jueves, 5 de diciembre de 2013

Mi estado

 



 Busco la paz, y en triste lucha espiro;   
 espero y temo, abrásome y me hielo;   
 odio la tierra sin amar el cielo;   
 vehemente anhelo, exánime suspiro:   
 
 Pido la libertad, siervo me miro;  
 me elevo ardiente, caigo yerto al suelo;   
 ciego confío, suspicaz recelo,   
 vivo en el ocio y a la gloria aspiro:   
 
 El dogal que circunda el cuello mío   
 ni me acaba ni libra, y vivo ahogado;  
 hallo el placer y mátame el hastío,   
 
 odio mi ser, te adoro despechado;   
 lloro sin pena y sin contento río...   
 Por ti, cruel, me miro en tal estado.   

miércoles, 4 de diciembre de 2013

LAS PARADOJAS






LAS PARADOJAS
Hay cansancio en la voluntad de vivir
en la tenacidad del animal en celo
y en la quietud aparente del vegetal que se expande
a través de estos muros.

Hay cansancio también en la quietud
de las piedras muertas
y en el espíritu díscolo de aquéllas capaces de rodar.

El cansancio descansa en el centro mismo del reposo
pero se lo percibe sólo como efecto de la acción.
En la medida en que la vida lo es
todo resulta cansancio.
Reconforta saberlo
en el corazón de la extenuación.

La alegría de sentir que la lentitud ha vencido a la fatiga
toda vez que nos repetimos
bajo la mecánica de una acción indiscernible
(impulso del impulso)
no deja de ser una alegría también indiscernible.

Qué es el cansancio de la materia,
del cuerpo, el cansancio muscular,
el agotamiento de las fuerzas, de los impulsos sostenidos
en la acción encadenada a la acción,
de los impulsos sostenidos
en la quietud asimilada a la quietud.

La muerte a su vez cansa
entendida como posibilidad, negada como posibilidad.

El cansancio de la muerte es cansancio de lo inexorable.

Esto, después de todo, también cansa.

martes, 3 de diciembre de 2013

SUBVENCIÓN




SUBVENCIÓN
Soy una bandera.
En esta torre
selección de poemas nacidos
y se convierte en verdad fuertes
indefenso como un globo, que
el futuro por la esperanza
o de su toque y el tuyo, dios doble
que es uno, como el pan
que comparten sus cuerpos, la batalla
el amor de la carne.

Todo el mundo pertenece
esta naturaleza, pero no
por la posesión
el mundo y las cosas.
Era mi afán sin condiciones,
su contacto final?
Lo que quedó de la vida
salir fugaz y adolescente, si
otra nueva mentira disfrazada
Me reconozco más,
uno y diferente?

Nadie domina
desde una elevación que amenaza el vértigo.

lunes, 2 de diciembre de 2013

EL ÁRBOL




EL ÁRBOL
---Permanece en silencio, solitario,
en mitad de la plaza
como un pájaro olvidado
o quizás como una nube amaestrada
por vientos tramontanos
No es ni sombra ni cobijo
de pájaros urbanos. No es, apenas,
el pudor de la tierra
izándose desde la tierra misma
hacia los cielos. Es, tan sólo,
un árbol ciudadano
bajo de mi ventana, más próximo al cemento
que a las grandes praderas
donde están sus hermanos
asentados. Tiene la palidez
de un empleado de banco y la turbia
timidez de los abandonados. Tan sólo
cuando pierde las hojas
recuerdo que es un árbol y lo amo.

domingo, 1 de diciembre de 2013

Vendrá el pasado




Vendrá el pasado y

me encontrará muerta

con el pelo enmarañado en el polvo

y los dedos de los pies

esmaltados de rojo.

Y contenta, por Dios,

contenta.

sábado, 30 de noviembre de 2013

Anécdota






Anécdota
La bolsa dice: Yo vengo
como el arca do moré
que es el arca de ''Noé''
que quiere decir: ''no tengo

viernes, 29 de noviembre de 2013

Añoranza






Añoranza
Íbamos en la tarde que caía
rápidamente sobre los caminos.
Su belleza, algo exótica, ponía
aspavientos en ojos campesinos.


-Gozaremos el libro- me decía
de tus epigramáticos y finos
versos. En el crepúsculo moría
un desfile de pájaros marinos...


Debajo de nosotros, la espesura
aprisionaba en forma de herradura
la población. Y de un charco amarillo


surgió la luna de color de argento,
y a lo lejos, con un recogimiento
sentimental, lloraba un caramillo...
AGUSTINI, DELMIRA

jueves, 28 de noviembre de 2013

A Ch...






A Ch...
Si supieras, niña ingrata,
lo que mi pecho te adora;
si supieras que me mata
la pasión que por ti abrigo;
tal vez, niña encantadora,
no fueras tan cruel conmigo.

Si supieras que del alma
con tu desdén ha volado
fugaz y triste la calma,
y que te amo más mil veces,
que las violetas al prado
y que a los mares los peces;

tal vez entonces, hermosa,
oyeras el triste acento
de mi querella amorosa;
y atendiendo a mi reclamo,
mitigaras mi tormento
con un beso y un "yo te amo".

Si supieras, dulce dueño,
que tú eres del alma mía
el solo y único sueño;
y que al mirar tus enojos,
la ruda melancolía
baña en lágrimas mis ojos;

tal vez entonces me amaras,
y con tus labios de niño
mis labios secos besaras;
y cariñosa y sonriente
a mi constante cariño
no fueras indiferente.

Ámame, pues, niña pura
ya que has oído el acento
del que idolatrarte jura;
y atendiendo a mi reclamo,
ven y calma mi tormento
con un beso y un "yo te amo".

miércoles, 27 de noviembre de 2013

Al Guadalquivir






Al Guadalquivir
Tú, a quien ofrece el apartado polo,
hasta donde tu nombre se dilata,

preciosos dones de luciente plata

que envidia el rico Tajo y el Pactolo;

para cuya corona, como a solo
rey de los ríos, entreteje y ata

Palas su oliva con la rama ingrata

que contempla en tus márgenes Apolo;

claro Guadalquivir, si impetuoso
con crespas ondas y mayor corriente

cubrieres nuestros campos mal seguros,

de la mejor ciudad, por quien famoso
alzas igual al mar la altiva frente,

respeta humilde los antiguos muros.

martes, 26 de noviembre de 2013

A CÁDIZ






A CÁDIZ
No es sueño, es la verdad ¡oh mar! te veo...
no es sueño, es la verdad, ¡estoy contigo!...
no es sueño, es la verdad, tus ondas sigo
y sacio en contemplarte mi deseo;
aquí está la verdad en que yo creo,
aquí habita el Señor que yo bendigo,
y siento entre estas vívidas montañas
el hondo palpitar de sus entrañas.

¡Tú eres el mar!... ¡el mar!... no eres el río;
el horizonte con tus brazos llenas,
y en vez de murmurar bramas y truenas
maravillando el pensamiento mío,
pero en tu seno con placer confío
recuerdos, dichas, esperanzas, penas,
sin que un instante me acobarde el miedo
de que en tus ondas sumergirme puedo.

¿Miedo de ti? ¿Por qué? ¿No es de la tierra
de dónde vengo yo? ¡Por qué temerte!
¿Amenazas tú más que con la muerte
ni tienes sino el agua que dé guerra?
¿En dónde tu maldad ¡oh mar! se encierra
para que así nos acobarde el verte?
¿Qué me puedes hacer? ¿Tragar mi barca?...
La Francia se ha tragado a su monarca.

¿A dónde vais, pobres gaviotas,
huyendo así del horizonte oscuro?
¿No teméis el morir al pie del muro
en sangre tintas vuestras alas rotas?
Hubo una edad entre las más remotas,
en que la tierra fue asilo seguro;
pero lanzados ya de aquel asilo,
el torrente del mar es más tranquilo.

¡Ah! yo no sé; pero al mirar de lejos
la vasta soledad del agua hermosa,
me siento de vosotras envidiosa
que podéis habitar en sus espejos;
los marinos nos dan tristes consejos,
porque huyamos del agua borrascosa;
pero al lanzarnos de tan bella casa,
no saben ahora lo que en tierra pasa.

¡Cuánto más blando el mar que nos rodea,
aunque el torrente abata vuestros vuelos,
será que las pasiones, los desvelos
de esa región que a nuestra vista humea!
¡No os vais del mar! El alma se recrea
soñándose suspensa entre dos cielos,
y si no tengo yo en las verdes salas,
menos debéis temer que tenéis alas.

¿Qué he de temer? ¿Que el mar en sus extremos
de sal inunde mi entreabierta boca?
¡La sed que en medio el agua nos sofoca
en la salada lluvia saciaremos!
Más salado es el llanto y lo bebemos
en tierra seca, y no en corriente poca,
siempre con ansia igual, con igual daño
un día y otro, uno y otro año.

¡Oh mil veces feliz ave y marino,
que cruzan sin temor esas montañas,
y más dichosa tú la que te bañas,
Cádiz, en ese golfo cristalino!
Allá te veo entre el flotante lino
salir, hermosa, honor de las Españas,
cual salen las palomas por el río
cuando a bañarse van en el estío.

Hija de las entrañas de Océano,
como sus conchas y sus peces eres,
y las que guardas célicas mujeres
son perlas escogidas por tu mano,
a bordo de tu buque soberano
Siempre embarcados, tus felices seres,
Gozan en paz de la ilusión divina
De este viaje que jamás termina.

Cuando del muro los estrechos lazos
salta y el onda tu cabeza baña,
dicen que quiere con terrible saña
tragarte el mar en míseros pedazos,
pero es que te acaricia entre sus brazos
como a sus tiernos hijos la alimaña,
y cuando más parece que te abruma
te da la leche de su blanca espuma.

¡Ciudad de torres solitaria y bella!
todo es hermoso en tu recinto amigo;
el pobre halla limosna y halla abrigo,
y aun da a otros pobres el sobrante de ella.
Cuando me lleve mi contraria estrella
lejos de ti; me soñaré contigo...
si es que duerme bastante para el sueño
quien nada espera dulce ni risueño.

¡Ah, sí! me queda la ilusión divina
de este mar tan inmenso y tan profundo,
donde ha de hallar, al fin, descanso el mundo
cuando lo quiera Dios. Alma vecina
del mar, mejor comprende y adivina
lo que es Dios, lo que el pueblo moribundo,
que encerrado se agita y despedaza
ser contra ser y raza contra raza.

Ya le voy a dejar, nada en la vida
sino el dolor profundo es duradero,
y por lo misino que mirarlo quiero,
tengo que darle ya mi despedida;
todo placer va siempre de partida
muy pronto por la vida, muy ligero,
y basta que la mar mi encanto sea
para que nunca más su encanto vea.

¡Adiós, amigos!... ¡tierra hospitalaria!...
Las lagrimas más dulces que he vertido
¡oh Cádiz, Cádiz! en tu seno han sido;
y si en medio del agua solitaria
ves en el barco un rostro, que afligido
te mira, yo seré que entre la varia
gente y la nube del vapor que humea
«¡Adiós, adiós, diré mientras te vea!»

Cádiz,

La mariposa y el canario




La mariposa y el canario
En una jaula dorada,
bien comido y bien cuidado,
cierto Canario encerrado
vida hacía descansada.

<
>, decía,
<
 canto, si quiero cantar,
si no, callo todo el día.

De cañamones y alpiste
me llenan el comedero,
y me preguntan, qué quiero,
cuando piensan que estoy triste.

Si hace sol, en la ventana
cuelgan mi hermoso aposento,
y entonces la voz al viento
suelto, como tengo gana.

En la sala, si hace frío,
de las visitas disfruto,
y en amoroso tributo
les ofrezco un dulce pío.

<<¿Quién jamás tener logró
una suerte más dichosa?>>
le dijo a una Mariposa,
que a la jaula se acercó,
y que alegre revolando,
iba de sí alarde haciendo,
por unos hierros saliendo,
y por otros entrando.

Ella la risa soltó
al oír tal bobería,
y con gran soflamería
de este modo respondió:

<
 más ¿nunca has pensado, di,
que aunque más goces aquí
nos gozas de libertad?>>.

Miserables Cortesanos;
esclavos de la opinión;
encargos y honores vanos

sin la libertad ¿qué son?

lunes, 25 de noviembre de 2013

Mi poesía es rezagada




Mi poesía es rezagada
porque se ha quedado en mí
como un remanso de agua.
Como una corriente clara
que transparenta hasta el fondo
del cauce que la remansa.
Se me ha quedado en el alma
posando la turbulencia
sonora de mis palabras.
Como una voz que se apaga
y va abriéndole al silencio
su música más callada.

domingo, 24 de noviembre de 2013

DEPREDADORAS DE ALEGRÍA





Depredadoras de alegrías

nocturnas, cuerpo que me amaba

con el odio tímido y violado

de sus rincones aburridos.

Hoy que ya haya pasado, ¿me recuerdan,

alguna vez, sin recordarme?

Corales en coro, subcutáneas

navegaciones, luz anclada,

escafandra de asfixia, flechas

lácteas, inmóviles, acuáticas,

desove estéril que en la sangre

desenrolla su espiral transida.

¿Me recuerdan, hoy que ya ha pasado

el odiado amor, la carne triste?

Las entretelas del herido

de punta de ausencia, me cominan.

Y el violado cuerpo que me amaba,

a solas calienta y se consume.

sábado, 23 de noviembre de 2013

Un poema



UN POEMA
Tú, cuya mano me ha bañado
de un fuego transparente las espaldas,
cuyos ojos en claros naufragios hundieron
algunos principios elementales de mi alma,
tú eres mi patria.

Tú, que no tienes apellido,
que no sé si eres pájaro o si alcándara,
que de todos tus brazos las letras de plomo
cayéndose han ido, como si fueran nueces vanas,
tú eres mis padres
y mi patria.

Tú, que ni tú te acuerdas dónde
tendiste a orear las nubes blancas,
que de tantos amores que tienes confundes
el nombre de todos los días de cada semana,
tú eres mi Dios
y mis padres
y mi patria.

Tú, que tan dulcemente besas
que el cielo bocabajo se volcaba,
y que no se sabía de quién ya la lengua,
de quién la saliva, de puro sabrosa y templada,
tú eres mis leyes
y mi Dios
y mis padres
y mi patria.

Tú, que apacientas calaveras
por las praderas de la verde África
y a los rojos leones les echas de pasto
las rosas de leche de luna de Nuruquimagua,
tú eres mi ejército
y mis leyes
y mi Dios
y mis padres
y mi patria.

Eres mi ejército y mis leyes
y mi Dios y mis padres y mi patria,
y el ejército y Dios y las leyes y todas
las patrias y padres se creen que tú no eres nada:
que no eres nada.

viernes, 22 de noviembre de 2013

El toro





EL TORO
Es la noble cabeza negra pena,
que en dos furias se encuentra rematada,
donde suena un rumor de sangre airada
y hay un oscuro llanto que no suena.

En su piel poderosa se serena
su tormentosa fuerza enamorada
que en los amantes huesos va encerrada
para tronar volando por la arena.

Encerrada en la sorda calavera,
la tempestad se agita enfebrecida,
hecha pasión que al músculo no altera:

es un ala tenaz y enardecida,
es un ansia cercada, prisionera,
por las astas buscando la salida.

jueves, 21 de noviembre de 2013

DEJAD QUE A VOCES DIGA EL BIEN QUE PIERDO





Dejad que a voces diga el bien que pierdo,
si con mi llanto a lástima os provoco;
y permitidme hacer cosas de loco:
que parezco muy mal amante y cuerdo.


La red que rompo y la prisión que muerdo
y el tirano rigor que adoro y toco,
para mostrar mi pena son muy poco,
si por mi mal de lo que fui me acuerdo.


Óiganme todos: consentid siquiera
que, harto de esperar y de quejarme,
pues sin premio viví, sin juicio muera.


De gritar solamente quiero hartarme.
Sepa de mí, a lo menos, esta fiera
que he podido morir, y no mudarme.

miércoles, 20 de noviembre de 2013

Aunque es verdad




Aunque es verdad que he escrito algunos miles
de versos, si no buenos, tales cuales,
líricos, amorosos, pastoriles,
satíricos, dramáticos, morales,

¿qué han pecado mis coplas juveniles,
para que con trompetas y atabales,
con pregonero y sendos alguaciles
salgan por esas calles y portales?

No, Fabio; las sepulta una gaveta,
donde el sol no las ve, ni yo tampoco;
ni han de estamparme en pública tarjeta,

pues temo al vulgo como niño al coco.
Déjame con mi vena de poeta,
y no quieras que tenga la de loco.

martes, 19 de noviembre de 2013

CROQUIS EN LA ARENA






CROQUIS EN LA ARENA
La mañana se pasea en la playa empolvada de sol.

Brazos.
Piernas amputadas.
Cuerpos que se reintegran.
Cabezas flotantes de caucho.


Al tornearles los cuerpos de las bañistas, las olas alargan sus virutas sobre el
aserrín de la playa.

¡Todo es oro y azul!

La sombra de los toldos. Los ojos de las chicas que se inyectan novelas y
horizontes. Mi alegría, de zapatos de goma, que me hace rebotar sobre la arena.

Por ochenta centavos, los fotógrafos venden los cuerpos de las mujeres que se bañan.

Hay quioscos que explotan la dramaticidad de la rompiente. Sirvientas
cluecas. Sifones irascibles, con extracto de mar. Rocas de pechos algosos
de marinero y corazones pintados de escgrimista. Bandadas de gaviotas, que
fingen el vuelo destrozado de un pedazo
blanco de papel.

¡Y ante todo está el mar!