viernes, 20 de septiembre de 2013
Se puede vivir en nidos...
Se puede vivir en nidos,
como las aves querrían.
Se puede vivir en pechos
como quieren
acabar las violetas
y los amores impares.
Se puede vivir en llamas,
cuando se quema un papel
y ya no quedan palabras
sino luz resplandeciente.
Se puede vivir, también,
a veces viven las vidas,
bajo los techos, en casas,
o en veletas, como el aire.
Pero nosotros vivimos
un día dicha sin nidos,
sin techos y sin veletas.
Viviéndola
en un color verde, en un
color verde sobre ruedas.
jueves, 19 de septiembre de 2013
La creación del mundo
La creación del mundo
No desfloré a nadie.
La primera mujer que vi desnuda (era adulta de alma y de cabellos) fue la primera que me mostró los astros, pero no fui el primero a quien se los mostró. Vi el resplandor de sus nalgas de espaldas a mí: era morena, mas al darse vuelta quedó dorada. Sonrió porque sus pechos me asombraron, por mi mirada de adolescente no acostumbrado a la gloria de la belleza corporal. Era de mañana en la selva, pero nacían estrellas de sus brazos y resbalaban por el cuello, lo recuerdo, era el cuello lo que me enseñaba a deletrear secretos guardados en la clavícula. Pedía, ya echada de bruces y llamándome, que posara mis labios por los pétalos con rocío de la nuca, eran lilas; que alisara, levemente, con las yemas las espaldas de espumas y esmeraldas; quería que mi mano recorriera, yendo y viniendo, el valle de la columna, trés doucement, porque me cuidaba. ella inauguró en mí la alegría inefable de dar felicidad. Tanto conocimiento no podía ser sino innato, pienso ahora. Pero no. Era un saber hecho de experiencia, más que ingenio para transmitirlo. Ella era de otras aguas, una fuente de treinta años, que vino desde el Sena con el destino de darme de beber —en la aurora de sus ojos, en sus pechos, en la boca musical, en el mar del vientre, en la risa de azucena, en la voz densa, en las cejas y en el vértice de las piernas— la miel antigua de la sabiduría, de saber que el deseo crece cuando entiende que la chispa se enciende en la ternura, que las antesalas se prolongan hasta que uno esté listo para entrar en el cielo. |
miércoles, 18 de septiembre de 2013
Se todos los cuentos
Sé todos los cuentos
Yo no sé muchas cosas, es verdad.
Digo tan sólo lo que he visto.
Y he visto:
que la cuna del hombre la mecen con cuentos,
que los gritos de angustia del hombre los ahogan con cuentos,
que el llanto del hombre lo taponan con cuentos,
que los huesos del hombre los entierran con cuentos,
y que el miedo del hombre...
ha inventado todos los cuentos.
Yo no sé muchas cosas, es verdad,
pero me han dormido con todos los cuentos...
y sé todos los cuentos.
Contádme un sueño
Ahora estoy de regreso, he llegado hace poco,
soy nuevo en la ciudad… y esto quiere decir:
Me durmieron con un cuento…
Y me he despertado con un sueño.
Voy a contar mi sueño, narradores de cuentos.
Voy a contar mi sueño.
Es un sueño sin lazos,
sin espejos,
sin anillos
sin redes,
sin trampas y sin miedos.
Oíd
Soñé... ¡Sueño!
No soy un cuento.
Vengo de más lejos...
¡Soy y vengo del sueño!
Y digo que soñar es querer, querer, querer, querer, querer...
querer escaparse del espejo,
querer desenredarse del ovillo,
querer descoyuntarse de la dulce rosquilla de los cuentos,
querer desenvolverse... prolongarse...
soñar es decir 4 veces,
44 veces,
4.444 veces, por ejemplo:
Yo no quiero,
yo no quiero,
yo no quiero,
yo no quiero
verme en el tiempo
ni en la tierra
ni en el agua sujeto…
quiero verme en el viento,
quiero verme en el viento,
quiero verme en el viento,
quiero verme en el viento.
Quiere el hilo,
sueña el hilo
en la espadera,
sueña el hilo
que saldrá
algún día...
¡un bueno día!
hecho manto
de telar.
Lo que pasó bajo la curva de los cielos
se prolonga bajo los huesos de mi cráneo.
Lo que soñé en la tierra y en el vientre fecundado de mi madre
lo sigo aquí ahora sobre la piedra oscura de mi almohada.
¡Fui semilla que quiso ser espiga
y soy espiga que sueña en ser pan ázimo!
II, V y VI de Un signo... ¡Quiero un signo! de: Parábola y poesía
Yo no sé muchas cosas, es verdad.
Digo tan sólo lo que he visto.
Y he visto:
que la cuna del hombre la mecen con cuentos,
que los gritos de angustia del hombre los ahogan con cuentos,
que el llanto del hombre lo taponan con cuentos,
que los huesos del hombre los entierran con cuentos,
y que el miedo del hombre...
ha inventado todos los cuentos.
Yo no sé muchas cosas, es verdad,
pero me han dormido con todos los cuentos...
y sé todos los cuentos.
Contádme un sueño
Ahora estoy de regreso, he llegado hace poco,
soy nuevo en la ciudad… y esto quiere decir:
Me durmieron con un cuento…
Y me he despertado con un sueño.
Voy a contar mi sueño, narradores de cuentos.
Voy a contar mi sueño.
Es un sueño sin lazos,
sin espejos,
sin anillos
sin redes,
sin trampas y sin miedos.
Oíd
Soñé... ¡Sueño!
No soy un cuento.
Vengo de más lejos...
¡Soy y vengo del sueño!
Y digo que soñar es querer, querer, querer, querer, querer...
querer escaparse del espejo,
querer desenredarse del ovillo,
querer descoyuntarse de la dulce rosquilla de los cuentos,
querer desenvolverse... prolongarse...
soñar es decir 4 veces,
44 veces,
4.444 veces, por ejemplo:
Yo no quiero,
yo no quiero,
yo no quiero,
yo no quiero
verme en el tiempo
ni en la tierra
ni en el agua sujeto…
quiero verme en el viento,
quiero verme en el viento,
quiero verme en el viento,
quiero verme en el viento.
Quiere el hilo,
sueña el hilo
en la espadera,
sueña el hilo
que saldrá
algún día...
¡un bueno día!
hecho manto
de telar.
Lo que pasó bajo la curva de los cielos
se prolonga bajo los huesos de mi cráneo.
Lo que soñé en la tierra y en el vientre fecundado de mi madre
lo sigo aquí ahora sobre la piedra oscura de mi almohada.
¡Fui semilla que quiso ser espiga
y soy espiga que sueña en ser pan ázimo!
II, V y VI de Un signo... ¡Quiero un signo! de: Parábola y poesía
martes, 17 de septiembre de 2013
No quiero paz, no hay paz
No quiero paz, no hay paz,
quiero mi soledad.
Quiero mi corazón desnudo
para tirarlo a la calle,
quiero quedarme sordomudo.
Que nadie me visite,
que yo no mire a nadie,
y que si hay alguien, como yo, con asco,
que se lo trague.
Quiero mi soledad,
no quiero paz, no hay paz.
lunes, 16 de septiembre de 2013
Tonada
TONADA
Las tres hermanas de mi alma
novio salen a buscar.
La mayor dice: yo quiero,
quiero un rey para reinar.
Esa fue la favorita,
favorita del sultán.
La segunda dice: yo
quiero un sabio de verdad,
que en juventud y hermosura
me sepa inmortalizar.
Ésa casó con el mago
de la ínsula de cristal.
La pequeña nada dice,
sólo acierta a suspirar.
Ella es de las tres hermanas
la única que sabe amar.
No busca más que el amor,
y no lo puede encontrar.
domingo, 15 de septiembre de 2013
Los pobres
El sol
Seca nuestras lágrimas
Pero, cuando se oculta,
Vuelven a aparecer en el cielo.
Nadie se atreve a contarlas.
sábado, 14 de septiembre de 2013
Deads poets society...
Coged las rosas mientras podáis,
veloz el tiempo vuela.
La misma flor que hoy admiráis,
mañana estará muerta (Dead poets society)
viernes, 13 de septiembre de 2013
Cerezas
Cerezas
a elizabeth
|
esa mujer que ahora mismito se parece a santa teresa
en el revés de un éxtasis/hace dos o tres besos fue mar absorto en el colibrí que vuela por su ojo izquierdo cuando le dan de amar/ y un beso antes todavía/ pisaba el mundo corrigiendo la noche con un pretexto cualquiera/en realidad es una nube a caballo de una mujer/un corazón que avanza en elefante cuando tocan el himno nacional y ella rezonga como un bandoneón mojado hasta los huesos por la llovizna nacional/ esa mujer pide limosna en un crepúsculo de ollas que lava con furor/con sangre/con olvido/ encenderla es como poner en la vitrola un disco de gardel/ caen calles de fuego de su barrio irrompible y una mujer y un hombre que caminan atados al delantal de penas con que se pone a lavar/ igual que mi madre lavando pisos cada día/ para que el día tenga una perla en los pies/ es una perla de rocío/ mamá se levantaba con los ojos llenos de rocío/ le crecían cerezas en los ojos y cada noche los besaba el rocío/ en la mitad de la noche me despertaba el ruido de sus cerezas creciendo/ el olor de sus ojos me abrigaba en la pieza/ siempre le vi ramitas verdes en las manos con que fregaba el día/ limpiaba suciedades del mundo/ lavaba el piso del sur/ volviendo a esa mujer/en sus hojas más altas se posan los horizontes que miré mañana/ los pajaritos que volarán ayer/ yo mismo con su nombre en mis labios/ |
jueves, 12 de septiembre de 2013
miércoles, 11 de septiembre de 2013
Oidos con el alma
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Oídos con el alma...
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martes, 10 de septiembre de 2013
TRENOS DE VINOGRADO
TRENOS DE VINOGRADO
II
Ha enrojecido la yedra
en las paredes de Mallona.
Voz súbita
del tiempo inapelable.
Inesperada advertencia
de mi trigésimo otoño.
Tomo a traición mi vida. Calzadas de Begoña.
Ascao. Breve y sombría
calle de la Esperanza.
Besos arrebatados
en rellanos oscuros.
Pieles acariciadas
en madrugadas lentas.
Vinogrado insepulto.
Noches
de amor.
Vísperas
de tinieblas.
VI
Arroja al agua el último cigarro
y da la espalda al día que agoniza
como una rosa desventrada.
Como el viejo jesuita, bibliotecario en Patmos,
que cruza el puente interminable
hacia la otra ribera. Horas letales.
Frontera de la noche. Vinogrado.
VII
Partiré un día,
entre la lluvia tenue, Vinogrado.
Húmedas calles me verán marchar.
Plazas donde agoniza nuestra historia
de pueblo imperceptible.
Alamedas tediosas. Derrocadas
esquinas que veláis la soledad.
Cuándo nació el rencor. No me preguntes.
No hay visitas que hacer. Huele a mostaza.
Por el suelo, grasientas servilletas
y rodajas marchitas de limón.
lunes, 9 de septiembre de 2013
La última careta
LA ÚLTIMA CARETA
La miseria se ríe con sórdida chuleta,
Su perro lazarillo le regala un festín.
En sus funambulescos calzones va un poeta,
Y en su casaca el huérfano que tiene por Delfín.
El hambre es su pandero, la luna su peseta
Y el tango vagabundo su padre nuestro. Crin
De león, la corona. Su baldada escopeta
De lansquenete impávido suda un fogoso hollín.
Va en dominó de harapos, zumba su copla irónica.
Por antifaz le presta su lienzo la Verónica.
Su cuerpo, de llagado, parece un huerto en flor.
Y bajo la ignominia de tan siniestra cáscara,
Cristo enseña a la noche su formidable máscara
De cabellos terribles, de sangre y de pavor.
domingo, 8 de septiembre de 2013
Se prohibe
Se prohíbe
"Se prohíbe pegar carteles
en la tarde." (Proclama el cartel, pegado a un poste también imperativo). En los portales yo escribo lunas nuevas y viejas. Prominentes paredes, oscuras siempre, cubren a los postes con la dificultad de hallar mis letras; despegadas letras del atardecer, que conspiran en la noche, contra la muerte, en el cartel humano congregadas. |
sábado, 7 de septiembre de 2013
Se lavaron sus heridas en el agua del mar...
|
viernes, 6 de septiembre de 2013
Escena final
He dejado la puerta entreabierta
soy un animal que no se resigna a morir la eternidad es la oscura bisagra que cede un pequeño ruido en la noche de la carne soy la isla que avanza sostenida por la muerte o una ciudad ferozmente cercada por la vida o tal vez no soy nada sólo el insomnio y la brillante indiferencia de los astros desierto destino inexorable el sol de los vivos se levanta reconozco esa puerta no hay otra hielo primaveral y una espina de sangre en el ojo de la rosa |
jueves, 5 de septiembre de 2013
Where is my man?
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miércoles, 4 de septiembre de 2013
A Federico García Lorca
Las barcas de dos en dos,
como sandalias del viento
puestas a secar al sol.
Yo y mi sombra, ángulo recto.
Yo y mi sombra, libro abierto.
Sobre la arena tendido
como despojo del mar
se encuentra un niño dormido.
Yo y mi sombra, ángulo recto.
Yo y mi sombra, libro abierto.
Y más allá, pescadores
tirando de las maromas
amarillas y salobres.
Yo y mi sombra, ángulo recto.
Yo y mi sombra, libro abierto.
Las barcas de dos en dos,
como sandalias del viento
puestas a secar al sol.
Yo y mi sombra, ángulo recto.
Yo y mi sombra, libro abierto.
Sobre la arena tendido
como despojo del mar
se encuentra un niño dormido.
Yo y mi sombra, ángulo recto.
Yo y mi sombra, libro abierto.
Y más allá, pescadores
tirando de las maromas
amarillas y salobres.
Yo y mi sombra, ángulo recto.
Yo y mi sombra, libro abierto.
martes, 3 de septiembre de 2013
DANOS HOY LA PAVIA DEL MEDIODÍA
DANOS HOY LA PAVIA DEL MEDIODIA
A mi amigo Antonio Reguera, el mejor guitarrista de Cádiz incluyendo Gibraltar.
Hoy empieza un nuevo día
Y comienzo a hacer poesía
Hoy me llena de alegría
reirme de mi tontería
Hoy buscaré la pavía
y la cama al mediodía
Hoy hay pan de cada día
para mí y pa mi María.
Buenos días con poesía:.
José Luis Martínez Hens
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