lunes, 6 de mayo de 2013
Guadalquivir
GUADALQUIVIR
En su nacimiento, en Cazorla.
¡Detente aquí, viajero! En estas peñas
nace el que es y será rey de los ríos,
entre pinos gigantes y bravíos,
que arrullan su nacer y ásperas breñas.
El reflejo otro tiempo las enseñas,
las armas, los corceles y atavíos
de razas imperiosas, cuyos bríos
postráronse en sus márgenes risueñas
ensancha entre olivos y trigales,
y al mar corre a rendirle sus cristales.
Mas coma lleva sal de Andalucía,
sus aguas vuelve a las del mar iguales,
para llegar mas lejos todavía...
Y así van sus caudales,
triunfantes en el seno de las olas,
a las playas de América españolas.
domingo, 5 de mayo de 2013
Ven. Ven. Así. Te beso
Ven. Ven. Así. Te beso. Te arranco. Te arrebato. Te compruebo en lo oscuro, ardiente oscuridad, abierta, negra, oculta derramada golondrina, oh tan azul, de negra, palpitante. Oh así, así, ansiados, blandos labios undosos, piel de rosa o corales delicados, tan finos. Así, así, absorbidos, más y más, succionados. Así, por todo el tiempo. Muy de allá, de lo hondo, dulces ungüentos desprendidos, amados, bebidos con frenesí, amor hasta desesperados. Mi único, mi solo, solitario alimento, mi húmedo, lloviznado en mi boca, resbalado en mi ser. Amor. Mi amor. Ay, ay. Me dueles. Me lastimas. Ráspame, límame, jadéame tú a mí, comienza y recomienza, con dientes y garganta, muriendo, agonizando, nuevamente volviendo, falleciendo otra vez, así por siempre, para siempre, en lo oscuro, quemante oscuridad, uncida noche, amor, sin morir y muriendo, amor, amor, amor, eternamente.
sábado, 4 de mayo de 2013
ILUSIONES PERDIDAS
ILUSIONES PERDIDAS
Hoja del árbol caída en infancia
hoja caída de rodillas
en el centro de su olvido
dulce juguete de esperanzas y relámpagos
sangrando la cabeza malherida
como las ilusiones ópticas
en su palacio de muerte inolvidable
constante barco de corazón doliente
entre naufragio y sombra apresurada.
Hoja del nudo caído en árbol caído en infancia
adónde te arrastran hoja de dulce corazón
y los excesos del fuego de las águilas visuales
hojas de las ramas calefaccionables
detenidas en el aire
prontas a podredumbre entre sus propios brazos
como las aguas embrujadas.
viernes, 3 de mayo de 2013
LA LLUVIA
LA LLUVIA
Bruscamente la tarde se ha aclarado
Porque ya cae la lluvia minuciosa.
Cae o cayó. La lluvia es una cosa
Que sin duda sucede en el pasado.
Quien la oye caer ha recobrado
El tiempo en que la suerte venturosa
Le reveló una flor llamada rosa
Y el curioso color del colorado.
Esta lluvia que ciega los cristales
Alegrará en perdidos arrabales
Las negras uvas de una parra en cierto
Patio que ya no existe. La mojada
Tarde me trae la voz, la voz deseada,
De mi padre que vuelve y que no ha muerto.
jueves, 2 de mayo de 2013
BALADILLA DE LOS TRES PUÑALES
BALADILLA DE LOS TRES PUÑALES
He comprado tres puñales
para que me des la muerte...
El primero, indiferencia,
sonrisa que va y que viene
y que se adentra en la carne
como una rosa de nieve.
El segundo, de traición;
mi espalda ya lo presiente,
dejando sin primavera
un árbol de venas verdes.
Y el último acero frío,
por si valentía tienes
y me dejas, cara a cara,
amor, de cuerpo presente.
He comprado tres puñales
para que me des la muerte...
miércoles, 1 de mayo de 2013
También el mar, hoy...
También el mar, hoy,
tiene el alma llena de madurez.
-Se le oye la adolescencia
en el vidrio del aire
llena de fragmentos de vísperas
y de intactas navegaciones oscuras.-
Así. Más allá. Ahora de la sombra:
¿No te duele el canto,
-redondez tibia de beso preciso-
del sol en la sombra?
martes, 30 de abril de 2013
MORIR
MORIR
En el más cariñoso lecho
me siento morir,
cuando en la naturaleza,
toda mansa como jardín.
Muelle, el ala del ángel blanco
¡qué piedad, que ternura al fin!—
primera vez roza mis hombros
como el arco roza el violín.
Esta frescura de saber
que también nos vamos de aquí,
¡qué novedad en la conciencia,
qué persuasión blanda y sutil!
¡Qué conformidad, que tersura,
qué dejarse ir!
Sus filos y puntas los actos
redondean al llegar a mí.
Ni la sangría del estoico
que se amenguaba sin sentir,
ni el áspid que penas besaba
el botón de ansioso carmín:
Lento declive, y tan seguro
—hinchado de sí—
que ni da lugar a lamentos
ni a temores, ni
siquiera al vago cosquilleo
de ese minuto por venir
en que se ha de abrir a mis ojos
algo que se tiene que abrir.
¡Qué natural lo que se acaba
cuando ya se acaba por sí!
Voy con la razón satisfecha,
dormido, contento, feliz.
¡Y yo que viví tantos años,
tantos años como perdí,
sin dar oídos a la esfinge
que susurraba junto a mí!
Yo no sabía que la vida
se reclina y se tiene así
en esa gula de la nada
que es su diván, es su cojín.
me siento morir,
cuando en la naturaleza,
toda mansa como jardín.
Muelle, el ala del ángel blanco
¡qué piedad, que ternura al fin!—
primera vez roza mis hombros
como el arco roza el violín.
Esta frescura de saber
que también nos vamos de aquí,
¡qué novedad en la conciencia,
qué persuasión blanda y sutil!
¡Qué conformidad, que tersura,
qué dejarse ir!
Sus filos y puntas los actos
redondean al llegar a mí.
Ni la sangría del estoico
que se amenguaba sin sentir,
ni el áspid que penas besaba
el botón de ansioso carmín:
Lento declive, y tan seguro
—hinchado de sí—
que ni da lugar a lamentos
ni a temores, ni
siquiera al vago cosquilleo
de ese minuto por venir
en que se ha de abrir a mis ojos
algo que se tiene que abrir.
¡Qué natural lo que se acaba
cuando ya se acaba por sí!
Voy con la razón satisfecha,
dormido, contento, feliz.
¡Y yo que viví tantos años,
tantos años como perdí,
sin dar oídos a la esfinge
que susurraba junto a mí!
Yo no sabía que la vida
se reclina y se tiene así
en esa gula de la nada
que es su diván, es su cojín.
lunes, 29 de abril de 2013
Arte
Arte
Arte, palabra divina
que gloria al talento augura;
plácida luz que fulgura
sobre una santa colina;
pura fuente cristalina;
águila de eterno vuelo;
ángel que canta en el suelo
melancólicos amores,
brindando al talento flores
de los jardines del cielo.
Por él, titán soberano
Miguel Ángel se agiganta,
y hasta los cielos levanta
la cruz del templo cristiano;
por él, arranca Ticiano
al cielo su luz hirviente,
y por él, Osián potente,
dando formas a la idea
como Dios, al gritar SEA
lanza un mundo de su frente.
Por él, el gran Cicerón,
águila de la elocuencia,
sube al templo de la ciencia
escalón por escalón:
por él, con mística unción
canta David sus creaciones;
y por ceñir sus blasones
le dan a su gloria fieles,
Cano y Van Dijk), sus pinceles;
Lope y Dante sus canciones.
Por él, el genio sediento
que eternos templos se labra,
da seres a la palabra
y a las rocas pensamiento;
ante su potente aliento,
la tierra cede sin tino;
pues el mar, el torbellino,
la luz, el monte, la aurora,
son una creación sonora
que hizo un Artista Divino.
Por él, la mente se agita;
por él, vive la esperanza;
por él, la dicha se alcanza;
por él, la conciencia grita;
su luz es siempre bendita,
y su poder tan profundo,
que un rey, Felipe segundo,
porque el Orbe no le viera,
arrojó el arte de Herrera
entre su tumba y el mundo.
A los ecos de su nombre
que aromas de gloria lleva,
el hombre hasta Dios se eleva,
y Dios desciende hasta el hombre;
a nadie su altura asombre
teniendo fuerza y aliento,
pues a ese alcázar que el viento
arrulla sobre alto muro,
se llega con pie seguro
por la escala del talento.
Genio que a la altiva cumbre
te vas alzando valiente,
ansiando ceñir tu frente
con un rayo de su lumbre;
sigue... y si en la muchedumbre
protesta algún ser artero
contra el arte que venero,
dile con desdén profundo,
que es la primera obra, el mundo,
Dios, el artista primero.
domingo, 28 de abril de 2013
Qué a gusto sería
Qué a gusto sería
sombra de tu cuerpo
¡Todas las horas del día de cerca
te iría siguiendo!
Y mientras la noche
reinara en silencio,
toda la noche tu sombra estaría
pegada a tu cuerpo.
Y cuando la muerte
llegara a vencerlo,
sólo una sombra por siempre serían
tu sombra y tu cuerpo.
sábado, 27 de abril de 2013
Llamaron a mi corazón
A mi corazón llamaron:
corrí a abrir con vida y alma.
Veo en la puerta a mi Amor
con una cruz que me espanta.
-Pasad, si os place, Señor,
pasad, que ésta es vuestra casa;
si sólo una choza es,
haced de ella vuestro alcázar.
Y, haciendo mi noche día,
Jesús entró en mi morada;
pero al entrar en mi pecho
dejó la cruz en mi espalda.
viernes, 26 de abril de 2013
LA CATARATA Y EL RUISEÑOR
I
Desplómase la rauda catarata
envuelta en luz y plata,
rompiendo en mil pedazos su diadema;
al abismo se lanza y precipita,
y ruge, canta, grita,
formando con sus ritmos un poema.
Al ver sus vestiduras y cendales
cubiertos de cristales
y de resplandeciente pedrería,
un ruiseñor contémplala extasiado,
y canta entusiasmado
sublime y amorosa melodía.
Y en torno del torrente que flamea
el pájaro aletea;
moja en el agua límpida su pluma,
y por la catarata arrebatado
el pájaro, asfixiado,
en el abismo rueda entre la espuma.
II
El vicio es una hirviente catarata
que rauda se desata
y en el oscuro abismo se despeña;
y al mirar su diadema de brillantes,
su luz y sus cambiantes,
el alma, alguna vez, suspira y sueña.
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jueves, 25 de abril de 2013
Oda a España
Oda a España
Escucha, España, la voz de un hijo
que te habla en lengua no castellana;
hablo en la lengua que me ha legado
la tierra áspera;
en esta lengua pocos te hablaron;
en la otra, demasiado.
Demasiado de los saguntinos
y de los que mueren por la patria;
y por tus glorias y tus recuerdos,
recuerdo y gloria de cosas muertas,
triste has vivido.
De distinta manera quiero hablarte.
¿Por qué derramar la sangre inútil?
La sangre es vida, si está en las venas,
vida hoy, vida para los que vengan;
vertida, es muerte.
Demasiado pensaste en tu honor
y escasamente en tu vida:
tus hijos, trágica, diste a la muerte.
Mortales honras te satisfacían;
tus fiestas eran tus funerales,
¡oh triste España!
Yo vi barcos zarpar repletos
de hijos que a la muerte entregabas:
sonriendo iban hacia el azar,
y tú cantabas junto a la mar
como una loca.
¿Dónde tus barcos? ¿Dónde tus hijos?
Pregúntalo al Poniente, a la ola brava:
perdiste todo, a nadie tienes.
¡España, España, vuelve en ti,
rompe el llanto de madre!
Sálvate, sálvate de tantos males;
que el llanto te haga alegre, fecunda y viva;
piensa en la vida que te rodea;
alza la frente,
sonríe ante los siete colores del iris.
¿Dónde estás España, dónde que no te veo?
¿No oyes mi voz atronadora?
¿No comprendes esta lengua que entre peligros te habla?
¿A tus hijos no sabes ya entender?
¡Adiós, España!
Versión de José Batlló
miércoles, 24 de abril de 2013
Ay
¿Cómo fue? Me encontraba yo fuera
y mi niño cayó muy enfermo.
Me llamó con un parte su madre
y vine corriendo.
¡Pobrecillo! Sintiendo mis pasos,
hacia mí revolvía sus ojos.
No me vio, y lloró. ¡Los tenía
ya ciegos del todo!
No me acuerdo del tiempo que estuve
en la cuna de dolor doblado,
sólo sé que me erguí con mi niño
sin vida, en los brazos.
Mariposa de alillas doradas
que a la cuna vacía has venido,
si por él me preguntas, ya sabes
qué fue de mi niño.
martes, 23 de abril de 2013
RESUCITARÁN
RESUCITARÁN
Los pájaros que en sus nidos
mueren, ¿a dónde van?
¿Y en que lugar escondidos
están, muertos o dormidos,
los besos que no se dan?
Nacen, y al punto traviesos
hallar la salida quieren;
¡pero como nacen presos,
se enferman pronto mis besos
y, apenas naces, se mueren!
En vano con raudo giro
éste a mis labios llegó.
Si lejos los tuyos miro . . .
¿sabes lo que es un suspiro?
¡Un beso que no se dio!
¡Que labios tan carceleros!
¡Con cadenas y cerrojos
los aprisionan severos,
y apenas los prisioneros
se me asoman a los ojos!
¡Pronto rompe la cadena
de tan injusta prisión,
y no mueran más de pena,
que ya está de besos llena
la tumba de mi corazón!
¿Qué son las bocas? Son nidos.
¿Y los besos? ¡Aves locas!
Por eso, apenas nacidos,
de sus nidos aburridos
salen buscando otras bocas.
¿Por qué en cárcel sepulcral
se trueca el nido del ave?
¿Por qué los tratas tan mal,
si tus labios de coral
son los que tienen la llave?
-Besos que apenas despiertos,
volar del nido queréis
a sus labios entreabiertos,
en vuestra tumba, mis muertos,
dice: ¡Resucitaréis!
lunes, 22 de abril de 2013
Mar pagano
Mar pagano
La voz del mar es un clamor de furia,
de paroxismo. En el temblor del agua,
con espasmos de amor y de lujuria,
tal vez un mito divinal se fragua.
Líquidas trallas baten los cantiles;
y es tan tremendo el ímpetu que azota
los peñascos austeros y seniles,
que su masa en esquirlas salta rota.
El sol es como un ascua. Es un glorioso
pastor; desde los cielos deslumbrantes,
guía un blanco rebaño milagroso
de magníficas olas espumantes.
Mar, ¿qué quieres? Acaso en esta ruda
contienda, en este rebramar sonoro,
va a surgir otra vez, blanca y desnuda,
de entre tus olas Afrodita de oro,
y esas torsiones ásperas, supremas,
son del nuevo prodigio las señales?
¿O quieres, de tu azul, fundir dos gemas
para sus claros ojos inmortales?
domingo, 21 de abril de 2013
La musa nueva
LA MUSA NUEVA
La escena ha sido en Francia.
El Zeus del Parnaso
en un antiguo vaso
el néctar nuevo escancia.
Dilúyese en fragancia
su risa de payaso
y deja atrás de un paso
la retórica rancia.
El Zeus del Parnaso
en un antiguo vaso
el néctar nuevo escancia.
Dilúyese en fragancia
su risa de payaso
y deja atrás de un paso
la retórica rancia.
Como Banville divino,
derrama un nuevo vino
en cáliz principesco,
y hasta el Olimpo salto
en un muy noble y alto
rimar funambulesco.
derrama un nuevo vino
en cáliz principesco,
y hasta el Olimpo salto
en un muy noble y alto
rimar funambulesco.
1903.
sábado, 20 de abril de 2013
Puerto de Gran Canaria
Puerto de Gran Canaria sobre el sonoro Atlántico,
con sus faroles rojos en la noche calina
y el disco de la luna bajo el azul romántico
rielando en la movible serenidad marina
Silencio en los muelles en la paz bochornosa,
lento compás de remos, en el confín perdido
y el leve chapoteo del agua verdinosa
lamiendo los sillares del malecón dormido
Fingen en la penumbra fosfóricos trenzados
las mortecinas luces de los barcos anclados
mirando entre las ondas muertes de la bahía.
Y de pronto, rasgando la calma, sosegado,
un cantar marinero, monótono y cansado,
vierte en la noche el dejo de su melancolía.
viernes, 19 de abril de 2013
La afanada
La afanada
Oh, mujer que andas sólo por atajos,
veredas que parecen secretos campesinos;
oh, nunca deseada a plena luz del día;
tu labor, qué afanosa; de luto es tu vestido.
Bordeas, recatada, los surcos campesinos.
El aire es denso. Ningún rumor produce la alborada.
Si la alondra tardase, tu corazón se ahogaría.
Pero no vuelves la vista para contemplar el vuelo.
Pasas, ligera, cuando el camino lo permite.
¿Vas -tu única diversión- hacia la ermita vieja
-tres horas de camino-, a ver a algún sobrino enfermo?
Amada nunca fuiste, ni adolescente o libre.
Si inclinas la cabeza, de alegría o tristeza,
el rostro te ilumina la luz del delantal.
Versión de José Corredor-Matheos
"Ocho siglos de poesía catalana", Editorial Alianza
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