Oh, soberbias colinas, sacra ruina,
que ya sólo de Roma el nombre os queda, pobre despojo en vos ahora se hospeda de tanta gloria excelsa y peregrina. Coloso, arco, teatro, obra divina, pompa triunfal que en vano otra remeda, ceniza vuestra gloria sólo hereda que a vil fábula al fin al vulgo inclina. Así, si bien un tiempo al tiempo guerra hace la obra famosa, a paso lento obra y nombre envidioso el tiempo entierra. Viviré en mis martirios, pues, contento; que si da el tiempo fin a todo en tierra, quizás pueda aún dar fin a mi tormento. |
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