miércoles, 15 de enero de 2014

DEMOCRACIA






DEMOCRACIA
Otra maldita tarde
de domingo, una de esas
tardes que algún día escogeré
para colgarme
del último clavo ardiendo
de mi angustia.
En la calle
familias con niños,
padres y madres
sonrosadamente satisfechos
de su recién cumplido
deber electoral;
gente encorvada sobre radios
que escupen datos, porcentajes
en los bancos.
Corderos de camino al matadero
dándole a escoger el arma
al matarife.

martes, 14 de enero de 2014

Los limones




LOS LIMONES
Escucha, los poetas lauredos
se mueven solamente entre las plantas
de nombres poco usados: boj ligustro o acanto.
Yo amo los caminos que dan a las herbosas
zanjas donde en los charcos
medio secos agarran los muchachos
alguna anguila exhausta:
los senderos que siguen los ribazos,
bajan entre penachos de las cañas
y llevan a los huertos, entre los limoneros.
.
Mejor si la algazara de los pájaros
engullida por el azul se apaga:
más claro se oye el susurro
de las ramas amigas en el aire que casi no se mueve,
y los sentidos de este olor
que no sabe despegarse de la tierra
y llueve en el pecho una dulzura inquieta.
Aquí de las entretenidas pasiones
milagrosamente calla la guerra,
aquí también a los pobres nos toca nuestra parte de riqueza
y es el olor de los limones.
.
Ves, en este silencio en que las cosas
se abandonan y próximas parecen
a traicionar su último secreto,
a veces uno espera
descubrir un error en la Natura,
el punto muerto del mundo, el eslabón que cede,
el hilo a desenredar que finalmente nos lleve
al centro de una verdad.
La mirada escudriña alrededor,
la mente indaga acuerda desune
en el perfume que desborda
cuando más languidece el día.
Son los silencios en los que se ve
en cada sombra humana que se aleja
alguna turbana Divinidad.
.
Pero falta la ilusión y nos devuelve el tiempo
a las ciudades ruidosas donde el azul se muestra
sólo a pedazos, en lo alto, entre los cimacios.
La lluvia fatiga la tierra, después; se agolpa
el tedio del invierno sobre las casas,
la luz se vuelve avara, amarga el alma.
Cuando un día por un mal cerrado portal
entre los árboles de un patio
se nos muestra el amarillo de los limones;
y el hielo del corazón se derrite,
y en el pecho nos vierten
sus canciones
las trompetas de oro de la solidaridad.

lunes, 13 de enero de 2014

PALABRAS PARA EL HIJO





PALABRAS PARA EL HIJO


VINIENDO ESTÁS, HIJO, ya tienes imperiosamente abierto tu hueco entre los días,
y me paro a pensar cómo tendré que decirte para pasarte lo que he vivido,
si todavía tus padres apenas sabemos hablar, saltamos por encima de las palabras,
y de la mano andamos, cruzando por largos silencios, como claros de bosque.


TAL VEZ TODO ES INÚTIL y la sangre camina bajo la voz, y nada se puede,
pero yo pienso y pienso en las cosas que todavía mal he aprendido,
y que tendré que enseñarte, porque ya no podré olvidar ni guardar silencio,
ni volver la espalda a lo que fue, para llegar más libre a la esperanza.

DESDE AHORA CUANTO MIRO me exigirá nombre con que poder contarlo;
ya no podré ser ojo mudo, pasmo sin pregunta, guardador de secretos,
y tendré que dejarme llevar por tu mano hasta la misma raya de la ignorancia,
dibujar exactamente a dónde llega el borde del agua de la materia oscura.

PROCURARÉ EMPEZAR POR DECIRTE el respeto que se debe a todas las cosas,
la seriedad de la tierra áspera y su peso húmedo, desmigado entre los dedos,
la admirable cerrazón de la piedra, secretamente conjurada consigo misma,
a veces en un guijarro caminante, como endulzado por el peso de la memoria.
Y LA MADERA DÓCIL, viniendo desde el olor y el viento a acurrucarse al calor de la mano,
que acaricia la sabiduría de las formas elementales de la silla y la mesa,
y el tesoro del metal, sus arbitrios industriosos, su cansancio oxidado, su esplendor
cuando con brillos fatídicos conquista su extraña vida de máquina palpitante.

domingo, 12 de enero de 2014

Orlando Furioso Canto V






30 

¿Por qué, pues, como amigo y compañero
demandas el respeto ese que entiendas
que a ti te deba, y yo tendría el primero
si de ella más que yo gozases prendas?
No menos por mujer que tú la espero
que, aunque no tenga aquí como tú haciendas,
no soy menos que tú del rey preciado,
y sí más de su hija que tú amado--.

sábado, 11 de enero de 2014

ESCENA






ESCENA 


Después de tanto amor, he salido de caza. 

Desnuda estás y quieta, como el sol en su colmo, 
llena la cabellera de centeno y de trinos, 
al pie de un risco joven, al pie de un joven olmo, 
y en ti confluyen todos los ríos y caminos. 
Desde lejos te miro, y el sol entre las hojas 
deja sobre tu cuerpo arroyos de ebria lava, 
hoces negras de sombra, hoces de lenguas rojas, 
y eres una tigresa cuando el amor se acaba. 
Ya estoy sobre una peña. De lejos adivino 
tu silueta ondulante como las cañaveras 
y esa joya emboscada donde fermenta el vino 
en el fíel puntiagudo de tus recias caderas. 
Te mereces el corzo que a mis fauces se brinda, 
su corazón cobarde como un álamo chico, 
sus ojos nebulosos de mirto y de celinda. 
El bosque entero mece su ferviente abanico. 
Y el conejo veloz, y la gacela suave, 
este nido terrestre de codornices cautas, 
las tórtolas parejas y ese niño que sabe 
amaestrar los trémolos de los canarios nautas. 
Por tu amor abro pechos, corto alientos, desgarro 
la perezosa tarde con llantos y alaridos. 
Eres bella y esperas sobre un lecho de barro 
el fruto de los besos y el fruto de los nidos. 
Después de tanto amor he salido de caza, 
mientras tú, en el sosiego y a la orilla del río, 
ves el álamo frágil que su temblor enlaza 
al temblor de ese pájaro, que es todo escalofrío. 


                               (De Tigres en el jardín, 1968)

viernes, 10 de enero de 2014

A la amada






A la amada
Así el entero día en largo, incierto
sueño gimo; mas luego cuando aduna
la noche las estrellas y la luna,
frío el aire y de sombras ya cubierto,


donde el llano es selvoso y más desierto
lento entonces vagando, una por una,
palpo las llagas que la vil fortuna
y Amor y el mundo han en mi pecho abierto.


Tal vez cansado, apoyo me da un pino
o con mis esperanzas, allí donde
suena la onda, tal vez hablo y deliro.


Mas las iras del mundo y del destino
olvidando por ti, por ti suspiro
luz de mis ojos, ¿quién a mí te esconde?

jueves, 9 de enero de 2014

Ítaca







Ítaca 


¿Y quién alguna vez no estuvo en Ítaca? 
¿Quién no conoce su áspero panorama, 
el anillo de mar que la comprime, 
la austera intimidad que nos impone, 
el silencio de suma que nos traza? 

Ítaca nos resume como un libro, 
nos acompaña hacia nosotros mismos, 
nos descubre el sonido de la espera. 

Porque la espera suena: 
mantiene el eco de voces que se han ido. 
Ítaca nos denuncia el latido de la vida, 
nos hace cómplices de la distancia, 
ciegos vigías de una senda 
que se va haciendo sin nosotros, 
que no podremos olvidar porque 
no existe olvido para ignorancia. 

Es doloroso despertar un día 
y contemplar el mar que nos abraza, 
que nos unge de sal y nos bautiza como nuevos hijos. 

Recordamos los días del vino compartido, 
las palabras, no el eco; 
las manos, no el diluido gesto. 
Veo el mar que me cerca, 
el vago azul por el que te has perdido, 
compruebo el horizonte con avidez extenuada, 
dejo a los ojos un momento 
cumplir su hermoso oficio; 
luego, vuelvo la espalda 
y encamino mis pasos hacia Ítaca. 

De: Ensayo General: Ítaca. 
poesía completa, 1966-2000

miércoles, 8 de enero de 2014

Oh soberbias colinas sacra ruina





Oh, soberbias colinas, sacra ruina,
que ya sólo de Roma el nombre os queda,
pobre despojo en vos ahora se hospeda
de tanta gloria excelsa y peregrina.

Coloso, arco, teatro, obra divina,
pompa triunfal que en vano otra remeda,
ceniza vuestra gloria sólo hereda
que a vil fábula al fin al vulgo inclina.

Así, si bien un tiempo al tiempo guerra
hace la obra famosa, a paso lento
obra y nombre envidioso el tiempo entierra.

Viviré en mis martirios, pues, contento;
que si da el tiempo fin a todo en tierra,
quizás pueda aún dar fin a mi tormento.

martes, 7 de enero de 2014

Desgracia de amor



Llorad, piedras, mi dura maladanza:
es de otro la mies de mi labranza.

Siembro mi campo y otro la cosecha;
cubre mis horas la fatiga en vano;
es de otro el ave que mi sed acecha;
sólo la pluma quédame en la mano.
Otros calman la sed que me despecha;
otros ascienden, yo desciendo al llano:
llorad, piedras, mi dura maladanza:
es de otros la mies de mi labranza.

lunes, 6 de enero de 2014

A Italia




¡Italia, Italia! ¡Oh tú a quién dio la suerte
el don fatal de la beldad y en ésta
de mil males y vil dote funesta!
¡Oh! ¡menos bella fueras o más fuerte!


Así o lograras invencible hacerte
o no tentaras con tu luz modesta
la codicia de aquel que te detesta
fingiendo amarte; y que te reta a muerte.


¡No viera los Alpes entonces mil torrentes
de armados galos derramar do quiera
y que tu noble sangre el Po colora!


Ni por el brazo de extranjeras gentes
inútilmente combatir, te viera,
para servir, vencida o vencedora.

domingo, 5 de enero de 2014

Semanas




Semanas

Cuántos lunes y martes
en el polvo, detrás, por los caminos.
Serían diferentes entre sí, pero todos
parecían el mismo.

Busco las sillas, las ventanas, los lechos
de la fiebre o el llanto, del diente dolorido,
a esos lunes o martes, y ya todos
están fuera de sitio.

Forman montón de cosas, horas,
piedras, palabras, lápices, destinos,
pero fueron cruzando la puerta de hacia adentro
con mucho frío.

A veces los despierta una canción
antigua, una esquina, un amigo,
y me hace gracia de que todos entonces
me parezcan domingos.

sábado, 4 de enero de 2014

Amor que ves mi pensamiento abierto




Amor, que ves mi pensamiento abierto
y el paso por que ciego en ti me guío,
tus ojos dentro pon del pecho mío,
a ti expedito, a los demás cubierto.

Cuanto sufro en seguirte sabes cierto;
mas, surgiendo entre monte y entre río,
no adviertes que ya está todo mi brío
molido del sendero áspero y yerto.

Bien veo yo de lejos la luz suma
a que me aguijas por abrupta cima;
mas no para volar me diste pluma.

Que basta a mi deseo ya y estima
que logres que yo amando me consuma
y admita ella que yo por ella gima

viernes, 3 de enero de 2014

De la materia de los taxis






                        DE LA MATERIA DE LOS TAXIS


                                   De nuevo te esperé en el desconsuelo
                        de la esquina. Por el bullicio oscuro
                        iban, venían rojos autobuses,
                        acharolados taxis que, ocupados,
                        se detenían un segundo antes
                        del desencanto. La farola daba
                        entintado de comic a la espera.

                                   Los taxis están hechos con materia
                        de soledad, de presurosos besos,
                        de palabras sin terminar, de rápidos
                        adioses, de cabezas que se vuelven
                        como pidiendo auxilio. Cada taxi
                        va tejiendo y tejiendo su capullo
                        de seda por las calles, va encerrando
                        su mariposa entre los hilos tensos
                        de la ciudad que gime y que lo envuelve.

                                   ¿Por qué querer es esperar?. La lluvia
                        tenaz parpadeaba en el cambiante
                        neón de Piccadilly y los neumáticos
                        por el asfalto húmedo sonaban
                        como el desuello de una piel inmensa.
                        Todo el desecho de la prisa iba
                        acumulado en los asientos turbios
                        de los taxis. Su tántalo destino
                        era llegar para volver de nuevo.

                                   Los taxis se alimentan de colillas,
                        de tersos portafolios, de monturas
                        de gafas, de coronas funerarias,
                        de perfumados guantes, de pañuelos
                        inmundos, de paraguas olvidados.
                        El horizonte de los taxis nace
                        a espaldas de la luz, está poblado
                        de sanatorios y consultas, linda
                        con discos y semáforos, discurre
                        por negocios y apremios y legajos.

                                   ¿A dónde va el amor cuando no acude
                        a nuestra cita?. Una lenta hilera
                        de gotas resbalaban por el borde
                        de la farola anochecida. Un golpe
                        de tos quebrada restalló muy cerca
                        de mi bufanda. El viento me azuzaba
                        los mastines del frío. Y otros taxis
                        pasaban sin parar, como otras noches,
                        como todas las noches de mi vida.

                                   Cuando al amanecer se quedan solos
                        los taxis, se acarician la gastada
                        tapicería, que conserva algunas
                        viejas huellas de semen o de lágrimas.

(Londres, 1990) De "Los estados transparentes"

jueves, 2 de enero de 2014

Rojo







ROJO
Mil flamingos rojos encendieron mi cuerpo entre las
playas
Otra vez el veneno de sándalos en mi boca dispersa
Transformas el diario como al agua el invierno
Del hielo a la humedad hay un temblor apenas
Una canción restaurada tantas dudas y rencores pasados
Un verano una estación sin intermedios desparrama
Soy una lágrima perdida en los estanques
que no regresa más al cuaderno encendido
al delirio que prende en tus deseos
A mi propia salvación entre los versos llego tarde
Posas para el mundo Pero no posas para mí
Dices adiós al fuego olvidando mi abrigo
en un invierno tan crudo que me enferma
Siento en tu voz cubana que el dolor regresará por siempre
Tiemblo pero regresará por siempre y no sirve de nada
Es un toro que desangra en mis recuerdos
Varios ensayos para morir en el ruedo
Rojo
Rojo
Rojo y tan púrpura que muero.

miércoles, 1 de enero de 2014

Noche de miel espesa






Noche de miel espesa
La noche de miel espesa
me atrapa en su interior de ámbar
Sola mujer en lecho solo
el corazón apunta al lápiz, al papel
para despegar el ojo cerrado del alma.
Soy en la gravedad del líquido
la mancha oscura,
mi pensar tiñe la dulzura densa
del higo atrapado en el almíbar
Me hundo en la almohada
Floto en la melaza borboteante
de una memoria.

martes, 31 de diciembre de 2013

Los bienaventurados








Los bienaventurados 

                                                            …ellos poseerán la tierra 

Los fieles, los constantes, 
los condenados a lo eterno, 
los asombrados de una sola vez, 
los que sólo confían en el miedo, 
los que edifican sobre el desengaño, 
los cuidadosos que cosechan paso, 
los fareros de la rutina, 
los cómplices tenaces del trabajo, 
los que se mueren razonablemente, 
esos que en tantas ocasiones 
desearían con urgencia 
que hubiese un dios al que pedir socorro. 


De: Ensayo general: poesía completa, 1966-2000

lunes, 30 de diciembre de 2013

Huelen las rosas





Sobre la mesa han puesto un barro humilde 
con unas rosas que lo justifican 
igual que justifica el hombre 
un claro destello, una esperanza, una sonrisa. 
Huelen las rosas, y sentir su aroma 
también es dar constancia de la vida, 
es percibir la realidad que llega 
en su increíble y breve maravilla, 
huelen las rosas, qué delgado mundo 
de fragancia nos llega en su caricia, 
qué prodigioso mecanismo se hace necesario 
hasta dar con esta mina sutil de olor, 
cuántos secretos reinos botánicos, 
qué incógnitas provincias de vegetal acción, 
desde la tierra suben elaboradas, resumidas, 
adelgazadas hasta lo indecible 
para ser un milagro entre la brisa de la mañana, 
un invisible copo de aroma hacia la tarde, 
un terciopelo de perfume solar al mediodía. 
Trabajaron obreros diminutos y subterráneos 
por las galerías donde la gota de agua 
y las substancias germinales se alían. 
La nieve puso un dedo entre los labios, 
el viento golpeó las ramas niñas, 
deshilvanó la lluvia sus collares, y entre tanto, 
en la arcilla, porosa y maternal, 
manos minúsculas manipulaban 
ciegas en la alquimia del delgado perfume de las rosas, 
para que al fin se derramara un día 
desde esta mesa en la que he puesto un barro humilde, 
y nos regale su delicia. ¿Porqué?¿Porqué?
¿Las hemos merecido?
¿Merecemos que sea así la vida tan hermosa y fragante, 
que penetre por los sentidos su verdad sencilla 
tan misteriosa y generosamente?. 
Algo hay que nos responde por las rosas, 
una respuesta de perfume, escrita en el aire, 
las cosas que manejan nuestra manos
¿porqué han de ser distintas de los rosales? 
Con amor ¿por qué no son también aroma concedida? 
Vivir no es mas difícil que un rosal, 
lo que anula su aroma es la injusticia." 

domingo, 29 de diciembre de 2013

Playa de El Palo






PLAYA DE EL PALO
Aún eres mío, porque no te tuve.
Cuánto tardan , sin ti,
las olas en pasar ...

Cuando el amor comienza, hay un momento
en que Dios se sorprende
de haber urdido algo tan hermoso.

Entonces se inaugura
- entre el fulgor y el júbilo -
el mundo nuevamente,
y pedir lo imposible
no es pedir demasiado.

Fue a la vera del mar, a medianoche.
Supe que estaba Dios,
y que la arena y tú
y el mar y yo y la luna
éramos Dios. Y lo adoré.