EL RELOJERO EXTRAVIADO |
Siempre va y viene esperando la hora, sube y baja
Los doce escalones de la escalera circular Y luego bebe agua en la sala En un jarrón antiguo que gotea doce veces cada Veinticuatro horas. Después de la última campanada de la iglesia de San Juan Recibe en su jardín la lluvia Para llenar el jarrón, y vuelve a la sala, a su taller, Y entre arenales termina la clepsidra. |
martes, 5 de noviembre de 2013
lunes, 4 de noviembre de 2013
No digas que me quieres
No digas que me quieres, que es pecado,
ni que me eres humilde o generosa: ya ves que sin querer brota la rosa, sin saber qué hermosura al mundo ha dado. . Ley es que hoy el sol enamorado entre los peces del azul transite: ley que hoy el hombre en mí y en ti palpite y sin saber por qué, estés a mi lado. No sientas miedo pues porque me quieres ni llores por mi ayer o tu mañana, mas sé desnuda ante mi ruego tierno: . porque hoy la raza grita en sus dos seres orden fatal de ser. Y a más, hermana, ¡es tan dulce ceder al Fuego eterno! |
domingo, 3 de noviembre de 2013
Rosa
ROSA |
Hoy me siento
triste como una rosa de plástico en un cementerio, condenada a vivir en la morada erigida al culto de la muerte, estéril y artificial en mi descarado rojo fuego, frágil en la vergüenza eterna de quien está destinado a ser siempre una máscara en la realidad y un rostro demasiado humano en la ficción |
sábado, 2 de noviembre de 2013
LA PARTIDA
LA PARTIDA
A Pere Rovira
A Pere Rovira
Definitivamente se trata de mi otoño,
un tiempo de alianzas imposibles,
la edad roja de todos los peligros
para hombres maduros y chicas solitarias.
La edad del adulterio y el olvido
sin ninguna esperanza, la edad fría,
la partida final contra uno mismo.
Permanezco en la mesa, sin esperar la suerte,
ya no cabe el azar en este juego.
Es el tiempo de hacer un solitario
con las cartas marcadas de la vida.
un tiempo de alianzas imposibles,
la edad roja de todos los peligros
para hombres maduros y chicas solitarias.
La edad del adulterio y el olvido
sin ninguna esperanza, la edad fría,
la partida final contra uno mismo.
Permanezco en la mesa, sin esperar la suerte,
ya no cabe el azar en este juego.
Es el tiempo de hacer un solitario
con las cartas marcadas de la vida.
Joan Margarit
viernes, 1 de noviembre de 2013
De Ocasión donde amarte
El reloj no es un arco. Ni un silbo.
Ni una flor. Ni un rosario.
Sobre las olas vuela.
Pasa otra vez. Y luego todavía.
Siempre. Siempre volando.
El reloj no es un árbol.
Ni un ave. Ni un hermano.
Mirad vuestras muñecas. Alas. Pasos.
Sobre las olas vuela
este mismo reloj.
Siempre. Siempre volando.
jueves, 31 de octubre de 2013
La esperanza
La esperanza
No creo que pudiera decir exactamente
cuántas veces dentro de mí
recorriendo mis entrañas
ha respirado o latido o gritado o temblado
esa cosa que llamamos esperanza
ese fluido desazonador
que nos convierte en seres anhelantes
en criaturas que zozobran
que tiemblan y no saben hacer otra cosa
que mirar en todas direcciones
confiando en que el destino no los defraude.
La de veces que me he sentido rehén
de una cosa tan intangible como la esperanza.
Y el ahogo que nos clausura por dentro
cuando la esperanza no contesta
o nos vuelve la espalda
delicada y decisivamente.
En qué lugar de nuestro cuerpo
nace y muere
esa flor venenosa
que siempre está dispuesta
a cantarnos la balada de lo imposible.
Deberíamos inventar una vacuna
aunque daría igual porque
como todos sabemos
la esperanza es lo último que se pierde.
(De “Historia de una anatomía,
Premio Nacional de Poesía 2011)
miércoles, 30 de octubre de 2013
El último de la fiesta
El último de la fiesta
III
Has apurado el plazo
que la noche te había concedido,
y a quien la luz ha de traer
ya lo conoces.
Si vuelves hacia casa, con tus pasos
volverán sus pasos. Y a tu fatiga
su fatiga habrá de acompañar.
La fiesta ha terminado y queda su enseñanza:
como una vieja deuda contraída,
nada hay más imposible que escapar de nosotros.
Ya se aproxima el alba, y nadie ignora
que todo plazo acaba por cumplirse,
que toda deuda acaba por pagarse.
martes, 29 de octubre de 2013
Verdad es
Verdad es
Cada día
me acerco más a mi esqueleto.
Se está asomando con razón.
Lo metí en buenas y en feas sin preguntarle nada,
él siempre preguntándome, sin ver
cómo era la dicha o la desdicha,
sin quejarse, sin
distancias efímeras de mí.
Ahora que otea casi
el aire alrededor,
qué pensará la clavícula rota,
joya espléndida, rodillas
que arrastré sobre piedras
entre perdones falsos, etcétera.
Esqueleto saqueado, pronto
no estorbará tu vista ninguna veleidad.
Aguantarás el universo desnudo.
Juan Gelman (su último poema)
La Condesa DF
28 de octubre de 2013
lunes, 28 de octubre de 2013
A Baco
A Baco |
A tí, de alegres vides coronado,
Baco, gran padre domador de Oriente, He de cantar; á tí, que blandamente Tiemplas la fuerza del mayor cuidado; Ora castigues á Licurgo aírado, O á Penteo en tus aras insolente, Ora te mire la festiva gente En sus convites dulce y regalado, O ya de tu Ariadna al alto asiento Subas ufano la mortal corona Vén fácil, vén humano al canto mio; Que si no desmerece el sacro aliento, Mi voz penetrará la opuesta zona, Y al Tibre envidiará el Hispalio rio. |
domingo, 27 de octubre de 2013
POR VOS MUERO
POR VOS MUERO |
Escrito está en mi alma vuestro gesto
y cuanto yo escribir de vos deseo: vos sola lo escribistes; yo lo leo tan solo que aun de vos me guardo en esto. En esto estoy y estaré siempre puesto, que aunque no cabe en mí cuanto en vos veo, de tanto bien lo que no entiendo creo, tomando ya la fe por presupuesto. Yo no nací sino para quereros; mi alma os ha cortado a su medida; por hábito del alma misma os quiero; cuanto tengo confieso yo deberos; por vos nací, por vos tengo la vida, por vos he de morir, y por vos muero. |
sábado, 26 de octubre de 2013
AL VOLVER
AL VOLVER |
Aquí nació mi vida a la esperanza
y aquí esperé también que moriría; ahora que vuelvo aquí, parecería que el tiempo me persigue y no me alcanza. Detiene otoño el paso a la mudanza que en la luz, en el aire se extasía; los árboles son llamas, su alegría enciende ya mi bienaventuranza. Todo pasó. Todo quedó lo mismo: como si en este otoño floreciera, ardiendo en el fulgor de su espejismo, última para mí, la primavera; abismo del no ser al ser abismo, la eternidad del tiempo prisionera. |
viernes, 25 de octubre de 2013
EL SOL Y LA VIDA
EL SOL Y LA VIDA |
¡Oh noche! Cuando a Adán fue revelado
quién eras, y aun no vista, oyó nombrarte, ¿no temió que enlutase tu estandarte el bello alcázar de zafir dorado? Mas ya el celaje etéreo, blanqueado del rayo occidental. Héspero parte; su hueste por los cielos se reparte, y el hombre nuevos mundos ve admirado. ¡Cuánta sombra en tus llamas ocultabas, oh Sol! ¿Quién acertara, cuando ostenta la brizna más sutil tu luz mentida, esos orbes sin fin que nos velabas? ¡Oh mortal! Y ¿el sepulcro te amedrenta? Si engañó el Sol, ¿no engañara la vida? |
jueves, 24 de octubre de 2013
VIGILIA Y SUEÑO
VIGILIA Y SUEÑO |
La moza lucha con el mancebo
-su prometido y hermoso efebo- y vence a costa de un traje nuevo. Y huye sin mancha ni deterioro en la pureza y en el decoro, y es un gran lirio de nieve y oro. Y entre la sombra solemne y bruna, yerra en el mate jardín, cual una visión compuesta de aroma y luna. Y gana el cuarto, y ante un espejo, y con orgullo de amargo dejo, cambia sonrisas con un reflejo. Y echa cerrojos, y se desnuda, y al catre asciende blanca y velluda, y aún desvestida se quema y suda. Y a mal pabilo, tras corto ruego, sopla y apaga la flor de fuego, y a la negrura pide sosiego. Y duerme a poco. Y en un espanto, y en una lumbre, y en un encanto, forja un suceso digno de un canto. ¡Sueña que yace sujeta y sola en un celaje que se arrebola, y que un querube llega y la viola! |
miércoles, 23 de octubre de 2013
martes, 22 de octubre de 2013
Los Esposos
LOS ESPOSOS
Dame la mano; el cuerpo. Necesito
cruzar la calle. Dame
un tímido relámpago
de detrás de tus ojos, algo
que me sustente, una palabra, un hijo
para cruzar la calle. Dame un brazo
para correr. Ponte delante, así,
de cara a mí, que yo me vea cerca
reflejado. Y la mano
también. Dame la mano, el cuello joven,
el espejo, el cansancio
de ayer, el tiempo, sí,
dame el tiempo que te consuma, el peso
que hace posible tu llegada. Quiero
cruzar la calle. Dame
tu soledad, o más, la comisura
de tus labios, la piel de un muslo, algo
con que cubrirme. El gesto
que derrumba un deseo, algo sólido,
arañable, exterior, algo de ti
que arrope mi despegue.
Que no tengo más ancla, que no tengo
más posible contacto, que no tengo
más vertedero, o playa, o límite si quieres.
Dame el silencio, o lo que sea. Dame
algo que me acompañe.
Que está ya cerca el viento, que ya viene
por el árbol de al lado, y necesito
cruzar la calle.
lunes, 21 de octubre de 2013
ARBOL DE OTOÑO
ARBOL DE OTOÑO
Eras un haz elástico de brillos,
un girar de gorjeos en la espiral del aire,
aurora y llamarada de Sol verde.
Pero al perder la fe y el horizonte
la gracia de la luz se ha desprendido
de ti; tus frutos penden y se pudren
sin color ni tersura. Los desdeñan los pájaros,
y caen con las hojas
y con las cinco letras de tu nombre
del esqueleto puro de tu idea:
ramas desnudas sobre cielo negro,
sin palabra de luz con que nombrarte.
domingo, 20 de octubre de 2013
HOY ANDABA
Hoy andaba debajo de mí mismo
sin saber lo que hacía.
sin saber lo que hacía.
Hoy andaba debajo de la pena
con risa inexplicable.
con risa inexplicable.
Hoy andaba debajo de la risa
con todo el llanto a cuestas.
con todo el llanto a cuestas.
Hoy andaba debajo de las aguas
sin que fuese milagro comparable.
sin que fuese milagro comparable.
Hoy andaba debajo de la muerte
y no reconocía sus cimientos.
y no reconocía sus cimientos.
Andaba a la deriva por debajo del cuerpo
confundiendo los dedos con los ojos.
confundiendo los dedos con los ojos.
Hoy andaba debajo de mí mismo
sin poder contenerme.
sin poder contenerme.
sábado, 19 de octubre de 2013
A LA CIUDAD REINA DE ANDALUCÍA
Casas moriscas, patios con jazmines,
naranjos, flores, búcaros y fuentes,
antorchas en girándulas lucientes,
que alumbran por cancelas los jardines.
Damas entre damascos y cojines,
refrescando al ventalle los ambientes
y guardando en las rejas impacientes
citas, lances con nobles paladines.
Músicas por las calles y veladas;
Guadalquivir que, manso, lejos brilla,
la flota y la Giralda iluminadas.
Soldado, abad, buscona, gitanilla;
escalas en balcón, reñir de espadas,
esta es Babel de amor, esta es Sevilla.
Etiquetas:
Serafín Estébanez Calderón (El Solitario)
Suscribirse a:
Entradas (Atom)