domingo, 5 de enero de 2014

Semanas




Semanas

Cuántos lunes y martes
en el polvo, detrás, por los caminos.
Serían diferentes entre sí, pero todos
parecían el mismo.

Busco las sillas, las ventanas, los lechos
de la fiebre o el llanto, del diente dolorido,
a esos lunes o martes, y ya todos
están fuera de sitio.

Forman montón de cosas, horas,
piedras, palabras, lápices, destinos,
pero fueron cruzando la puerta de hacia adentro
con mucho frío.

A veces los despierta una canción
antigua, una esquina, un amigo,
y me hace gracia de que todos entonces
me parezcan domingos.

sábado, 4 de enero de 2014

Amor que ves mi pensamiento abierto




Amor, que ves mi pensamiento abierto
y el paso por que ciego en ti me guío,
tus ojos dentro pon del pecho mío,
a ti expedito, a los demás cubierto.

Cuanto sufro en seguirte sabes cierto;
mas, surgiendo entre monte y entre río,
no adviertes que ya está todo mi brío
molido del sendero áspero y yerto.

Bien veo yo de lejos la luz suma
a que me aguijas por abrupta cima;
mas no para volar me diste pluma.

Que basta a mi deseo ya y estima
que logres que yo amando me consuma
y admita ella que yo por ella gima

viernes, 3 de enero de 2014

De la materia de los taxis






                        DE LA MATERIA DE LOS TAXIS


                                   De nuevo te esperé en el desconsuelo
                        de la esquina. Por el bullicio oscuro
                        iban, venían rojos autobuses,
                        acharolados taxis que, ocupados,
                        se detenían un segundo antes
                        del desencanto. La farola daba
                        entintado de comic a la espera.

                                   Los taxis están hechos con materia
                        de soledad, de presurosos besos,
                        de palabras sin terminar, de rápidos
                        adioses, de cabezas que se vuelven
                        como pidiendo auxilio. Cada taxi
                        va tejiendo y tejiendo su capullo
                        de seda por las calles, va encerrando
                        su mariposa entre los hilos tensos
                        de la ciudad que gime y que lo envuelve.

                                   ¿Por qué querer es esperar?. La lluvia
                        tenaz parpadeaba en el cambiante
                        neón de Piccadilly y los neumáticos
                        por el asfalto húmedo sonaban
                        como el desuello de una piel inmensa.
                        Todo el desecho de la prisa iba
                        acumulado en los asientos turbios
                        de los taxis. Su tántalo destino
                        era llegar para volver de nuevo.

                                   Los taxis se alimentan de colillas,
                        de tersos portafolios, de monturas
                        de gafas, de coronas funerarias,
                        de perfumados guantes, de pañuelos
                        inmundos, de paraguas olvidados.
                        El horizonte de los taxis nace
                        a espaldas de la luz, está poblado
                        de sanatorios y consultas, linda
                        con discos y semáforos, discurre
                        por negocios y apremios y legajos.

                                   ¿A dónde va el amor cuando no acude
                        a nuestra cita?. Una lenta hilera
                        de gotas resbalaban por el borde
                        de la farola anochecida. Un golpe
                        de tos quebrada restalló muy cerca
                        de mi bufanda. El viento me azuzaba
                        los mastines del frío. Y otros taxis
                        pasaban sin parar, como otras noches,
                        como todas las noches de mi vida.

                                   Cuando al amanecer se quedan solos
                        los taxis, se acarician la gastada
                        tapicería, que conserva algunas
                        viejas huellas de semen o de lágrimas.

(Londres, 1990) De "Los estados transparentes"

jueves, 2 de enero de 2014

Rojo







ROJO
Mil flamingos rojos encendieron mi cuerpo entre las
playas
Otra vez el veneno de sándalos en mi boca dispersa
Transformas el diario como al agua el invierno
Del hielo a la humedad hay un temblor apenas
Una canción restaurada tantas dudas y rencores pasados
Un verano una estación sin intermedios desparrama
Soy una lágrima perdida en los estanques
que no regresa más al cuaderno encendido
al delirio que prende en tus deseos
A mi propia salvación entre los versos llego tarde
Posas para el mundo Pero no posas para mí
Dices adiós al fuego olvidando mi abrigo
en un invierno tan crudo que me enferma
Siento en tu voz cubana que el dolor regresará por siempre
Tiemblo pero regresará por siempre y no sirve de nada
Es un toro que desangra en mis recuerdos
Varios ensayos para morir en el ruedo
Rojo
Rojo
Rojo y tan púrpura que muero.

miércoles, 1 de enero de 2014

Noche de miel espesa






Noche de miel espesa
La noche de miel espesa
me atrapa en su interior de ámbar
Sola mujer en lecho solo
el corazón apunta al lápiz, al papel
para despegar el ojo cerrado del alma.
Soy en la gravedad del líquido
la mancha oscura,
mi pensar tiñe la dulzura densa
del higo atrapado en el almíbar
Me hundo en la almohada
Floto en la melaza borboteante
de una memoria.

martes, 31 de diciembre de 2013

Los bienaventurados








Los bienaventurados 

                                                            …ellos poseerán la tierra 

Los fieles, los constantes, 
los condenados a lo eterno, 
los asombrados de una sola vez, 
los que sólo confían en el miedo, 
los que edifican sobre el desengaño, 
los cuidadosos que cosechan paso, 
los fareros de la rutina, 
los cómplices tenaces del trabajo, 
los que se mueren razonablemente, 
esos que en tantas ocasiones 
desearían con urgencia 
que hubiese un dios al que pedir socorro. 


De: Ensayo general: poesía completa, 1966-2000

lunes, 30 de diciembre de 2013

Huelen las rosas





Sobre la mesa han puesto un barro humilde 
con unas rosas que lo justifican 
igual que justifica el hombre 
un claro destello, una esperanza, una sonrisa. 
Huelen las rosas, y sentir su aroma 
también es dar constancia de la vida, 
es percibir la realidad que llega 
en su increíble y breve maravilla, 
huelen las rosas, qué delgado mundo 
de fragancia nos llega en su caricia, 
qué prodigioso mecanismo se hace necesario 
hasta dar con esta mina sutil de olor, 
cuántos secretos reinos botánicos, 
qué incógnitas provincias de vegetal acción, 
desde la tierra suben elaboradas, resumidas, 
adelgazadas hasta lo indecible 
para ser un milagro entre la brisa de la mañana, 
un invisible copo de aroma hacia la tarde, 
un terciopelo de perfume solar al mediodía. 
Trabajaron obreros diminutos y subterráneos 
por las galerías donde la gota de agua 
y las substancias germinales se alían. 
La nieve puso un dedo entre los labios, 
el viento golpeó las ramas niñas, 
deshilvanó la lluvia sus collares, y entre tanto, 
en la arcilla, porosa y maternal, 
manos minúsculas manipulaban 
ciegas en la alquimia del delgado perfume de las rosas, 
para que al fin se derramara un día 
desde esta mesa en la que he puesto un barro humilde, 
y nos regale su delicia. ¿Porqué?¿Porqué?
¿Las hemos merecido?
¿Merecemos que sea así la vida tan hermosa y fragante, 
que penetre por los sentidos su verdad sencilla 
tan misteriosa y generosamente?. 
Algo hay que nos responde por las rosas, 
una respuesta de perfume, escrita en el aire, 
las cosas que manejan nuestra manos
¿porqué han de ser distintas de los rosales? 
Con amor ¿por qué no son también aroma concedida? 
Vivir no es mas difícil que un rosal, 
lo que anula su aroma es la injusticia." 

domingo, 29 de diciembre de 2013

Playa de El Palo






PLAYA DE EL PALO
Aún eres mío, porque no te tuve.
Cuánto tardan , sin ti,
las olas en pasar ...

Cuando el amor comienza, hay un momento
en que Dios se sorprende
de haber urdido algo tan hermoso.

Entonces se inaugura
- entre el fulgor y el júbilo -
el mundo nuevamente,
y pedir lo imposible
no es pedir demasiado.

Fue a la vera del mar, a medianoche.
Supe que estaba Dios,
y que la arena y tú
y el mar y yo y la luna
éramos Dios. Y lo adoré.

sábado, 28 de diciembre de 2013

EPITAFIO PARA UNA MUCHACHA




EPITAFIO PARA UNA MUCHACHA
Porque te fue negado el tiempo de la dicha
tu corazón descansa tan ajeno a las rosas.
Tu sangre y carne fueron tu vestido más rico
y la tierra no supo lo firme de tu paso.

Aquí empieza tu siembra y acaba juntamente
-tal se entierra a un vencido al final del combate-,
donde el agua en noviembre calará tu ternura
y el ladrido de un perro tenga voz de presagio.

Quieta tu vida toda al tacto de la muerte,
que a las semillas puede y cercena los brotes,
te quedaste en capullo sin abrir, y ya nunca
sabrás el estallido floral de primavera.

viernes, 27 de diciembre de 2013

Quiero el día que yo muera





Quiero el día que yo muera
poder donar mis riñones,
mis ojos y mis pulmones.
Que se los den a cualquiera.
Si hay un paciente que espera
por lo que yo ofrezco aquí
espero que se haga así
para salvar una vida.
Si ya no puedo respirar,
que otro respire por mí.
Donaré mí corazón
para algún pecho cansado
que quiera ser restaurado
y entrar de nuevo en acción.

Hago firme donación
y que se cumpla confío
antes de sentirlo frío,
roto, podrido y maltrecho
que lata desde otro pecho
si ya no late en el mío.

La pinga la donaré
y que se la den a un caído
y levante poseído
el vigor que disfruté.

Pero pido que después
se la pongan a un jinete,
de esos que les gusta el brete.
Eso sería una gran cosa
yo descansando en la fosa
y mi pinga dando fuerte.

Entre otras donaciones
me niego a donar la boca.
Pues hay algo que me choca
por poderosas razones.
Sé de quien en ocasiones
habla mucha bobería;
mama lo que no debía
y prefiero que se pierda
antes que algún comemierda
mame con la boca mía.

El culo no lo donaré
pues siempre existe un confuso
que pueda darle mal uso
al culo que yo doné.
Muchos años lo cuidé
lavándomelo a menudo.
Para que un cirujano chulo
en dicha transplantación
se lo ponga a un maricón
y muerto me den por culo.

jueves, 26 de diciembre de 2013

CÓRDOBA




CÓRDOBA
A Carlos Castilla

«¿A quién pediremos noticias de Córdoba?»
Porque las piedras que amabas a la tarde han sido derribadas,
talados los cipreses y su claustro de salmos silencioso,
destruidos los arcos,
el capitel rodó sobre la ortiga
y los artesonados aplastaron blasones,
soberbia, yelmos, gules...
Corrió la lagartija sobre lises
y las manos falaces arrasaron vergeles,
enmudeció la esquila en la espadaña,
abatieron dinteles, picaron tracerías, hundieron hornacinas
y a la venta pusieron atauriques,
teselas, surtidores, plata ilustre de ofrendas
y cobraron monedas de la traición tus hijos,
subastaron tus lágrimas, oh madre,
patria mía.

No había más belleza en este mundo.
Por las calles de cal, cuando furtiva
ajena sombra iba enamorada,
incansable de sol a sol,
tejiendo el embeleso luna a luna,
telones de murallas, celosías
de altas clausuras,
palmas de sombra sobre tapias blancas,
era ya sólo amor el escenario,
la letanía armoniosa de los nombres:
Muro de la Misericordia, Alcázar Viejo,
Plaza de los Aguayos, Piedra Escrita,
Tesoro, Hoguera, Cidros, Mucho Trigo.
¿Qué ramos de tristeza los naranjos al cielo levantaban?
¿Qué soledad y sus arpas de relente
enfriaban heridas como joyas?
Fuentes cegadas, oigo vuestros caños por la memoria,
vivas gargantas sollozantes.
Palpo el mármol, los fustes, las verdinas
sobre bronces ecuestres. Aromas como anillos
ciñen nupcias, suben por galerías desvaídas:
jazmín morisco, lilas, ajedrea.
Edén siempre perdido,
concédeme el recuerdo y su llave de niebla.

Don Luis se alejó por la calleja,
el Duque miró el ángel dorado del ocaso,
volvió al baño Lucano y tus hijos
de la campiña fueron a trabajar a Düsseldorf.
Amarillas banderas
como présagas aves codiciosas
enlutaron terrazas. Usura y avaricia
la heredad repartieron destruyéndola,
dividieron tu duelo,
echaron suertes
sobre el solar patricio,
fonsque sophiae,
mientras te disfrazaban percalinas
para un siniestro carnaval turístico,
oh inmortal, eterna, augusta siempre,
oh flor pisoteada de España.

miércoles, 25 de diciembre de 2013

Olor de amor



Olor de amor
Hueles de una manera diferente.
Amar es una forma de olor. El cuerpo impone
su presencia de aroma que subleva
esa selva, ese bosque
que somos.
No te veo.
No llego a tu contacto. Llegan flores
raras, deshechas, invisibles.
Certidumbre de ti en medio de la noche.

Un salvaje rosal es tu olor. Una
paloma es, y su vuelo recorre
hasta mí el aire. Una
profunda cabellera esparcida en el borde
de mi memoria.

Tu enredado aroma
entre mis dedos algo tuyo esconde.
Hasta mi llegas cada día hecha
olor enmarañado de azucenas y áloes.

Trasminas existencias. Te declaras
realidad amorosa que responde
a mi busca. Llamada
que su contestación en mi recoge.

Rastro exhalado, huella
reconocible, evanescente torre
de olorosa verdad. Humano aroma
de mujer junto al hombre.

Amar es una forma de olor. Llegas
fragante. Llego. Nos acoge
la onda que huele a vida enamorada,
a claveles que en dos bocas se rompen.

martes, 24 de diciembre de 2013

ENSALADILLA DE NAVIDAD




ENSALADILLA DE NAVIDAD
José de Valdivieso

La ñora y la aceña,
madroños, la braña,
lueñes los rebaños,
añil la montaña,
armiños que añudan
piñas y castaña.
El gañán ordeña.
Gruñe y acompaña
al puño mañoso
la pezuña huraña.
La campiña tañe
zampoñas de caña.
Retoña la viña.
Pequeña, la araña
su pañuelo-enseña
ciñe a la espadaña.
La dueña, en escaño,
corpiños de laña,
el paño teñido
con alheña extraña,
hiñe en los barreños,
piñatas apaña,
cañutos aliña,
gañotes rebaña.
Bruñen ruiseñores
mañanas que empaña
la leña, gañidos,
cañada y cabaña.
Plañen añafiles:
—Señora y Compaña...
El Niño soñando
la ñorba.
Y España.

lunes, 23 de diciembre de 2013

Si esta especie de piel




Si esta especie de piel

que me divide del mundo

no fuera tan sutil,

podría aun soportar

el peso de tu cercanía,

el frío del invierno y

mi mudo destino de poeta.

domingo, 22 de diciembre de 2013

Ella




Ella
Acecha en los crepúsculos de Turner...
J.L. BORGES
.

Crece el rojo centauro de cuernos de oro.
Nubes sangrientas queman el cobre macizo de las montañas.
.
El mar sofoca el sueño interminable, hiere la niebla
Con malvados esplendores.
.
El ocaso ya se impone, como un milagro, y enferma
La soledad de las postales.
El ala salvaje entre las ramas
Rompe su vuelo con violeta salvaje.
La pupila distante entonces intenta su regreso.
Incesante en las secretas palabras que el tiempo
Acuñara en la piedra o en la nieve,
El crepúsculo es un dios de oro en un mundo oscuro.
Yo abro los ojos v brama el desierto
Desde sus magníficas arenas.
Yo no sov el crepúsculo, pero en mí está su esplendor.
.
Sobre la hierba gris se elevan torres gigantescas.
El mar enciende sus vitr ales.
Por las paredes ardientes sube el color de mis ojos,
Tiembla el horizonte sobre el mármol amarillo como la cabellera
De una mujer,]
Empaña de esplendor los espejos y los recios
Árboles con sus antiguos cantos en las ramas.
¿Quién puede ser más feliz a esta hora en que duerme el cielo
Y sueña con magos y milagrerías?
De entre las cenizas de la tarde renacen tigres
Que al llegar la noche mueren con los ojos fijos en el mar.
Mira el paisaje donde habrás de morir un día,
Bajo este resplandor de cien espadas hallarás
El último rostro,
Los terribles colores, la hermosura infinita de los sueños
De aquellos que no sueñan, dispersa por las playas,
Y verás mi rostro encendido
Y amarás mi música
Y colocarás esta flor de fuego en tu pecho.
Los labios mortales dirán tu nombre con fulgor
En las palabras, William Turner.

sábado, 21 de diciembre de 2013

LIBRE TE QUIERO




Libre te quiero
como arroyo que brinca
de peña en peña,
pero no mía.

Grande te quiero
como monte preñado
de primavera,
pero no mía.

Buena te quiero
como pan que no sabe
su masa buena,
pero no mía.

Alta te quiero
como chopo que al cielo
se despereza,
se despereza,
pero no mía.

Blanca te quiero
como flor de azahares
sobre la tierra,
pero no mía.

Pero no mía
ni de Dios ni de nadie
ni tuya siquiera.

viernes, 20 de diciembre de 2013

Emoción breve




Emoción breve
Por la escalera azul de la mañana
el deshollinador.

Su piel de escamas y sus cejas
serpentinas, felices

bailan. Todo podrá cambiarse,
dice. Nada me toca.

jueves, 19 de diciembre de 2013

Viejo País




VIEJO PAÍS
Qué te puedo decir,
a ti, viejo País,
que te yergues altivo
sobre tu soledad.
Tú que sabes del mar
por lo que cuenta el viento
y que escuchas las piedras
bajo de ti, crepitar.

Y que el cielo repite,
al final de la tarde
todo el gran horizonte
donde te pierdes tú:
Qué te puedo decir,
a ti, mi viejo País.

Tú que labras las manos
de las gentes antiguas
que ene l campo trabajan
la simiente del pan,
que con ojos cansados
lloran por tanta ausencia
como piedras y trenes
les anuncian que hay.

Y al final de sus vidas
se cobijan ingenuos
en el seno tremendo
de tu vientre ancestral.
Qué te puedo decir,
a ti, mi viejo País.

Qué te puedo decir
a ti, viejo País,
si tu barro me sabe
al recuerdo infantil
de juegos escondidos,
olvidados en ti,
en plazas, en callejas,
en paisajes sin fin.

A tu sed de paloma
de barraca de feria
y a ese secano humilde
que te hace infeliz:
Qué te puedo decir,
a ti, mi viejo País.

Tú que entre tus paredes
guardas restos de historias
con figuras de piedra
sin corona y sin lid,
tú, que aúpas el vientre
de ese Ebro tremendo
que te salva a diario
de dejar de existir.

Y que con ironía
desprecias a los vientos
que de tierras lejanas
te quieren sonreír:
Qué te puedo decir,
a ti, mi viejo País.