En otra profesión |
¡Oh Libertad! ¡Oh de héroes madre santa,
y de los hombres principal derecho que está grabado en todo noble pecho y nuestra parte superior levanta! ¿Pues cómo así con atrevida planta te deja incauta virgen y su techo nativo trueca por el claustro estrecho y eterno cautiverio no la espanta? Mas no; que, aunque parece que te huella al hierro dando su dorado pelo, quien más te busca, Libertad, es ella; más libre la hace su ceñido velo, porque la misma servidumbre es bella si eterna Libertad nos da en el cielo. |
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