La esperanza
No creo que pudiera decir exactamente
cuántas veces dentro de mí
recorriendo mis entrañas
ha respirado o latido o gritado o temblado
esa cosa que llamamos esperanza
ese fluido desazonador
que nos convierte en seres anhelantes
en criaturas que zozobran
que tiemblan y no saben hacer otra cosa
que mirar en todas direcciones
confiando en que el destino no los defraude.
La de veces que me he sentido rehén
de una cosa tan intangible como la esperanza.
Y el ahogo que nos clausura por dentro
cuando la esperanza no contesta
o nos vuelve la espalda
delicada y decisivamente.
En qué lugar de nuestro cuerpo
nace y muere
esa flor venenosa
que siempre está dispuesta
a cantarnos la balada de lo imposible.
Deberíamos inventar una vacuna
aunque daría igual porque
como todos sabemos
la esperanza es lo último que se pierde.
(De “Historia de una anatomía,
Premio Nacional de Poesía 2011)