Pájaros de otro tiempo están cantando,
claustro dormido, túnel de las letras. Sobre su longitud emocionada, igual que sobre el pecho la vieira, la esperanza ascendida de las torres. El aire las rodea. «Creced, pujad», Gerardo os dijo... Cantan el constelado amor de Compostela, levantan por el aire, que es de todos, el solemne estandarte de la piedra. Aquí se junta el tiempo con la lluvia y pierde pie el silencio en la tristeza. Aquí se moja el alma de la patria –ciudad de mucha historia y mucha niebla–. El inseguro prado de las nubes, los distritos del agua, se le acercan. Novia del aguacero, húmedas van las alas de la tierra. Con los pies en el suelo sueñan las piedras. Con los pies en el suelo. Como todo el que sueña. |
lunes, 30 de junio de 2014
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