EL RELOJERO EXTRAVIADO |
Siempre va y viene esperando la hora, sube y baja
Los doce escalones de la escalera circular Y luego bebe agua en la sala En un jarrón antiguo que gotea doce veces cada Veinticuatro horas. Después de la última campanada de la iglesia de San Juan Recibe en su jardín la lluvia Para llenar el jarrón, y vuelve a la sala, a su taller, Y entre arenales termina la clepsidra. |
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