lunes, 8 de abril de 2013

Rima I



RIMA I 

Yo sé un himno gigante y extraño 
que anuncia en la noche del alma una aurora, 
y estas páginas son de ese himno 
cadencias que el aire dilata en las sombras. 

Yo quisiera escribirle, del hombre 
domando el rebelde, mezquino idioma, 
con palabras que fuesen a un tiempo 
suspiros y risas, colores y notas. 

Pero en vano es luchar, que no hay cifra 
capaz de encerrarle; y apenas, ¡oh, hermosa!, 
si, teniendo en mis manos las tuyas, 
pudiera, al oído, cantártelo a solas.

domingo, 7 de abril de 2013

ABRIL FLORECÍA



ABRIL FLORECÍA

Abril florecía
frente a mi ventana.
Entre los jazmines
y las rosas blancas
de un balcòn florido
vi las dos hermanas.
La menor cosía;
la mayor hilaba...
Entre los jazmines
y las rosas blancas,
la más pequeñita,
risueña y rosada
—su aguja en el aire—,
mirò a mi ventana.

La mayor seguía,
silenciosa y pálida,
el huso en su rueca
que el lino enroscaba.
Abril florecía
frente a mi ventana.

Una clara tarde
la mayor lloraba
entre los jazmines
y las rosas blancas,
y ante el blanco lino
que en su rueca hilaba.

—¿Qué tienes—le dije—,
silenciosa pálida?
Señalò el vestido
que empezò la hermana.
En la negra túnica
la aguja brillaba;
sobre el blanco velo,
el dedal de plata.
Señalò la tarde
de abril que soñaba,
mientras que se oía
tañer de campanas.
Y en la clara tarde
me enseñò sus lágrimas...
Abril florecía
Frente a mi ventana.

Fue otro abril alegre
y otra tarde plácida.
El balcòn florido
solitario estaba...
Ni la pequeñita
risueña y rosada,
ni la hermana triste,
silenciosa y pálida,
ni la negra túnica,
ni la toca blanca...
Tan sòlo en el huso
el lino giraba
por mano invisible,
y en la oscura sala
la luna del limpio
espejo brillaba...
Entre los jazmines
y las rosas blancas
del balcòn florido
me miré en la clara
luna del espejo
que lejos soñaba...
Abril florecía
frente a mí ventana.

sábado, 6 de abril de 2013

Canción del río indiferente

              


      Cuando las soledades metálicas de las ruedas hicieron
      Vibrar tu cabeza rasgada por estrellas
      -Rápido, señorial, antiguo,
      Inmutable, prisionero por las islas de arena-,
      Reposaste fluyendo, en la noche, en la muerte.
      Cuando la punta yerta de la flecha se hundió en tierra,
      Y el cuerpo sigiloso del conquistador, vencido, cayó en tierra
      Haciéndose igualmente hueso: tú entrabas en el mar,
      Te detenías huyendo, en la noche, en la muerte.
      Cuando todo sea olvidado (porque todo será olvidado);
      Cuando no recordemos quiénes fuimos bajo ese árbol que ha de ser una mesa,
      Y cuando la mesa se transforme en el fuego,
      Y cuando todo se restituya en ti -¡oh madre tierra!-, en tu terrón amargo:
      Tú fluirás cantando, seguramente cantando
      En la noche, en la muerte.

viernes, 5 de abril de 2013

Soneto de la rima pobre


            Soneto de la rima pobre

      Me das tu pan en tu mano amasado,
      Me das tu pan en tu fogón cocido,
      Me das tu pan en tu piedra molido,
      Me das tu pan en tu pilón pilado.
      Me das tu rancho en tu palma arropado,
      Me das tu lecho en tu rincón sumido,
      Me das tu sorbo, a tu sed exprimido,
      Me das tu traje, en tu sudor sudado.
      Me das, oh Juan, tu dame de mendigo,
      Me das, oh Juan, tu toma de pobrero,
      Tu clara fe, tu oscuro desabrigo,
      Y yo te doy, por lo que dando espero,
      El oscuro esperar con que te sigo
      Y el claro corazón con que te quiero.

jueves, 4 de abril de 2013

Verdores innatos



Verdores innatos

Amiga mía eres tierna hasta el delirio
aquí está la hierba que sube por tus piernas
qué llama ligera
puesto que en cada oreja una anémona
la tierra jamás escucha las palabras que uno quisiera
hagamos nacer mariposas suscitando inquietudes
suscitando caléndulas para huir a no importa dónde
no demasiado pero sin embargo
¿no es así?

miércoles, 3 de abril de 2013

ABRIL



ABRIL
Con sus nieves y aguas mil
al invierno el sol destierra;
suspira alegre la tierra
y ese suspiro es abril.

¡Abril!, el primer albor
de la mañana en el cielo;
¡abril!, el primer anhelo;
¡abril!, la primera flor.

El primer ímpetu ardiente
de la vida, antes en calma;
el primer grito en el alma;
el primer sueño en la frente.

Abril es por maravilla
flor de eterna juventud;
abril es fuerza y salud;
abril sabe a manzanilla.

Abril es aura que cruza
entre flores a escoger;
abril es una mujer,
y una mujer andaluza.

Abril ama, sueña, engríe
canta, bulle y alborota;
abril es clavel que brota,
abril es boca que ríe.

¡Abril! ¿A quién no has dejado
el recuerdo de un amor
y las hojas de una flor
en el libro más preciado?

martes, 2 de abril de 2013

Un libro, un vaso, nada



Un libro, un vaso, nada

Todas las noches dejo
mi soledad entre los libros, abro
la puerta a los oráculos,
quemo mi alma con el fuego
del salmista.
Qué contraria
voluntad de peligros me desvela,
quiebra la vigilante
sed de vivir de mi palabra.
Todas las noches junto inútilmente
los residuos del día, recupero
las horas muertas de la indefensión,
consisto en lo que he sido.
(Una mano olvidada entre las sábanas
rompe papeles, incinera
los escombros del sueño.)
Oh posesión sin nadie, ¿para qué
tantas páginas vanas, tantos
himnos vacíos? Mira
a tu alrededor, ¿qué queda?
Solos
estamos: toda la ausencia cabe
entre la realidad y el sueño. Aquí
mi obstinación es mi alegría:
un libro, un vaso, nada.

lunes, 1 de abril de 2013

Que hei de fazer de mim,... (s/ título)


Que hei de fazer de mim, neste quarto sozinho
Apavorado, lancinado, corrompido
A solidão ardendo em meu corpo despido
E em volta apenas trevas e a imagem do carinho!
Defendido, a me encher como um rio contido
E eu só, e eu sempre só! ó miséria, ó pudor!
Vem, deita comigo, branco e rápido amor
Risca de estrelas cruéis meu céu perdido!
Lança uma virgem, se lança, sobre este quarto
Fála
que monte no teu sórdido inimigo
E que o asfixie sob o seu púbis farto
Mas que prazer é o teu, pobre alma vazia
Que a um tempo ordenhas lágrimas contigo
E outras enxugas, fiéis lágrimas de agonia!

domingo, 31 de marzo de 2013

Aires da miña terra



Escribir nada máis pra unha provincia,
ou, como os pobos árcades fixeron,
escribir sobre a casca dos cortizos,
case que todo vén a ser o mesmo.
A nosa voz, na soledá perdida,
morrerá sen deixar sequera ese eco
que a brisa melancólica do outono
deixa na copa azul dos ameneiros.
Non pode ser tampouco doutra sorte:
pasaron xa, pra non volver, os tempos
en que a linguaxe era unha cifra máxica
fácile sólo ó sacerdote hebreo.
As xentes tristes que no verbo humano
procuran os ideales que entreveron,
cando ó vate interrogan, novo oráculo,
queren revelaciós, que non misterios.
E escribir nunha lingua coñecida
daqueles só que onda nós naceron,
¿que é se non responder esas preguntas
en revesgados xeroglifos pérsicos?
Todo tende á unidá, lei de entre todas
a máis inexorable do progreso;
e el, que de cen nacións un pobo fixo,
un idioma fará de mil dialectos.
Como paran no mar tódolos ríos,
como os raios do sol paran nun centro,
tódalas linguas han de parar nunha,
que hemos de falar todos, tarde ou cedo.
¿Por que botar ó público este libro
se a división dialéctica condeno?,
diredes, con razón, os que leades,
se as ledes, estas páxinas. Diréivolo:
Cando tódalas linguas o fin topen
que marca a todo o providente dedo,
e cos vellos idiomas extinguidos
sola unha fala universal formemos,
esa fala pulida, idioma único,
máis ca hoxe enriquecido e máis perfecto,
resume das palabras mais sonoras
que aquelas nos deixaran como en herdo,
ese idioma, compendio dos idiomas,
como unha serenata pracenteiro,
como unha noite de luar docísimo,
será, ¿que outro se non?, será o galego.
Fala de miña nai, fala harmoniosa
en que o rogo dos tristes sube ó ceo
i en que descende a plácida esperanza
ós afogados e doridos peitos;
fala dos meus avós, fala en que os parias,
de tréboa e polvo e de suor cubertos,
piden á terra o gran da cor do sangue
que ha de cebar á besta do laudemio...
Lingua enxebre, en que as ánimas dos mortos
nas negras noites de silencio e medo
encomendan ós vivos as obrigas
que, ¡malpocados!, sen cumprir morreron.
Idioma en que garulan os paxaros,
en que falan os ánxeles ós nenos,
en que as fontes saloucan e murmuran
entre as follosas árbores os ventos.
Non, ti non morrerás, céltica musa
nada da Suevia nos chouzales pechos,
último amor do pálido Macías
atravesado o corazón cun ferro;
fecundo nume do único rei sabio
que no solio de España tivo asento,
arpa inmortal da doce Rosalía,
do infortunado Añón himno postreiro;
ti non podes morrer... ¡Iso quixeran
os desleigados que te escarneceron!
¡Mais ti non morrerás, Cristo das linguas,
non, ti non morrerás, ouh Nazareno!
Apóstol teu, anque o máis ruín de todos, 
pra onde quer levarei teu Evanxeo,
o fatelo vestindo da ignominia
que pra mofa nas costas che puxeron.
No teu nome, por terras e por mares,
ofrecerei paz e salú ós enfermos,
falareilles da patria ós desterrados,
de liberdade e redención ós servos.
Anunciarei o día do teu triunfo
por cidades e vilas e desertos,
e se por te anunciar me apedrearen,
¡inda ó morrer te mentarán meus beizos!

sábado, 30 de marzo de 2013

Estancia-club





Estancia-club
El poeta es aquel que se embadurna de aceite
Antes de haber usado las máscaras de supervivencia
Ayer por la tarde el mundo era dócil,
Soplaba una brisa sobre las radiantes palmeras
Y yo estaba a la vez en otra parte y en el espacio,
Conocía el Sur y las tres direcciones
En el cielo empobrecido se dibujaban estelas,
Me imaginaba a los ejecutivos sentados en sus aviones
Y los pelos de sus piernas, muy similares a los míos
Y sus valores morales, y sus amantes hindúes
El poeta es aquel, casi igual a nosotros,
Que menea la cola en compañía de los perros.
Me habría podido pasar tres años junto a la piscina
Sin llegar a distinguir el cuerpo de los veraneantes,
La agitación de los cuerpos atraviesa mi retina
Sin despertar en mí ningún vivo deseo.

viernes, 29 de marzo de 2013

Nel Bosco




Ti penso 
ad unghia ad 
unghia, mia
piatta di 
biscotto, sei
di sfoglia, di
rosso marmellata,
sei burro che
non ingrassa, sei
l’impasto di
ogni mio

pane



Pienso en ti
uña a 
uña, mi
llana de galleta, eres
de hojaldre, de 
rojo mermelada,
eres mantequilla que
no engorda, eres
la masa de
todos mis
panes.

jueves, 28 de marzo de 2013

Amanece lloviendo.



LXIII

Amanece lloviendo. Bien peinada
la mañana chorrea el pelo fino.
Melancolía está amarrada;
y en mal asfaltado oxidente de muebles hindúes,
vira, se asienta apenas el destino.
Cielos de puna descorazonada
por gran amor, los cielos de platino, torvos
de imposible.
Rumia la majada y se subraya
de un relincho andino.
Me acuerdo de mí mismo. Pero bastan
las astas del viento, los timones quietos hasta
hacerse uno,
y el grillo del tedio y el jiboso codo inquebrantable.
Basta la mañana de libres crinejas
de brea preciosa, serrana,
cuando salgo y busco las once
y no son más que las doce deshoras.

miércoles, 27 de marzo de 2013

AUTO DE TERMINACIÓN



AUTO DE TERMINACIÓN

Una larga sequía
bebe los ríos de la patria mía.

Salgo de casa y miro cómo pasa
la gente. Cómo vive.
Cómo mueren algunos este invierno
(Carlos, Dámaso, Jaime). Tristemente
miro los ríos de la patria mía
que van a dar a la melancolía.

martes, 26 de marzo de 2013

Sobre las palabras



Sobre las palabras

No se puede salir con las palabras, siempre te comprometen.

Hay palabras que tratadas convenientemente acaban por adquirir el brillo único de esos cristales que son como luces abandonadas a la orilla del mar.

Algunas vienen envueltas en la niebla que entorna la melancolía. Se comenta de ellas que nacen en la soledad de los puertos al amanecer.

La palabra nace – afirma Herbert Conway – cuando en el silencio, en el primer silencio, un hombre imita a un papagayo.

El invento de la palabra pez supuso grandes dificultades. La palabra escama (surgió de inmediato) hizo aún más difícil la captura de aquélla. Alguien, tiempo después, dijo: Mereció la pena tanto esfuerzo. Sin embargo, una muchacha se sonrojó ante las imágenes sugeridas por aquella palabra.

Muy estricta en sus gustos, y gran conocedora del poder persuasivo de los sofismas, Gemma Steven declara sin mucho convencimiento: Primero es la palabra, después la rosa.

Nunca escribas estas palabras en una misma línea: tigre y paloma, pues es fácil que la primera devore a la segunda.

lunes, 25 de marzo de 2013

La semana adelantada





La semana adelantada
Un tío enfermo y en edad anciana
casó con su sobrina (¡muy mal hecho!),
doncella alegre, joven y lozana,
pronta a cobrar el marital derecho.

Díjola el novio: «Te prevengo, Juana,
ya que vas a estrenar el nupcial lecho,
que yo sólo una vez cada semana
podré servirte en algo de provecho.»

Conformose la ninfa; y recibiendo
en singular aquel tributo frío,
repetía entre sí: «Peor es nada.»

Mas llamado el anciano reverendo
le instaba humilde: «Vaya, tío mío,
siquiera una semana adelantada.»

domingo, 24 de marzo de 2013

ME DESTIERRO...


ME DESTIERRO...
Me destierro a la memoria,
voy a vivir del recuerdo.
Buscadme, si me os pierdo,
en el yermo de la historia,

que es enfermedad la vida
y muero viviendo enfermo.
Me voy, pues, me voy al yermo
donde la muerte me olvida.

Y os llevo conmigo, hermanos,
para poblar mi desierto.
Cuando me creáis más muerto
retemblaré en vuestras manos.

Aquí os dejo mi alma?libro,
hombre?mundo verdadero.
Cuando vibres todo entero,
soy yo, lector, que en ti vibro.

sábado, 23 de marzo de 2013

OTRA VEZ



OTRA VEZ
Siempre la primavera
y estas ganas de huir de las paredes.
Gira la rueda
ser otra vez virgen
para dejar otra vez de serlo
gira la rueda
mojarme en la tormenta
con un paraguas de risa
como una niña mala
gira que gira
la sangre savia verde
germina en mis caderas.

viernes, 22 de marzo de 2013

ROSA DE MELANCOLIA



ROSA DE MELANCOLIA
Era yo otro tiempo un pastor de estrellas,
y la vida, como luminoso canto.
Un símbolo eran las cosas más bellas
para mí: la rosa, la niña, el acanto.

Y era la armoniosa voz del mundo,
una onda azul que rompe en la playa de oro,
cantando el oculto poder de la luna
sobre los destinos del humano coro.

Me daba Epicuro sus ánforas llenas,
un fauno me daba su agreste alegría,
un pastor de Arcadia, miel de sus colmenas.

Pero hacia el ensueño navegando un día,
escuché lejano canto de sirenas
y enfermó mi alma de Melancolía.