martes, 3 de febrero de 2015
BIEN ESTÁ QUE FUERA TU TIERRA
Su amigo, ¿desde cuando lo fuiste?
¿Tenías once, diez años al descubrir sus libros?
Niño eras cuando un día
En el estante de los libros paternos
Hallaste aquellos. Abriste uno
Y las estampas tu atención fijaron;
Las páginas a leer comenzaste
Curioso de la historia así ilustrada.
Y cruzaste el umbral de un mundo mágico,
La otra realidad que está tras esta:
Gabriel, Inés, Amaranta,
Soledad, Salvador, Genara,
Con tantos personajes creados para siempre
Por su genio generoso y poderoso.
Que otra España componen,
Entraron en tu vida
Para no salir de ella ya sino contigo.
Más vivos que las otras criaturas
Junto a ti tan pálidas pasando,
Tu amor primero lo despertaron ellos;
Héroes amados en un mundo heroico,
La red de tu vivir entretejieron con la suya,
Aún más con la de aquellos tus hermanos,
Miss Fly, Santorcaz, Tilín, Lord Gray,
Que, insatisfechos siempre, contemplabas
Existir en la busca de un imposible sueño vivo.
El destino del niño esos lo provocaron
Hasta que deseó ser como ellos,
Vivir igual que ellos
Y, como a Salvador, que le moviera
Idéntica razón, idéntica locura,
El seguir turbulento, devoto a sus propósitos,
En su tierra y afuera de su tierra,
Tantas quimeras desoladas
Con fe que a decepción nunca cedía.
Y tras el mundo de los Episodios
Luego el de las Novelas conociste:
Rosalía, Eloísa, Fortunata,
Mauricia, Federico Viera,
Martín Muriel, Moreno Isla,
Tantos que habría de revelarte
El escondido drama de un vivir cotidiano:
La plácida existencia real y, bajo ella,
El humano tormento, la paradoja de estar vivo.
Los bien amados libros, releyéndolos
Cuántas veces, de niño, mozo y hombre.
Cada vez más en su secreto te adentrabas
Y los hallabas renovados
Como tu vida iba renovándose;
Con ojos nuevos los veías,
Como iban viendo el mundo.
Qué pocos libros pueden
Nuevo alimento darnos
A cada estación nueva en nuestra vida.
En tu tierra y afuera de tu tierra
Siempre traían fielmente
El encanto de España, en ellos no perdido,
Aunque en tu tierra misma no lo hallaras.
El nombre allí leído de un lugar, de una calle
(Portillo de Gilimón o Sal si Puedes),
Provocaba en ti la nostalgia
De la patria imposible, que no es de este mundo.
El nombre de ciudad, de barrio o pueblo,
Por todo el español espacio soleado
(Puerta de Tierra, Plaza de Santa Cruz, los Arapiles,
Cádiz, Toledo, Aranjuez, Gerona),
Dicho por él, siempre traía,
Una doble visión: imaginada y contemplada
Conocido por ti el lugar o desconocido,
Ambas hermosas, ambas entrañables.
Hoy, cuando a tu tierra ya no necesitas,
Aún en estos libros te es querida y necesaria,
Más real y entresoñada que la otra:
No esa, mas aquella es hoy tu tierra,
La que Galdós a conocer te diese,
Como él tolerante de lealtad contraria,
Según la tradición generosa de Cervantes,
Heroica viviendo, heroica luchando
Por el futuro que era el suyo,
No el siniestro pasado donde a la otra han vuelto.
La real para ti no es esa España obscena y deprimente
En la que regentea hoy la canalla,
Sino esta España viva y siempre noble
Que Galdós en sus libros ha creado.
De aquella nos consuela y cura ésta.
Luis Cernuda
lunes, 2 de febrero de 2015
¿Quién menoscaba mis bienes?
¿Quién menoscaba mis bienes?
.........Desdenes.
¿Y quién aumenta mis duelos?
.........Los celos.
¿Y quién prueba mi paciencia?
.........Ausencia.
De este modo, en mi dolencia
ningún remedio me alcanza,
pues me mata la esperanza,
desdenes, celos y ausencia.
¿Quién me causa este dolor?
.........Amor.
¿Y quién mi gloria repugna?
.........Fortuna.
¿Y quién consiente en mi duelo?
.........El cielo.
De este modo, yo recelo
morir deste mal extraño,
pues se aumentan en mi daño
amor, fortuna y el cielo.
¿Quién mejorará mi suerte?
.........La muerte.
Y el bien de amor, ¿quién le alcanza?
.........Mudanza.
Y sus males, ¿quién los cura?
.........Locura.
De ese modo, no es cordura
querer curar la pasión,
cuando los remedios son
muerte, mudanza y locura.
Miguel de Cervantes
domingo, 1 de febrero de 2015
Quita a pucha, amigo,
Quítate el sombrero, amigo,
que ya el ruiseñor
está cantando en el bosque
herido de amor.
Está cantando en el bosque:
¿quién a tal vivirá?
Las lágrimas que vierte
mojan su cantar.
Quítate la montera, amigo,
que ya el ruiseñor
dijo: ¡qué temprano la luna!,
herido de amor.
Quita a pucha, amigo,
que xa o reiseñor
vai cantando no bosque
ferido de amor.
Vai cantando no bosque:
¿quén atal vivirá?
As bágoas que verque
mollan o seu cantar.
Quita a monteira, amigo,
que xa o reiseñor
dixo: qué cedo a lúa!,
ferido de amor.
sábado, 31 de enero de 2015
Descripción de mi esposa
Ella es mi escarabajo sagrado
Ella es mi cripta de amatista
Ella es mi ciudadela lacustre
Ella es mi palomar de silencio
Ella es mi tapia de jazmines
Ella es mi langosta de oro
Ella es mi kiosko de música
Ella es mi lecho de malaquita
Ella es mi medusa dorada
Ella es mi caracol de seda
Ella es mi cuarto de ranúnculos
Ella es mi topacio amarillo
Ella es mi Anadiómena marina
Ella es mi Ageronia atlantis
Ella es mi puerta de oricalco
Ella es mi palanquín de hojas
Ella es mi postre de ciruelas
Ella es mi pentagrama de sangre
Ella es mi oráculo de besos
Ella es mi estrella boreal.
Ella es mi cripta de amatista
Ella es mi ciudadela lacustre
Ella es mi palomar de silencio
Ella es mi tapia de jazmines
Ella es mi langosta de oro
Ella es mi kiosko de música
Ella es mi lecho de malaquita
Ella es mi medusa dorada
Ella es mi caracol de seda
Ella es mi cuarto de ranúnculos
Ella es mi topacio amarillo
Ella es mi Anadiómena marina
Ella es mi Ageronia atlantis
Ella es mi puerta de oricalco
Ella es mi palanquín de hojas
Ella es mi postre de ciruelas
Ella es mi pentagrama de sangre
Ella es mi oráculo de besos
Ella es mi estrella boreal.
viernes, 30 de enero de 2015
Otra estirpe
Eros, yo quiero guiarte, Padre ciego...
Pido a tus manos todopoderosas
¡su cuerpo excelso derramado en fuego
sobre mi cuerpo desmayado en rosas!
La eléctrica corola que hoy despliego
brinda el nectario de un jardín de Esposas;
para sus buitres en mi carne entrego
todo un enjambre de palomas rosas.
Da a las dos sierpes de su abrazo, crueles,
mi gran tallo febril... Absintio, mieles,
viérteme de sus venas, de su boca...
¡Así tendida, soy un surco ardiente
donde puede nutrirse la simiente
de otra Estirpe sublimemente loca!
jueves, 29 de enero de 2015
ES LÁSTIMA QUE FUERA MI TIERRA
Cuando allá dicen unos
Que mis versos nacieron
De la separación y la nostalgia
Por la que fue mi tierra,
¿Solo la más remota oyen entre mis voces?
Hablan en el poeta voces varias:
Escuchemos su coro concertado,
Adonde la creída dominante
Es tan solo una voz entre las otras.
Lo que el espíritu del hombre
Ganó para el espíritu del hombre
A través de los siglos,
Es patrimonio nuestro y es herencia
De los hombres futuros.
Al tolerar que nos lo nieguen
Y secuestren, el hombre entonces baja,
¿Y cuánto?, en esa escala dura
Que desde el animal llega hasta el hombre.
Así ocurre en tu tierra, la tierra de los muertos,
Adonde ahora todo nace muerto,
Vive muerto y muere muerto;
Pertinaz pesadilla: procesión ponderosa
Con restaurados restos y reliquias,
A la que dan escolta hábitos y uniformes,
En medio del silencio: todos mudos,
Desolados del desorden endémico
Que el temor, sin domarlo, así doblega.
La vida siempre obtiene
Revancha contra quienes la negaron:
La historia de mi tierra fue actuada
Por enemigos enconados de la vida.
El daño no es de ayer, ni tampoco de ahora,
Sino de siempre. Por eso es hoy
La existencia española, llegada al paroxismo,
Estúpida y cruel como su fiesta de los toros.
Un pueblo sin razón, adoctrinado desde antiguo
En creer que la razón de soberbia adolece
Y ante el cual se grita impune:
Muera la inteligencia, predestinado estaba
A acabar adorando las cadenas
Y que ese culto obsceno le trajese
Adonde hoy le vemos: en cadenas,
Sin alegría, libertad ni pensamiento.
Si yo soy español, lo soy
A la manera de aquellos que no pueden
Ser otra cosa: y entre todas las cargas
Que, al nacer yo, el destino pusiera
Sobre mí, ha sido esa la más dura.
No he cambiado de tierra,
Porque no es posible a quien su lengua une,
Hasta la muerte, al menester de poesía.
La poesía habla en nosotros
La misma lengua con que hablaron antes,
Y mucho antes de nacer nosotros,
Las gentes en que hallara raíz nuestra existencia;
No es el poeta solo quien ahí habla,
Sino las bocas mudas de los suyos
A quienes él da voz y les libera.
¿Puede cambiarse eso? Poeta alguno
Su tradición escoge, ni su tierra,
Ni tampoco su lengua; él las sirve,
Fielmente si es posible.
Mas la fidelidad más alta
Es para su conciencia; y yo a esa sirvo
Pues, sirviéndola, así a la poesía
Al mismo tiempo sirvo.
Soy español sin ganas,
Que vive como puede bien lejos de su tierra
Sin pesar ni nostalgia. He aprendido
El oficio de hombre duramente,
Por eso en él puse mi fe. Tanto que prefiero
No volver a una tierra cuya fe, si una tiene, dejó de ser la mía,
Cuyas maneras rara vez me fueron propias,
Cuyo recuerdo tan hostil se me ha vuelto
Y de la cual ausencia y tiempo me extrañaron.
No hablo para quienes una burla del destino
Compatriotas míos hiciera, sino que hablo a solas
(Quien habla a solas espera hablar a Dios un día)
O para aquellos pocos que me escuchen
Con bien dispuesto entendimiento.
Aquellos que como yo respeten
El albedrío libre humano
Disponiendo la vida que hoy es nuestra,
Diciendo el pensamiento al que alimenta nuestra vida.
¿Qué herencia sino esa recibimos?
¿Qué herencia sino esa dejaremos?
miércoles, 28 de enero de 2015
Polos teus ollos quen pasóu, amiga
Polos teus ollos quen pasóu, amiga,
deixóu unha ollada de amore perdida.
Nos ollos teus.
Deixóu de amore perdida unha ollada
polos teus ollos quen pasóu, amada.
Nos ollos teus.
Cinza levás nos ollos, amiga,
daquela ollada de amore perdida.
Nos ollos teus.
Borrallo nos ollos levás, amada,
que non miraches a quen te ollaba.
Nos ollos teus.
Álvaro Cunqueiro
(Cantiga nova que se chama riveira, 1933)
Versión en castellano
Por tus ojos quien pasó, amiga,
dejó una mirada de amor perdida.
En tus ojos.
Dejó de amor perdida una mirada
por tus ojos quien pasó, amada.
En tus ojos.
Ceniza llevas en los ojos, amiga,
de aquella mirada de amor perdida.
En tus ojos.
Rescoldo en los ojos llevas, amada,
que no miraste a quien te miraba.
En tus ojos.
deixóu unha ollada de amore perdida.
Nos ollos teus.
Deixóu de amore perdida unha ollada
polos teus ollos quen pasóu, amada.
Nos ollos teus.
Cinza levás nos ollos, amiga,
daquela ollada de amore perdida.
Nos ollos teus.
Borrallo nos ollos levás, amada,
que non miraches a quen te ollaba.
Nos ollos teus.
Álvaro Cunqueiro
(Cantiga nova que se chama riveira, 1933)
Versión en castellano
Por tus ojos quien pasó, amiga,
dejó una mirada de amor perdida.
En tus ojos.
Dejó de amor perdida una mirada
por tus ojos quien pasó, amada.
En tus ojos.
Ceniza llevas en los ojos, amiga,
de aquella mirada de amor perdida.
En tus ojos.
Rescoldo en los ojos llevas, amada,
que no miraste a quien te miraba.
En tus ojos.
martes, 27 de enero de 2015
Fonemoramas
Si canto soy un cantueso
Si leo soy un león
Si emano soy una mano
Si amo soy un amasijo
Si lucho soy un serrucho
Si como soy como soy
Si río soy un río de risa
Si duermo enfermo de dormir
Si fumo me fumo hasta el humo
Si hablo me escucha el diablo
Si miento invento una verdad
Si me hundo me Carlos Edmundo
Si leo soy un león
Si emano soy una mano
Si amo soy un amasijo
Si lucho soy un serrucho
Si como soy como soy
Si río soy un río de risa
Si duermo enfermo de dormir
Si fumo me fumo hasta el humo
Si hablo me escucha el diablo
Si miento invento una verdad
Si me hundo me Carlos Edmundo
lunes, 26 de enero de 2015
¡Bravo el andaluz!
¡Bravo el andaluz!
¡Bravo el andaluz
que lo sepa ser!
Si lo sabe ser:
¡bravo el andaluz!
Granada, Sevilla,
Málaga, Jaén...
¡Bravo el andaluz
que lo sepa ser!
Tierras de Granada
–bravo el andaluz–
la sierra serena
contra el cielo azul.
Arisca es la sierra,
verde el retamar.
La flor del olivo
fl oreciendo está.
¡Bravo el andaluz!
que lo sepa ser!
Si lo sabe ser:
¡bravo el andaluz!
Tierra de Granada,
¡prisionera estás!
¡Qué blanca es la espuma
a orillas del mar!
¡Qué blanca es la espuma,
qué oscuro el silencio!
¡Qué serena el agua,
qué blandos los remos!
Buenos andaluces,
bravos asturianos,
perdieron cadenas
por alas cambiando.
Pierden sus cadenas
y ganan sus alas...
Contra el cielo azul
la Sierra Nevada.
¡Bravo el andaluz!
que lo sepa ser!
Si lo sabe ser:
¡bravo el andaluz!
Bravo el andaluz,
triste el asturiano
que perdió sus tierras
prisiones ganando.
Bravo el asturiano
y el andaluz triste
si guarda prisiones
y en prisiones vive.
¡Málaga y Granada,
Huelva con Sevilla,
Córdoba con Cádiz,
la blanca Algeciras!...
¡Ay tierra andaluza
que hoy lloras cautiva!
¡Quién podrá curarte
de tantas heridas!
¡Bravo el andaluz!
que lo sepa ser!
Si lo sabe ser:
¡bravo el andaluz!
domingo, 25 de enero de 2015
QASIDA DEL VELERO
QASIDA DEL VELERO
A Julio Mariscal
Curva del margfil, velero
cuarto menguante a la vela,
arco-abanico de estela-
tensado en el aire arquero.
Flecha que no disparé...
¿es de verdad mi navío,
o es que se ha puesto en el río
la media luna de pie?
sábado, 24 de enero de 2015
Debajo de la concha rosácea
Debajo de la concha rosácea de molusco brillante, de puntas escabrosas, debajo de la suave y venenosa escama de lagarto, debajo de la beatífica gris y púrpura llena de ácaros , debajo de la viscosa y dulce transparente, del talco enmohecido, de la grasa animal, ahí
brota mi sangre.
Sucia y resplandeciente.
Padre obrero de las fábricas de la paciencia
padre en cuyos ojos crecen las flores del invierno
en mi retina duerme un millón de cadáveres. Vientres abiertos debajo de la tierra ansiosos de grasa y pan. Y el anhelo de soñar con caballos.
Subo sobre su grupa invisible. No galopo.
De La pecera subterránea (Amargord ediciones, 2011)
viernes, 23 de enero de 2015
Poética
Promiscuo, generoso, como un higo chumbo reventado en el suelo, regalando sus tripas púrpuras a los bichos que pasan.
jueves, 22 de enero de 2015
LA LLUVIA ha terminado.
Nubes
sobre los charcos
alejan su cerveza
hacia el pasado del que hablaba
Borges el ciego.
Cuando me acerco hasta una gota
donde la luz se ha solidificado,
veo el contorno
de mi cabeza negra
cavilando
en que quizá pensar
sea poner fronteras a la muerte.
Ojalá el mundo fuera un sueño.
miércoles, 21 de enero de 2015
De cuando aquellas noches
Dicen tus hoyuelos que no hay besos olvidados,
tu sonrisa miente,
pero miente despacio y es balsámica y sanadora,
convierte la noche áspera en una escalera elíptica
de escalones innumerables, marea arquimediana.
Pero entonces, sobre tus manos,
sabes como hacerme deshojar el corazón
vertiendo cada pétalo como un licor de amapolas hasta llenar la copa.
Te miro y se me antoja inédito el gesto de tus labios enjuagados,
inédita, también, la timidez de tus mejillas, el color de tus pupilas.
Pero esta noche es solemne y no entiende de conjuras,
a pesar del frío que producen dos agotadas caricias de mármol.
Quizá, tras el sendero de los años,
si acaso recordaremos, sobre el suelo, nuestras ropas
y éstas conserven la quietud y la nostalgia de las ruinas clásicas
martes, 20 de enero de 2015
El hombre que me muerde
El hombre que me muerde
no muerde en mí la carne, el pecho, el labio.
El hombre que me muerde
muerde de mí el instante
y sólo permanezco por su boca.
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