jueves, 17 de marzo de 2016

Tengo el caballo a la puerta






Tengo el caballo a la puerta,
¿te quieres venir conmigo?.
Yo no te obligo.
Sólo te brindo ocasión
de darte en mi soledad
una casa, un corazón
y un cariño de verdad.

¿Qué no quieres...? Allá penas.
Mientras yo tenga en mis venas
sangre de piropo y ronda;
mientras, por mas que se esconda,
no haya mujer que resista
este pase de conquista
de los vuelos de mi capa;
mientras la flor que se tapa
con clavel y celosía
se asome a verme pasar
pensando en la Vicaría;
y mientras de par en par
se abran a mi reclamo
el corazón donde llamo
y la boca donde toco...
a mi se me importa poco
que quieras o que no quieras
ser dueña de mi fortuna.
Hay mucha espiga en las eras
para pensar sólo en una.

Y mira lo que te digo:
un día deje la luna
porque no quiso venir
conmigo.

Y no me costó ninguna
fatiga romper cadenas.
Con esto quiero decir
que a ti, que no eres la luna,
me costará menos pena
dejarte, si lo prefieres.
Me sobran a mí mujeres.

De modo que tú dirás;
si me das el sí, tendrás
beso blando, brazo fuerte,
casa, cariño y corona
y, si es preciso, mi muerte
por defender tu persona.

¿Qué no quieres...?
No hay que hablar
de olvidos ni sufrimientos:
que tengo yo muchos vientos
por donde poder volar.
Y me iré calle adelante,
sin fatiga y sin desplante,
con una copla de mayo
saltando en el corazón
mientras me acompaña el son
el paso de mi caballo:

-Voy a la esquina a cambiar
por una rosa otra rosa,
y a ver quien lo va a notar;
que si una rosa es hermosa...
la otra... no se queda atrás

En fin; no quiero hablar más
de lo que ya no precisa
más explicación.

Mi corazón va deprisa
y no le gusta perder
tiempo en la conversación,
mientras se pueda entender
a besos por los balcones,
Y, torero sin fracaso,
pueda torear al paso
cinturas y corazones.

Ya lo sabes; junto al río
tengo un huerto de limones
Y un arroyito de frío
que va sembrando canciones.
Y en la loma
tengo un blanco caserío
como una blanca paloma
que se asoma
para beber en el río.

Y entre arrayán y romero
un beso sin estrenar
que está diciendo me muero
porque no puede aguardar.

Y creciendo junto a una
rosita sin jardinero
tengo la flor de un te quiero
para tu pelo de luna.

Todo esto, junto al río,
en mi cabaña desierta.
Piénsalo bien, amor mío...
Tengo el caballo a la puerta.

miércoles, 16 de marzo de 2016

Movimiento




Si tú eres la yegua de ámbar
Yo soy el camino de sangre

Si tú eres la primera nevada
Yo soy el que enciende el brasero del alba

Si tú eres la torre de la noche
Yo soy el clavo ardiendo en tu frente

Si tú eres la marea matutina
Yo soy el grito del primer pájaro

Si tú eres la cesta de naranjas
Yo soy el cuchillo de sol

Si tú eres el altar de piedra
Yo soy la mano sacrílega

Si tú eres la tierra acostada
Yo soy la caña verde

Si tú eres el salto del viento
Yo soy el fuego enterrado

Si tú eres la boca del agua
Yo soy la boca del musgo

Si tú eres el bosque de las nubes
Yo soy el hacha que las parte

Si tú eres la ciudad profanada
Yo soy la lluvia de consagración

Si tú eres la montaña amarilla
Yo soy los brazos rojos del liquen

Si tú eres el sol que se levanta
Yo soy el camino de la sangre.

martes, 15 de marzo de 2016

Dice la muerte discreta





Dice la muerte discreta
que ajustes bien la partida,
pues se acaba la ampolleta
y a dar cuenta de tu vida
te llaman con la trompeta.

lunes, 14 de marzo de 2016

Glosa de mi tierra




Amapolita morada
del valle donde nací
si no estás enamorada,
enamórate de mí.

I

ADUERMA el rojo clavel
o el blanco jazmín las sienes;
que el cardo es sólo desdenes,
y sólo furia el laurel.
Dé el monacillo su miel,
y la naranja rugada
y la sedienta granada
zumo y sangre -oro y rubí;
que yo te prefiero a ti,
amapolita morada.

II

AL PIE de la higuera hojosa
tiende el manto la alfombrilla;
crecen la anacua sencilla
y la cortesana rosa;
donde no la mariposa;
tornasolada el colibrí.
Pero te prefiero a ti,
de quien la mano se aleja:
vaso en que duerme la queja
del valle donde nací.






III

CUANDO, al renacer el día
y al despertar de la siesta,
hacen las urracas fiesta
y salvas de gritería,
¿Por qué, amapola, tan fría,
o tan pura, o tan callada?
¿Por qué, sin decirme nada;
me infundes un ansia incierta
-copa exhausta, mano abierta-
si no estás enamorada?

IV

¿NACERÁN estrellas de oro
de tu cáliz tremulento
-norma para el pensamiento
o bujeta para el lloro?
No vale un canto sonoro
el silencio que te oí.
Apurando estoy en ti
cuándo la música yerra.
Amapola de mi tierra:
enamórate de mí.


domingo, 13 de marzo de 2016

Para un menú




Las novias pasadas son copas vacías,
en ellas pusimos un poco de amor;
el néctar tomamos... huyeron los días...
¡Traed otras copas con nuevo licor!

Champán son las rubias de cutis de azalia,
borgoña los labios de vivo carmín,
los ojos oscuros son vino de Italia,
los verdes y claros son vino del Rhin.

Las bocas de grana son húmedas fresas,
las negras pupilas escancian café;
son ojos azules las llamas traviesas,
que trémulas corren como almas del té.

La copa se apura, la dicha se agota,
de un sorbo tomamos mujer y licor...
Dejemos las copas... Si queda una gota,
que beba el lacayo las heces de amor.

Manuel Gutiérrez Nájera, 1888

sábado, 12 de marzo de 2016

Alma de Italia




Para librarme de lo imprevisto
cuando mi estancia se queda sola,
guardo en mis ropas un Santo Cristo,
un Santo Cristo una pistola.

Si quien me acecha, siendo un malvado,
también es hombre de religión,
valdrale el Cristo crucificado,
si no, el revólver de doble acción.

Yo soy un alma que el miedo asedia,
mas ¡guay del hombre que me maltrata!
como los frailes de la Edad Media,
la propia mano bendice o mata.

Y por librarme de lo imprevisto
cuando mi estancia se queda sola,
guardo en mis ropas un Santo Cristo,
un Santo Cristo y una pistola.

Amado Nervo
Del libro “El éxodo y las flores del camino”.

viernes, 11 de marzo de 2016

Aprenderás







Después de algún tiempo aprenderás la diferencia entre dar la mano y socorrer un alma, y aprenderás que amar no significa apoyarse, y que compañía no siempre significa seguridad.

Comenzarás a aprender que los besos no son contratos, ni regalos, promesas, comenzarás a aceptar tus derrotas con la cabeza erguida y la mirada al frente, con la gracia de un niño y no con la tristeza de un adulto y aprenderás a construir hoy todos tus caminos, porque el terreno de mañana es incierto para los proyectos y el futuro tiene la costumbre de caer en el vacío.

Después de un tiempo aprenderás que el sol quema si te expones demasiado aceptarás incluso que las personas buenas podrían herirte alguna vez y necesitarás perdonarlas… aprenderás que hablar puede aliviar los dolores del alma… descubrirás que lleva años construir confianza y apenas unos segundos destruirla y que tu también podrás hacer cosas de las que te arrepentirás el resto de tu vida.

Aprenderás que las nuevas amistades continúan creciendo a pesar de la distancias, y que no importa que es lo que tienes, sino a quien tienes en la vida, y que los buenos amigos son la familia que nos permitimos elegir.

Aprenderás que no tenemos que cambiar de amigos, si estamos dispuestos a aceptar que los amigos cambian. Te darás cuenta que puedes pasar buenos momentos con tu mejor amigo haciendo cualquier cosa o simplemente nada, solo por el placer de disfrutar de su compañía.

Descubrirás que muchas veces tomas a la ligera a las personas que más te importan y por eso siempre debemos decir a esas personas que las amamos, porque nunca estaremos seguros de cuando será la ultima vez que las veamos.

Aprenderás que las circunstancias y el ambiente que nos rodea tiene la influencia sobre nosotros, pero nosotros somos los únicos responsables de lo que hacemos.

Comenzarás a aprender que no nos debemos comparar con los demás, salvo cuando queremos imitarlos para mejorar.

Descubrirás que se lleva mucho tiempo para llegar a ser la persona que quieres ser, y que el tiempo es corto. Aprenderás que no importa a donde llegaste, sino a donde te diriges y si no lo sabes cualquier lugar sirve…

Aprenderás que si no controlas tus actos ellos te controlarán y que ser flexible no significa ser débil o no tener personalidad, porque no importa cuan delicada y frágil sea una situación: siempre existen dos lados.

Aprenderás que héroes son las personas que hicieron lo que era necesario, enfrentando las consecuencias.

Aprenderás que la paciencia requiere mucha practica. Descubrirás que algunas veces, la persona que esperas que te patee cuando te caes, tal vez sea una de las pocas que te ayuden a levantarte.

Madurar tiene mas que ver con lo que has aprendido de las experiencias, que con los años vividos.

Aprenderás que hay mucho mas de tus padres en ti de lo que supones.

Aprenderás que nunca se debe decir a un niño que sus sueños son tonterías, porque pocas cosas son
tan humillantes y sería una tragedia si lo creyese porque estarás quitando la esperanza.

Aprenderás que cuando sientes rabia, tienes derecho a tenerla, pero eso no te da derecho a ser cruel. Descubrirás que solo porque alguien no te ama de la forma que quieres, no significa que no te ame con todo lo que puede, porque hay personas que nos aman, pero que no saben como demostrarlo.

No siempre es suficiente ser perdonado por alguien, algunas veces tendrás que aprender a perdonarte a ti mismo.

Aprenderás que con la misma severidad con la que juzgas, también serás juzgado y en algún momento condenado. Aprenderás que no importa en cuantos pedazos tu corazón se partió, el mundo no se detiene para que lo arregles.

Aprenderás que el tiempo no es algo que pueda volver hacia atrás, por lo tanto, debes cultivar tu propio jardín y decorar tu alma, en vez de esperar que alguien te traiga flores.

Entonces y solo entonces sabrás realmente lo que puedes soportar; que eres fuerte y que podrás ir mucho más lejos de lo que pensabas cuando creías que no se podía mas.


¡Es que realmente la vida vale cuando tienes el valor de enfrentarla!

jueves, 10 de marzo de 2016

Instantes



miércoles, 9 de marzo de 2016

Cuando empecé a apreciarme






Cuando empecé a apreciarme comprendí que en cualquier
circunstancia, yo estaba en el lugar correcto, en la hora
correcta y en el momento exacto y entonces, pude relajarme.

Hoy sé que eso tiene un nombre… AUTOESTIMA

Cuando empecé a apreciarme, pude percibir que mi angustia y
mi sufrimiento emocional, no son sino una señal de que voy
contra mis propias verdades.

Hoy sé que eso es… AUTENTICIDAD

Cuando empecé a apreciarme, dejé de desear que mi vida fuera
diferente y comencé a ver todo lo que acontece y que contribuye a
mi crecimiento.

Hoy sé que eso se llama… MADUREZ

Cuando empecé a apreciarme, comencé a percibir cómo es
ofensivo tratar de forzar alguna situación, o persona, sólo
para realizar aquello que deseo, aún sabiendo que no es el
momento o la persona no está preparada, inclusive yo mismo.

Hoy sé que el nombre de eso es… RESPETO

Cuando empecé a apreciarme, comencé a librarme de todo lo que
no fuese saludable…, personas, situaciones, todo y cualquier cosa
que me empujara hacia abajo. De inicio mi razón llamó a esa actitud
egoísmo.

Hoy sé que se llama… AMOR PROPIO

Cuando empecé a apreciarme, dejé de temer al tiempo libre y desistí
de hacer grandes planes, abandoné los mega-proyectos de futuro.
Hoy hago lo que encuentro correcto, lo que me gusta, cuando quiero
y a mi propio ritmo.

Hoy sé que eso es… SIMPLICIDAD

Cuando empecé a apreciarme, desistí de querer tener siempre la razón y
con eso, erré menos veces.

Hoy descubrí que eso es la… HUMILDAD

Cuando empecé a apreciarme, desistí de estar reviviendo el pasado y
preocupándome por el futuro. Ahora, me mantengo en el presente, que es
donde la vida acontece. Hoy vivo un día a la vez.

Y eso se llama… PLENITUD

Cuando empecé a apreciarme, percibí que mi mente puede atormentarme y
decepcionarme. Pero cuando la coloco al servicio de mi corazón, tiene una gran y valiosa aliada.

Todo eso es… ¡SABER VIVIR!

No debemos tener miedo de confrontarnos…
…hasta los planetas chocan y del caos nacen las estrellas.

martes, 8 de marzo de 2016

Unicornio azul


Mi unicornio azul ayer se me perdió,
pastando lo dejé y desapareció;
cualquier información bien la voy a pagar,
las flores que dejó no me han querido hablar.

Mi unicornio azul ayer se me perdió,
no se si se me fue, no se si se extravió
y yo no tengo mas que un unicornio azul,
si alguien sabe de el, le ruego información:
cien mil o un millón yo pagaré.

Mi unicornio azul,
se me ha perdido ayer,
se fue.

Mi unicornio y yo hicimos amistad,
un poco con amor, un poco con verdad,
con su cuerno de añil pescaba una canción,
saberla compartir era su vocación.

Mi unicornio azul ayer se me perdió,
y puede parecer acaso una obsesión,
pero no tengo mas que un unicornio azul
y aunque tuviera dos, yo solo quiero aquél:
cualquier información la pagaré.

Mi unicornio azul,
se me ha perdido ayer,
se fue.

lunes, 8 de febrero de 2016

EN AQUEL TIEMPO





Yo tuve el corazón capaz de lluvia.
Ocurría febrero con sus alas
y el tiempo digital nos puso juntas
las manos y los ojos y los cuerpos:
toda la tierra que el amor excusa.

Igual que el viento en las banderas altas
se comportó en nosotros esta música.

Me fui quedando acompañado y cierto,
entendido en los bosques de mi jungla,
leñador orgulloso de raíces
que no debieron nunca estar ocultas.
Lo de siempre se puso a ser distinto:
el mar entero cupo en una urna,
el hielo de los vasos provenía
de una lejana nieve, nuestra y única,
mis manos migratorias se quedaron
a vivir en tu tierra más profunda
y en mi boca, de siempre descontenta,
dimitían de pronto las preguntas.

Presenciadas por dos cambian las torres,
la muerte aplaza sus gestiones últimas
y estar vivo se agita y condecora.
La muerte debe ser como un espejo
donde uno mira y mira sin ver nunca.
Ven cerca. Más. Que entre los dos no quepa
ninguna muerte ni ninguna duda.
Te hablo desde febrero y desde siempre:
sabemos del amor por lo que alumbra,
por lo que tuerce y acrecienta y rige,
por su forma de andar en la penumbra...
Y así, sobre semanas perseguidas
izamos con esfuerzo nuestra alma. 

martes, 2 de febrero de 2016

Cardos





Junto a la vía muerta, cubierta ya de yedra, las
sillas remueven las aneas.
La madre, con el pecho estirado que termina
en pezón o pasa malagueña, busca ansiosa la boca que 
le revuelva toda.
El hombre, sudoroso, jadeante arranca los ras-
trojos. Las axilas le sudan y hacen estalactitas en la
negra camisa.
La guerra ha terminado y un albor de cartillas,
cupones, de cucharas ancladas a la calle del Ancla,
anuncian las palomas sin laureles en picos.
La madre se rebulle, canta, la voz se le ha 
sumido y adentro en las cavernas las tripas gorgo-
jean.
El niño escupe leche y la abeja vencida rebusca
las vivencias vertidas de la madre.
La madre no es mujer, ni árbol, ni apenas
paisaje. Atada está al terruño secano, esclavizada
toda, como si fuera nada.
Las estrellas se rompen frente a un mar tarta-
mudo.
Las barcas hacen sombra y los viejos marinos
arañan a las redes.
El viento seca el pecho vencido, agotado. Y en
la camisa negra el sudor se hace gris y la sal deja
huella.
Por fin, la gota sale, blanquecina, las grietas se
revientan y un gozoso lamento enternece a los 
cardos.

lunes, 1 de febrero de 2016

El desocupado




Vale lo que su sueño:
lo que pueda valer lo que no sirve.

Vive en un pueblo de preguntas
con torres encendidas
y campanas que tocan siempre solas.
Un pueblo con un río y una casa
y un aire justo para respirarse.

Sin tener que moverse
ha visto, boca arriba, al techo constelado
y al eclipse fatal de la bombilla
que el sueño trae.

Mirando la expansión de la gotera
le vio la cara a la pobreza...

Sin salir a la calle, 
solamente asomándose a la puerta
ha visto
la luminosa raza de los amaneceres,
el crepúsculo y toda su comitiva de colores,
la noche y sus insignias.

Sólo el desocupado
sabe que la pereza es habitable,
que estar tendido tiene parques, puentes,
lunas, caminos cortos entre pinos...

Acaso nadie
se dé más cuenta de la vida.