A un joven poeta |
A ti, que escribes sin cesar
poemas sobre la alborada, a ti, que tiemblas contemplando los reflejos del sol en el agua, a ti, poeta inexplicable, extraño ser entre la lucha de un mundo nuevo que amanece y otro viejo que se derrumba, a ti te escribo, a ti te llamo desde este lado de la vida, para que sientas y hagas tuya la verdadera poesía. Nada es durable entre nosotros y mil caminos nos arrastran con el furor de un torbellino hacia dudosas esperanzas. Apártate de los que aplauden tus negros sueños, tus conjuros, de los que piden que te eleves sobre este sucio y raro mundo. En tus manos está el cambiar el pulso, el ritmo de la historia, si haces que brille en el poema la realidad esplendorosa. Une tu canto al coro inmenso de esta asolada humanidad. Juega a la vida, si estás vivo. Sólo la vida seguirá. 1968 |
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