Añoranza |
Íbamos en la tarde que caía
rápidamente sobre los caminos. Su belleza, algo exótica, ponía aspavientos en ojos campesinos. -Gozaremos el libro- me decía de tus epigramáticos y finos versos. En el crepúsculo moría un desfile de pájaros marinos... Debajo de nosotros, la espesura aprisionaba en forma de herradura la población. Y de un charco amarillo surgió la luna de color de argento, y a lo lejos, con un recogimiento sentimental, lloraba un caramillo... |
AGUSTINI, DELMIRA |
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