domingo, 30 de junio de 2013
STATUS DE SEÑORA
STATUS DE SEÑORA
Sola,
día a día contemplo la fuerza
con que se impone el alba
mientras coso tu nombre en las cortinas.
Sola,
habitante soy de una bella casa
donde mi persona es el mejor adorno
que de vez en vez de lugar cambias
pero nada es mío según las actas.
Sola,
con mi status de señora bien casada,
esposa del brillante ejecutivo
que entiendo vive conmigo
por las huellas que deja en la cama.
Sola
cada noche río a carcajadas
con mi sombra de gran dama
y contemplo el rostro de la perfecta esposa
que desearía por una noche ser tu cortesana.
sábado, 29 de junio de 2013
Mariposas
MARIPOSAS
Ora blancas cual copos de nieve,
ora negras, azules o rojas,
en miríadas esmaltan el aire
y en los pétalos frescos retozan.
Leves saltan del cáliz abierto,
como prófugas almas de rosas
y con gracia gentil se columpian
en sus verdes hamacas de hojas.
Una chispa de luz les da vida
y una gota al caer las ahoga;
aparecen al claro del día,
y ya muertas las halla la sombra.
¿Quién conoce sus nidos ocultos?
¿En qué sitio de noche reposan?
¡Las coquetas no tienen morada!...
¡Las volubles no tienen alcoba!...
Nacen, aman, y brillan y mueren,
En el aire, al morir se transforman,
y se van sin dejarnos su huella,
cual de tenue llovizna las gotas.
Tal vez unas en flores se truecan,
y llamadas al cielo las otras,
con millones de alitas compactas
el arco iris espléndido forman.
Vagabundas, ¿en dónde está el nido?
Sulanita, ¿qué harén te aprisiona?
¿A qué amante prefieres, coqueta?
¿En qué tumbas dormís, mariposas?
¡Así vuelan y pasan y expiran
las quimeras de amor y de gloria,
esas alas brillantesdel alma,
ora blancas, azules o rojas!
¿Quién conoce en qué sitio os perdisteis,
ilusiones que sois mariposas?
¡Cuán ligero voló vuestro enjambre
al caer en el alma la sombra!
Tú, la blanca, ¿por qué ya no vienes?
¿No eres fresco azahar de mi novia?
te formé con un grumo del cirio
que de niño llevé a la parroquia;
eres casta, creyente, sencilla,
y al posarte temblando en mi boca
murmurabas, heraldo de goces,
"¡Ya está cerca tu noche de bodas!"
¡Ya no viene la blanca la buena!
¡Ya no viene tampoco la roja,
la que en sangre teñí, beso vivo,
al morder unos labios de rosa!
Ni la azul que me dijo: ¡poeta!
¡Ni la de oro, promesa de gloria!
¡Es de noche... ya no hay mariposas!
¡Ha caído la tarde en el alma!
Encended ese cirio amarillo...
¡Las que tienen las alas muy negras
Ya vendrán en tumulto las otras,
y se acercan en fúnebre ronda!
¡Compañeras, la pieza está sola!
Si por mi alma os habéis enlutado,
¡Venid pronto, venid mariposas!
Ora blancas cual copos de nieve,
ora negras, azules o rojas,
en miríadas esmaltan el aire
y en los pétalos frescos retozan.
Leves saltan del cáliz abierto,
como prófugas almas de rosas
y con gracia gentil se columpian
en sus verdes hamacas de hojas.
Una chispa de luz les da vida
y una gota al caer las ahoga;
aparecen al claro del día,
y ya muertas las halla la sombra.
¿Quién conoce sus nidos ocultos?
¿En qué sitio de noche reposan?
¡Las coquetas no tienen morada!...
¡Las volubles no tienen alcoba!...
Nacen, aman, y brillan y mueren,
En el aire, al morir se transforman,
y se van sin dejarnos su huella,
cual de tenue llovizna las gotas.
Tal vez unas en flores se truecan,
y llamadas al cielo las otras,
con millones de alitas compactas
el arco iris espléndido forman.
Vagabundas, ¿en dónde está el nido?
Sulanita, ¿qué harén te aprisiona?
¿A qué amante prefieres, coqueta?
¿En qué tumbas dormís, mariposas?
¡Así vuelan y pasan y expiran
las quimeras de amor y de gloria,
esas alas brillantesdel alma,
ora blancas, azules o rojas!
¿Quién conoce en qué sitio os perdisteis,
ilusiones que sois mariposas?
¡Cuán ligero voló vuestro enjambre
al caer en el alma la sombra!
Tú, la blanca, ¿por qué ya no vienes?
¿No eres fresco azahar de mi novia?
te formé con un grumo del cirio
que de niño llevé a la parroquia;
eres casta, creyente, sencilla,
y al posarte temblando en mi boca
murmurabas, heraldo de goces,
"¡Ya está cerca tu noche de bodas!"
¡Ya no viene la blanca la buena!
¡Ya no viene tampoco la roja,
la que en sangre teñí, beso vivo,
al morder unos labios de rosa!
Ni la azul que me dijo: ¡poeta!
¡Ni la de oro, promesa de gloria!
¡Es de noche... ya no hay mariposas!
¡Ha caído la tarde en el alma!
Encended ese cirio amarillo...
¡Las que tienen las alas muy negras
Ya vendrán en tumulto las otras,
y se acercan en fúnebre ronda!
¡Compañeras, la pieza está sola!
Si por mi alma os habéis enlutado,
¡Venid pronto, venid mariposas!
viernes, 28 de junio de 2013
HORAS DE JUNIO
HORAS DE JUNIO
I
Vuelvo a ti, soledad, agua vacía,
agua de mis imágenes, tan muerta,
nube de mis palabras, tan desierta,
noche de la indecible poesía.
Por ti la misma sangre -tuya y mía-
corre al alma de nadie siempre abierta.
Por ti la angustia es sombra de la puerta
que no se abre de noche ni de día.
Sigo la infancia en tu prisión, y el juego
que alterna muertes y resurrecciones
de una imagen a otra vive ciego.
Claman el viento, el sol y el mar del viaje.
Yo devoro mis propios corazones
y juego con los ojos del paisaje.
II
¿Cuál de todas las sombras es la mía?
A todo cuerpo viene la belleza
y anticipa en los aires la proeza
de ser sin el poema poesía.
Junio dos nubes mágicas me fía
y ya soy cielo en que la duda empieza.
¿Apoyaré tan pronto la cabeza
en la mano profunda que aún no es mía?
En palabras de amor se va la hermosa
vida junto a la espina y a la rosa,
tan alta siempre que cuando la hallamos
antes sangran los dedos con la espina;
y la rosa en la altura de sus ramos
ya es otra rosa que se indetermina.
III
Junio me dio la voz, la silenciosa
música de callar un sentimiento.
Junio se lleva ahora como el viento
la esperanza más dulce y espaciosa.
Yo saqué de mi voz la limpia rosa,
única rosa eterna del momento.
No la tomó el amor, la llevó el viento
y el alma inútilmente fue gozosa.
A1 año de morir todos los días
los frutos de mi voz dijeron tanto
y tan calladamente, que unos días
vivieron a la sombra de aquel canto.
(Aquí la voz se quiebra y el espanto
de tanta soledad llena los días.)
jueves, 27 de junio de 2013
LA AMENAZA DE LA FLOR
LA AMENAZA DE LA FLOR
Flor de las adormideras:
engáñame y no me quieras.
¡Cuánto el aroma exageras,
cuánto extremas tu arrebol,
flor que te pintas ojeras
y exhalas el alma al sol!
Flor de las adormideras.
Una se te parecía
en el rubor con que engañas,
y también porque tenía,
como tú, negras pestañas.
Flor de las adormideras.
Una se te parecía.. .
Y tiemblo sólo de ver
tu mano puesta en la mía:
¡Tiemblo no amanezca un día
en que te vuelvas mujer!
miércoles, 26 de junio de 2013
ROMANCE DEL MORO DE ANTEQUERA
ROMANCE DEL MORO DE ANTEQUERA
De Antequera sale un moro, de Antequera, aquesa villa,
cartas llevaba en su mano, cartas de mensajería,
escritas iban con sangre, y no por falta de tinta,
el moro que las llevaba ciento y veinte años había.
Ciento y veinte años el moro, de doscientos parecía,
la barba llevaba blanca muy larga hasta la cinta,
con la cabeza pelada la calva le relucía;
toca llevaba tocada, muy grande precio valía,
la mora que la labrara por su amiga la tenía.
Caballero en una yegua que grande precio valía,
no por falta de caballos, que hartos él se tenía;
alhareme en su cabeza con borlas de seda fina.
Siete celadas le echaron, de todas se escabullía;
por los cabos de Archidona a grandes voces decía:
-Si supieres, el rey moro, mi triste mensajería
mesarías tus cabellos y la tu barba vellida.
Tales lástimas haciendo llega a la puerta de Elvira;
vase para los palacios donde el rey moro vivía.
Encontrado ha con el rey que del Alhambra salía
con doscientos de a caballo, los mejores que tenía.
Ante el rey, cuando le halla, tales palabras decía:
-Mantenga Dios a tu alteza, salve Dios tu señoría.
-Bien vengas, el moro viejo, días ha que te atendía.
-¿Qué nuevas me traes, el moro, de Antequera esa mi villa?
-No te las diré, el buen rey, si no me otorgas la vida.
-Dímelas, el moro viejo, que otorgada te sería.
-Las nuevas que, rey, sabrás no son nuevas de alegría:
que ese infante don Fernando cercada tiene tu villa.
Muchos caballeros suyos la combaten cada día:
aquese Juan de Velasco y el que Henríquez se decía,
el de Rojas y Narváez, caballeros de valía.
De día le dan combate, de noche hacen la mina;
los moros que estaban dentro cueros de vaca comían,
si no socorres, el rey, tu villa se perdería.
martes, 25 de junio de 2013
Los Robles
21
No subas tan alto, pensamiento loco,
que el que más alto sube más hondo cae,
ni puede el alma gozar del cielo
mientras que vive envuelta en la carne.
Por eso las grandes dichas de la tierra
tienen siempre por término grandes catástrofes.
lunes, 24 de junio de 2013
ALEGORIA
ALEGORIA
Era nocturno el potro. Era el jinete
de cobre -un indio que nació en Tlaxcala-,
y su torso desnudo, coselete
dorado y firme, al de la avispa iguala.
El sol en el ocaso, como un lauro
a la sien del jinete se ofrecía,
y vi lucir el mito del centauro
en la Hacienda del Trópico, aquel día.
De la fábula antigua un verde brote
cortaba el indio sobre el potro rudo.
Era el campo sonoro en cada brote,
era el jinete frente al sol. Desnudo
y cara al sol partió como un azote...
Iba a robarlo para hacer su escudo.
domingo, 23 de junio de 2013
LA COPLA
La copla
Tiene la mariposa cuatro alas;
tú tienes cuatro versos voladores;
ella, al girar, resbala por las flores;
tú por los labios, al girar, resbalas.
Como luces su túnica, tú exhalas
de tu forma divinos resplandores,
y fingen ocho vuelos tembladores
tus cuatro remos y sus cuatro palas.
Ya te enredas del alma en una queja,
ya en la azul campanilla de una reja,
ya de un mantón en el airoso fleco.
En el pueblo, andaluz, copla, has nacido,
y tienes --¡ave musical!-- tu nido
de la guitarra en el sonoro hueco.
sábado, 22 de junio de 2013
LA PERA VERDE Y PODRIDA
LA PERA VERDE Y PODRIDA
Iba un día con su abuelo
Paseando un colegial,
Y debajo de un peral
Halló una pera en el suelo.
Mírala, cógela, muerde,
Mas presto arroja el bocado
Que muy podrido de un lado
Estaba, y del otro verde.
«Abuelo, ¿cómo será
Decía el chico escupiendo
Que esta pera que estoy viendo
Podrida aunque verde está?.»
El anciano con dulzura
Dijo: «Vínole ese mal
Por caerse del peral
Sin que estuviera madura.»
Lo propio sucede al necio
Que estando en la adolescencia
Desatiende la prudencia
De sus padres con desprecio.
Al que en sí propio confía
Como en recurso fecundo
E ignorando lo que es inundo
Engólfase en él sin guía.
Quien así intenta negar
La veneración debida
En el campo de la vida
Se pudre sin madurar.
viernes, 21 de junio de 2013
El busto de nieve
El busto de nieve
De amor tentado un penitente un día
con nieve un busto de mujer formaba,
y el cuerpo al busto con furor juntaba,
templando el fuego que en su pecho ardía.
Cuanto más con el busto el cuerpo unía,
más la nieve con fuego se mezclaba,
y de aquel santo el corazón se helaba,
y el busto de mujer se deshacía.
En tus luchas ¡oh amor de quien reniego!
siempre se une el invierno y el estío,
y si uno ama sin fe, quiere otro ciego.
Así te pasa a ti, corazón mío,
que uniendo ella su nieve con tu fuego,
por matar de calor, mueres de frío.
jueves, 20 de junio de 2013
OTRO AMANECER
OTRO AMANECER
El gallo canta..., y la mañana impía
despierta con su luz a los humanos,
haciéndoles trocar delirios vanos
por el forzoso afán de un nuevo día.
Tornan, pues, a embestirles con porfía
la ambición y el amor, fieros tiranos,
los ímprobos trabajos cotidianos...,
la deuda, el jefe, el tedio, la manía...
Y, en tanto, al amador desposeído,
que en sueños compartía la almohada
con tal o cual mujer que hubo querido,
el implacable día lo despierta
para hacerle mirar a su examada
vieja, monja, casada, loca o muerta.
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Pedro Antonio de Alarcón
miércoles, 19 de junio de 2013
COMO ÁNGEL ROJO
¡Cómo ángel rojo!
somos los poetas latinos
de nuestra América latina.
Todos acoplados y juntos
con cara al sol de un dulce mañana.
¡Cómo ángel rojo!
Vamos abiertamente soñando sueños,
somos los hijos del maíz
de la semilla embrionaria
de las hostias sagradas de oro,
de sal y arenas.
¡Cómo ángel rojo!
Ungidos por el Padre Apolo
te cantamos América.
Somos los hijos de la pampa,
del dulce quenepo en la bemba,
los de la Tenochtitlán perdida,
de la guanábana y la yuca,
del pandero y el café puya,
de bemba y el Tombuctú,
de la danza, el tango y el vals,
los de la lengua quechua.
Somos los de guayaco, guayacol y bemba.
Los de guanábanas y flores renacidas.
Los de tierras fértiles,
menú de calabaza, los plátanos partíos,
el fufú americano.
¡Cómo ángel rojo
fundidos por el mismo sol
de lluvia y tabaco, que nos vió crecer!
Te cantamos a ti, Madre redentora,
de las mujeres bellas
del campo y el pueblo
de las ciudades ocultas y legendarias.
Venimos de todo el mundo
para hacer de este canto,
tu canto, mi canto, el canto de todos...
Mi antillana vía
mi cerezo y mis Andes,
mi ruido imborrable,
mi Martín Fierro,
mi Simón Bolívar
y escúchame tú,
Bill Clinton,
que de Vieques
hoy se vaya la Marina.
¡Cómo ángel rojo!
por los heterosexuales,
por los homosexuales, por los "gays",
por todos los muertos, por el Sida,
porque mañana florezca
un nuevo día
en que los gauchos y las llamas
comprendan esta gran poesía.
¡Cómo ángel rojo!
Te cantamos
reina y madre,
diosa y edén,
bella Meseta del Nazca,
paraíso oculto de Colón
que nos dio la lengua milenaria,
este versos lleno de ambrosía.
¡Cómo ángel rojo!
Somos los poetas latinos
de nuestra América latina.
¡Cómo ángel rojo!
Nacimos del sol
en la morena vía
y si alguien se me queda
yo le ruego
que perdone mi poesía
pues somos tantos y tantos y tantos y tantos
los que hoy escriben ésta, mi poesía...
martes, 18 de junio de 2013
SOLA
SOLA
Porque fui caminando por el mundo
e iba sola
y no me detuve en templos ni posadas
se me gastaron los zapatos.
No podía ser de otra manera.
El mundo es vasto como un silencio.
Toda ciudad tiene su torre
para empinarse
y está sola.
¿Por qué habría de parar en casa?
¿cambiar palabra por palabra?
Nadie suma los dedos de la mano
a veces por el aire pasa una bicicleta
y nos prendemos una lágrima
en el ojal o el suéter
porque no todo nos resulta fácil,
hay argumentos
familia
esquemas que la gente no se atreve a romper
porque es más bien difícil
caminar por las calles mirando el aire
las palomas
o la tristeza de los otros.
Ningún país
hace más felices a los que están encima
o debajo de las cosas.
Por eso parto sola
(y sigo sola) como esos volcanes
que a veces tienen horribles sacudidas
pero se restablecen.
Todo vuelve a una calma superficie.
Los caminos se borran.
Donde hubo un árbol
una zanja indica
que había que mudar la geografía
romper el molde antiguo
no habituar a las gentes
porque nada es de siempre
ni las gentes.
No se puede partir del mismo punto
hay que partir de "a" como en el alfabeto
tragarse las lágrimas
y ser de nuevo arcángel
piedra bruta
borrachera de vino caliente en el invierno
sol desteñido
brumas.
lunes, 17 de junio de 2013
Llegar a ti, entonces, es buscar...
Llegar a ti, entonces, es buscar
la voz de un niño entre las multitud,
recoger el miedo interminable
que origina un viento nocturno,
iluminar el amor con una lámpara
de primitivo y de dulce aceite,
tocar con los dedos un pájaro de azúcar
que besa el cuello de las mujeres,
limitar la invasión de la nieve
que llega con sus armaduras de frío
y verte tranquilo y reposado
quemando el intacto silencio.
la voz de un niño entre las multitud,
recoger el miedo interminable
que origina un viento nocturno,
iluminar el amor con una lámpara
de primitivo y de dulce aceite,
tocar con los dedos un pájaro de azúcar
que besa el cuello de las mujeres,
limitar la invasión de la nieve
que llega con sus armaduras de frío
y verte tranquilo y reposado
quemando el intacto silencio.
domingo, 16 de junio de 2013
LA NIÑA Y EL ARBOL
LA NIÑA Y EL ÁRBOL
Las mariposas adornan
cerezos: Es primavera.
¡Qué triste si no se espera!
Y el agua, la luz y el viento
saltan, refulgen y vuelan.
¡Qué triste si no se espera!
La niña se desabrocha
de pechos la botonera..
¡Qué joven la primavera!
Si no tuviera mil años
ni mis altas ramas yertas...
¡Qué triste la primavera!
Que triste el árbol, que alegres
manos que por ti crecieran.
¡La niña su blusa abierta!
sábado, 15 de junio de 2013
Coplas
1
Como el almendro florido
has de ser con los rigores,
si un rudo golpe recibes
suelta una lluvia de flores.
viernes, 14 de junio de 2013
Romances
4
Seis veces ha dado mayo
tributo en flores al sol,
que desea ver el fruto
de su esperanza, mi amor,
sin que anime este cuidado
una hora de posesión
en tanto tiempo, mi dicha
y vuestro largo favor.
¡Mirad si será milagro
que el gusto conserve en flor
en el jardín del deseo
tanto tiempo una afición,
y qué tal estará un alma,
que es mía, y habita en vos,
sustentándola seis años
la vista sin posesión!
Bien sé yo, señora mía,
que un discreto comparó,
con propiedad y agudeza,
el amante al labrador;
y que para que éste goce
la cosecha con sazón,
compra un día de descanso
por un año de sudor.
Mas ¿qué labrador habrá
que no deje la labor
que en seis años de trabajos
no da frutos, sino yo?
Sembré al principio esperanzas
en fe que me prometió
el pronóstico del gusto
un año de bendición;
y pasados seis de penas
nunca el agosto llegó,
siendo en cosechas de amores
el agosto la ocasión.
Ya sé que responderéis,
puede ser que con razón,
que culpe mi cortedad
y no vuestra obligación,
pues cogidos los cabellos
que su frente me ofreció,
sin ver su calvo castigo
gozara vuestro favor.
Mas si el dar cinco de corto
seis años me castigó,
asegundad y veréis
cuan diestro en el juego estoy.
Dueño mío, no haya más;
dad fruto como dais flor,
que se nos va todo en flores
y yo acabándome voy.
(De "Los Cigarrales de Toledo")
jueves, 13 de junio de 2013
Cuentas del tío Mariano
Cuentas del tío Mariano
Araba el tío Mariano
la húmeda tierra gredosa,
y entre la bruma lluviosa
del horizonte lejano,
con cierta noble ansiedad
que a la amargura se junta,
miraba, al volver la yunta,
las torres de la ciudad.
Allí los amos estaban
de aquel pedazo de llano,
ya convertido en pantano
por lluvias que no amainaban.
Y no pensaba el rentero
que el amo estaba al abrigo
del bofetón del hostigo
y el frío del aguacero.
Aspiraciones más parcas
tentaban al viejo charro
mientras hundía en el barro
sus bien calzadas abarcas.
Era un día de febrero
revuelto, lluvioso y frío;
cada camino era un río
y un charco cada sendero.
Bajaban por las quebradas
turbios regatos zumbando,
que iban el hoyo inundando
de hoscas aguas coloradas.
Y era el barbecho un fangal,
y el prado un estanque era,
y una charca la ribera,
los valles un chapatal.
Arrebataba el solano
las gotas del aguacero,
que eran las puntas de acero
de su látigo inhumano.
Iracundos los zagales
bregaban con los corderos
y los cabritos zagueros
hundidos en los fangales.
Y el pobre tío Mariano,
con la anguarina calada,
bajo un brazo la aguijada
y en la mancera una mano,
arando estaba en tal día
por no perder una huebra,
donde diz que el viento quiebra
cosa que él solo diría,
pues en aquella desnuda
tierra llana sin abrigo
le flagelaba el hostigo
la cara con saña cruda.
Y así malamente araba
y echaba el hombre sus cuentas,
las cuentas de aquellas rentas
que por las tierras pagaba.
Bien echadas las tenía,
pero con mal resultado,
y así, terco y porfiado,
las iba haciendo aquel día;
«Las rastras ya no las miento;
hogaño, si pinta el año,
no será ningún extraño
que me arrimase a las ciento.
Se ha derramao en sazón;
la desará fue mu guapa,
y si sigue asín, no escapa
de haber buena granición.»
(Este cálculo lo hacía
con las leves omisiones
de langosta, inundaciones,
de pedriscos y sequía...)
«¡Ahora, tanto pa calzar,
tanto en vestir y en comer...
(Y no hablaba de beber,
porque era hablar... de la mar.)
«Tanto pa contribuciones,
tanto pa renta y simiente...»
Y así fue del remanente
practicando sustracciones.
Y de las ciento supuestas
sustrajo el tío Mariano
tantas fanegas de grano,
que al pasar de ciento éstas,
puso cara de ansiedad,
dijo con pena, mirando
y el cuerpo zarandeando,
las torres de la ciudad:
«Si hogaño fuese allá un día
y el amo bajar quisiera
seis fanegas..., ¡cualisquiera,
cualisquiera me tosía!...»
¡Señor del tío Mariano!:
si acude a ti, sé piadoso,
que harás un hogar dichoso
con seis fanegas de grano.
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