miércoles, 11 de noviembre de 2015
Médanos de la mente,
Médanos de la mente,
Formaciones fugaces de la memoria,
Ahogo y mansedumbre…
El látigo del sol fustiga las horas.
El tiempo alimenta la eternidad
Y no desmaya en su avance,
Pero el olvido es el río oculto
Donde se lavan los días
Para llegar purificador a la muerte.
Nada dicen los astros.
El augur agoniza de deseo.
martes, 10 de noviembre de 2015
El tiempo que estás perdiendo
El tiempo que estás perdiendo
Lo pierdes porque estás vivo.
Vivir es perder el tiempo.
Los que no pierden el tiempo,
Y es porque ya lo han perdido
Para siempre, son los muertos.
lunes, 9 de noviembre de 2015
Tu risa
Quítame el pan, si quieres,
...
Mi lucha es dura y vuelvo
con los ojos cansados
a veces de haber visto
la tierra que no cambia,
pero al entrar tu risa
sube al cielo buscándome
y abre para mí todas
las puertas de la vida.
...
domingo, 8 de noviembre de 2015
No es consuelo
No es consuelo, silencio, no es olvido
lo que busco en tus manos como plumas;
lo que quiero de ti no son las brumas,
sino las certidumbres: lo perdido
lo que quiero de ti no son las brumas,
sino las certidumbres: lo perdido
con toda su verdad, lo que escondido
hoy descansa en tu seno, las espumas
de mi propio sufrir, y hasta las sumas
de las vidas y muertes que he vivido.
hoy descansa en tu seno, las espumas
de mi propio sufrir, y hasta las sumas
de las vidas y muertes que he vivido.
No es tampoco el recuerdo lo que espero
de tus manos delgadas, sino el clima
donde pueda moverme entre mis penas.
de tus manos delgadas, sino el clima
donde pueda moverme entre mis penas.
No esperar, mas tampoco el desespero.
Hacer, sí, de mí mismo aquella sima
en que pueda habitar como sin venas.
Hacer, sí, de mí mismo aquella sima
en que pueda habitar como sin venas.
sábado, 7 de noviembre de 2015
Los abanicos del caudillo.- Poema X
Me dulcifiqué en la divina Grecia
empapándome de las más variadas músicas
y regresé a España con nostalgias de matón de barrio.
Me dulcifiqué en Grecia
y me descubrí más sanguinario
cuanto más avancé en el amor
en el amor con caricias de garfio.
Si os parece contradicción
seguid amando sin tabús
y después bailadme los resultados.
Descubiertos en el amor mis deseos de crimen
hice del lenguaje mi matadero privado.
Y necesito asesinar
porque soy hijo de matarifes con escapulario.
Violo y acuchillo palabras
para resistir la tentación de asesinaros.
Ya sé qué busco envenenando las palabras:
busco la manera impune de reventaros.
viernes, 6 de noviembre de 2015
La mano del pintor
(…) ni sabia, ni brutal, ni pensativa,
ni artesana, ni loca, ni ambiciosa,
ni puede ser sutil ni artificiosa;
la mano del pintor -la decisiva-
ha de ser una mano que se abstiene
-no muda, ni neutral, ni acobardada-,
una mano, vacante, de testigo (…).
jueves, 5 de noviembre de 2015
Esperando la mano de nieve
No escuches el ruido mentiroso
De un mundo estrepitoso y palabrero.
Escucha en el silencio de tu alma
Tu corazón, que también es silencio.
Vienes de un mundo de mortal memoria
Y vas a otro de inmortal olvido.
Entre los dos no sabes en cuál vives
Ni quién eres tú mismo.
miércoles, 4 de noviembre de 2015
Fonemorama
Si canto soy un cantueso
Si leo soy un león
Si emano soy una mano
Si amo soy un amasijo
Si lucho soy un serrucho
Si como soy como soy
Si río soy un río de risa
Si duermo enfermo de dormir
Si fumo me fumo hasta el humo
Si hablo me escucha el diablo
Si miento invento una verdad
Si me hundo me Carlos Edmundo
martes, 3 de noviembre de 2015
Don Cogito lee el periódico
En primera página
la noticia de la matanza de 120 soldados
la guerra ya duraba mucho
uno puede acostumbrarse
justo al lado información
de un crimen espectacular
con el retrato del asesino
la mirada de Don Cógito
salta indiferente
la hecatombe de los soldados
para sumergirse con deleite
en la descripción del espanto cotidiano
un agricultor de unos treinta años
en una depresión nerviosa
mató a su mujer
y a sus dos pequeñuelos
con precisión se describen
la ejecución del crimen
la posición de los cuerpos
y otros detalles
a los 120 caídos
inútil es buscar en un mapa
la excesiva lejanía
los oculta como una jungla
no estimulan la imaginación
son demasiados
la cifra cero al final
los transforma en una abstracción
un tema para meditar:
la aritmética de la compasión.
lunes, 2 de noviembre de 2015
VOY A ESCRIBIR UN LIBRO
Voy a escribir un libro que hable de las (poquísimas)mujeres de mi vida. De mi primera novia,me enseñó el amor y las puertas secretasdel cielo y del infierno; de Isabel, que se fueal país de los sueños con el pequeño Nemo,porque aquí lo pasaba fatal; de Margarita,recordando unos jeans blancos y unos lunaresestratégicamente dispuestos; de Ginebra,que le dejó a Lanzarote plantado por mi culpay fundó una familia respetable a mi costa;de Susana, que sigue tan guapa como entonces;de Macarena, un dulce que me amargó la vidados veranos enteros; de Carmen, que era brujay veía el futuro con ojos de muchacho;de la red que guardaba los cabellos de Paulacuando me enamoré de su melancolía;de Arancha, de Paloma, de Marta y de Teresa;de sus besos, que izaron la bandera del triunfosobre la negra muerte, y también de su heladodesdén, que recluyó tantas veces mi espírituen la triste mazmorra de la desesperanza.Voy a escribir un libro que hable de las mujeresque han escrito mi vida.
domingo, 1 de noviembre de 2015
Canción
Canción
“Llueve en este poema”
Eduardo Carranza.
Eduardo Carranza.
Llueve. La tarde es una
hoja de niebla. Llueve.
La tarde está mojada
de tu misma tristeza.
A veces viene el aire
con su canción. A veces…
Siento el alma apretada
contra tu voz ausente.
hoja de niebla. Llueve.
La tarde está mojada
de tu misma tristeza.
A veces viene el aire
con su canción. A veces…
Siento el alma apretada
contra tu voz ausente.
Llueve. Y estoy pensando
en ti. Y estoy soñando.
Nadie vendrá esta tarde
a mi dolor cerrado.
Nadie. Solo tu ausencia
que me duele en las horas.
Mañana tu presencia regresará en la rosa.
en ti. Y estoy soñando.
Nadie vendrá esta tarde
a mi dolor cerrado.
Nadie. Solo tu ausencia
que me duele en las horas.
Mañana tu presencia regresará en la rosa.
Yo pienso —cae la lluvia—
nunca como las frutas.
Niña como las frutas,
grata como una fiesta
hoy esta atardeciendo
tu nombre en mi poema.
nunca como las frutas.
Niña como las frutas,
grata como una fiesta
hoy esta atardeciendo
tu nombre en mi poema.
A veces viene el agua
a mirar la ventana
Y tú no estás
A veces te presiento cercana.
a mirar la ventana
Y tú no estás
A veces te presiento cercana.
Humildemente vuelve
tu despedida triste.
Humildemente y todo
humilde: los jazmines
los rosales del huerto
tu despedida triste.
Humildemente y todo
humilde: los jazmines
los rosales del huerto
y mi llanto en declive.
Oh, corazón ausente:
qué grande es ser humilde!
Oh, corazón ausente:
qué grande es ser humilde!
31 de diciembre de 1944
sábado, 31 de octubre de 2015
(“Nuevas promociones”, II)
Escupía mis clases —muy poquitas por suerte—
y después a vivir. ¡Tarará, tararí!
(“Nuevas promociones”, II)
viernes, 30 de octubre de 2015
Quietud,...
Quietud, pereza, languidez, sosiego…
un sol desencajado el suelo dora,
y a su valiente luz deslumbradora
que le ha dejado fascinado y ciego.
un sol desencajado el suelo dora,
y a su valiente luz deslumbradora
que le ha dejado fascinado y ciego.
El mar latino, y andaluz, y griego,
suspira dejos de cadencia mora,
y la jarra gentil que perlas llora
se columpia en la siesta de oro y fuego.
suspira dejos de cadencia mora,
y la jarra gentil que perlas llora
se columpia en la siesta de oro y fuego.
Al rojo blanco la ciudad llamea;
ni una brisa los árboles cimbrea,
arrancándoles lentas melodías.
ni una brisa los árboles cimbrea,
arrancándoles lentas melodías.
Y sobre el tono de ascuas del ambiente,
frescas cubren su carmín rïente
en sus rasgadas bocas las sandías.
frescas cubren su carmín rïente
en sus rasgadas bocas las sandías.
jueves, 29 de octubre de 2015
LLEGADA
EN una rosa está tu lecho, amada. A ti misma
(yo, ay, nadador contra la corriente de aroma)
te he perdido. Así como ante el umbral de la vida
son tres por tres (de fuera no contables) los meses,
así hacia dentro vertido seré. De pronto,
dos mil años antes de la criatura aquella
que saboreamos cuando el contacto se inicia,
súbitamente, frente a ti, naceré a tus ojos.
miércoles, 28 de octubre de 2015
Meditaciones rurales
...Todo llega y todo pasa.
Nada eterno:
ni gobierno
que perdure,
ni mal que cien años dure.
- Tras estos tiempos vendrán
otros tiempos y otros y otros,
y lo mismo que nosotros,
otros se jorobarán.
martes, 27 de octubre de 2015
La Diosa Blanca
El clima del pensamiento pocas veces se ha descrito.
No es el terror de la escarcha caucasiana,
ni ese cavilante calor hindú
para el que un taparrabos y un plato de arroz
alcanza hasta que llega el pestilente monzón.
Pero, sin invierno, la sangre se adelgazaría;
o, sin verano, los hogares arderían demasiado.
En el pensamiento las estaciones coinciden.
El pensamiento tiene un
colinas para quebrar el borde de un cielo blando,
que no deben escalarse en busca de un
pocos
cuyo
pocas mariposas, lo bastante para las flores
que son el lujo de un huerto henchido;
algunas veces, viento, en las chimeneas del atardecer;
lluvia en el techo del alba, en la mirada adormecida;
rayas de nieve en la cumbre de la colina, alimentando
el tierno arroyo a la entrada del valle
que reverdece el valle y parte los labios;
el sol, simple como un vecino del campo;
la luna, grandiosa, sin nubes que la adornen
lunes, 26 de octubre de 2015
Melancolía del desaparecer
Y pensar que, después que yo me muera,
aún surgirán mañanas luminosas;
que, bajo un cielo azul, la primavera,
indiferente a mi mansión postrera,
encarnará en la seda de las rosas.
aún surgirán mañanas luminosas;
que, bajo un cielo azul, la primavera,
indiferente a mi mansión postrera,
encarnará en la seda de las rosas.
Y pensar que desnuda, azul, lasciva,
sobre mis huesos danzará la vida,
y que habrá nuevos cielos de escarlata
bañados por la luz del sol poniente,
y noches llenas de aquella luz de plata
que inundaron mi vieja sementera
cuando aun cantaba Dios bajo mi frente.
y que habrá nuevos cielos de escarlata
bañados por la luz del sol poniente,
y noches llenas de aquella luz de plata
que inundaron mi vieja sementera
cuando aun cantaba Dios bajo mi frente.
Y pensar que no puedo, en mi egoísmo,
llevarme al sol ni al cielo en mi mortaja;
que he de marchar yo solo hacia el abismo,
y que la Luna brillará lo mismo
y que ya no la veré desde mi caja.
llevarme al sol ni al cielo en mi mortaja;
que he de marchar yo solo hacia el abismo,
y que la Luna brillará lo mismo
y que ya no la veré desde mi caja.
domingo, 25 de octubre de 2015
En tus mejores años
Cuando te veo ahora en tus mejores años
con toda la belleza de una copa de vino,
brillándote en los ojos el deseo y las noches
estrelladas de agosto, imagino ese invierno
en que, vieja y cansada, te entregues al recuerdo.
He querido llegar antes que tú a ese día.
Y revivir los tiempos en que tú levantaste
de esta ruina una casa, plantaste en ella higueras,
y alimentaste fuegos que a todos nos hicieron
imaginar una vida muy lejos de los muertos.
Ya ves que ahora han llegado, siniestros, silenciosos.
Por eso tu poeta ha venido contigo
a recorrer de nuevo nuestras amadas ruinas,
si ayer fue tu risa, hoy será tu silencio,
cuando, vieja y cansada, de nada sirve el sueño.
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