martes, 30 de septiembre de 2014
La poesía sirve para todo
La poesía sirve para todo: reemplaza a la anestesia
donde el dentista, y no produce efectos secundarios.
En dosis muy concentradas (p. ej. Keats + Vallejo) puede dar escalofríos en
[la médula espinal,
estremecimientos, palidez
y una sensación de pisar en el vacío.
En esos casos se recomienda dejar una flor seca entre las hojas
señalando al culpable –hasta que otra alma piadosa
de aquí a cien años
arriesgue el pellejo en la aventura.
lunes, 29 de septiembre de 2014
No estés triste mi amor...
No estés triste‚ mi amor‚
y si lo estás‚ que tu tristeza sea un modo de vengarte de Dios y de las flores‚ de la alegría inútil que debe ser la vida según ellos‚ y no estés triste nunca por las cosas que pasan o no pasan‚ sino solo por esto: porque contempla la tristeza desde lejos a Dios y a las flores y al tiempo y nos lleva al lugar donde amar es posible. |
domingo, 28 de septiembre de 2014
Vivir a cara o cruz
VIVIR A CARA O CRUZ |
Carezca yo de ti
y al infortunio suceda la desgracia y a la desgracia el cataclismo y a todo ello asistiría con el desinterés de un muerto. Estés conmigo tú y por cada brizna de dicha que pretendan arrebatarnos avanzarían desde mi corazón espléndidos ejércitos de odio. Tú puedes ser la espalda atroz de mi destino o mi patria de carne. |
sábado, 27 de septiembre de 2014
Vivir
Lleva el placer al dolor
y el dolor lleva al placer;
¡vivir no es más que correr
eternamente alrededor
de la esfinge del amor!
y el dolor lleva al placer;
¡vivir no es más que correr
eternamente alrededor
de la esfinge del amor!
Esfinge de forma rara
que no deja ver la cara...;
más yo la he visto en secreto,
y es la esfinge un esqueleto
y el amor en muerte para.
que no deja ver la cara...;
más yo la he visto en secreto,
y es la esfinge un esqueleto
y el amor en muerte para.
viernes, 26 de septiembre de 2014
JARDINERA
A veces los poetas hacen hablar a las flores.
Jardinera, tú que entraste
en el jardín del amor,
de las plantas que regaste
dime cual es la mejor.
La mejor es una rosa
que se viste de color,
del color que se le antoja
y verde tiene la flor.
Tres hojitas tiene verdes,
y las demás encarnadas,
y a ti te prefiero a todas,
que eres la más colorada.
Gracias te doy jardinera,
porque me hayas elegido,
entre tantas como hay
a mi sola has preferido.
jueves, 25 de septiembre de 2014
ROMANCE DE LA LINDA ALBA
—¡Ay, cuán linda que eres Alba,
más linda que no la flor;
blanca sois, señora mía,
más que los rayos del sol!
¡Quién la durmieses esta noche
desarmado y sin temor;
que siete años había, siete,
que no me desarmo, no!
—Dormidla, señor, dormidla,
desarmado y sin pavor;
Alberto es ido a caza
a los montes de León.
—Si a caza es ido, señora,
cáigale mi maldición:
rabia le mate los perros
y aguilillas el falcón,
lanzada de moro izquierdo
le traspase el corazón.
—Apead, conde don Grifos,
porque hace muy gran calor,
¡Linda manos tenéis, conde!
¡Ay, cuán flaco estáis, señor!
—No os maravilléis, mi vida,
que muero por vuestro amor,
y por bien que pene y muera
no alcanzo ningún favor.
—Hoy lo alanzaréis, don Grifos,
en mi lindo mirador.
Ellos en esto estando,
Albertus toca el portón:
—¿Qué es lo que tenéis, señora?
¡Mudada estáis de color!
—Señor, mala vida paso,
la paso con gran dolor,
que me dejéis aquí sola
y a los montes os vais vos.
—Esas palabras, la niña,
no eran sino traición.
—¿Cuyo es aquel caballo
que allá abajo relinchó?
—Señor, era de mi padre,
y envíalo para vos.
—¿Cuyas son aquellas armas
que están en el corredor?
—Señor, eran de mi hermano,
y agora os las envió.
—¿Cuya es aquella lanza,
que tiene tal resplandor?
—Tomadla, Albertos, tomadla,
matadme con ella vos,
que esta muerte, buen conde,
bien os la merezco yo.
más linda que no la flor;
blanca sois, señora mía,
más que los rayos del sol!
¡Quién la durmieses esta noche
desarmado y sin temor;
que siete años había, siete,
que no me desarmo, no!
—Dormidla, señor, dormidla,
desarmado y sin pavor;
Alberto es ido a caza
a los montes de León.
—Si a caza es ido, señora,
cáigale mi maldición:
rabia le mate los perros
y aguilillas el falcón,
lanzada de moro izquierdo
le traspase el corazón.
—Apead, conde don Grifos,
porque hace muy gran calor,
¡Linda manos tenéis, conde!
¡Ay, cuán flaco estáis, señor!
—No os maravilléis, mi vida,
que muero por vuestro amor,
y por bien que pene y muera
no alcanzo ningún favor.
—Hoy lo alanzaréis, don Grifos,
en mi lindo mirador.
Ellos en esto estando,
Albertus toca el portón:
—¿Qué es lo que tenéis, señora?
¡Mudada estáis de color!
—Señor, mala vida paso,
la paso con gran dolor,
que me dejéis aquí sola
y a los montes os vais vos.
—Esas palabras, la niña,
no eran sino traición.
—¿Cuyo es aquel caballo
que allá abajo relinchó?
—Señor, era de mi padre,
y envíalo para vos.
—¿Cuyas son aquellas armas
que están en el corredor?
—Señor, eran de mi hermano,
y agora os las envió.
—¿Cuya es aquella lanza,
que tiene tal resplandor?
—Tomadla, Albertos, tomadla,
matadme con ella vos,
que esta muerte, buen conde,
bien os la merezco yo.
miércoles, 24 de septiembre de 2014
Lanzarote y el orgulloso
Nunca fuera caballero
de damas tan bien servido
como fuera Lanzarote
cuando de Bretaña vino,
que dueñas curaban de él,
doncellas del su rocino.
Esa dueña Quintañona,
ésa le escanciaba el vino,
la linda reina Ginebra
se lo acostaba consigo;
y estando al mejor sabor,
que sueño no había dormido,
la reina toda turbada
un pleito ha conmovido:
-Lanzarote, Lanzarote,
si antes hubieras venido,
no hablara el orgulloso
las palabras que había dicho,
que a pesar de vos, señor,
se acostaría conmigo.
Ya se arma Lanzarote
de gran pesar conmovido,
despídese de su amiga,
pregunta por el camino.
Topó con el orgulloso
debajo de un verde pino,
combátense de las lanzas,
a las hachas han venido.
Ya desmaya el orgulloso,
ya cae en tierra tendido.
Cortara le la cabeza,
sin hacer ningún partido;
vuélvese para su amiga
donde fue bien recibido
martes, 23 de septiembre de 2014
The Season of Phantasmal Peace
Then all the nations of birds lifted together
the huge net of the shadows of this earth
in multitudinous dialects, twittering tongues,
stitching and crossing it. They lifted up
the shadows of long pines down trackless slopes,
the shadows of glass-faced towers down evening streets,
the shadow of a frail plant on a city sill—
the net rising soundless as night, the birds' cries soundless, until
there was no longer dusk, or season, decline, or weather,
only this passage of phantasmal light
that not the narrowest shadow dared to sever.
And men could not see, looking up, what the wild geese drew,
what the ospreys trailed behind them in silvery ropes
that flashed in the icy sunlight; they could not hear
battalions of starlings waging peaceful cries,
bearing the net higher, covering this world
like the vines of an orchard, or a mother drawing
the trembling gauze over the trembling eyes
of a child fluttering to sleep;
it was the light
that you will see at evening on the side of a hill
in yellow October, and no one hearing knew
what change had brought into the raven's cawing,
the killdeer's screech, the ember-circling chough
such an immense, soundless, and high concern
for the fields and cities where the birds belong,
except it was their seasonal passing, Love,
made seasonless, or, from the high privilege of their birth,
something brighter than pity for the wingless ones
below them who shared dark holes in windows and in houses,
and higher they lifted the net with soundless voices
above all change, betrayals of falling suns,
and this season lasted one moment, like the pause
between dusk and darkness, between fury and peace,
but, for such as our earth is now, it lasted long.
lunes, 22 de septiembre de 2014
Como en los cuentos de duendes zapateros...
Como en los cuentos de duendes zapateros
ella
lo hace por mí.
Ella,
la que desclava mis palabras,
hace el trabajo sucio
para luego
comerse mis perdices.
De "Lámparas de arena" 2000
ella
lo hace por mí.
Ella,
la que desclava mis palabras,
hace el trabajo sucio
para luego
comerse mis perdices.
De "Lámparas de arena" 2000
domingo, 21 de septiembre de 2014
Todo amor es fantasía
Todo amor es fantasía, de sobra lo sabemos: inventa al amante, a la amada, nos inventamos con año, día, sabor, piel... Nuestros sueños separados inventan la melodía que nuestros sueños juntos descomponen, destrozan, recomponen. Que nuestros cuerpos juntos sueñan, viva, eterna.
Todo amor es asombrada fantasía, iluminada fantasía sin palabras, acaso queriéndose fijar en palabras.
Palabras. Palabras las tuyas creándome, inventando a éste que...
Los ojos que miro, parados, verdosamente inseguros ¿los aprendo en el espejo, en las palabras, tus palabras?
Ahora unos dedos (mis dedos) rozan unos brazos (estos brazos) modelan suavemente una cintura, se redondean sobre unas caderas, piensan una piel real, un cuerpo ¿real o fantasía inventada por el amor, tu amor hecho palabras?
Fantasía-Guiomar que creaste, creí:
Sólo mi figura como una centella blanca, fija e inmóvil una centella de tiempo sólo, oscila, viene y va, en espiral asciende, desciende hasta ti, entre tus brazos es ala o piel palpitante la figura, mi blanca figura que se derrama en chorro multicolor, cintas que atan, desatan rojos, azules, oro sobre pizarra gris, multicolor sobre tu noche oscura rayándola de cascabeles brillándola, trenzándose en luz, alzándose en luz-sonido, mi figura fugaz que se derrama, se perfila en tecnicolor de japonesa armonía, azulea, rojea, sonríe, reluce dorada sobre todos los grises, te ofrece el ovillo dorado que tus manos toman, te ofrezco mis manos, mis liberadoras manos, atamos nuestras manos, nuestras bocas, hallamos el hilo del claro
día, día-nosotros.
(Desde la penumbra de una butaca de patio nos miré un instante proyectados allí: nos contemplé ?en tan sólo un instante-centella? liberados.)
sábado, 20 de septiembre de 2014
La ninfa ha despertado
La ninfa ha despertado.
Desnuda, no me teme.
Cansada está de tanto andar en sueños.
La hierba la sostiene como a cáliz tendido.
Vierte la fuente un agua confiada
en donde beben los que duran.
Ciervos rondan, perdices sobrevuelan.
Desnuda, no me teme.
Cansada está de tanto andar en sueños.
La hierba la sostiene como a cáliz tendido.
Vierte la fuente un agua confiada
en donde beben los que duran.
Ciervos rondan, perdices sobrevuelan.
Digo en voz baja mi deseo
y ella: “No. Volverás a mí
cuando aprendas los gestos y palabras
de los dioses.
y ella: “No. Volverás a mí
cuando aprendas los gestos y palabras
de los dioses.
Vuelve
cuando hayas aprendido a contemplarme.
Ver es humano y contemplar, divino”.
cuando hayas aprendido a contemplarme.
Ver es humano y contemplar, divino”.
viernes, 19 de septiembre de 2014
Carta
La página inundada de silencio.
¿La entiende alguien?
Escribiría: "Oigo
voces de muchos pájaros", o
"Se murió en el olvido", pero
¿lo entiende alguien?
Hábito de silencio,
de voces fragmentadas.
No, probablemente:
mejor ¿informaciones puntuales?,
que se dice.
Y la firma, sin fecha.
El resto del papel, meditando en silencio,
recorrido por la pluma sin tinta,
por la voz de una muda,
se dejará mirar.
Quizá se entienda.
jueves, 18 de septiembre de 2014
Este jueves
Este jueves depende de tu boca.
Debes cuidarlo igual que un parque a un niño,
como cuida el otoño cada hoja
y le procura el aire necesario
para que se reúna con las otras.
Mira este jueves. No lo sabe. Míralo
acercarse a nosotros entre sombras.
y ocupar la ciudad como un ejército
que no pensara nunca en su derrota.
Será jueves en todo. Está de paso
pero quiere vivir de luces propias.
Entrará en la oficina de mañana,
a mediodía contará sus horas
y se quedará al norte de las cartas
que desde que se escriben son remotas.
Mira cómo se acerca hasta nosotros:
viste de azul y herencias sigilosas,
establece su número y su luna
¡el tiempo siendo jueves en las cosas!
Cuídalo tú que puedes, no le dejes
que tal día haga un año en la memoria.
Mira cómo se acerca a la ventana
sin saber que depende de tu boca.
Para pasar un día con nosotros
ha salido este jueves de sus sombras.
miércoles, 17 de septiembre de 2014
LA VOZ A TI DEBIDA Versos 2018 a 2046
no te encontraba nunca.
Me fui a tu encuentro
por el dolor.
Tú no venías por allí.
Me metí en lo más hondo
por ver si, al fin, estabas.
Por la angustia,
desgarradora, hiriéndome.
Tú no surgías nunca de la herida.
Y nadie me hizo señas
—un jardín o tus labios,
con árboles, con besos—;
nadie me dijo
—por eso te perdí—
que tú ibas por las últimas
terrazas de la risa,
del gozo, de lo cierto.
Que a ti se te encontraba
en las cimas del beso
sin duda y sin mañana.
En el vértice puro
de la alegría alta,
multiplicando júbilos
por júbilos, por risas,
por placeres.
Apuntando en el aire
las cifras fabulosas,
sin peso, de tu dicha.
martes, 16 de septiembre de 2014
Posesión de tu nombre
Posesión de tu nombre,
sola que tú permites,
felicidad, alma sin cuerpo.
Dentro de mí te llevo
porque digo tu nombre,
felicidad, dentro del pecho.
«Ven»: y tú llegas quedo;
«vete»: y rápida huyes.
Tu presencia y tu ausencia
sombra son una de otra,
sombras me dan y quitan.
(¡Y mis brazos abiertos!)
Pero tu cuerpo nunca,
pero tus labios nunca,
felicidad, alma sin cuerpo, sombra pura.
lunes, 15 de septiembre de 2014
Sonnet 15: When I consider everything that grows
When I consider everything that grows
Holds in perfection but a little moment,
That this huge stage presenteth nought but shows
Whereon the stars in secret influence comment;
When I perceive that men as plants increase,
Cheered and check'd even by the selfsame sky,
Vaunt in their youthful sap, at height decrease,
And wear their brave state out of memory;
Then the conceit of this inconstant stay
Sets you most rich in youth before my sight,
Where wasteful Time debateth with Decay
To change your day of youth to sullied night;
And all in war with Time for love of you,
As he takes from you, I engraft you new.
domingo, 14 de septiembre de 2014
Oro, incienso y mirra
Incienso te ofrecí,
al tenderte en mi lecho
tú, mirra me ofrendaste
al estrechar tu cuerpo
junto al mío
Rey Midas me sentí
aquella noche
tus rizos en mis dedos
eran bucles de oro.
sábado, 13 de septiembre de 2014
LA CASA AMARILLA
Sórdidas pensiones, estancadas al amanecer.
Con la nariz fría y las manos aún
más frías, mi amor con todo el pelo frío,
a un lado un lavabo de loza desportillada
y un agua más fría que mi propio amor.
Pensiones, quién os viera de mañana,
los visillos echados sobre el vidrio torpemente,
lejos ya del rubor, la cama revuelta,
un sudor barato y gratificante.
Mi amor se ha puesto torcidas las medias.
Tiembla su pequeño cuerpo de niña,
su cinturita que cabe en mis manos.
Aun con los ojos sucios, qué hermosa
me resulta, más delgada que ayer.
Las doce menos cinco en mi reloj.
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