te regalas o vendes,
pero siempre tú vences en la puesta
del astrodiós que habita en el hombre,

(De “Sueltos” de José García Pérez)

viernes, 23 de marzo de 2012

Dejar la poesía


Sobrado



Por restar mientras que tú sumas.
Por llenarte de pájaros la mesa.
Por llevarte adonde no sabes salir.
Por castigarte sin hablar.
Por decirte: estás solo.
Porque le rindes cuentas.
Por preferir que cargues
con su dolor de siglos
cuando te sientes nuevo.
Por su imán descabellado.
Por la sed que produce
cuando finge ser agua.
Por su vida paralela.
Por hablarte
cuando quieres dormir.
Por su orgullo de bestia descarriada.
Porque mira a la muerte
con el rabo del ojo
cuando canta oh belleza.
Por no dar explicaciones.
Por suficiente.
Por insuficiente.
Por beberse la sombra de mañana.


jueves, 22 de marzo de 2012

CABRA SOLA






Hay quien dice que soy como la cabra;
Lo dicen lo repiten, ya lo creo;
Pero soy una cabra muy extraña
Que lleva una medalla y siete cuernos.
¡Cabra! En vez de mala leche yo doy llanto.
¡Cabra! Por lo más peligroso me paseo.
¡Cabra! Me llevo bien con alimañas todas,
¡Cabra! Y escribo en los tebeos.
Vivo sola, cabra sola,
-que no quise cabrito en compañía-
cuando subo a lo lato de este valle
siempre encuentro un lirio de alegría.
Y vivo por micuenta, cabra sola;
Que yo a ningún rebaño pertenezco.
Si sufrir es estar como una cabra,
Entonces sí lo estoy, no dudar de ello.

miércoles, 21 de marzo de 2012

EPÍGRAFE

Barceló

Me gustaría saber qué es lo que buscas,
qué intentas encontrar,
por qué has cogido
–sin demasiada fe, supongo–
este libro.
Yo no sé nada que tú ya no sepas,
que no nos puedan enseñar los años.
No hago juegos de magia.
No deslumbro.
Hablo sin vanidad de mis asuntos.
(A lo sumo, acompaño).
Variaciones y reincidencias, 1985.

martes, 20 de marzo de 2012

RAÍCES

Cortijo


En el trasplante se quedaron fuera.
Una maraña blancuzca y carnosa
como con algo obsceno.

Pensé en transformaciones,
en galaxias perdidas, en intestinos.
Luego, al arañarme, solamente
en lo que me dirías.

Cogimos tierra nueva,
coloqué con cuidado las raíces
y añadimos más tierra.
Todo el espacio alrededor
parecía crecer y acomodarse.

Las envidié en silencio porque empezaban algo.



lunes, 19 de marzo de 2012

Canción de cuna para dormir a un preso

Paco Pérez Tiritas


La gaviota sobre el pinar.
(La mar resuena.)
Se acerca el sueño. Dormirás,
soñarás, aunque no lo quieras.
La gaviota sobre el pinar
goteado todo de estrellas.

      Duerme. Ya tienes en tus manos
el azul de la noche inmensa.
No hay más que sombra. Arriba, luna.
Peter Pan por las alamedas.
Sobre ciervos de lomo verde
la niña ciega.
Ya tú eres hombre, ya te duermes,
mi amigo, ea...

     Duerme, mi amigo. Vuela un cuervo
sobre la luna, y la degüella.
La mar está cerca de ti,
muerde tus piernas.
No es verdad que tú seas hombre;
eres un niño que no sueña.
No es verdad que tú hayas sufrido:
son cuentos tristes que te cuentan.
Duerme. La sombra toda es tuya,
mi amigo, ea...

     Eres un niño que está serio.
Perdió la risa y no la encuentra.
Será que habrá caído al mar,
la habrá comido una ballena.
Duerme, mi amigo, que te acunen
campanillas y panderetas,
flautas de caña de son vago
amanecidas en la niebla.

     No es verdad que te pese el alma.
El alma es aire y humo y seda.
La noche es vasta. Tiene espacios
para volar por donde quieras,
para llegar al alba y ver
las aguas frías que despiertan,
las rocas grises, como el casco
que tú llevabas a la guerra.
La noche es amplia, duerme, amigo,
mi amigo, ea...

     La noche es bella, está desnuda,
no tiene límites ni rejas.
No es verdad que tú hayas sufrido,
son cuentos tristes que te cuentan.
Tú eres un niño que está triste,
eres un niño que no sueña.
Y la gaviota está esperando
para venir cuando te duermas.
Duerme, ya tienes en tus manos
el azul de la noche inmensa.
Duerme, mi amigo...
                                            Ya se duerme
mi amigo, ea...
De "Tierra sin nosotr0s" 1947

domingo, 18 de marzo de 2012

Pensar el mundo es como hacerlo nuevo...


...
Medir las vivas aguas del mundo… ¡desvarío!
Entre las dos agujas de tu compás va el río.
La realidad es la vida, fugaz, funambulesca,
el cigarrón voltario, el pez que nadie pesca.
Si quieres saber algo del mar, vuelve otra vez,
un poco pescador y un tanto pez.
En la barra del puerto bate la marejada,
y todo el mar resuena como una carcajada.
Puerto de Santa María, 1915.

sábado, 17 de marzo de 2012

Camino de los Enamorados


Camino de los Enamorados
yo recorrí tu verea,
llenando mis pies de polvo
y con mi novia muy cerca.
Recogiendo flores blancas
de retama en primavera,
para prenderla en tu pelo
con púas de las chumberas.
Ella miraba al sol
que la producía ceguera,
para no ver mis labios
cada vez más cerca.
Ignacio Rosso Sánchez.

viernes, 16 de marzo de 2012

A PROPÓSITO DE LA EXPOSICIÓN «METAMORFOSIS» EN MI PUERTO, Y CON EL PERMISO DE OVIDIO.


De la isla de Heracles
me han rescatado.
Sabios y ancianos de la polis,
científicos ignotos,
cartógrafos, viajeros
llegados de infinitos
confines
examinan
con cuidada gravedad
el pecio de mi alma.
Descubren en mi contorno
-cántaro quemante-
dulce el aroma
de los vinos de Campania.
Rotundo el cosquilleo
de salazones fenicios.
Intacta la gota de oro
que bebí
de corintios olivares.
Se asoman, inquietos, a mi abismo
de lucernas.
Acarician absortos
mis blancos bucles de acanto.
Besan, osados,
la alcancía de especias
con que enamoré al desierto.
Atónitos contemplan
mi mosaico de soles
teñidos de intemperie -aleteo
de las telas-
a la orilla del tiempo.
Todas las glorias, todas
las tentaciones de luz
les derramo en el pecho.
Horadé tierra a tierra
cada legua
hasta llegar aquí: al corazón
de este Mare Nostrum
que he elegido
y me ha elegido
-vértigo al encallar,
embriaguez por fin al fin
del viaje-
para quedarme
o habitarme.
O quizás,
quizás
para amarme.
Natalia Carbajosa Palmero
Del Libro: «Pronóstico». (2005)
Ed. Torremozas. Madrid.

jueves, 15 de marzo de 2012

POEMA DEL CARACOL



Yo sé que hay en el cielo
una pluma suave
que dibuja incansable ríos y montañas
barriendo nubes negras los días soleados
yo he visto a una serpiente inmensa enroscarse
en un río pa sin pagar billete bajar hasta la playa
yrío le mostraba incansable su talonario negro
separaba en los rápidos
cabiaba la corriente
se agarraba a los cañaverales
intentando denodadamente el llegar con retraso
Yo
desde mi ventana hablo con los marcianos
y como mi balcón es grande
les he dicho que pueden usarlo como pista
sin necesidad alguna de pagar el peaje
yo tengo en la nevera un caracol gigante vivo
con más de cinco metros
un caracol que fuma y que hace crucigramas
se alimenta de libros sin palabras
y de luces negras los domingos
no se saca nunca de paseo
porque le da cierto miedo los barrenderos municipales
en casa no usamos sábanas en la cama
dormimos desnudos
sólo nos tapamos con una tela de araña invisible
regalo de un amigo nuestro ciego de Brooklyn
y este mismo amigo también nos está fabricando
unas bicicletitas desmontables
para andar por el fondo de los lagos en invierno
yo tengo una vecina a la que disgusta
todas las maravillas que tenemos en casa
un día sí y otro no nos está denunciando por brujería
y los guardias civiles con un papel escrito me registran la casa
menos mas que el caracol gigante me avisa de antemano
y lo escondo en la lámpara vieja regalo de mi abuela
la tela de araña la pongo entre los libros especiales sin palabras
cubriendo la pista de aterrizaje de los marcianos
yo mismo tengo ahora dieciocho manos y cinco piernas
Las puertas de mi piso son de trescientos metros las bajitas
con lucecitas rojas en las puntas pa que no me las partan los aviones

miércoles, 14 de marzo de 2012

¿Qué es amor?


«¿Qué es amor?», me preguntaba
una niña. Contesté:
«Verte una vez y pensar
haberte visto otra vez.»

martes, 13 de marzo de 2012

PLAZA DE TOROS DEL PUERTO

Sanchis Cortés

Me viera yo en tus carteles
una tarde marinera
haciendo con tu bandera
señas a mis timoneles.
Lejos de los redondeles
no sé que sangre te espera,
ni que torillos abantos
te acribillan a cornadas,
plaza real, coronada,
de grímpolas y lepantos.
Aquilino Duque Gimeno
La Voz del Sur. (1951)
Cádiz.
[por mediación de Fernando Quiñones]

lunes, 12 de marzo de 2012

EL PICAFLOR



Run ... dun, run ... dun ... Y al tremolar sonoro
Del vuelo audaz y como un dardo, intenso,
Surgió de pronto, ante una flor suspenso,
En vibrante ascua de esmeralda y oro.

Fue color... luz... color... A un brusco giro,
Un haz de sol lo arrebató al soslayo;
Y al desaparecer con aquel rayo,
Su ascua fugaz carbonizó en zafiro.

domingo, 11 de marzo de 2012

EN TORNO AL CASTICISMO

Oteiza.- Sabino Arana


A Fanny Rubio, que me desaconsejó escribir en la lengua del Imperio.


Uno quiere a su lengua porque es materia y útil
del oficio escogido, pero no, quede claro,
por su más que dudosa belleza. Nunca he sido
amigo de postrarme ante los diccionarios.

Cabreros y ladrones, no monjes cluniacenses,
forjaron sus palabras sin brillo ni eufonía.
¿Qué cabía esperar de un hato miserable,
quemado por los soles, comido por la tiña?

Jamás tuve por cierto aquello del Espíritu,
del Genio de los Pueblos. Si escribo en español,
no es por Volkgeist alguno que en el albor de España
fluyera entre las barbas del Cid Campeador.

Aunque Rodrigo Díaz el de Vivar debía
fablar un castellano más recio que una aldaba.
Oíanlo los moros al pie de la alcazaba,
y no les alcanzaba al cuerpo la chilaba.

Con todo, no era el pobre un pozo de elocuencia.
Al paso de los siglos, afortunadamente,
nos fuimos refinando, pero la poesía,
de sobre está decirlo, no ha sido nuestro fuerte.

No obstante, hay excepciones. Catad: el Arcipreste.
Manrique. Garcilaso. Quevedo no era manco.
Incluso entre los vascos tuvimos una de ellas,
pero eso antes de Franco.

Detesto sobre todo a la canalla rancia
que hace de esta cuestión cuestión de patriotismo.
Nuestro maestro en estro, Jaume el Conqueridor,
es catalán, inglés y un poco filipino.

En cuanto a mí, la tribu de que procedo, dicen,
moraba ya en los flancos del alto Pirineo
allá cuando Caín sembraba cañamones,
y yo, que me lo creo,

no voy a mendigaros un plato de lentejas
ni un sitio junto al fuego. A ver quién se aventura,
hermanos amadísimos, a negarme el derecho
de primogenitura.

Y si de vez en cuando perpetro un vizcainismo,
que a nadie se le ocurra venir a darme vaya,
y menos a vosotros, pecheros del idioma,
que soy hidalgo viejo, del Fuero de Vizcaya.

sábado, 10 de marzo de 2012

Ocho



A los pies de la cama, oí el ruido
y a mi grito aterrado se encendieron las luces
y el alforzado traje de abombado organdí
que desde ayer pendía de la lámpara
y el viso de rayón, y la enagua crujiente
de batista, y el ingrávido velo
ya no estaban. El sedoso papel
que cien recordatorios contenía
apareció rasgado por la alfombra.
Hasta la verde alberca, atropellando lirios,
asido el roto tul al arco del rosal,
corrías con mis ropas ataviado.
Entre harapos de algas te sacaron inerte,
los pómulos tan blancos que muerto te creyera.
Y sonreí triunfante, midiendo por tu envidia
mi ventaja.
       
De "Dióscuros" 1982

viernes, 9 de marzo de 2012

VARIACIONES SOBRE UN TEMA DE MANUEL MACHADO


El médico me manda no escribir más. Al menos,
me pide que no ponga sobre la llaga el dedo,
que deje de arañarme por dentro como un gato
y, de escribir, que escriba con menos entusiasmo,
que me ande por las ramas –mejor, que fantasee
lo mismo que hacen otros–, que llene las paredes
de tapices, el suelo de mullidas alfombras
y dedique a Venecia y a Pisa algunas odas.
En suma, que no saque mis trapos a la calle
–si por trapos se entienden ciertas intimidades–
y que aprenda a ser pulcro, discreto y decadente
como algunos colegas bastante transigentes.
Total, para que el sueño me otorgue sus blanduras,
imitaré a la grey que aspira a ser oscura.
En un curso intensivo, me aprenderé los nombres
de cuantas telas haya y de todas las flores.
Celebraré los fastos, la gloria, la grandeza
de alguna corte antigua –mejor de ser siniestra–
y afinaré las cuerdas de mi rudo instrumento
para que en adelante suene a Renacimiento.
Si por alguna causa se me agotara el tema
siempre habrá alguna moda, liviana y pasajera,
algo que nos devuelva el sabor del pasado
o su olor, cuando menos, discretamente rancio.
Así que por la paz de un reposo perfecto
–con tal de que no deje testimonio del tiempo
que me tocó vivir–, todo vale. De acuerdo.
En la perfecta edad, 1982.

jueves, 8 de marzo de 2012

Un instante la luz

Un instante la luz
en el agua, y los días,
que se van como el agua.
Vamos, sin prisas,
la fuente mana y corre
por ti, esperándote.