
Hoy no destruye el tiempo la memoria,
hoy no la desordena.
No amenaza la máquina, no arrasa
el grano de las mieses.
El alba reinará sin miedo a las tinieblas
y las flores serán inmarcesibles.
Hoy se puede adquirir la luz y el agua;
se puede amar y ser amado;
puede hablarse en voz alta.
Las fotos guardarán sus inscripciones
y evocarán recuerdos detallados.
Hoy Orfeo se casa con Eurídice
y la piensa mirar profundamente.
Hoy es un hoy distinto a todos los hoy,
este hoy es eterno, inamovible.
La palabra ha vencido
y las épocas lloran su derrota,
pues no se llevarán nunca mis versos.
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