viernes, 26 de abril de 2013

LA CATARATA Y EL RUISEÑOR




I Desplómase la rauda catarata envuelta en luz y plata, rompiendo en mil pedazos su diadema; al abismo se lanza y precipita, y ruge, canta, grita, formando con sus ritmos un poema. Al ver sus vestiduras y cendales cubiertos de cristales y de resplandeciente pedrería, un ruiseñor contémplala extasiado, y canta entusiasmado sublime y amorosa melodía. Y en torno del torrente que flamea el pájaro aletea; moja en el agua límpida su pluma, y por la catarata arrebatado el pájaro, asfixiado, en el abismo rueda entre la espuma. II El vicio es una hirviente catarata que rauda se desata y en el oscuro abismo se despeña; y al mirar su diadema de brillantes, su luz y sus cambiantes, el alma, alguna vez, suspira y sueña.

jueves, 25 de abril de 2013

Oda a España



Oda a España

Escucha, España, la voz de un hijo
que te habla en lengua no castellana;
hablo en la lengua que me ha legado
la tierra áspera;
en esta lengua pocos te hablaron;
en la otra, demasiado.

Demasiado de los saguntinos
y de los que mueren por la patria;
y por tus glorias y tus recuerdos,
recuerdo y gloria de cosas muertas,
triste has vivido.

De distinta manera quiero hablarte.
¿Por qué derramar la sangre inútil?
La sangre es vida, si está en las venas,
vida hoy, vida para los que vengan;
vertida, es muerte.

Demasiado pensaste en tu honor
y escasamente en tu vida:
tus hijos, trágica, diste a la muerte.
Mortales honras te satisfacían;
tus fiestas eran tus funerales,
¡oh triste España!

Yo vi barcos zarpar repletos
de hijos que a la muerte entregabas:
sonriendo iban hacia el azar,
y tú cantabas junto a la mar
como una loca.

¿Dónde tus barcos? ¿Dónde tus hijos?
Pregúntalo al Poniente, a la ola brava:
perdiste todo, a nadie tienes.
¡España, España, vuelve en ti,
rompe el llanto de madre!

Sálvate, sálvate de tantos males;
que el llanto te haga alegre, fecunda y viva;
piensa en la vida que te rodea;
alza la frente,
sonríe ante los siete colores del iris.

¿Dónde estás España, dónde que no te veo?
¿No oyes mi voz atronadora?
¿No comprendes esta lengua que entre peligros te habla?
¿A tus hijos no sabes ya entender?
¡Adiós, España!

Versión de José Batlló

miércoles, 24 de abril de 2013

Ay



¿Cómo fue? Me encontraba yo fuera
y mi niño cayó muy enfermo.
Me llamó con un parte su madre
y vine corriendo.

¡Pobrecillo! Sintiendo mis pasos,
hacia mí revolvía sus ojos.
No me vio, y lloró. ¡Los tenía
ya ciegos del todo!

No me acuerdo del tiempo que estuve
en la cuna de dolor doblado,
sólo sé que me erguí con mi niño
sin vida, en los brazos.

Mariposa de alillas doradas
que a la cuna vacía has venido,
si por él me preguntas, ya sabes
qué fue de mi niño.

martes, 23 de abril de 2013

RESUCITARÁN



RESUCITARÁN

Los pájaros que en sus nidos
mueren, ¿a dónde van?
¿Y en que lugar escondidos
están, muertos o dormidos,
los besos que no se dan?

Nacen, y al punto traviesos
hallar la salida quieren;
¡pero como nacen presos,
se enferman pronto mis besos
y, apenas naces, se mueren!

En vano con raudo giro
éste a mis labios llegó.
Si lejos los tuyos miro . . .
¿sabes lo que es un suspiro?
¡Un beso que no se dio!

¡Que labios tan carceleros!
¡Con cadenas y cerrojos
los aprisionan severos,
y apenas los prisioneros
se me asoman a los ojos!

¡Pronto rompe la cadena
de tan injusta prisión,
y no mueran más de pena,
que ya está de besos llena
la tumba de mi corazón!

¿Qué son las bocas? Son nidos.
¿Y los besos? ¡Aves locas!
Por eso, apenas nacidos,
de sus nidos aburridos
salen buscando otras bocas.

¿Por qué en cárcel sepulcral
se trueca el nido del ave?
¿Por qué los tratas tan mal,
si tus labios de coral
son los que tienen la llave?

-Besos que apenas despiertos,
volar del nido queréis
a sus labios entreabiertos,
en vuestra tumba, mis muertos,
dice: ¡Resucitaréis!

lunes, 22 de abril de 2013

Mar pagano



Mar pagano

La voz del mar es un clamor de furia,
de paroxismo. En el temblor del agua,
con espasmos de amor y de lujuria,
tal vez un mito divinal se fragua.

Líquidas trallas baten los cantiles;
y es tan tremendo el ímpetu que azota
los peñascos austeros y seniles,
que su masa en esquirlas salta rota.

El sol es como un ascua. Es un glorioso
pastor; desde los cielos deslumbrantes,
guía un blanco rebaño milagroso
de magníficas olas espumantes.

Mar, ¿qué quieres? Acaso en esta ruda
contienda, en este rebramar sonoro,
va a surgir otra vez, blanca y desnuda,
de entre tus olas Afrodita de oro,

y esas torsiones ásperas, supremas,
son del nuevo prodigio las señales?
¿O quieres, de tu azul, fundir dos gemas
para sus claros ojos inmortales?

domingo, 21 de abril de 2013

La musa nueva



LA MUSA NUEVA
La escena ha sido en Francia.
El Zeus del Parnaso
en un antiguo vaso
el néctar nuevo escancia.
Dilúyese en fragancia
su risa de payaso
y deja atrás de un paso
la retórica rancia.
Como Banville divino,
derrama un nuevo vino
en cáliz principesco,
y hasta el Olimpo salto
en un muy noble y alto
rimar funambulesco.
1903.

sábado, 20 de abril de 2013

Puerto de Gran Canaria



Puerto de Gran Canaria sobre el sonoro Atlántico,
con sus faroles rojos en la noche calina
y el disco de la luna bajo el azul romántico
rielando en la movible serenidad marina
Silencio en los muelles en la paz bochornosa,
lento compás de remos, en el confín perdido
y el leve chapoteo del agua verdinosa
lamiendo los sillares del malecón dormido
Fingen en la penumbra fosfóricos trenzados
las mortecinas luces de los barcos anclados
mirando entre las ondas muertes de la bahía.
Y de pronto, rasgando la calma, sosegado,
un cantar marinero, monótono y cansado,
vierte en la noche el dejo de su melancolía.

viernes, 19 de abril de 2013

La afanada



La afanada

Oh, mujer que andas sólo por atajos,
veredas que parecen secretos campesinos;
oh, nunca deseada a plena luz del día;
tu labor, qué afanosa; de luto es tu vestido.

Bordeas, recatada, los surcos campesinos.
El aire es denso. Ningún rumor produce la alborada.
Si la alondra tardase, tu corazón se ahogaría.
Pero no vuelves la vista para contemplar el vuelo.

Pasas, ligera, cuando el camino lo permite.
¿Vas -tu única diversión- hacia la ermita vieja
-tres horas de camino-, a ver a algún sobrino enfermo?

Amada nunca fuiste, ni adolescente o libre.
Si inclinas la cabeza, de alegría o tristeza,
el rostro te ilumina la luz del delantal.

Versión de José Corredor-Matheos

"Ocho siglos de poesía catalana", Editorial Alianza

jueves, 18 de abril de 2013

Oficios


OFICIOS
Sombra. Callejas frescas con fachas de hidalgo:
trapos en los balcones de leño azul. Hay algo
que recuerda el silencio de oro de las colmenas.
Se labora moviendo a los labios apenas.
¿Durango, Azcoitia, Luno? Viven, triunfan las manos,
tejiendo cuerda, urdiendo la sandalia de aldeanos,
la alpargata. Igualmente mudos, entre madera
fresca, que como en rizos de propia cabellera,
se envuelve en sus virutas, labran los ebanistas.
En el camino quiebran las rígidas aristas
de los cantos, tric, trac, tric, los picapedreros;
indican, aijada alta, la rúa, los boyeros.
¿Quién dijo descontento en este bello mundo?
¡Amad, dulces hermanos de oficios, con profundo
amor, la piedra, el leño, la cuerda, que el destino
os puso entre las manos, como llavín divino
para que el universo sus tesoros os abra!
Por cuerda, leño y piedra, yo tengo la palabra.
La sencillez de los seres, 1923.

miércoles, 17 de abril de 2013

¿Cuándo volverán?



¿Cuándo volverán?



El pájaro al viento
la estrella a la mar
y el barco a su puerto
¿Cuándo volverán?

         El hombre a su arado
         el fuego a su hogar
         y la flor al árbol
         ¿Cuándo volverán?

Baje del viento la bala
y mire el hombre su mano
calme con ella el dolor
en la frente de su hermano

         El pájaro al viento
         y el fuego al hogar
         ¿Cuándo volverán?





                          Emilio Prados, “Destino fiel” 1936-1939

martes, 16 de abril de 2013

El mar
















El mar. El joven mar. El mar de Ulises
Y el de aquel otro Ulises que la gente
Del Islam apodó famosamente
Es-Sindibad del Mar. El mar de grises
Olas de Erico el Rojo, alto en su proa.
Y el de aquel caballero que escribía
A la vez la epopeya y la elegía
De su patria, en la ciénaga de Goa.
El mar de Trafalgar. El que Inglaterra
Cantó a lo largo de su larga historia,
El arduo mar que ensangrentó de gloria
En el diario ejercicio de la guerra.
El incesante mar que en la serena
Mañana surca la infinita arena.

(De «El oro de los tigres»)

lunes, 15 de abril de 2013

HOLOGRAMA



HOLOGRAMA

En componer mi vida me he esforzado
como si de un poema se tratara:
caen callando sus versos esta clara
madrugada de agosto en Vinogrado.

Las calles que he seguido y evitado,
el amor que me acoge y desampara
han copiado los rasgos de mi cara
en el otro que marcha a mi costado.

He trazado torpísimos renglones
y para enderezarlos he torcido
la vida que escribí con tanto empeño.

Ya la borran las torvas estaciones
y estos días de plomo derretido
que atraviesan mis párpados sin sueño.

domingo, 14 de abril de 2013

BALCÓN



BALCÓN

La Lola
canta saetas.
Los toreritos
la rodean,
y el barberillo,
desde su puerta,
sigue los ritmos
con la cabeza.
Entre la albahaca
y la hierbabuena,
la Lola canta
saetas.
La Lola aquella,
que se miraba
tanto en la alberca.

sábado, 13 de abril de 2013

Don del poema



Don del poema

               ¿A quién sino a ti diré
la hora llorada en la soledad invisible,
amor, donde crece y calla el ansia imposible,
donde es incierto el astro, nocturno el verde es,
donde sed de más sed hace el ansia imposible?

               ¡Me llamas, real amor vero!
Puedo huir: todo lazo arde en tu llama púrpura;
puedo morir: ¡el fruto me es dado en tu dulzura!
Pero resto en tu vida, nazco a lo que más quiero
desde el centro secreto de tu propia dulzura.

               Vivo, y no por antiguos sueños,
amor, yo te traeré el inefable poema,
sino por la hora tuya, pura en su rama extrema,
o por pobres trabajos de mis manos empeño
por imitar la flor -¡oh inefable poema!


Versión de José Agustín Goytisolo

viernes, 12 de abril de 2013

ESPERA...



ESPERA...
eres el aliento, el íntimo
aire que revive, el vértigo
de saberte tras el humo
de mis brazos.

El justo dolor que acosa
por quererte.
El pájaro que sobrevuela
la espesura y la resina
en la distancia.
El son de mis palabras
que murieron
por las violetas
que no te supe. Tú eres
mis versos, tan tristes.
El sino inescrutable
de la vida y las mimosas
de este invierno
como tú: transparente y frío.

Están lejos tus párpados
como semillas floridas.
O tus labios que desconfían
de tanto amor.
Y esa mañana, levísima,
que me prestas
desde tan largo regreso.

Y tuyo es el salitre.
Y tuyo el vuelo de las gaviotas.

jueves, 11 de abril de 2013

EXPRESAR EN LENGUAJE VIGOROSO…



EXPRESAR EN LENGUAJE VIGOROSO…
Expresar en lenguaje vigoroso
deseo, afán, placeres; fácilmente,
versificar al son del amoroso
y loco corazón lo que se siente.
Y –¡letargo feliz!– ser dadivoso
con el ente carnal; no hacia el ausente
y su sombra, veraz; y voluptuoso,
entregarse a la vida plenamente.
Aprender a sufrir sin desmayar
y a amar sin esperar; de audaz talante,
del tedio huir y al náufrago ayudar.
Viviendo el hoy, mirar hacia delante.
De lo claro y lo oscuro practicante,
y ante orates y sabios razonar.
Solo y dolido, 1947. Traducción de Manuel Longares.

miércoles, 10 de abril de 2013

A Jesús crucificado



Delante de la cruz, los ojos míos

 quédenseme, Señor, así mirando

 y sin ellos quererlo estén llorando

 porque pecaron mucho y están fríos.

 Y estos labios que dicen mis desvíos

 quédenseme, Señor, así cantando,

 y sin ellos querer estén rezando,

 porque pecaron mucho y son impíos.

 Y así con la mirada en vos prendida

 y así con la palabra prisionera,

 como a la carne a vuestra cruz asida,

 quédeseme, Señor, el alma entera

 así clavada en vuestra cruz mi vida,

Señor, así cuando queráis me muera.

martes, 9 de abril de 2013

Cantora nocturna




Cantora nocturna
                               Joe, macht die Musik von damals nacht...

La que murió de su vestido azul está cantando.
Canta imbuida de muerte al sol de su ebriedad.

Adentro de su canción hay un vestido azul, hay
un caballo blanco, hay un corazón verde tatuado
con los ecos de los latidos de su corazón
muerto.

Expuesta a todas las perdiciones, ella
canta junto a una niña extraviada que es ella:
su amuleto de la buena suerte. Y a pesar de la
niebla verde en los labios y del frío gris en los
ojos, su voz corroe la distancia que se abre entre
la sed y la mano que busca el vaso.

Ella canta.