lunes, 30 de septiembre de 2013

A un letrado



A un letrado

Si vos pretendéis que venga
a ser tan gran necio el mundo,
que por vuestra barba luenga,
por filósofo profundo,
sin otro argumento, os tenga;
mirad que dais ocasión
a que ya cualquier cabrón,
por la gran barba que cría,
aspire a ser algún día
otro Séneca o Platón.

domingo, 29 de septiembre de 2013

“Todo llega en la vida por sus pasos contados”


Todo llega en la vida por sus pasos contados,
la primavera y el verano, la ignorancia y la lluvia,
porque no hay nada gratuíto,
no hay alegría, por pequeña que sea,
que no tenga que conseguirse
como la hormiga testaruda lleva su carga tronco arriba;
no hay alegría, por importante que nos parezca,
que no termine convirtiéndose en ceniza o en llaga,
pero el dolor es como un don,
nadie puede evitarlo,
las esperanzas, el amor, el dinero,
todos los bienes terrenales,
todos los bienes que llegan, o no llegan, en la vida ya el humo de las velas
siempre están contenidos por él y son igual que pájaros que vuelan sobre el mar,
y son igual que pájaros,
por más y más que vuelen nunca se apartan de su fin

sábado, 28 de septiembre de 2013

INSOMNIO



Madrid es una ciudad de más de un millón de cadáveres

(según las últimas estadísticas).

A veces en la noche yo me revuelvo y me incorporo en este

nicho en el que hace 45 años que me pudro,
y paso largas horas oyendo gemir al huracán, o ladrar los
perros, o fluir blandamente la luz de la luna.

Y paso largas horas gimiendo como el huracán, ladrando como

un perro enfurecido, fluyendo como la leche de la ubre
caliente de una gran vaca amarilla.

Y paso largas horas preguntándole a Dios, preguntándole por

qué se pudre lentamente mi alma,
por qué se pudren más de un millón de cadáveres en esta
ciudad de Madrid,
por qué mil millones de cadáveres se pudren lentamente en el mundo.

Dime, ¿qué huerto quieres abonar con nuestra podredumbre?

¿Temes que se te sequen los grandes rosales del día,
las tristes azucenas letales de tus noches?

viernes, 27 de septiembre de 2013

A batallas de amor, campo de plumas



Ningún vestigio tan inconsolable
como el que deja un cuerpo
entre las sábanas
y más
cuando la lasitud de la memoria
ocupa un espacio mayor
del que razonablemente le corresponde.

Linda el amanecer con la almohada
y algo jadea cerca, acaso un último
estertor adherido
a la carne, la otra vez adversaria
emanación del tedio estacionándose
entre los utensilios de la noche.

Despierta, ya es de día, mira
los restos del naufragio
bruscamente esparcidos
en la vidriosa linde del insomnio.

Sólo es un pacto a veces, una tregua
ungida de sudor, la extenuante
reconstrucción del sitio
donde estuvo asediado el taciturno
material del deseo.

Rastros
hostiles reptan entre un cúmulo
de trofeos y escorias, amortiguan
la inerme acometida de los cuerpos.
A batallas de amor campo de plumas.

jueves, 26 de septiembre de 2013

Culatra




CULATRA

De regreso a la isla de Culatra, en Portugal,
en el breve trayecto en barco,
el pelo se le abría con el viento
como hojas de palma.

Toda la luz se oía
igual que el merodeo de las olas
dentro de él.

El vello de la nuca
era a la vez un camino de espigas delicado
y un resto primitivo de descendiente del mono.
Sus encías, todo frescura
y animalidad.

En un omóplato,
la rosa de una herida le brillaba
con un dolor agudo que viajase por dentro.

La vida de la tarde,
ese asentamiento que va muy poco a poco,
de fruta, de pescado, de sal,
que se deja querer,
pero que sobre todo mira
y en la contemplación
hace que encaje cada pieza del mundo,
era un color dorado y verde.

Las calles de Culatra
son de arena con base de cemento.
Ni siquiera dibujan
sino que siguen solas por debajo
de un pálido amarillo recorriendo la isla.

Algo no se ha movido
por que este movimiento siga.
Un eje dulce,
que cuando sacan sillas a la calle,
al remendar las redes,
al reponer las latas de la tienda
y preparar café bajo un chamizo blanco
se ha mantenido igual.

Cuando la muerte asome
todo estará en un ciclo que termina
y empieza,
como pausa hasta un salto,
como cara del sol para la sombra.

Cuando el amor apriete
su mandíbula tendrá también
el resto de las cosas
y el hilo de la gana
irá desde el calor de las esteras
a las pequeñas barcas desguazadas del puerto,
a las lenguas del mar y al calambre de peces
día sí y día sí.



miércoles, 25 de septiembre de 2013

Magdalena me picó




Magdalena Me Picó...
Magdalena me picó
con un alfiler el dedo;
díjele: - Picado quedo,-
pero ya lo estaba yo.

Rióse, y con su cordura
acudió al remedio presto;
chupóme el dedo, y con esto
sané de la picadura.

martes, 24 de septiembre de 2013

Quiero escribir un niño...



Quiero escribir un niño
con grandes ojos como semillas,
pelo color maíz,
dulce sonrisa de níspero.

Quiero escribir un niño,
hacerlo con palabras
en el idioma de su placenta hecha de mar,
de viento,
de sacuanjoches olorosos.

Quiero escribir un verde niño poeta,
un moreno cantor que inunde el mundo con sonrisas,
niño mesías del mensaje vital de la naturaleza
que sea Mayo eterno, floreciente
en una tierra nueva
de juguete...



De: Sobre la grama

lunes, 23 de septiembre de 2013

Encargo



Encargo

No me des tregua, no me perdones nunca.
Hostígame en la sangre, que cada cosa cruel sea tú que vuelves.
¡No me dejes dormir, no me des paz!
Entonces ganaré mi reino,
naceré lentamente.
No me pierdas como una música fácil, no seas caricia ni guante;
tállame como un sílex, desespérame.
Guarda tu amor humano, tu sonrisa, tu pelo. Dalos.
Ven a mí con tu cólera seca de fósforo y escamas.
Grita. Vomítame arena en la boca, rómpeme las fauces.
No me importa ignorarte en pleno día,
saber que juegas cara al sol y al hombre.
Compártelo.

Yo te pido la cruel ceremonia del tajo,
lo que nadie te pide: las espinas
hasta el hueso. Arráncame esta cara infame,
oblígame a gritar al fin mi verdadero nombre.

domingo, 22 de septiembre de 2013

Cambra de la tardor



CAMBRA DE LA TARDOR


Aquí llega el otoño con su voz de ceniza,
desalentando sueños, cubriendo de hojarasca
las imágenes rotas que el corazón conoce.

Ante mi casa lloran las cañas azotadas
por el viento nocturno, y asciende hasta mi cuarto
el olor inquietante de la tierra mojada.

Conozco esta fragancia de carne entumecida,
de deseo imposible: es la estación del miedo.
La vida se derrumba como una torre endeble.

Amor, un dios decrépito, recorre Vinogrado.
Oigo bajo la lluvia sus pasos inseguros
y un bordón que golpea en los árboles muertos.

sábado, 21 de septiembre de 2013

SONETILLO EL POETA RECUERDA



SONETILLO
EL POETA RECUERDA

Sus frases nunca me hirieron
y siempre me consolaron...
¡Heridas que otras me abrieron,
sus propias manos cerraron!

Aun cuando penaba tanto,
tan buena conmigo era,
que hasta me ocultaba el llanto
para que yo no sufriera.

Con su infinita ternura,
mi más intensa amargura
supo siempre consolar...

¡Y qué buena no sería,
que al morirse sonreía
para no verme llorar!

viernes, 20 de septiembre de 2013

Se puede vivir en nidos...



Se puede vivir en nidos,
como las aves querrían.

Se puede vivir en pechos
como quieren
acabar las violetas
y los amores impares.

Se puede vivir en llamas,
cuando se quema un papel
y ya no quedan palabras
sino luz resplandeciente.

Se puede vivir, también,
a veces viven las vidas,
bajo los techos, en casas,
o en veletas, como el aire.

Pero nosotros vivimos
un día dicha sin nidos,
sin techos y sin veletas.
Viviéndola
en un color verde, en un
color verde sobre ruedas.


jueves, 19 de septiembre de 2013

La creación del mundo



La creación del mundo

No desfloré a nadie.
La primera mujer que vi desnuda
(era adulta de alma y de cabellos)
fue la primera que me mostró los astros,
pero no fui el primero a quien se los mostró.

Vi el resplandor de sus nalgas
de espaldas a mí: era morena,
mas al darse vuelta quedó dorada.

Sonrió porque sus pechos me asombraron,
por mi mirada de adolescente no acostumbrado
a la gloria de la belleza corporal.
Era de mañana en la selva, pero nacían
estrellas de sus brazos y resbalaban
por el cuello, lo recuerdo, era el cuello
lo que me enseñaba a deletrear secretos
guardados en la clavícula. Pedía,
ya echada de bruces y llamándome,
que posara mis labios por los pétalos
con rocío de la nuca, eran lilas;
que alisara, levemente, con las yemas
las espaldas de espumas y esmeraldas;
quería que mi mano recorriera,
yendo y viniendo, el valle de la columna,
trés doucement, porque me cuidaba.
ella inauguró en mí la alegría
inefable de dar felicidad.
Tanto conocimiento no podía
ser sino innato, pienso ahora.
Pero no.
Era un saber hecho de experiencia,
más que ingenio para transmitirlo.
Ella era de otras aguas, una fuente
de treinta años, que vino desde el Sena
con el destino de darme de beber
—en la aurora de sus ojos, en sus pechos,
en la boca musical, en el mar del vientre,
en la risa de azucena, en la voz densa,
en las cejas y en el vértice de las piernas—
la miel antigua de la sabiduría,
de saber que el deseo crece cuando entiende
que la chispa se enciende en la ternura,
que las antesalas se prolongan
hasta que uno esté listo para entrar en el cielo.

miércoles, 18 de septiembre de 2013

Se todos los cuentos



Sé todos los cuentos

Yo no sé muchas cosas, es verdad. 
Digo tan sólo lo que he visto. 
Y he visto: 
que la cuna del hombre la mecen con cuentos, 
que los gritos de angustia del hombre los ahogan con cuentos, 
que el llanto del hombre lo taponan con cuentos, 
que los huesos del hombre los entierran con cuentos, 
y que el miedo del hombre... 
ha inventado todos los cuentos. 
Yo no sé muchas cosas, es verdad, 
pero me han dormido con todos los cuentos... 
y sé todos los cuentos.


Contádme un sueño

Ahora estoy de regreso, he llegado hace poco, 
soy nuevo en la ciudad… y esto quiere decir:
Me durmieron con un cuento…
Y me he despertado con un sueño.

Voy a contar mi sueño, narradores de cuentos.
Voy a contar mi sueño.
Es un sueño sin lazos,
sin espejos,
sin anillos
sin redes,
sin trampas y sin miedos.


Oíd

Soñé... ¡Sueño!
No soy un cuento.
Vengo de más lejos...
¡Soy y vengo del sueño!
Y digo que soñar es querer, querer, querer, querer, querer...
querer escaparse del espejo,
querer desenredarse del ovillo,
querer descoyuntarse de la dulce rosquilla de los cuentos,
querer desenvolverse... prolongarse...
soñar es decir 4 veces,
44 veces,
4.444 veces, por ejemplo:
Yo no quiero,
yo no quiero,
yo no quiero,
yo no quiero
verme en el tiempo
ni en la tierra
ni en el agua sujeto…
quiero verme en el viento,
quiero verme en el viento,
quiero verme en el viento,
quiero verme en el viento.

Quiere el hilo,
sueña el hilo
en la espadera,

sueña el hilo
que saldrá
algún día...
¡un bueno día!
hecho manto
de telar.

Lo que pasó bajo la curva de los cielos
se prolonga bajo los huesos de mi cráneo.
Lo que soñé en la tierra y en el vientre fecundado de mi madre
lo sigo aquí ahora sobre la piedra oscura de mi almohada.
¡Fui semilla que quiso ser espiga
y soy espiga que sueña en ser pan ázimo!


II, V y VI de Un signo... ¡Quiero un signo!  de: Parábola y poesía

martes, 17 de septiembre de 2013

No quiero paz, no hay paz



No quiero paz, no hay paz,
quiero mi soledad.
Quiero mi corazón desnudo
para tirarlo a la calle,
quiero quedarme sordomudo.
Que nadie me visite,
que yo no mire a nadie,
y que si hay alguien, como yo, con asco,
que se lo trague.
Quiero mi soledad,
no quiero paz, no hay paz.

lunes, 16 de septiembre de 2013

Tonada




TONADA

Las tres hermanas de mi alma
novio salen a buscar.
La mayor dice: yo quiero,
quiero un rey para reinar.
Esa fue la favorita,
favorita del sultán.

La segunda dice: yo
quiero un sabio de verdad,
que en juventud y hermosura
me sepa inmortalizar.
Ésa casó con el mago
de la ínsula de cristal.

La pequeña nada dice,
sólo acierta a suspirar.
Ella es de las tres hermanas
la única que sabe amar.
No busca más que el amor,
y no lo puede encontrar.

domingo, 15 de septiembre de 2013

Los pobres



El sol
Seca nuestras lágrimas
Pero, cuando se oculta,
Vuelven a aparecer en el cielo.
Nadie se atreve a contarlas.

sábado, 14 de septiembre de 2013

Deads poets society...



Coged las rosas mientras podáis, 
veloz el tiempo vuela. 
La misma flor que hoy admiráis, 
mañana estará muerta (Dead poets society)

viernes, 13 de septiembre de 2013

Cerezas



Cerezas

a elizabeth

esa mujer que ahora mismito se parece a santa teresa
en el revés de un éxtasis/hace dos o tres besos fue
mar absorto en el colibrí que vuela por su ojo izquierdo
cuando le dan de amar/

y un beso antes todavía/
pisaba el mundo corrigiendo la noche
con un pretexto cualquiera/en realidad es una nube
a caballo de una mujer/un corazón

que avanza en elefante cuando tocan
el himno nacional y ella
rezonga como un bandoneón mojado hasta los huesos
por la llovizna nacional/

esa mujer pide limosna en un crepúsculo de ollas
que lava con furor/con sangre/con olvido/
encenderla es como poner en la vitrola un disco de gardel/
caen calles de fuego de su barrio irrompible

y una mujer y un hombre que caminan atados
al delantal de penas con que se pone a lavar/
igual que mi madre lavando pisos cada día/
para que el día tenga una perla en los pies/

es una perla de rocío/
mamá se levantaba con los ojos llenos de rocío/
le crecían cerezas en los ojos y cada noche los besaba el rocío/
en la mitad de la noche me despertaba el ruido de sus cerezas 
                    creciendo/

el olor de sus ojos me abrigaba en la pieza/
siempre le vi ramitas verdes en las manos con que fregaba el día/
limpiaba suciedades del mundo/
lavaba el piso del sur/

volviendo a esa mujer/en sus hojas más altas se posan
los horizontes que miré mañana/
los pajaritos que volarán ayer/
yo mismo con su nombre en mis labios/