jueves, 24 de octubre de 2013

VIGILIA Y SUEÑO





VIGILIA Y SUEÑO
La moza lucha con el mancebo
-su prometido y hermoso efebo-
y vence a costa de un traje nuevo.

Y huye sin mancha ni deterioro
en la pureza y en el decoro,
y es un gran lirio de nieve y oro.

Y entre la sombra solemne y bruna,
yerra en el mate jardín, cual una
visión compuesta de aroma y luna.

Y gana el cuarto, y ante un espejo,
y con orgullo de amargo dejo,
cambia sonrisas con un reflejo.

Y echa cerrojos, y se desnuda,
y al catre asciende blanca y velluda,
y aún desvestida se quema y suda.

Y a mal pabilo, tras corto ruego,
sopla y apaga la flor de fuego,
y a la negrura pide sosiego.

Y duerme a poco. Y en un espanto,
y en una lumbre, y en un encanto,
forja un suceso digno de un canto.

¡Sueña que yace sujeta y sola
en un celaje que se arrebola,
y que un querube llega y la viola!

miércoles, 23 de octubre de 2013

RINCÓN DE HAIKUS ¤137¤


canción protesta
después de los sesenta
canción de próstata

martes, 22 de octubre de 2013

Los Esposos

                    



              LOS ESPOSOS


                        Dame la mano; el cuerpo. Necesito
                        cruzar la calle. Dame
                        un tímido relámpago
                        de detrás de tus ojos, algo
                        que me sustente, una palabra, un hijo
                        para cruzar la calle. Dame un brazo
                        para correr. Ponte delante, así,
                        de cara a mí, que yo me vea cerca
                        reflejado. Y la mano
                        también. Dame la mano, el cuello joven,
                        el espejo, el cansancio
                        de ayer, el tiempo, sí,
                        dame el tiempo que te consuma, el peso
                        que hace posible tu llegada. Quiero
                        cruzar la calle. Dame
                        tu soledad, o más, la comisura
                        de tus labios, la piel de un muslo, algo
                        con que cubrirme. El gesto
                        que derrumba un deseo, algo sólido,
                        arañable, exterior, algo de ti
                        que arrope mi despegue.
                        Que no tengo más ancla, que no tengo
                        más posible contacto, que no tengo
                        más vertedero, o playa, o límite si quieres.
                        Dame el silencio, o lo que sea. Dame
                        algo que me acompañe.
                        Que está ya cerca el viento, que ya viene
                        por el árbol de al lado, y necesito
                        cruzar la calle.

lunes, 21 de octubre de 2013

ARBOL DE OTOÑO






ARBOL DE OTOÑO

Eras un haz elástico de brillos,
un girar de gorjeos en la espiral del aire,
aurora y llamarada de Sol verde.
Pero al perder la fe y el horizonte
la gracia de la luz se ha desprendido
de ti; tus frutos penden y se pudren
sin color ni tersura. Los desdeñan los pájaros,
y caen con las hojas
y con las cinco letras de tu nombre
del esqueleto puro de tu idea:
ramas desnudas sobre cielo negro,
sin palabra de luz con que nombrarte.

domingo, 20 de octubre de 2013

HOY ANDABA





Hoy andaba debajo de mí mismo
sin saber lo que hacía.
Hoy andaba debajo de la pena
con risa inexplicable.
Hoy andaba debajo de la risa
con todo el llanto a cuestas.
Hoy andaba debajo de las aguas
sin que fuese milagro comparable.
Hoy andaba debajo de la muerte
y no reconocía sus cimientos.
Andaba a la deriva por debajo del cuerpo
confundiendo los dedos con los ojos.
Hoy andaba debajo de mí mismo
sin poder contenerme.

sábado, 19 de octubre de 2013

A LA CIUDAD REINA DE ANDALUCÍA

 
 


 
 

  Casas moriscas, patios con jazmines,   
 naranjos, flores, búcaros y fuentes,   
 antorchas en girándulas lucientes,   
 que alumbran por cancelas los jardines.   
 
 Damas entre damascos y cojines,  
 refrescando al ventalle los ambientes   
 y guardando en las rejas impacientes   
 citas, lances con nobles paladines.   
 
 Músicas por las calles y veladas;   
 Guadalquivir que, manso, lejos brilla, 
 la flota y la Giralda iluminadas.   
 
 Soldado, abad, buscona, gitanilla;   
 escalas en balcón, reñir de espadas,   
 esta es Babel de amor, esta es Sevilla. 

viernes, 18 de octubre de 2013

Aquelarre en los escombros de una jaula




Aquelarre en los escombros de una jaula

Me despiertan esos demonios
en profunda noche parlera
que gime adolorida en mis llagas
sudantes

me arrastran a ese aquelarre
que abraza mi cuerpo
donde la soledad arde mustia
donde las plumas ensangrentadas de pájaros
asilados en mis manos
escriben las palabras que han muerto

jueves, 17 de octubre de 2013

Cantos a mi corazón



Cantos a mi corazón
                                          A Catalina de Burgos

Alef    

     Veo a los amigos que un día hicieron conmigo el prodigioso viaje de la juventud
y los hallo cambiados y desconocidos; la sombra de un cuidado se extiende sobre sus
frentes y, con la vista baja, parecen avergonzados de haber sido jóvenes un día.
     En aquel tiempo, ya lejano, parecían tener alas y exhalaban un hálito de fuego por
sus ávidas bocas; sus frentes resplandecían como altas tiaras.
     Pero hoy son semejantes a viudas que se envuelven entre velos; y con sus frías miradas parecen advertir que han muerto ya para el amor.

miércoles, 16 de octubre de 2013

Octubre

 
 

 
Octubre acuña en oro
redondo su moneda...
La luz es como un toro
retinto en la arboleda.

Qué próvida hermosura
de este pecho opulento.
Tal que una fruta madura,
sabroso, el pensamiento.

Boga octubre en su barca
por un mar de delicia.
La sangre, ¿es roja o zarca?
¿Es latido? ¿Es caricia?

Cómo, Señor, se ufana
desde el cenit la vida.
Su gloria se desgrana
por el aire cernida.

Piel fragante, piel suave,
tersa piel de aire y cielo.
El tacto es miel que sabe,
y el sabor, terciopelo.

Plenitud, sí, de octubre
para el gusto y la mano.
Mas la pulpa, ay, ¿no esconde
ya en su dulce el gusano?

martes, 15 de octubre de 2013

Decir con el lenguaje



En esta paz del corazón alada
descansa el horizonte de Castilla,
y el vuelo de la nube sin orilla
azula mansamente la llanada.

Solas quedan la luz y la mirada
desposando la mutua maravilla
de la tierra caliente y amarilla
y el verdor de la encina sosegada.

¡Decir con el lenguaje la ventura
de nuestra doble infancia, hermano mío,
y escuchar el silencio que te nombra!

La oración escuchar del agua pura,
el susurro fragante del estío
y el ala de los chopos en la sombra.

lunes, 14 de octubre de 2013

Madrecita




Madrecita

Madrecita, madrecita
Blanca flor de catarrana
Suave encanto de mi vida
Dulce amor que nunca engaña

Quien te mira ya te admira
Espejo que no se empaña
La virtud bien aprendida
De sufrir siempre callada

Arañita laboriosa
Que en el rincón de montaña
Su telita laboriosa
En silencio teje y guarda

Una vida encantadora
De ternura delicada
De paciencia bondadosa
Dulce amor que nunca engaña

domingo, 13 de octubre de 2013

Andalucía



A José Vignote.

Cielo brillante, fuentes rumorosas,
ojos negros, cantares y verbenas,
altares adornados de azucenas,
rostros tostados, perfumadas rosas.
Bellas noches de amor esplendorosas,
mares de plata y luz, brisas serenas,
rejas de nardos y claveles llenas,
serenatas, mujeres deliciosas.
Cancelas orientales, miradores,
la guitarra y su triste melodía,
vinos dorados, huertas, ruiseñores,
deslumbradora y plácida poesía...
He aquí al pueblo del sol y los amores,
la mañana del mundo: ¡Andalucía!

sábado, 12 de octubre de 2013

Poema 4



Ella andaba al lado de su ventana, ¡tan cursi!,
que tenía naranjas verdes y un abanico con pájaros.
-¿Qué vidrio nació en aquella gotera que toda la música
le suena a vals?
Ella tenía un alma sencilla llena de puntas de dedos
y en el blanco de los ojos llevaba un horizonte de tangos de
acordeón.


Ella estaba enamorada.

viernes, 11 de octubre de 2013

Eran verdes como un mar...




Eran verdes como un mar...

Eran verdes como un mar,
con reflejos de alto cielo.
-¡Qué bien sabían mirar!-
unos ojos que recuerdo.

En la penumbra lucían
con una luz de misterio,
como dos claros abismos
abiertos a mil deseos.

Muchas horas tuve cerca
los ojos verdes aquellos,
que implorantes me miraban
¡y yo hacia por no verlos!

Y hoy que mirarlos quisiera,
están tan lejos..., ¡tan lejos!

jueves, 10 de octubre de 2013

Autumnal



Autumnal

Eros, vita, lumen
En las pálidas tardes
yerran nubes tranquilas
en el azul; en las ardientes manos
se posan las cabezas pensativas.
¡Ah los suspiros! ¡Ah los dulces sueños!
¡Ah las tristezas íntimas!
¡Ah el polvo de oro que en el aire flota,
tras cuyas ondas trémulas se miran
los ojos tiernos y húmedos,
las bocas inundadas de sonrisas, 1
las crespas cabelleras
y los dedos de rosa que acarician!

En las pálidas tardes
me cuenta un hada amiga
las historias secretas
llenas de poesía;
lo que cantan los pájaros,
lo que llevan las brisas,
lo que vaga en las nieblas,
lo que sueñan las niñas.

Una vez sentí el ansia
de una sed infinita.
Dije al hada amorosa:
-Quiero en el alma mía
tener la inspiración honda, profunda,
inmensa: luz, calor, aroma, vida.
Ella me dijo: -¡Ven! Con el acento
con que hablaría un arpa. En él había
un divino idioma de esperanza.
¡Oh sed del ideal!

Sobre la cima
de un monte, a media noche,
me mostró las estrellas encendidas.
Era un jardín de oro
con pétalos de llama que titilan.
Exclamé: -¡Más!...

La aurora
vino después. La aurora sonreía,
con la luz en la frente,
como la joven tímida
que abre la reja, y la sorprenden luego
ciertas curiosas, mágicas pupilas.
Y dije: -¡Más!... Sonriendo
la celeste hada amiga
prorrumpió: -¡Y bien!... ¡Las flores!

Y las flores
estaban frescas, lindas,
empapadas de olor: la rosa virgen,
la blanca margarita,
la azucena gentil, y las volúbilis
que cuelgan de la rama extremecida.
Y dije: -¡Más!...

El viento
arrastraba rumores, ecos, risas,
murmullos misteriosos, aleteos,
músicas nunca oídas.
El hada entonces me llevó hasta el velo
que nos cubre las ansias infinitas,
la inspiración profunda,
y el alma de las liras.
Y lo rasgó. ¡Y allí todo era aurora!
En el fondo se vía
un bello rostro de mujer.

¡Oh, nunca
Piérides, diréis las sacras dichas
que en el alma sintiera!
Con su vaga sonrisa:
-¿Más?... dijo el hada. Y yo tenía entonces
clavadas las pupilas
en el azul; y en mis ardientes manos
se posó mi cabeza pensativa...

miércoles, 9 de octubre de 2013

Palabras de un campesino a su buey



Palabras de un campesino a su buey

.(Según una canción campesina de Egipto,
del año 1400 antes de nuestra era)

¡Oh gran buey! ¡Oh divino tiro del arado!
¡Descansa para volver a arar! ¡No revuelvas
jovialmente los surcos! Tú
que vas delante, conductor, ¡arre!
Curvados trabajamos para cortar tu pienso;
descansa ahora y cómelo, tú que nos alimentas.
Olvídate, comiendo, de los surcos. ¡Come!
Para tu establo, oh protector de la familia,
jadeantes, las vigas arrastramos. Nosotros
dormimos en lo húmedo, tú en seco. Ayer
tosiste, oh guía querido.
Estábamos desesperados. ¿No irás
a diñarla antes de la sementera, perro maldito?

martes, 8 de octubre de 2013

NO TE ADELANTES,



NO TE ADELANTES,
ni mandes,
párate
aquí dentro;
fundado a fondo por la Nada,
suelto de toda
oración,
ajustado, según
lo Pre-Escrito,
irrebasable,
yo te recibo,
en vez de toda
quietud.

lunes, 7 de octubre de 2013

Sombras



Sombras

Los amantes exactos tienen una sola sombra.

La sombra más transparente es la que producen las nubes sobre la superficie del mar.

En el Gran Concilio de Córdoba, los Padres de la Iglesia discutieron violentamente la cuestión de si al morir el cuerpo muere también la sombra.

Narciso se enamoró de su sombra y, para que no se escapase, se hizo tapiar con ella en una habitación en tinieblas.

Cuenta Plinio el Joven de un país poblado por sombras de hombres.

La sombra de la palabra es el eco.

Tiemblan los amantes cuando en las noches sus sobras se confunden.