Murió de mal de aroma
Rosa idéntica, exacta. Subsistió a su belleza, Sucumbió a su fragancia. No tuvo nombre: acaso La llamarían Rosaura, O Rosa-fina, o Rosa Del amor o Rosalía, O simplemente: Rosa, Como la nombra el agua. Más le hubiera valido Ser siempreviva, Dalia, Pensamiento con luna Como un ramo de acacia. Pero ella será eterna: Fue rosa y eso basta. Dios le guarde en su reino A la diestra del alba. |
jueves, 2 de octubre de 2014
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